Enamorandome de un Gigolo

Autor: midnight_medianoche
Género: Romance
Fecha Creación: 19/09/2012
Fecha Actualización: 17/07/2013
Finalizado: SI
Votos: 5
Comentarios: 4
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Capítulos: 17

Alice a sus 20 años es virgen, sus amigas intentan persuadirla de salir con chicos para que deje de serlo. En la ultima negativa, Bella y Rose, deciden pagarle a un chico para que salga con Alice, pero no cualquier chico.. un Gigolo. ¿Qué pasara cuando Alice se entere? ¿Perdonara a sus amigas por su traicion? Sobretodo, ¿Olvidara al chico del que se enamoro?

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esta historia es de  Paulinita Rathbone ... como siembre gracias a todos lo que leen 

bueno ella me pidio que recomiende su beta asi que aqui va:

Se llama Eve Sophie Runner Pattinson, del grupo de betas FFAD

pacecen si quieren

 

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Capítulo 16: capitulo 15

-15-

Regresé a casa exhausta, no física, sino mentalmente. Las últimas confesiones me habían pasado factura, ¿cómo era posible que todo este tiempo hubiera sido perdido? Si tan solo me hubiera detenido a escuchar explicaciones, nada de esto estuviera pasando, quiero decir, aún estaría en casa con las chicas, haciendo no sé qué cosas y ayudando a Bella con su embarazo, que por cierto me sorprendió enormemente y gracias a ello muchas cosas se aclararon.

Metí la llave a la cerradura, odiaba que la servidumbre me abriera, entré a la sala, ni me molesté en avisar que había llegado, de todas formas no se escucharía. Iba rumbo a la cocina por un vaso de agua, para luego ir a mi cuarto a saludar a Cinthya y entonces ponerme a pensar en lo que haría ahora… cuando escuché unas voces en la sala.

— ¡Deja de seguir con lo mismo! —El grito provenía de mi padre—. ¡No cambiaré de opinión! Y ya no quiero que sigas con lo mismo, ¿está claro?

— ¿Y qué hay de Alice? ¿Crees que no le duele tu actitud? Te estás comportando como un niño mimado y no como un hombre adulto. —Leslie estaba discutiendo con mi padre, me acerqué un poco para seguir escuchando e intervenir en caso de que fuese necesario. No iba a permitir que ella siguiera enfrentando a mi padre sola.

— ¿Eso es lo que piensas?

—Sí, no puedo creer que después de tantos años sigas con ese absurdo rencor, ya te he repetido más de una maldita vez cómo fueron las cosas y necesito que entiendas más ahora que… —Se detuvo.

— ¿Ahora qué? —Me fui acercando más, hasta ver por el rabillo de la puerta cómo mi padre se acercaba a Leslie, ella estaba sentada en uno de los sillones que estaban en el recibidor—. ¿Qué es lo que pasa?

—Tengo un ligero retraso… —Bajó la mirada—. Tengo la sospecha de que podría estar esperando otro bebé. —Mis ojos casi se salen de sus cuencas, no me sorprendía el hecho de que ella pudiera tener otro bebé, aún era joven, tenía por lo menos 7 años menos que mi padre, miré cómo papá se quedaba petrificado en su lugar, al parecer la noticia no le cayó muy bien—. Y siendo sincera, no puedo traer al mundo a un bebé donde su padre trate a sus hijas de esa manera.

—Es muy diferente.

—Diferente, ¿cómo? ¿Si yo muero en el parto culparás al bebé toda su vida? —Mi padre agachó la mirada—. Sabes los riesgos de este parto, el doctor nos advirtió que después de Max lo más recomendable era que yo no me embarazara de nuevo y mírame, aquí estoy. —Se señaló—. Respóndeme, ¿odiarías a tu hijo si eso pasara? ¿Lo rechazarías como lo haces con Cinthya?

—Yo… no lo sé. —Se dejó caer en el sillón.

