Ardiente Tentacion

Autor: lady.lausc
Género: + 18
Fecha Creación: 27/02/2013
Fecha Actualización: 12/04/2013
Finalizado: SI
Votos: 7
Comentarios: 9
Visitas: 54571
Capítulos: 30

Isabella Swan Psicóloga y columnista lleva una vida aparentemente normal, esta comprometida y tiene exito en su trabajo, su vida da un giro cuando decide ir a un bar a tomar una copa y se encuentra a sus amigos del bachillerato, entre ellos a Edward Cullen quien fuera su mejor amigo y tambien su primer y unico gran amor...

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Capítulo 18: Mi pequeña pateadora

Cap. 17 Mi pequeña pateadora…


Han pasado 6 meses desde que Sali huyendo de San Francisco, mi vientre crecia dia con dia, la estaba pasando realmente mal, durante todo mi embarazo había tenido muchas nauseas, presentaba embarazo de alto riesgo, mi ginecólogo me ordeno reposo, y a causa de las nauseas no lograba ingerir mucha comida asi que para variar también estaba algo anémica, a causa de mi fragilidad mi bebe me rompió 2 costillas, pero no importaba, yo sabia que nada de eso era culpa suya, estaba establecida en un nuevo empleo, Stephanie mi nueva jefa me había dado permiso de trabajar desde mi casa asi que solamente enviaba mi columna de consejos, ahora con otro nombre, pues utilizaba un pseudónimo para no ser descubierta por nadie, llamaba a mi padre y madre de vez en cuando, perdi contacto de nuevo con mis amigos, trataba de estar lo mas oculta posible, vino el ginecólogo a casa me hizo el ultra sonido y me dijo el sexo de mi bebe… una niña, durante todo este tiempo le estuve llamando pequeño pateador, hasta le había buscado nombre, totamente le habría querido nombrar Edward, ahora con todo esto mis planes habían cambiado, busque y busque el nombre apropiado, el mio nunca me había gustado y después de tanto romperme la cabeza decidi llamarla “Renesmee” con una unión del nombre de mi madre y el de Esme, a fin de cuentas eran sus abuelas, y Carlie, por la unión del nombre de mi padre Charlie y Carlise el papa de Edward, transcurrieron 2 meses mas, estaba sola en casa, limpiando un poco, me sentía un tanto mejor, compartía mi casa con Irina, una chica rumana que estaba trabajando en la revista, se había convertido en mi mejor amiga, estaba barriendo la casa y sin querer choque con la mesita de centro, el florero que había en ella se tambaleo hasta que finalmente cayo al suelo, no me dio tiempo de agarrarlo y se hizo añicos, me agache para levantar los trozos, escuche un crack que me hizo arquear la espalda por el dolor, mi hija me había vuelto a romper una costilla, cai al suelo, y senti un dolor mas fuerte aun, como si me doblaran por la mitad, senti algo mojado en mi ropa, al parecer se había roto la fuente, como pude me arrastre hasta el teléfono y marque al 911 y pedi ayuda, los dolores comenzaron aun mas fuertes, gritaba por el dolor que esto me estaba produciendo, llegaron los paramédicos, había un chico rubio de ojos azules, que me recordó tanto a Edward fue como si el hubiera estado presente todo el tiempo.
-Luche, señora, luche
Tal vez no tenían el material indicado uno de ellos dijo que se había roto la fuente y que mi bebe no podía salir “Se esta asfixiando” grito, el chico rubio valientemente saco un visturi no se de donde
-eres estúpido Felix, no lo hagas, no tenemos el material suficiente, la mataras
-Si no lo hago su bebe morirá-
Sujete su mano tan fuerte como pude
-Sal…ve…la por favor
El chico clavo el visturi en mi piel, puede sentir el filo de la navaja, pero el dolor que sentía por las contracciones era mayor, las fuerzas poco a poco abandonaban mi cuerpo, luchaba por no caer en la inconciencia.
-Sentira un pequeño tiron- dijo el joven rubio. Acto seguido senti que algo me habían quitado de repente y pude escuchar el llanto de mi pequeña pateadora.
-Es una niña- dijo mientras me la acercaba, bese su frente
-Re..nes..mee, que… bo…ni…ta eres- comencé a sentir como giraba sin control en un avismo, las imágenes eran difusas ya, mi mente me estaba haciendo malas jugadas, el rostro del joven rubio, se transformo en el de Edward
-Ed…ward, gra…gracias por todo, cuida de ella, te…te a…mo, los gritos del joven no se hiceron esperar
“Señora, señora luche por favor, Marco! Dale RCP (Reanimacion cardio-pulmonar) 
Todo estaba negro, las voces se escuchaban mas y mas lejos al igual que el llanto de mi pequeña, poco a poco deje de sentir dolor y me sumi en la inconciencia…

Capítulo 17: Recién hostigados Capítulo 19: Jugando al amor

 
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