Mi loca y cambiante vida

Autor: SUCULLEN
Género: + 18
Fecha Creación: 07/02/2012
Fecha Actualización: 19/08/2012
Finalizado: SI
Votos: 7
Comentarios: 47
Visitas: 59193
Capítulos: 36

Bella es una chica para nada convencional, vivió su vida en Inglaterra y ahora ocupa un cambio, regresa  a Los Ángeles, tratando de dejar su pasado atrás, pero ahí se dará cuenta de que la vida tiene muchos cambios para ella y entre esos es la nueva odisea del amor en su vida, al conocer a un joven, Edward Cullen.

Pero no será fácil, el amor nunca lo es.

Este es mi primer fic espero que les guste, no trae escenas triple x pero si lenguaje un poco pasado, digamos que son lemmones light. ;]   la verdad quise dar un cambio a como es nuestra Bella de  la saga y la quise hacer mas liberal, espero que les guste y nos leemos.

Los personajes son de la mas genial escritora para mí, STEPHENIE MEYER  pero la historia salió de mi cabeza, espero les guste(siempre la historia es relatada por Bella)

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Capítulo 18: por fin

 

 Hoy era viernes y no tenía nada que hacer, que patético; las chicas habían salido con sus respectivos novios, Phil estaba trabajando y Victoria con esa panza que ya iba a estallar, se fue a comprar unas cosas para el cuarto del bebé; que según ella faltaban, yo la verdad lo veía bien pero mejor no contradecirla.

 

Que haces

 

Le mande un mensaje a Edward, me lo contestó a los minutos.

 

Nada y tú

 

Nada, no quieres ver una peli conmigo, así nos aburrimos juntos

 

Ya voy para allá

 

Edward llegó y nos pusimos a ver una película de comedia, la verdad ocupábamos risas.  Nos la pasamos riendo todo el rato, la verdad estaba muy divertida, hasta que termino y me levante a dejar los vasos en la pila. Edward quedo cerca de la grabadora, iría a poner música.

 

Me dirigí hasta la pila y empecé a lavar los vasos, en eso empezó a sonar una canción muy movida, una que me encantaba bailar en las discos en Inglaterra; inconscientemente me puse a bailar, cerré los ojos para dejarme llevar por la música.

Cuando sentí unos brazos rodear mi cintura, Edward pegó su cuerpo al mío y empezó a moverse conmigo.

 

-        Bailas demasiado sexi para tu seguridad- me susurro al oído, solo esas palabras y nuestros cuerpos tocándose hicieron que me pusiera a mil. Yo solo pegué mi espalda a su pecho y seguimos bailando, muy pegado. Ambos emitimos unos muy altos gemidos, llegamos a una parte en la que ya no bailábamos, solo nos estábamos restregándonos uno al otro, podía sentir como Edward estaba muy listo y mis bragas no podían estar más mojadas, Edward me beso en el cuello, dándome sensaciones de placer que solo él podida; sus manos se fueron a mis pechos y los empezó a masajear; gemí como nunca y después de un rato; en un rápido movimiento me dio vuelta para quedar frente a frente- ya no aguanto más- me dijo y atacó mis labios con desesperación pero con el deseo grabado en cada centímetro de sus labios; me enrosque en su cuello y con un impulso subí  mis piernas a su cintura, rodeándola con ellas; el roce de nuestros sexos nos éxito aún más.

-        Yo tampoco puedo más- le dije casi sin aire, debido al beso que acabábamos de cortar- vamos a mi cuarto- él me miró y sonrió, teníamos las mismas intenciones.

 Me baje de él subimos las escaleras entre besos y risas por la expectativa, una vez entramos, Edward me estampó a la puerta.

 

Entre los besos le fui quitando los botones de la camisa y así el resto de nuestras ropas cayó al suelo, hasta dejar su  torso desnudo frente a mí, la verdad el cuerpo de Edward era de un dios griego, acaricie cada parte de él, hasta que llegue a su pantalón, que fui desabrochando. Pero fui interrumpida, pues Edward me llevó hasta la cama y  se acostó sobre mí, por acto seguido roce nuestras intimidades, que era la gloria pero quería sentirlo dentro de mí y esa ropa estaba estorbando. Como si me leyera la mente, Edward empezó a quitarme la blusa y luego bajo a quitarme el short, que llevaba, con dificultad le logré bajar el pantalón, a lo que luego Edward se levanto para quitárselo completamente, quedándose en browser; me mordí el labio instintivamente al verlo casi desnudo; él me miro y me dio una sexi sonrisa. Se subió sobre mí  y se acercó a mi oído depositando pequeños besos.

 

-        Me vuelves loco con eso que traes - me dijo al oído, lo que me volvió aun más loca, traía por pura suerte la lencería que había comprado para él.

 

Las caricias de él era frenéticas, desesperadas iguales a las mías, pero con algo de inseguridad, para ser virgen sabía lo que hacía; para que se dejara llevar lo guíe, tome su mano y la coloque en uno de mis pechos, y empecé a moverla; él entendió la orden y siguió él con las caricias, solo pude suspirar. – vamos cariño, déjate llevar- con esto, llevo su boca a mi pecho y grite.

 

-         Edward ya no puedo más- lo necesitaba

-        Que quieres Bella- me dijo con una sonrisa de satisfacción por lo que me estaba haciendo sentir, idiota engreído virgen; pensé.

-        Te quiero dentro de mí, ya- le ordené la verdad luego le bajaría el ego, lo necesitaba - follame- casi le grite.

-        Tus deseos son mis órdenes- me dijo con una sonrisa de engreído pero de igual deseo que el mío. La lujuria lleno el cuarto, uniéndonos en uno solo, dejándonos llevar por el placer.

 

 

 

 

-        Ya no eres virgen- lo dije soltando una risa, una vez que habíamos podido recuperar el aliento, se acomodó frente a mí, nuestras caras quedaron una frente a la otra.

 

-        Y tu ya dejaste tu sequía- me dijo, acariciando mi rostro.

 

-        Cierto – le dije sonriéndole – y de que manera- me arrepentí de eso, eso fijo le levantó el ego demasiado.

 

-        Entonces soy bueno- dijo sonriendo con satisfacción. Miro hacia el techo. engreído ex virgen, dije en mi mente

 

-        Sí, sí señor ego- me subí en su torso desnudo, él puso sus manos en mi cintura, acariciándola- ahora seguiré viendo que tan bueno eres - le di una sonrisa y él me la respondió sabiendo a que me refería. Me acerque a su boca y empecé a besarlo, sus manos fueron a mi espalda dando pequeñas caricias, que me volvieron a encender, como solo él podía hacerlo lo más increíble ya no sentía ese vació; que fue remplazado por felicidad, por estar con él hombre que yo amaba, aunque él no lo hiciera.

 


corta venas verdad la chica, bueno el titulo lo dice todo por fin, esos pobres llevaban tiempo queriendo. Espero sus votos y comentarios, mil gracias

Espero les haya entretenido.

Saludos desde COSTA RICA

SUCULLEN

PURA VIDA

Capítulo 17: Clases, compras y algo más Capítulo 19: EL BEBE

 
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