—Tu hija te necesita, Nick…

—Y yo también —interrumpí entrando a la habitación—. Quiero de vuelta a mi padre, el que me contaba historias antes de ir a dormir, aquel que salía con Cinthya y conmigo al parque a tomar un helado, y contarnos sus épocas cuando era joven, quiero al mismo padre que eras antes de que mamá se nos adelantara y sobre todo quiero saber que a pesar de todo lo que ha pasado esa persona sigue ahí dentro.

—Alice… —Levantó la vista.

— ¿Ves? Te extrañan… no dejes que el rencor de lo pasado siga dentro de ti, necesitamos un ambiente de paz y amor, nuestro hijo lo va a necesitar.

Ambas miramos a mi padre, se veía completamente perdido. Supongo que no estaba listo para enfrentarse a nosotras dos, juntas. Agachó la cabeza sujetándosela con sus manos, nos quedamos esperando su reacción, de repente comenzó a sacudirse, me agaché para ver lo que sucedía. Pequeños ríos de lágrimas viajaban por sus mejillas; mi padre, Nicholas Brandon, el hombre más fuerte que había conocido… estaba llorando.

— ¿Papá?— Le toqué el hombro—. No llores. —También yo tenía que poner de mi parte, ceder un poco y tratar de comprender su situación, aunque no fuera del todo justa, sabía que él había amado a mi madre con toda su alma; no es que no ame a Leslie, no era tonta, lo notaba; pero el primer amor es uno que nunca se olvida, sin importar los años.

—Lo siento —susurró—. Siento todo lo que he hecho, pero me es difícil… No hay excusa.

—Lo sabemos, cariño. —Ella le tocó el hombro—. Pero sabes perfectamente que no es a mí o a Alice a la que le debes pedir perdón. —En cierto modo tenía razón, aunque mi padre había sido un poco injusto conmigo y mis decisiones, no era nada comparado con lo que le había hecho a mi hermana.

—Lo sé —dijo al fin—. Es solo que no sé cómo demostrarle a Cinthya lo arrepentido que estoy. ¿La han visto cuando me acerco a ella? Se encoje en su sitio o huye asustada.

— ¿Has… has intentado acercarte a ella? —pregunté sorprendida, nunca había visto a mi padre tratar de acercarse a mi hermana.

—Lo intenté una vez pero fue más que suficiente para darme cuenta de aquello. —Se limpió las lágrimas de su rostro—. Me teme, Alice, ella me tiene miedo, y siendo sincero no la culpo; la he hecho sufrir demasiado… yo… yo merezco que me odie.

—No te odia… —Intentó decir Leslie.

— ¡Claro que lo hace! —gritó levantándose de su lugar—. ¿Qué no has notado todo lo que le he hecho? —preguntó retóricamente—. La mandé a un centro psiquiátrico siendo una niña, dejé que la torturaran en ese maldito lugar, le prohibí las visitas, me alejé de ella, envenené la mente de mi hijo para que le temiera… y sobre todo, le he hecho creer todos estos años que ella mató a su madre, culpándola a cada momento, acusándola todo este tiempo de algo que ella ni siquiera hizo. —Cerró los puños fuertemente. Todo era cierto, cada una de las palabras que decía eran ciertas. Sabía que todas las personas tenían una segunda oportunidad para enmendar sus errores, solo que sentía que los de mi padre serían un poco más difíciles de arreglar. ¿Cómo Cinthya perdonaría cada una de las cosas que le hizo? Suponiendo que ella pudiera comprender sus motivos. No dudaba que mi hermana estaba un poco mejor de su mente ahora que Leslie me estaba ayudando en eso, pero aún tenía cierta dificultad para comprender o razonar sobre varios aspectos y circunstancias, o al menos eso me había dicho el médico que la atendía.

—Sé que será difícil, lo único que necesitamos es que tengas paciencia —dije—. A Cinthya aún le cuesta trabajo comprender algunas cosas.

—Eso tengo entendido, ¿y de quién es la culpa? —Otra pregunta retórica.

—Solo te queda la paciencia, Nick, solo eso.

