Vacaciones y Locuras (+ 18)

Autor: lien
Género: Romance
Fecha Creación: 26/05/2011
Fecha Actualización: 01/08/2012
Finalizado: SI
Votos: 8
Comentarios: 14
Visitas: 95475
Capítulos: 42

 TERMINADO

Bella vive en Forks con su madre desde hace 3 años tras la muerte de su padre, las clases se están acabando y esta por graduarse. Su mejor amiga es Alice con la que siempre anda. Pero todo cambiará con la llegada de los hermanos de Alice y cuando su madre le regale un pasaje para irse de vacaciones a Brasil…

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Capítulo 18: Las sorpresas

 

BELLA POV

Para mi sorpresa frente a mí se encontraba una pequeña cabaña que parecía como si saliera de los árboles. Entramos y Edward me la fue enseñando completamente, primero la sala, luego la pequeña cocina, la habitación, el baño.

En realidad parecía más pequeña pero era bastante acogedora. Decidimos limpiar un poco y cuando terminamos Edward preparó unos deliciosos macarrones con queso. La verdad que no sé si era porque tenía hambre pero la verdad estaban sabrosos. Cuando terminamos de almorzar recogí las cosas y me puse a fregar, Edward quiso hacerlo pero no era justo.

-No Edward si tu cocinas, yo friego.- le dije y el se acercó para darme un beso.

-Esta bien amor, pero al menos puedo abrazarte mientras no.- me dijo el mientras yo aceptaba.

Comencé a fregar con Edward abrazado a mi cintura, quiero decir que me arrepentí de haber aceptado que el hiciera eso, ya que sus manos no solo estaban en mi cintura, sino que estaban acariciándome lentamente mientras me susurraba en el oído.

-Hoy solo deseo que nos amemos tanto que ni nosotros mismos seamos capaces de creerlo. Solo deseo formar parte de tus días, de tus sueños, de tus ideales, de todo lo pequeño y grande que se halla dentro de ti. Despertar y saber que puedo contar contigo, entregar todo lo que hay dentro de mí y saber que aceptas mis errores, y ayudas a enmendarlos. Solo deseo sentir tus labios con besos sinceros, y al abrazarnos transmitir confianza y apoyo. Solo deseo ver tus ojos y asegurar una vez más que no me equivoque...

Esto me estaba volviendo loca así que me apresuré y terminé de fregar como pude y me giré hacia el que me miraba con esos ojos verdes que me hacían cometer hasta la más grande de las locuras y lo besé frenéticamente, como si no lo hubiera besado nunca.


Sus manos ahora me apretaban un poco más y se deslizaban hasta mis nalgas cosa que aproveché para subir sobre el y enredar mis piernas alrededor de su cadera. El beso cada vez era más apasionado y así como yo no podía respirar el tampoco. No sé aún cómo llegamos a la cama, solo sé que la ropa desapareció por el camino y debió de haber quedado por algún lugar de la cabaña.

Cuando desperté Edward no estaba a mi lado, miré el reloj y marcaba pasada las 4, me estaba acomodando en la cama cuando el entró en la habitación. Traía puesto solamente su bañador y me quedé mirándolo, nunca me cansaría de mirarlo… y me percaté de algo más traía en sus manos una bandeja. Se acercó hacia donde yo estaba y después de darme un beso la puso a mi lado.

-Esto es para mi.- le dije mientras miraba la bandeja.

-Pensé que tendrías hambre, pero si quieres me lo puedo comer yo solo.- me dijo el mientras cogía unos wafles.

-Gracias…y si estoy hambrienta.- le dije y cogí una manzana.

Después de comernos entre los dos la bandeja que el había traído, me levanté desnuda y comencé a buscar mi ropa, aún no sabía donde había caído. Busque en la habitación y no estaba así que salí hacia la sala y tampoco. Decidí ir a donde comenzó la cosa…en la cocina pero ni rastro. Cuando regresé a la habitación Edward me miraba de arriba abajo y claro si estaba desnuda, pero también estaba sonriendo, es que acaso el sabía donde estaba mi ropa…así que hice algo que el no se esperaba. Me paré delante de el lo más sensual que pude mientras me mordía el labio inferior.

-Por casualidad tu sabes donde quedó mi ropa.- le dije mientras el seguía sonriendo.

-Se supone que tu la tenías puesta, así que tu debes saber donde está.- me dijo el mientras no dejaba de mirarme.

-Si pero da la casualidad que mi novio me la quitó y no sé donde la tiró.- le dije mientras me cruzaba de brazos.

-Y porque no vas y le preguntas a el a ver si sabe donde está.- me dijo el continuando con mi juego.

-Es que creo que el no está…por casualidad tu sabrías donde está mi ropa.- le dije mientras me acercaba a el.

