Crepúsculo del Amanecer

Autor: mili
Género: Romance
Fecha Creación: 09/02/2011
Fecha Actualización: 18/07/2011
Finalizado: SI
Votos: 10
Comentarios: 40
Visitas: 127620
Capítulos: 45

FIC TERMINADO

¿Puede uno darse cuenta de que nuestras decisiones tienen un por qué y una consecuencia? Siempre nos dejamos llevar por los impulsos, pero hay veces que eso lastima a quien más amamos, cuando eso pasa... que hacemos?

recomendado por LunaNuevaMeyer : 4puntos :D

Si se quieren pasar, les dejo el link de mi otro fic :D

http://www.lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=1766&id_capitulo=18

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Capítulo 17: Noticia

 

Suspiraba el aliento de Edward, rodeados de árboles, flores, era primavera, el perfume de los pimpollos por nacer, recostados en la verde gramilla.

-Te amo, Bella.

Mis dedos de la mano derecha volaron a su cuello descubierto un poco. Mi espalda se arqueo porque estaba un tanto incómoda.

-Yo también, mi amor- susurre y bajé la vista sonriendo eternamente.

Edward acariciaba mi panza, ya no era plana, él recorría mi piel dulcemente, sentí una patadita bajo mis músculos.

-No puede ser, amor, ¿Tú sentiste… lo mismo que yo?

Asentí.

Me besó primero a mí, luego al bebé a través de mi abdomen.

Me envolvió en sus brazos, cosa bastante difícil ya que estaba el doble de crecida que antes. No me importaba, mi angelito sería el bebé más feliz del mundo.

 

 

 

 

¿Edward? ¿Dónde te metiste?- pregunté tanteando las sábanas.

Resoplé. Tan solo fue un sueño, era demasiado bonito para que fuera real.

Estaba desganada de todo, pero quería tomar una taza de café con leche y una barrita de chocolate. De solo pensarlo, se me hacía agua la boca.

-¡Qué manera de dormir Bella!-¿Dormiste bien?

-¿Qué?-dije soñolienta-¿Y Edward?

Bostecé y tomé un frasco de masitas de chocolate. Se veían ricas.

-Pues supongo que en su casa, cariño, Bella, adivina qué hora es.

-No se, mamá tenemos que hablar,  hay cosas…

-Si, cariño, tómate tu tiempo, no es necesario que recuerdes todo ahora, Alice me explicó lo de tu amnesia, es normal, no debes avergonzarte. Ah y Bella, ya te pasaste el mediodía. ¡Vaya sueño el que te diste!

-Ah, tal vez, es que estoy cansada, con hambre, mamá es en serio, Edward y yo… te quería decir…

-Bella, Edward llamó todo el día, pero insistió en que no te despierte. Ese chico en verdad te ama.

-¡Mamá!

Me estaba poniendo histérica, y eso que yo era una persona pacífica.

-¿Qué?

-Edward y yo…-casi lanzo al suelo el frasco de vidrio con las masitas, justo ahora tenía que sonar el teléfono. ¡Dios!

Mamá pidió silencio. Al menos, el café me despejó la mente.

-YA MAMÁ-bufé- ¿Puedes escuchar?

-Lo siento, corazón, es que estas desorientada, pero hoy es Año Nuevo.

¿Tanto me dormí? Sentí unos mareos, y un gusto horrible se me subió por la garganta. Quedé sentada por si acaso.

-Bella, era Edward.

Se me alegró el día.

-Guau hija, es enserio, te nombro a él, y tu… No se… es mágico como te cambia el rostro.

Corrí a abrir la puerta. Los mareos volvieron. Edward me sostuvo rápidamente antes de que me caiga, cerré los ojos y me tapé la boca.

Me alzó en brazos, Reneé no necesitó decir nada.

-Estoy bien, Edward no fue nada. Lo juro.

Me secó la cara con una toalla, el agua fría me hizo refrescar.

-¿Bella qué fue eso? Edward, mejor llévala a un médico, te acompaño.

Reímos por lo bajo, yo por alegría y nervios, y él para acompañarme, porque sé que estaba preocupado.

-Mamá, bueno- puse en alto mi mano dejando ver la sortija- Edward me besó el cuello- ¿entiendes?

-¡Oh por Dios!-comenzó a llorar- ¿Por qué no me lo dijiste? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Por qué? ¿Cómo?

-Ya, tranquilícese suegra-Edward sonaba divertido- no debe usted alterar a una… embarazada.

Mamá abrió los ojos bien grandes.

-Yo te lo quise decir justo ahora, pero tú estabas al teléfono y no me escuchabas- fui contando con los dedos de la mano-fue en Verona, el 25 de Diciembre, porque nos amamos… y cómo… ¡fue hermoso!

Apoyé mi espalda sobre Edward.

-¡Esto hay que festejar!

-No es para tanto-traté de quitarle importancia, es que eso era algo solo de nosotros- Ya vengo.

Me metí en el baño, Edward me siguió. No fue nada, solo un susto.

-Listo, como nueva-dije tomando su mano- quiero… mas chocolate.

-No Bella, te hará mal.

-¿Por qué?-pedí- recién estaba comiendo… y…

-¿Y?-replicó-te cayó mal.

-Niños no peleen… tenemos una cena que preparar. ¡Manos a la obra!-exclamó mamá.

Tomó su celular marcando números apenas bajó las escaleras.

-Y tú… a la cama, amor. Te ves cansada-tiraba de mi depositándome en mi cama.

-Pero dormí muchas horas, quiero estar contigo…-bajé la voz y lo besé, se estremeció. Me molesté cuando se echó atrás.

-¿Qué pasa? ¿Tengo mal aliento?-me ruboricé-que pena, espérame.

El largaba una carcajada detrás de otra.

-Bella, no pasa nada, es que estás embarazada, te tengo que cuidar.

-Embarazada, inválida, enferma no.-esperé.-Mamá… Haremos las compras. ¿Qué necesitas para la cena?

-Bella-suspiró- ya… Sólo porque no se decirte no a nada.

-Compraremos helado de chocolate blanco con chispas.-dije con algo de pena.- se ve rico…

-¡Bella! Estamos en invierno- mis manos recorrieron su pecho perfecto-lo que quieras… -pero me convidarás ese helado.

-¿Por qué? Acuérdate que debo alimentarme por dos.

Sonreímos divertidos.

 

 

 

Capítulo 16: Hipótesis Capítulo 18: you and me

 
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