Mi vida eres tu

Autor: alicecullenswan
Género: General
Fecha Creación: 26/06/2011
Fecha Actualización: 06/08/2011
Finalizado: SI
Votos: 10
Comentarios: 17
Visitas: 39790
Capítulos: 25

Kristen Stewart era una chica normal, vivía en forks, pero cuando conoce a los cullen su vida cambia radicalmente, ella jamas  sabrá  el secreto de ellos pero también vera que le costara que su amigos rob se de cuenta d que ella esta enamorada de el. ademas su confiansa con la gente no es mucha.


Diganme si les gusta terminada, hoy subire la segunda parte

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Capítulo 19: la luna d emiel de kris y rob (+18)

 despues de  la boda rob y yo nos dirijimos a tomar nuestro avion para dirijirnos a california ya que alli seria nuestra luna de miel, las chicas me habian dicho que tomara foto de todo y nasi lo hare, nos subimos a nuestro vuelo y nos acomodamos en los asientos mirandonos a los ojos con todo el amor que no sentiamos

cuando llegamos a california fuimos por nuestro equipaje antes de ir a tomar un taxi para dirijirnos al hotel, el viaje no demoro mucho cuando llegamos al hotel rob nos regristo y le dieron als llave de nuestra habitacion

-te amo-dije ante de besar sus labios

-y yo a ti-dijo besandome

 llegamos a nuestra habitacion entr ebsos y carisias, dejamos nuestras maletas en unos de los sofas antes de seguir besandonos, la temperatura comenzo a subir y la ropa se volvio molestosa entre nosotros

-Bella – dijo él con vos ronca. No se contuvo mas y me beso con pasión yo lo bese de la misma manera y me pegue más a su cuerpo y lo pude sentir  edward estaba excitado.

-rob- dije con las voz entrecortada- esto está mal – dije separándome- somos amigos los mejores amigos.- dije  aunque eso a mí no me importa

-No puedo evitarlo bella te deseo – dijo mirándome y vi la sinceridad en sus ojos

-No se edward y si no funciona – le pregunte nerviosa en realidad queria que él fuera el primero en mi vida

-bella al diablo la amistad no podemos ocultar lo que sentimos- dijo él era verdad no podia  aunque tenía miedo me iba a lazar no perdía nada si todo se lo he dado bueno casi todo.  Y me beso

Dude solo un segundo. Pero cedí, sin fuerzas para seguir negando lo que deseaba y gemí desesperada en su boca, mientras mis manos se enredaban en su pelo. Tanto tiempo deseando este preciso momento. No lo podía creer. No me importo nada. Ni Tanya, ni la familia, ni lo que sucedería al día siguiente ni nada. Solo el aquí y el ahora. Y no pensaba desperdiciarlo o no claro que hoy seria de robpara siempre si saber las consecuencias.

Las manos de rob bajaron temblorosas por los costados de mi cuerpo, mientras su lengua se perdía en mi boca. Le devolví el beso con desesperación. La erección de rob Se apretaba contra mi vientre, y el deseo se volvía casi una necesidad. Me sentía mareada de tanto gozo si iba a perder la virginidad que fuera con mi mejor amigo.

rob alcanzo en borde de mi camiseta y la levanto hasta apoderarse de mis senos, apretando. La sensación hizo que gimiera, pero rob ahogo mi gemido con otro beso, tan urgente que casi dolía.

- Bella… Bella…. – lo oí murmurar, haciendo que seme erizaran todos los vellos del cuerpo, mientras mis manos bajaban a su entrepierna. Jadee al sentirlo entre mi mano dura y caliente como jamás lo imaginé. rob era grande lo habia visto en bóxer pero no era lo mismo que sentirlo wow era muy bien dotado

No sé cuánto tiempo paso solo sé que estaba completamente  desnuda. Con rob encima de mí sin ropa y en mi habitación a punto de perder la virginidad con él, me volvió a besar, mientras sus manos seguían acariciando mi cuerpo. El frio ya no era tal en la habitación. Ambos estábamos cubiertos de una fina capa de sudor, bajo las sabanas, tratando de tocarnos desesperadamente a la vez que intentábamos no hacer ruido. Porque los chicos no podían oír aunque con lo borrachas que estabas ellas no lo creo.