-Puede ser…se parece a esto.- me dijo mientras sacaba de su bolsillo la tanga del biquini.

-Si esa es una parte.- le dije mientras el me la tiraba y yo la cogía.

-Entonces esta debe ser la otra.- me dijo el enseñándome el top del biquini.

-Y como llegaron a tus manos.- le dije mientras tomaba el top del biquini.

-Bueno tu novio antes de salir me pidió que te la diera…y que me asegurara de que te la pusieras bien.- me dijo el mientras se acercaba y me quitaba el biquini de las manos.

-Bueno pues entonces debes cumplir con lo que el te pidió.- le dije mientras el comenzaba a ponerme el biquini.

-Si, no quiero que se vaya a enfadar conmigo.- me dijo mientras terminaba de semi-vestirme.

-Bueno creo que ahora solo me falta el short, de casualidad el te lo dejó también.- le dije mientras me giraba hacia el.

-No lo siento…pero si me dijo que te diera un recado.- me dijo el mientras me rodeaba la cintura con sus brazos.

-Ah si, pues dámelo.- le dije ansiosa.

-Si pero no te vayas a molestar conmigo, yo solo cumplo con lo que el me dijo.- me decía el mientras acercaba sus labios a los mío y me besaba.

Nuestras lenguas se rozaron lentamente mientras continuábamos besándonos hasta que se separó un poco de mi.

-Y de casualidad no te dijo más nada.- le dije yo mientras sonreía.

-Bueno si, me dijo que te dijera que te ama mucho.- me dijo el en un susurro en mi oído.

-Bueno porque no vas a buscarlo y le das un mensaje.- le dije sensualmente.

-Dime que le digo.- me dijo el mientras se separaba un poco de mi.

-Dile que yo también lo amo mucho y que se apure en regresar.- le dije mientras el salía por la puerta y volvía a entrar segundos después.

-Sabes que se te olvidó mandarme algo con el mensaje.- me dijo el acercándose a mi.

-No se a que te refieres.- le dije mientras el se paraba frente a mi.

-A esto.- me dijo mientras me besaba apasionadamente.

-Bueno es que quería dártelo en persona, es mucho mejor que mandándolo, capaz que no te lo dieran como yo quería.- le dije cuando nos separamos.

-Tienes razón.- me dijo el besándome nuevamente.

-Y bien…donde calló mi short.- le dije a Edward cuando nos separamos.

-Bueno creo que ahora no te va a hacer mucha falta.- me dijo sonriéndome.

-Y eso porque…que estas tramando.- le dije entrecerrando un poco los ojos.

-Es una sorpresa.- me dijo mientras tomaba mi mano.

-Sabes, creo que me puedo acostumbrar a esto de las sorpresas siempre que vengan de ti.- le dije mientras salíamos de la cabaña.

Salimos por una puerta que  había en la cocina, que pasé por alto, no sé como no la vi. Salimos por un camino de arena rodeado de la vegetación hasta que Edward se detuvo.

-Bien esta es otra de las razones por las que no le he dicho nada a mis hermanos.- me dijo mientras me tapaba los ojos y me conducía hacia adelante.

Cuando se detuvo y me quitó las manos de mis ojos…aquello era bellísimo. Delante de nosotros se encontraba un pequeño estanque que era un poco más grande que un yacusi. En el extremo que quedaba frente a nosotros había un gran muro de piedra por el que caía lentamente el agua de una pequeña cascada, que salpicaba en unas piedras para caer al estanque. Era lo más hermoso que había visto en mi vida. Me giré hacia Edward y el sonreía de esa forma que hacía que todas mis terminaciones nerviosas cobraran vida propia.

-Te gusta.- me dijo el mientras me abrazaba.

-Me encanta.- le dije mientras me separaba y lo atraía hacia mí para besarlo.

-Bueno vamos al agua entonces.- me dijo mientras me tomaba de la mano.

El agua estaba buena y el estanque no era tan profundo, entre besos y caricias estuvimos un rato luego salimos ya que debíamos preparar la cena.

Fuimos hacia la cabaña y me di una rápida ducha yo sola ya que Edward dijo que tenía algo que hacer. Cuando salí me puse a preparar la cena, pero no veía a Edward por ningún lado.

Hasta que siento afuera unos golpes, y cuando me asomo allí estaba el, sin camisa, con un hacha en la mano, cortando madera al parecer para la chimenea. Después de saber donde se encontraba seguí preparando la cena y al poco rato el entró, puso unos pedazos de madera en la chimenea, la encendió y se acercó a mi.

-Creo que voy a bañarme.- me dijo mientras me daba un ligero beso en los labios.

Seguí con la cena, para cuando esta estuvo lista, Edward salía del baño. Nos sentamos a comer tranquilamente, mirándonos a cada rato. Cuando terminamos y me disponía a fregar Edward me quitó las cosas se la mano.

