BAJO LA LUZ DE LA LUNA

Autor: fati_fitimeta
Género: Romance
Fecha Creación: 20/06/2010
Fecha Actualización: 22/06/2010
Finalizado: SI
Votos: 5
Comentarios: 11
Visitas: 59317
Capítulos: 55

 

En el amor vale todo, lo darías todo cuanto quieres a esa persona que te ilumina cada mañana, tan solo con esa sonrisa perfecta.

El lugar más bonito es bajo luz de la luna, a veces en situaciones, como la adolescencia pensamos que esa persona no es correspondida, ¿pero y si se trata de un hombre lobo?

¿Y si ese hombre lobo está imprimado de ti?

En tal caso, pasan obstáculos en nuestra vida, tanto buenos como malos.

Hay que fer valientes y afrontar a esas cosas.

¿Qué pasaría si fueras una chica semi vampira y semi humana?

Fantástico, ¡eh! Pero muchas veces las cosas cambian, pueden ocurrir cosas desagradables, que puedes llegar a tiempo a saber lo que pasa o no, incluso ¿Os habéis parado a pensar que los sueños se hacen realidad? Pues, en algunos casos, las pesadillas si… pueden llegar a ser horribles.

Y pase lo que pase, siempre tendrás a tu lado a la persona que realmente te ama.

Básicamente son cosas de adolescentes, una vida muy aventurera, con muchas cosas.

 Pero es como un cuento de hadas, ¿podrá tener un final feliz?

 

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 18: Apoyo

Narra Jacob

 

 

Por fin Alma había despertado, me había dado un susto increíble. Menos mal que ya estaba a salvo en su casa, pero  como tratamos Edward y yo.

Me dijo de ir a buscar o averiguar quien era ese vampiro que acechaba por los bosques, y cazando, humanos.

Aun no se había cometido ningún  asesinato. Pero tenía que comunicarlo a la manada.

Cuando llegué a la Push, estaba Sam con Emily paseando por la playa.

-         Sam, ¿puedes venir un momento?

Le dijo algo a Emily y vino.

-         ¿Qué pasa Jacob?

-         Hay un vampiro sediento de sangre humana por los bosques…

-         ¿Qué? ¿Quién?

-         No lo se, pero Alma… tuvo un accidente con él.

-         ¿Está bien?

-         Si, casi… muere. Pero esta bien

-         ¿Morirse? Estas de broma, ¿no?

-         No. Ahora en estos momentos no tiene nada de vampiro.

-         ¿Tan malo es lo que le ocurrió?

-         Está en la pubertad, humana, por eso no pudo defenderse, ni nada. Y si, perdió mucha sangre y casi muere…

-         Madre mía… ¿pero esta mejor?

-         Si, gracias.

-         Tranquilo, aremos guardia y encontramos…

-         Tenemos el apoyo de Edward, me ha dicho que si necesitamos algo

-         Vale.

-         ¿Esta noche quieres que haga guardia?- le pregunté.

-         No esta noche, toca descansar. Lo necesitamos todos, mañana ¿vale?

-         Vale Sam. Buenas noches.

-         Buenas noches, Jacob.

-         Buenas noches Emily.- le dije.

Me respondió también.

Me fui a mi casa y me puse el pijama.

-         Hijo, ¿Cómo está Alma?

-         OH, mejor, está ya en casa. Supongo que descansando.

-         Vaya, pobrecita…

-         Ese vampiro no le queda mucha vida si lo encuentro.

-         Tranquilo hijo.

-         No lo estoy. Hoy casi la matan, papá.

-         Lo sé.

-         Bueno me voy a dormir que mañana voy a verla.

-         Vale, que descanses.

Me fui acostar.

A la mañana siguiente, fui por la mañana a su casa.

-         Esta durmiendo Jacob…- me dijo Bella.

-         Tranquila, espero.

-         Vale… como estáis todos por la Push

-         Bien, esta noche empezaremos la guardia, a ver si pillamos al vampiro.

-         Id con cuidado, si queréis mi ayuda…

-         Cuida te Alma, es más importante.

-         Si.

-         ¿Y Edward?

-         Ha ido a ver a su familia.

-         Ah, bueno…

-         Oye te importaría si me voy a su casa, quiero hablar con Carlisle.

-         No tranquila, vete tranquila.

-         Gracias.

-         Tranquila, la cuido. Espera una cosa.

-         Dime

-         Tienes que tomarse la pastilla ¿verdad?

-         Si, cuando se despierte y tome el desayuno.

-         Vale.

-         Adiós Jake.

Se fue. Me quedé solo en el comedor, aun no había visto a Alma. Seguro que estaría durmiendo.

Miré la hora y eran las 11 de la mañana, fui a la cocina.

-         A ver que le puedo preparar…

Saqué un bol y le puse leche con cola Cao. Le puse cereales.

Lo dejé a un lado de la encimera para luego.

Entonces subí para ver como estaba.

 Entré poco a poco en la habitación sin ocasionar ningún ruido, y me senté en el borde de la cama.

Estaba durmiendo, como un angelito.

Le acaricié la mejilla y se giró hacia mí. Aun dormida, le di un beso en los labios carnosos.

Abrió poco a poco los ojos.

-         Lo siento, siento haberte despertado.- le susurré.

-         No lo sientas. Gracias. – me sonrió

-         ¿Cómo te encuentras?