— ¿Y si ella ya no quiere escucharme? —Seguía mi padre azotándonos con preguntas—. ¿Si le he provocado tanto miedo ya, querrá verme?

—Debes entenderla, para ella tampoco ha de ser fácil —dijo Leslie.

—Sí, puede que ahora te tema, pero si tienes paciencia y poco a poco le vas mostrando tu cambio…

—Ella no lo hará… —interrumpió mi padre—. Hay mucho daño, creo que es…

— ¿Quieren saber lo que pienso? —Mi padre se quedó callado al escuchar la voz. Los tres volteamos al mismo tiempo, Cinthya estaba en la entrada, tenía sus brazos detrás de ella y miraba a mi padre, quien le sostenía la mirada. Me preguntaba cuánto tiempo estuvo ahí parada y cuánto habrá escuchado—. Nunca te temí, ni ahora ni nunca; el motivo por el que me "encogía" como dices tú, no era por miedo sino por vergüenza, quizás no tenga la inteligencia suficiente pero tampoco soy estúpida, me avergonzaba estar frente a ti y provocar esa cara de disgusto que incomodaba a todos en la casa y me escondía para no provocarte más molestias; trataba de no ser una carga para ustedes, yo no aporto nada en esta casa, lo mínimo que podía hacer es no ser un estorbo.

—Cinthya, tú nunca… —Intentó decir Leslie, pero ella levantó la mano.

—También tengo algo que decirte a ti. —Ahora miraba a Leslie—. Lo siento, siento haberte acusado de esas cosas horribles; tengo problemas, ahora que el médico me ha ayudado me he dado cuenta de ello… y sé que con el tiempo se irán desapareciendo, si me esfuerzo lo suficiente —dijo—. Es que extraño mucho a mamá y ese día todo parecía tan real… —Se limpió el rostro con el dorso de su muñeca—. Lo que quiero decir, es que debí haberme quedado a escucharte, pero no lo hice y por eso está pasando todo esto.

Miré a mi hermana con sorpresa y orgullo; sorpresa porque ni en mis más profundos pensamientos me hubiera imaginado que tuviera ese tipo de razonamiento, y orgullo porque ella misma había admitido su error, y estaba enfrentando los problemas.

—Padre —dijo mi hermana—. Prometo hacer mi mayor esfuerzo para no ser una carga para ti. Además, si tú estás de acuerdo quisiera que volviéramos a comenzar, sé que hay muchas cosas todavía que resolver, pero ya no quiero vivir en un campo de batalla, por lo que escuché Leslie va a tener otro bebé y lo que menos quiero es que tenga más disgustos de los que le hemos hecho pasar. —Le sonrió a la susodicha, ella respondió la sonrisa un poco apenada, de seguro, aún no salía del shock de que mi hermana estuviera refiriéndose a ella, no solo por su nombre si no sin miedo—. Bueno, eso es todo lo que quería decir, me retiro a mi cuarto.

Mi hermana se dio la vuelta, sin esperar a que mi padre o nosotras respondiéramos; de repente mi padre pasó a mi lado, jaló a mi hermana de su brazo y sin dudarlo la estrechó entre los suyos.

—Lo siento tanto, hija —dijo mi padre, estrechándola más—. De verdad, perdóname.

Al principio mi hermana estaba tensa, pero poco a poco fue levantando sus brazos hasta rodearlos en la cintura de mi padre, era una escena de lo más tierna; miré a Leslie, quien tenía una sonrisa y lágrimas en la cara, ella me devolvió la mirada y ambas nos sonreímos, pasé el brazo alrededor de mi madrastra.

—Alice… —Mi padre me llamó—. Ven, hija —Yo me quedé petrificada, este era un momento entre él y mi hermana—. También te debo tanto.

—Papá… —Me acerqué—. Ya no quiero pensar en eso, dejemos atrás todo, ¿sí? —Él solo asintió, mi padre nos abrazó a las dos y ambas nos sujetamos de él.

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.

.