Su boca bajo por mi cuello hasta llegar a mi pecho y capturar uno de ms pezones. Con la otra mano se apodero del otro seno, acariciando. Mis manos bajaron de su cabello a su espalda y delinee el contorno de sus músculos. Me mordí el labio para no gemir alto.

-rob– dije yo en susurro

robn siguió bajando por mi cuerpo, y beso mi vientre, ardiendo a causa de las sensaciones, a la vez que sus manos apretaban mis caderas. Temblé ante la expectativa.

Sentí sus labios trazando figuras en el hueso de mi cadera y me estremecí completa. Su lengua suave descendió por mi muslo izquierdo, dejando un camino húmedo. Luego, su mano se deslizo entre mis piernas, incitándome a abrirlas. Gemí ante ese gesto y obedecí con cierta timidez, era la primera vez que estaba tan expuesta para alguien. De todas formas, a estas alturas la timidez estaba demás.

Lo oí jadear debajo de las sábanas cuando sus dedos largos y finos entraron en contacto con mi humedad. Deslizo sus dedos a lo largo de la hendidura, haciéndome enloquecer. Se detuvo en el punto más sensible, el pequeño botón de placer. Jugueteo con sus dedos, acariciando y apretando levemente. Yo apenas podía evitar gemir y si seguía así, toda la casa se enteraría de lo que estábamos haciendo.

-Oh rob mas- decia yo gimiendo de placer

-Asi es princesa Déjate llevar- dijo él con la voz ronca si previo aviso senti algo húmedo en mi centro sus dedos fueron remplazados por su lengua y Dios mio como la sabia utilizar sentir su boca devorar mi sexo era la gloria.

Se me escapo un ronco gemido, lo suficientemente alto como para que todos nos escucharan. No me importo y al parecer a Edward tampoco, pues siguió deslizando su lengua con una lentitud exasperante. Un estremecimiento me recorrió por completo. Siguió bombeando con lentitud, mientras sus labios insistían en mi clítoris, acariciando, succionando y mordiendo con suavidad. Quería gritar con el alma y sentí una sensación extraña que se venía anunciado. Un calor que se instalo entre mis piernas y me hizo temblar cada vez más fuerte. El orgasmo me golpeo, recorriendo mi cuerpo con oleadas de infinito placer, concentrándose en las lascivas caricias de la boca de rob que ahora besaba mi sexo con desenfreno, deleitándose en a humedad que ahora abundaba entre mis piernas.

Se tomo su tiempo, saboreando toda porción de piel existente, antes de dejar su lugar y subir buscando mis labios

-Sabes exquisita – murmuro en mis labios- exquisita.

El seguía besándome y senti que temblaba tanto como yo bien sabía que era mi primera vez y no queria que fuera una mala experiencia y sobre todo con lo que acababa de vivir

-Te deseo- me dijo en susurro- dejame hacerte el amor, dejame hacerte olvidar todo lo que paso,- dijo acariciando mi labios con sus labios- quiero que seas mia no permitiré que nadie te haga daño, quiero que sean mi mujer- dijo y eso me lleno de mucha emoción.

-hazme tu mujer rob siempre lo seré- le dije mirándolo como amor

-Ere tan hermosa- me susurro volvió a besarme con devoción lo senti abrir mis piernas y en ese momento  senti su miembro en mi entrada pero yo estaba nerviosa y él lo noto.

-No tengas miedo no te hare daño- dijo y comenzó a introducirse en mi pero se paro tal vez se habia arrepentido

-Que pasa – pregunte confundida

-Estás segura- dijo el sudando

-Quiero que tú seas mi primeria vez- dije decidida.

-Quieres ser mi mujer – dijo el posesivamente.- no dejare que nadie más te toque- dijo el mirándome con sus ojos lujuriosos.

