Una luz entre las sombras

Autor: Kenny
Género: Fantasí­a
Fecha Creación: 28/07/2013
Fecha Actualización: 20/11/2013
Finalizado: NO
Votos: 1
Comentarios: 3
Visitas: 26544
Capítulos: 30

Sinopsis:

Luego de la aparente victoria de los Cullen contra la amenaza Vulturi, aparece un nuevo punto de ambición para las capas negras. Alice Cullen, antes de ser inmortal vivía en Biloxi, Missisipi junto con su madre y sus dos hermanas: Cynthia y Evelyn Brandon. La historia se enfoca en la vida de Cynthia Brandon, la hermana mayor de las tres, quien fue separada de ellas al ser atacada por los vampiros. Ahora deberá aliarse con el clan Cullen para salvar lo único que jamás tuvo y en la inmortalidad consiguió al fin: una familia a quien amar.

 

Prefacio:

Incluso en el mundo de fantasía, de lo inexistente, puede llegar a existir el dolor en magnitudes en las que se llega a cuestionar lo que es real y lo que no.

Incluso yo, que después de vivir una eternidad valiéndome da vidas de humanos inocentes, al encontrar una luz en mis tinieblas no supe como manejarla.

Ni siquiera estoy segura de que fuera una luz. Tal vez sólo era una sombra diferente que llamó mi atención en la oscuridad. No lo sé. Y tampoco me importaba, ni siquiera entonces que podía ver el inmenso daño que le hacía a la gente a mí alrededor. Mi familia.

De entre todo el sufrimiento albergado a mi alrededor, sólo el de él me importaba. Tal vez sonara egoísta. Pero era la verdad y nadie podía cambiarla, ni siquiera yo. O él. 

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Capítulo 17: Jane.

Sin dar una sola explicación del porqué, Aro le indicó a Alec que me llevara al cuarto donde antes se encontraba Eve. Supe que no buscaba que él fuera mi “guía”, pues gracias a mi visión sabía perfectamente la ubicación del lugar, sólo buscaba que me detuviera si intentara escapar. No me importó. Corrí –realmente corrí, como vampiro –hacia la habitación del castillo y en cuanto entré me enfrenté con la escena más hermosa y horrible que jamás había presenciado. La abrumadora mezcla de esos dos calificativos me confundía mucho, por lo que me quedé petrificada ahí, enfrente de ella indefensa y atontada. Sus gritos de dolor me petrificaron aún más. Estuve a punto de lanzarme contra la rubia, pero la sombra habló primero:

 

–Hermana… el Amo quiere que esta niña vea a su hermana… –me señaló con la barbilla.

 

La chica me miró aburrida y se alejó tres pasos de Evelyn y de su acompañante. Mi hermana alzó la vista hacia mí, se quedó allí confundida mientras yo le sonreía y decía con voz aguda:

 

–Eve… estás… viva –evalué su rostro con cuidado.

 

Ella era tan hermosa como en su vida anterior, sus rasgos sólo habían conseguido ser más finos y más notables en la inmortalidad. Su rostro de corazón tembló al verme. Un par de ojos carmesíes me miraron con esperanza y confusión.

Me acerqué rápidamente a ella y la abracé por la cintura. No podía dejar de repetir:

 

–Estás viva, estás viva, estás aquí…

–Cynthia… –susurró incrédula – ¿eres tú? –tocó mi rostro como para asegurarse de que fuera verdad –imposible…

–Soy yo… aquí estoy contigo…

 

Me dieron ganas de hablarle y hablarle más de Alice. Recuerdos hermosos me invadieron, tanto de sus rostro de niñas humanas, como inmortales. Ya estábamos juntas de nuevo y eso nadie lo cambiaría. La felicidad me embargó por completo.

 

–Es increíble… –susurró –Alice…

 

¿Qué? ¿Cómo demonios… sabía de Alice…? ¿Otra lectora de mentes? ¿En serio? Qué estupidez… ¿Qué?

 

–¿¿C-como…?? –intenté que me aclarara la situación, pero sólo asintió y me abrazó de nuevo.

 

Había olvidado la presencia de un trío de vampiros más en la habitación, aunque la sombra se había ido, Jane miraba al tipo, pero no gritaba esta vez.

 

–Suficiente –dijo con voz monocorde –ya debo llevarte en presencia de mi Amo.

 

La miré. Estúpida rubia. ¡¿Qué se creía para darme órdenes?! Le gruñí y le enseñé los dientes mientras me ponía de pie. Eve dijo:

 

– ¡No Cynthia! ¡Sólo obedécela!

 

Mi hermana estaba asustada. Maldita rubia. ¿Por qué tenía que causarle temor a mi hermana? Me las pagaría. Me le lancé, pero a medio camino algo cambió.

 

Me caí al piso antes de poder alcanzar su garganta con mis dientes. Sólo pude ser consiente de su mirada petulante en mi y de un intenso dolor. Sentía como mi cuerpo se partía, se rasgaba, mis huesos se quemaban y cada una de mis terminaciones nerviosas soltaba un alarido. Me desplomé en el piso y sentí como la quemazón aumentaba y aumentaba. Lo único en lo que pude pensar fue en mi transformación. Todo había sido muy similar en aquel entonces. Más, más y más dolor. Solté patéticos gritos de dolor cuando ya no pude soportarlo más.

Grité y grité pero el dolor no se iba, no acababa. Por primera vez luego de un siglo de inmortalidad, creí que moriría. Todo era surrealista, nada más el dolor existía.

 

De repente Evelyn gritó con miedo, la escuché en un plano muy lejano, como si estuviera lejos en otra habitación del enorme castillo:

 

– ¡Jane por favor! ¡Te obedeceremos! ¡¡Iremos con ARO PERO POR FAVOR…!!

 

Solté otro grito. De repente todo acabó. No había rastro de más dolor, sólo una sensación de estupidez de estar tirada enfrente de la tal Jane. Ni siquiera un eco del dolor que antes sentí se presentó, nada.

 

Me levanté y la miré con furia en los ojos, luego Eve me jaló de la mano y me dijo, asustada:

 

–Vamos… sólo has lo que ella diga… –haló de la mano al otro vampiro, que parecía a punto de quedar en coma, parecía muy, muy confundido, me recordó cuando conocí de nuevo a Alice.

 

–Luego te explico… –susurró Evelyn, no supe si a mí o al compañero que tenía al lado.

 

 

Capítulo 16: Los Vulturi Capítulo 18: Aprisionados.

 
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