Terminé de darme un baño. Hoy había sido un día de emociones fuertes y necesitaba relajarme un poco. Estaba tan feliz de que por fin las cosas en casa estuvieran arreglándose; después de nuestro emotivo abrazo, dejamos a mi padre con Leslie para que ambos disfrutaran la noticia del embarazo de esta, realmente estaba contenta por ellos dos.

Me dejé caer en mi cama donde Cinthya estaba, me sonrió y volvió la vista hacia el libro que estaba leyendo.

— ¿Y bien…? —le dije. Tenía muchas cosas que preguntarle.

— ¿Qué pasa? —Puso un separador en la página que leía y dejó el libro en la mesita de al lado.

—Me has sorprendido hoy, no pensé que…

— ¿Que tuviera semejante poder de raciocinio? —Bajé la mirada avergonzada—. Alice, han pasado muchas cosas desde que volvimos. —Miró al techo como si este tuviera escrito lo que iba a decir—. El no estar bajo la influencia de tantas drogas me ha despejado el cerebro y puedo ver más las cosas que antes, quiero decir, aún tengo mucho que avanzar pero ahora estoy mejor. —soltó una risita—. Además ir a las consultas con el doctor Roberts me ha ayudado mucho, él me ha ayudado a superar todos esos demonios que tenía dentro de mí, me hizo ver la verdad de todo, el hecho de que Leslie no tuvo nada que ver con lo sucedido, ¿sabes Alice? Yo era muy madura e impulsiva, no me detenía a escuchar las cosas y cometía muchos errores.

—Creo que le debo poner un altar al doctor ese. —Ella sonrió de una manera muy sospechosa… Un momento—. Cinthya, esa sonrisa se me hace muy sospechosa.

— ¿De qué hablas? —preguntó muy rápido.

— ¡Oh por dios! —Me levanté un poco—. ¡Te gusta el doctor!

— ¿Qué? ¡No! —respondió agitada—. Él solo ha sido muy buen apoyo para mí, nada más; no veas cosas donde no las hay, es amable conmigo pero…

— ¡Demonios! ¡También le gustas! —le acusé con mi dedo—. Ahora entiendo por qué las consultas pasaron de ser de dos a tres horas. Al principio pensé que era porque lo necesitabas, ahora me doy cuenta de que era por otra cosa.

— ¡Alice, por favor! ¡Cállate! —Se pasó la mano por el pelo—. Estás loca, te ha hecho mucho daño estudiar.

—Tengo razón —Me crucé de brazos.

—Vasilii es solo mi doctor y amigo.

— ¡Aja! —La señalé de nuevo—. Lo llamaste por su nombre, ¿de cuándo acá los pacientes llaman a sus médicos por su nombre? Al menos que haya algo.

— ¡Es que él me dijo que lo llamara así! —me dijo—. No hay nada más, ¿además quién se fijaría en mí?

— ¿Qué? Pero si tú eres más bonita que yo —dije sorprendida por su comentario.

—Vamos, Alice, seamos realistas, sí, seré bonita pero tengo problemas… Además no tengo nada de estudios, y no sé nada de la vida.

—Mira, Cinthya, no me vengas con esas tonterías, ¿me oíste? ¡Qué nadie te diga eso!, tú tienes potencial para ser lo que tú quieras, es cosa de que tú misma te lo plantees, ¿además qué tiene de malo que a Vasilii le gustes?

—Él es un hombre de mundo, Alice, es decir, es educado y tiene muchas cosas más.

—Pero…

—Dejemos el tema a un lado, ¿sí? —me interrumpió—. Mejor dime… ¿cómo van las cosas con tus amigas y Jasper?

Ahora fue mi turno de cerrar la boca.

—Supongo que las cosas no fueron bien, ¿no?

—No tan mal como lo había pensado, quiero decir, extraño a las chicas y estuvimos hablando de muchas cosas, se puede decir que más o menos intentaremos reafirmar la confianza que nos teníamos, además —dije con una sonrisa—. Bella va a tener un bebé. —Abrió los ojos sorprendida—. Sí, también yo tuve esa misma expresión, estoy muy feliz por ella.

