Narra Alma
Los macarrones que preparó la hermana de Jacob estaban riquísimos.
- ¿Sabéis que?
Todos la miramos a ver que pasaba, entonces continuó –Alma me acompañará a la ecografía del viernes que viene. Para los cuatro meses. –sonrió.
- Así que irás tú… -dijo Jake.
- Sí. Y me alegro de que me lo preguntase, quiero ver esa cosita. –sonreí.
Hablamos sobre quien sería el padrino y la madrina. Estaba todo aclarado, mi Jake sería el padrino y la madrina sería la hermana del marido de Rachell.
Luego de cenar nos fuimos a casa de Jacob, era tarde.
Se me cerraban los ojos, estaba cansada y la barriga me hacía mucho daño.
Esto de ser mujer era muy complicado y a la vez tan bonito.
- ¿Te encuentras bien? –me preguntó Jake mientras conducía.
Abrí los ojos y le contesté:
- Sí, tan solo estoy cansada y me duele la barriga. Ahora cuando lleguemos… ¿no te importa que vaya unos minutos a…?
- ¿Cazar? –dijo él finalmente.
- Sí.
- Tranquila. Si lo necesitas ves.
- Lo necesito simplemente por una cosa, no porque tenga sed de sangre.
- Luego me lo explicas, anda ve.
- Gracias.
Me daba un poco de corte aunque él me quería por lo que era, tenía que ingerir sangre por que estaba con la regla, sí algo raro en una semi vampiro y semi humana, pero tengo esa parte humana. Entonces, me afectaba al tirar sangre esa sangre es la que me falta a mí, algo muy extraño de mi metabolismo.
Le di un beso a Jake cuando bajamos del coche y yo me fui al bosque más cercano.
Estaba bebiendo la sangre de un pobre ciervo asta que alguien me empujó muy fuerte y me quedé tirada en el suelo, antes de perder el conocimiento me fijé que era un tipo de… ¿lobo?
¿Quién podría ser? Me extrañó… pero del fuerte golpe caí inconsciente.
Narra Paul
Tenía guardia en el bosque, me dolía un montón la cabeza. Estaría pillando un resfriado, pero algo me asombró. Había un vampiro pero no podía distinguir si era alguien de familiar y no lo reconocí, vi que estaba bebiendo sangre de nuestras tierras, entonces me puse a la defensiva, y le pegué un empujón y esa cosa cayó al suelo inconsciente. Pero… si era…
Me cambié rápidamente a mi forma humana.
Y fui hasta allí para ayudarla.
- ¡Alma! Alma, despiértate, lo siento muchísimo. Lo siento.
Nada… estaba desmayada, le di un buen golpe… Mierda… Me metí en el mayor problema de todos, ¿Por qué fui tan tonto en atacar?
La cogí cuidadosamente y vi que tenía un gran corte en la cabeza.
Ahora si la he cagado.
Como una princesa la llevé hasta casa de Jacob.
Abrió la puerta y se quedó pasmado.
|