-Eso lo sé nene solo ten cuidado si?- dije sonriendo se que de ahora y en adelante pertenecía a edward cullen

-Lo hare cielo- dijo y comenzó a introducirse en mi  senti como su miembro entraba en mi estrecha cavidad era el más grato placer que podia sentir por fin iba hacer su mujer.

rob gruño, despacio y sentí su punta caliente justo en mí entrada, humedeciéndose en mí. Comenzó a hacer presión y lentamente sentí como se deslizaba centímetro a centímetro dentro de mí. Espere paciente el dolor, pero sentí solo una molestia leve y luego la sensación de algo roto. rob gimió y yo retuve la respiración. Siguió entrando y comencé a sentir como me iba llenando. Dios, era enorme muy grande cuanto centímetro?... bueno ahí les va 26 o más o menos y era todo para mi . De pronto, un último empujón y sentí la piel del vientre de rob pegada a mi sexo. Estaba completamente unido a mí. Ambos gemimos a la vez por la sensación. Por fin robme estaba tomando.

-te hice algo- dijo el gimiendo esperando que yo me acostumbrara a la invasión yo negue con la cabeza

El se quedo muy quiero, esperándome. Podía sentir el vigor de su miembro, palpitando en mi interior. Me removí un poco, indicándole que siguiera, sin palabras… El salió lentamente de mí y volvió a entrar con igual lentitud. Esto era el cielo. rob en mí, tan grande, tan duro, tan caliente… Mi cuerpo tembló, pidiendo más. Pero Edward se controlaba, evitando dañarme. Lo sentía temblar sobre mí, mientras lo único que me tocaba de él era su sexo, enterrado en mis entrañas. El jadeaba, y seguía con su dulce tormento de entrar y salir con exasperante lentitud. Me estaba volviendo loca con su vaivén. No lo podía soportar más. Cada terminación nerviosa de mi cuerpo lanzaba chispas y el roce me volvía loca. Esto era muchísimo mejor de lo que me hubiese imaginado. Quería más de rob

-Que quieres mi cielo- dijo el jadeando yo estaba desesperada queria que me tomara salvajemente

-Quiero más…-gemi mientras él me embestía…- más duro… mas rapido… fuerte – le dije desesperada lo vi mirarme con una furia de deseo y lujuria y sonrió picaramente

-No sabes lo que me acabas de pedir- salió de mi casi completo y entro de golpe y entonces senti que me moría ese fue el más grande de los placeres Gemí con fuerza y el siguió con su ritmo nuevo, frenético, mientras su boca ahogaba mis gritos de placer. Esto era lo que yo quería. Que rob me tomara como un loco frenético que fuera salvaje y que se escuchara la cabecera de mi capa chocar con la pared  era mucho el ruido que hacíamos pero ya nada importaba lo unico que sabía era el placer que estaba sintiendo

Levanto mis piernas sobre sus hombros para cambiar el ángulo de penetración y comenzó a embestirme con rapidez. Sus labios dejaron mi boca, para morder mi cuello y ambos jadeamos con desesperación por la exquisita sensación.

-Oh rob dame mas… oh asi…- dije como loca el placer me estaba consumiendo

- No sabes cuantas veces soñé con esto- dijo el gimiendo y siguió penetrándome

Enterré mis uñas en su espalda, este respondió mordiendo uno de mis senos. Comencé a sentir de nuevo ese calor en mi vientre, concentrándose, anunciando el clímax de un momento a otro.

Mi cuerpo comenzó a temblar descontrolado, mientras rob gruñía y aumentaba el frenesí sexual, entrando y saliendo de mí con una velocidad asombrosa.

-rob voy a … voy a… - gemí angustiosamente no pude terminar la frase.

-Vente conmigo bebe…- siguió embistiéndome senti mis paredes contraerse- si asi cariño córrete conmigo- gimio entonces gemí desesperada y el orgasmo me golpeo con fuerza demoledora. Sentí mi cuerpo vibrar y mi sexo se contrajo, estrujando a la vez el sexo de rob, quien abrió la boca en un grito sin sonido.

Dio dos estocadas más y jadeo con desesperación, vencido, mientras lo golpeaba un orgasmo tan arrollador como el mío. Sus manos estaban crispadas sobre mí y yo me aferraba con demasiada fuerza a su cabello.

Mientras su miembro descargaba en mí, me beso con pasión, y yo sentí que mi propio orgasmo era extendido sublimemente, entre las suaves estocadas finales de Edward y su beso profundo. Tenía que estar muerta. Esto solo podía ser el cielo. Y lo mejor de todo es que no sabíamos que despues de este dia nuestras vidas cambiaria para siempre

 


Capítulo 18: la boda Capítulo 20: embarazada

 
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