-Recuerda lo que dijiste, así que me toca a mi.- me dijo sonriendo mientras el recogía las cosas.

-Bueno y que hago mientras.- le dije la verdad no sabía que hacer.

-Porque no vas buscando una película para ver.-me dijo mientras me señalaba  la Tv y el Dvd.

Me dirigí hacia la sala y me senté en la alfombra justo delante de la chimenea y comencé a buscar una película. No sabía de dónde Edward había traído tantas películas. Comencé a revisar y encontré una que era perfecta, era un drama se llamaba “A Walk To Remember” (Un paseo para recordar) cuando Edward terminó se unió a mí en la sala y le enseñé la película y el aceptó.

La verdad que esta película me gustaba mucho, aunque era muy triste ya que al final la muchacha se moría de cáncer, aunque logró cambiar la vida de él. Para cuando terminamos de ver la película ya mis ojos se estaban cerrando solos y Edward simplemente me cargó hacia la habitación, me acomodó en la cama y el se acomodó a mi lado, tapándome con una sábana y me dormí.

Desperté en la mañana, bueno no en la mañana, diría que era más de medio día, estaba por levantarme cuando Edward entró en la habitación sonriendo, y yo tuve que reír también, es que se veía tan lindo con ese pelo indomable y esos ojos verdes. Se acercó a mí con una bandeja en la mano.

 

-Creo que me puedo acostumbrar a esto.- le dije mientras él se sentaba a mi lado en la cama.

-Esa es la idea.- me dijo mientras me daba una tostada con mantequilla.

-De donde salieron las tostadas con mantequilla.- le dije un poco asombrada.

-Creo que te vas a reír si te lo digo.- me dijo mientras me miraba tiernamente.

-Pues cuenta entonces.- le dije mientras comenzaba a comer.

-Me levanté temprano y fui hasta la casa, te dejé un a nota por si te despertabas no te asustaras, pero regresé antes así que no hizo falta.- me decía mientras me alcanzaba el jugo.

-Y que paso en la casa, viste a Alice.- le dije mientras tomaba el jugo.

-Si la vi, pero ella a mi no, estaba preparando el desayuno, pero Jasper la llamó para algo y fue hacia la habitación, y ahí aproveché yo y tomé una bolsa y cogía las tostadas y también cogí la barra de mantequilla.- me dijo mientras yo comenzaba a reírme.

-No me imagino la cara que abra puesto Alice cuando regresó y vio que no había desayuno.- le dije mientras el reía también.

-Bueno, por eso lo grabe, mira.- me dijo enseñándome el video que tomó con la cámara.

Allí estaba Alice como loca en la cocina mientras se preguntaba dónde estaría el desayuno, y en eso entraba Emmett masticando algo y Alice le fue arriba pensando que el se lo había comido. Y Alice se encontraba en la espalda de Emmett dándole golpes y diciéndole, glotón, gordo, que se comía toda la comida, que no iba a prepara más desayuno ni comida para él. Y así siguieron hasta que Jasper y Rosalie los separaron.

-Creo que ya nos vengamos de Alice, esta me la debía por lo de la discoteca.- le dije mientras terminaba de tomarme el jugo.

-Si, creo que por ahora es suficiente.- me dijo él mientras ponía la bandeja en una mesita que había al lado.

-Bueno y que vamos a hacer hoy.-le dije mientras lo besaba.

-Pensaba que tal vez, si tu quieres, y ya que fue idea tuya…podíamos dormir en la playa.-me dijo él mientras me besaba.

-Ah sí, y no crees que pasaremos frío.- le dije mientras él se acostaba sobre mí.

-De eso me encargo yo, ahora vamos a preparar las cosas.- me dijo dándome un beso y levantándose.

Me levanté y fui hacia el baño, me di una ligera ducha, me lavé los dientes y salí. Busque en la mochila un biquini para ponerme ya que el otro estaba mojado aún y encontré uno rojo. Este para mi desgracia cubría menos que el negro, aunque ya quería verle la cara a Edward cuando me lo viera puesto. Me puse un short de mezclilla corto encima y para arriba solamente el top del biquini. Me cepillé el pelo hasta dejarlo que callera sobre mis hombros, tomé la botella de protector solar y unas toallas y fui  a buscar a Edward.

El se encontraba en la cocina preparando las cosas para llevarnos, la verdad que cuando miré el reloj eran las 2:30 pm ni yo misma me creía que hubiera dormido tanto. Edward estaba terminando de echar unas cosas en una canasta y después otras en una pequeña nevera. Le  alcancé las toallas y el protector solar y el los guardó en la mochila. Cuando terminó me tendió la cesta a mi, y el cogió la mochila y la nevera.

-Nos vamos.-  me dijo sonriendo y tendiéndome la mano libre.