-         Mejor que ayer, pero la herida me duele.

-         Ahora luego del desayuno te tomas la pastilla.

-         Si.

Se apartó un poco, se puso mas apegada contra la pared.

-         Acuéstate a mi lado.- me dijo cariñosamente.

-         No se yo, y si vienen tus padres…

-         ¿Se han ido?

-         Si a casa de tus abuelos, me ha dicho tu madre que me quedara.

-         Buena elección.

-         Que tía.

-         Venga acuéstate, que no pasa nada.

Me acosté a su lado. Ella se incorporó un poco y me dio un beso.

-         ¿A que se debe tanto beso?- le pregunte.

-         Que pasa… ¿una novia no puede besar a su chico?

-         Claro que si.

-         Pues cállate tonto.- me dijo y volvió a juntar nuestros labios, ocasionando un profundo beso.

La acuné entre mis brazos.

-         ¿Estás dormida?- le susurré por si lo estaba.

-         Que va. Estoy a gusto.

-         Yo también. Pero tengo que levantarme.

-         ¿Por qué? ¿Qué pasa?

Antes de levantarme le di un beso.

-         Espera aquí.

Se quedo sentada en la cama.

-         ¿Qué pasa?

-         Espera, ahora vengo.

-         Vale, no tardes.

Bajé abajo a por su desayuno, me fijé que estaba la pastilla y fui al bosque y cogí una orquídea.

Volví a casa rápido,  cogí y puse la flor en la bandeja y subí.

-         ¿Puedo pasar?- pregunté.

-         Claro.

Entré con la bandeja del desayuno, ella aun seguía en la cama.

Me sonrió.

-         Ten, no sabía que prepararte.

-         Es perfecto, gracias.

-         Una flor para mi flor favorita.- le dije dándole un beso corto.

-         Mi Jacob… que mono…

-         Alma.- le dediqué una sonrisa.

Empezó a comerse un poco de los cereales, pero no se lo terminó.

-         ¿No quieres más?

-         Es que as puesto la cantidad que tu comes, no la que como yo.- nos reímos.

-         Lo siento.

-         Tranquilo, estaba riquísimo.

-         Tan solo eran cereales…

-         …preparados por ti.

-         Bueno…

-         Te quiero.

-         Yo también.

Cogí la pastilla y se la di. Se la tomó.

-         Ya está. Creo que ya puedo vestirme.

-         ¿Segura?

-         Bueno… ducharme primero…

-         Vale. Estaré esperándote en la habitación por si acaso.

-         Vale. No tardo.

Se levantó y fue al baño.

Me quedé esperándola en su habitación.

 

 

 

 

 

 

 

 

Narra Alma

 

 

Me levanté y Jake se quedó en la habitación. Yo entré en el baño.

Me puse el agua caliente. Empezaba ya hacer frío.

Estábamos entrando en otoño, pero parecía ya invierno.

Me duché, en cinco minutos, salí y me envolví con la toalla.

Me sequé el pelo y se me quedó ondulado. Me encantaba mi pelo.

Salí del baño con la toalla. Un poco de vergüenza por que me viera Jacob.

Entré en la habitación con la cabeza agachada y toda roja.

Noté como sus ojos me miraban de arriba a bajo.

Rió, levanté la cabeza para mirarle.

-         ¿Qué pasa?- le dije.

-         Estas toda roja.- se levantó de la cama.

Fui al armario para coger mi ropa.

Cuando la tenía la ropa, sus brazos rodearon mi cintura. Me giré sonriendo.

-         Estas sexy.

-         ¿A si? Bueno…

-         Pero debes cambiarte.

-         Lo se, pero y si no quiero.- le piqué.

Me estrechó contra su cuerpo, la toalla se me subió un poco más, y por ultimo nos dimos un beso.

Nos separamos y se fue abajo.

-         Te espero abajo, si necesitas algo, llámame.

-         Tranquilo.

-         No estoy tranquilo, cada vez que dices tranquilo, acaba terminando por pasar algo.

-         No seas pesimista.

-         Digo la verdad…

-         Anda vete, que no pasa nada. ¿mejor?

-         Enserio Alma.

-         Que si.

Cerré la habitación para poder cambiarme en intimidad. 

Me puse pantalones vaqueros con una sudadera.

Baje y estaba en el sofá mirando la tele. Me acerqué a él silenciosamente.

Di un salto y me puse a su lado del sofá.

-         Que susto Alma.

-         Lo siento.

Estuvimos hablando un rato.

-         ¿Te duele la herida?

-         No mucho, casi ni lo noto.

-         Te juro que lo voy a encontrar Alma… Lo vamos a encontrar.

-         Jacob…

-         Alma, no quiero encontrarte más veces por el bosque y que un amigo tuyo me tenga que llamar por que esta inconsciente, no quiero eso Alma.

-         ¿Te crees que yo si lo quiero? Jake ¿antes que era yo? Una humana y mitad vampiro, y ahora mismo soy una simple humana… y todo por que estoy en la adolescencia de mi cuerpo. Mis neuronas están revolucionadas, ya no soy la de antes, es que no lo comprendo. No…

Subí las piernas al sofá y escondí mi cara entre ellas, estaba llorando, no pude aguantar la impotencia que me dio, me daba rabia… no lo entendía. 

Capítulo 17: Cansada? Capítulo 19: ¿Es?

 


 


 
14639736 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10859 usuarios