Me relamo los labios y el señor me está mirando fijamente, sonríe y me tumba en la cama.
-Tienes una boca prodigiosa-.
-Gracias- susurro-.
Me chupa los pezones alternativamente despacio, cierro los ojos y acaricio su espalda, es estupendo tenerlo así, conmigo, mi señor es bueno conmigo, sus dedos se mueven por mi vientre y bajan por mi sexo y gimo alto. Mete poco a poco sus dedos en mi y comienza a moverlos, rápidamente, sus ojos se clavan en los míos, abro mi boca y tengo que respirar por ella porque es demasiado intenso. Mete otro dedo más y lo noto primero despacio y luego rápido, no tardo mucho en llegar a esa cima de nuevo gritando su nombre a pleno pulmón.
Cuando todo acaba estoy cansada, mi cuerpo está cansado pero me siento bien, viva. Carlisle se levanta y se chupa los dedos, mete uno de esos dedos después en mi boca y lo chupo saboreándome a mi y a él en ellos.
-Creo que estás preparada- dice sonriéndome-.
-¿Para que?-.
-Para ir al sótano-.
-¿Sótano?-.
-Si... allí usaré mis juguetes contigo-.
Trago en seco porque estoy muy nerviosa y le miro fijamente.
-Ey, tranquila- no se porque pero su voz hace justo eso... me tranquiliza- ahora estudia un poco, en un par de horas vendré y espero que estés lista-.
Asiento despacio y él se levanta y se va por la puerta, asoma, como el gato supiese que ya no molesta y se vuelve a subir a la cama, me pongo una bata de estar en casa de color gris oscuro y me siento dispuesta a estudiar más relajada que nunca.
---
Cuando me pongo el vestido me doy cuenta de que me queda muy bien, y más subida en esos tacones negros y altos de salón. Me queda jodidamente bien, parezco otra, me he pintado muy poco, de una manera natural.
Me he recogido el pelo en un moño alto y caen algunas mechas por mi rostro, me favoreze.
Cuando salgo de la habitación el gato ronronea entre mis piernas y enrosca su cola en mi tobillo.
-¿Te gusta Nico?- sonrío mirando al gato y él maulla en respuesta-.
-Estás... expectacular- dice Carlisle y me sonrojo-.
-Gracias- susurro-.
-Dios Jane... te follaría ahora mismo- me susurra pasando por mi lado y acaricia mi cintura con sus dedos-.
Él va vestido perfectamente con un tarje de chaqueta claro y una camisa también clara, su pelo está perfectamente peinado y sus ojos destellean compromesas carnales no cumplidas... mierda... este hombre es puro sexo. Y eso me encanta.
|