—Eso es bueno, pero hay algo más, ¿cierto? —Solté un suspiro. Creo que me haría bien contarle mi situación a alguien, ahora que he entendido que mi hermana comprende más de lo que había pensado.

Comencé a relatarle lo que había pasado hoy, desde el momento en que las chicas me interceptaron; el pequeño encuentro con Jasper, la charla que me dieron sobre cómo ellas habían descubierto la verdad, la noticia del embarazo… Todo lo que me había sucedido. Cuando terminé ella se mantuvo callada por unos momentos, yo esperé a que me dijera algo, lo que sea estaría bien para poder tomar una decisión.

— ¡Qué lío! —Al fin dijo.

— ¿Qué lío? ¿Eso es todo lo que me dirás? —pregunté molesta.

—Te seré sincera, Alice, y no quiero que te molestes conmigo —asentí—. Esto es algo que debes resolver tú sola, ¿por qué? Es muy sencillo: Tú solita te metiste en todo esto, por no saber escuchar, mira lo que pasó porque yo no me detuve a escuchar lo suficiente; tus amigas ya hicieron su parte al contarte la verdad, ahora queda en ti tomar una decisión. Por lo que yo he notado ese chico, Jasper, de verdad te quiere y tú lo quieres, ahora sabes la verdad, ¿qué es lo que te detiene? La pequeña mentira que te dijo sobre su trabajo, ¿de verdad tomarás eso como una excusa para no verlo más?

—No, claro que no, no me hubiese importado dónde trabajara.

— ¿Entonces?

—Es que no sé cómo enfrentarlo. Lo lastimé Cinthya, lo hice —Me tomé el pelo—. Él sin culpa, ni nada, él era inocente desde el principio, le he hecho daño con mi comportamiento. Ahora no sé cómo decirle lo del malentendido y que me perdone, que sigamos como si nada.

— ¿Lo amas? —me preguntó después de un pequeño silencio.

—Sí, lo hago.

—Entonces, ve por él.

— ¿Y si no quiere verme? —pregunté con miedo.

—Eso significará que no estaban destinados a estar juntos y que ambos deben seguir sus vidas.

Eso era lo que temía, que el daño que le hice provocara nuestra separación definitiva, yo amaba a Jasper demasiado. Todo este tiempo que estuve separada de él fue horrible, extrañaba estar a su lado, nuestras pláticas, la forma cómo me miraba… como si yo fuera la cosa más maravillosa del planeta.

—Tengo miedo.

—Alice, las historias de amor no siempre son fáciles, si así fuera todo el mundo estaría con la persona correcta, ¿dónde estaría la lucha? Las victorias serían vacías y sin emoción.

—No sé qué hacer. —Me volví a recostar.

—Por ahora descansemos. Ha sido un día muy ajetreado para las dos. —También se recostó—. Mañana será un nuevo día y harás lo que sea correcto. —Se acomodó mejor—. Por cierto, volveré a mi antigua habitación, no cabemos las dos en esta pequeña cama, te dije que pidieras una matrimonial —comentó riendo.

—Eso creo —contesté siguiendo su broma—. Extrañaré tus patadas nocturnas y tus ronquidos.

— ¡Ey! —Me dio un codazo—. Yo no ronco, quizás patee, pero no ronco.

—Repítetelo hasta que te lo creas. —Me volvió a dar otro codazo—. Cinthya.

—Dime.

—Gracias por tus palabras —dije sinceramente.

—Ya era hora que retomáramos los roles correctos, no se veía nada bien que mi hermana menor me estuviera cuidando, ahora es mi trabajo llevarte por el buen camino. —Comenzamos a reír.

Apagó la luz, ambas nos acomodamos, me quedé pensando en las palabras de Cinthya y en parte tenía razón. Si Jasper y yo no arreglábamos nada mañana era porque no estábamos destinados a estar juntos, pero tenía que tener fe.

Mañana sería un día muy importante y con ese pensamiento me dejé llevar por el cansancio.

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Capítulo 15: capitulo 15 Capítulo 17: capitulo 16 final

 
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