-Vamos.- le dije mientras le daba un beso y salíamos de la cabaña.

Nos dirigimos hacia la playa y cuando llegamos Edward sacó de la mochila unas mantas y las puso sobre la arena, también hizo un hueco y metió la nevera, supongo que para mantener más la temperatura. Cuando terminó se acercó hacia mi y comenzó a besarme en el cuello.

-Porque mejor no vamos para el agua.- le dije mientras me separaba un poco de el.

-Como usted diga.- me dijo el mientras yo iba a quitarme el short.

Este era el momento, ahora quería ver la cara que iba a poner. Me puse de espalda a el y zafé el short, y después me incliné hacia delante para quitármelo, no pude evitar reírme ante lo que estaba haciendo, y podía imaginar la cara que el tenía. Cuando me levante, puse el short en la mochila y  tomé la botella de protector solar y me giré hacia Edward que me estaba mirando de arriba…bueno de abajo hacia arriba, aún tenía la boca abierta, como si no me hubiera visto así nunca. Me acerque a el y le cerré la boca, para después pasar mi mano por todo su torso desnudo.

 

-Me ayudas a ponerme un poco.- le dije mientras le enseñaba la botella.

-Este…si.- dijo tartamudeando, era extraño, nunca había visto a Edward nervioso.

Cuando terminó de ponerme el protector por todo mi cuerpo, tomé un poco yo y muy sensualmente le puse a el también en sus hombros, en la espalada y en el pecho. Cuando terminé el aún estaba mirándome embobado, parecía que no se fuera a mover del lugar.

-Ya que veo que no te piensas mover, te espero en el agua.- le dije sonriendo mientras una de sus manos me sujetaba.

-Sabías que el color rojo me vuelve loco.- me dijo el mientras se acercaba a mis labios.

-No…pero ahora ya lo sé, vamos.- le dije mientras iba hacia el agua.

La tarde pasó rápido y cuando  vine a darme cuenta ya estaba atardeciendo y nos encontrábamos sentados en la orilla de la playa. Edward sacó unas sodas de la nevera y unos sándwiches y comimos mientras veíamos el atardecer que ya caía sobre nosotros. El se encontraba recostado a una palmera y yo me encontraba recostada contra su pecho. Era increíble lo acelerada que estaba su respiración, podía notarla. Pero también  notaba que estaba pensativo. Ya comenzaba a caer la noche y entonces se levantó y buscó ramas secas y hojas e hizo una fogata. Después nos sentamos en frente de esta y el continuaba detrás de mi abrazándome. Tomó unos palitos y allí puso unos malvaviscos. Ya la noche estaba estrellada, la luna alumbraba en el cielo y todo estaba silencioso, solo se oía el romper leve de las olas en la orilla hasta que el habló.

-Bella.-me dijo el en un susurro.

-Si.- le dije mientras miraba las estrellas.

-Quieres nadar un rato conmigo.- me dijo sonriendo.

-Si porque no.- le dije mientras me levantaba.

Entonces el hizo algo, comenzó a quitarse el short, pero es que acaso pensaba nadar desnudo.

-Que piensas hacer.- le dije mientras lo veía en sus bóxers.

-No quedamos que íbamos a nadar.- me dijo el mientras se quitaba el bóxer y se metía al agua.

-Estas loco, como se te ocurre nadar desnudo, y si te ven.- le dije yo riéndome.

-Quien nos va a ver Bella, estamos solos.-me dijo y tenía razón.

Así que tomé aire y me quité el biquini, esta era la primera vez que haría esto, nunca había nadado desnuda en mi vida. Me dirigí hacia el agua y fui en su búsqueda. Cuando llegué a donde el estaba me abrazó y así estuvimos un rato hasta que comenzó a besarme por mi rostro, mis labios, mis hombros, mientras sus manos se desplazaban desde mi cintura hacia mis senos.

-Bella, te puedo decir algo.-me dijo el entre besos.

-Mhumm.- le dije ya que no podía pensar con coherencia, no cuando sus manos estaba en ciertos lugares.

-Te amo.- me dijo mientras mordía mi labio inferior.

-Yo también te amo.- le dije mientras lo atraía hacia mis labios ferozmente.

La verdad que dentro del agua todo se sentía diferente, el roce de las manos de Edward mas el de las olas que rompían contra nuestro cuerpo hacia que todo fuera más intenso. Entre besos y caricias llegamos hasta la arena donde Edward tenía una manta puesta y allí en aquella playa, con solamente de testigos la luna, las silenciosas estrellas y el mar…hicimos el amor toda la noche, amándonos como nunca, demostrando lo que sentíamos el uno por el otro…

Capítulo 17: La cabaña Capítulo 19: Haremos lo que queramos y no lo que tú quieras

 
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