Toda esta semana había sido de cambios. Mi vida había dado un gran giro a lo que era hace 7días; Había descubierto un nuevo poder en mi –o por lo menos que ya tenía pero no había desarrollado al 100%-, mi mejor amigo desde hace 7 años se había convertido en mi novio, pronto entraría a la escuela –ya que después de haber protestado y salirme por la tangente hacía sus “peros” del por qué no sería bueno que fuera. Salí victoriosa, con Alice, Jasper, Emmett, Carlisle, & Esme de mi lado contra Edward, Bella y Rosalie-. Era increíble todo lo que había logrado sin lugar a dudas, y sin embargo había descubierto lo que yo había creído una vez “pesadilla”.
- ¿Cómo? ¿Quieres decir que esa noche si ocurrió? –mi voz sono mas alta de lo debido
- No todo lo que me mostraste ocurrió, Ness –me corrigia mi novio-. Lo que si sucedió esa noche fue cuando te dije “Porque mientras este yo aquí…contigo, nada te pasara. Tendrían antes que pasar sobre mí, y dudo que lo logren”. De ahí cuando te recargaste en mi hombro te quedaste dormida, y te cargue para llevarte a tu recamara. Ya después lo que me acabas de contar fue síntoma de tu cabeza a la cual le falta un tornillo –me dedico una mueca burlona, y fruncí el ceño.
- Prácticamente me atormente esos días yo sola… Creí que si habías dicho eso, y me sentí tan vacía. No entendía por qué me habías “dicho” eso de que no me querías si era más que obvio, según yo.
- ¡Cómo ibas a entender! –bramó- ¡Si yo nunca te diría algo así! No me conoces lo suficiente si crees que yo podría llegar a hacer eso –puso mala cara.
Baje la mirada en forma de disculpa. Él levanto mi rostro, poniendo uno de sus dedos en mi mentón. Sus ojos me miraban de una forma tierna y tan cautelosa, y en su reflejo observaba que también los míos. En ese momento nosotros formábamos nuestro propio escudo, el cual era indestructible. Nadie podría traspasarlo, ni siquiera tendrían la oportunidad de poderle perforar, nada. Fue acercando su rostro peligrosamente al mío, y yo inconscientemente me fui acercando lentamente al suyo. Nuestros labios se juntaron haciendo un eclipse de sentimientos en mi. Sus labios eran tan suaves. Me encantaba sentir sus labios sobre los míos. Era tan cálido ese beso, tenía amor, verdadero amor en el. Paso sus manos para rodear mi cintura, y me apretó hacía él. Yo ponía las mías alrededor de su cuello. Me gustaban los besos que me daba cuando estaba desprevenida, sin duda eran mis favoritos. Y más que nada cundo sus labios presionaban los míos olvidaba por completo todo. Me elevaba y no tocaba el piso. Tenía que poder aclarar mis pensamientos, y recordad que existía algo llamado “Respirar, y exhalar”. Me fui haciendo más para atrás para poder separarme de él –contra mi voluntad-, porque si no lo hacía perdería los estribos. Pero no lo lograba, y se fue acercando más y más hacía a mí, y esto de que cayera encima de mí se estaba haciendo costumbre. Aunque claro no me dejaba caer ¡Todo su peso encima!
- Creo que esto se está haciendo costumbre, ¿Eh? –di una risita, y también se unió a ella
- Discúlpame, es que ¡Pierdo el control contigo!
- ¿Y tú crees que yo no? Solo que trataba de ser la cuerda de los 2 y por nuestro bien separarnos, pero al parecer cierta personita no entiende.
- Mmm… ¿Y no pudiste usar tu extraño poder de fenómeno para entrar en mi cabeza y hacerme entender? -preguntó con voz incrédula
- “No te burles” –fruncí el ceño
- Ok, está bien, está bien –vacilo.
- Además de que no hubiera querido hacerlo.
- ¿Por qué no?
- Por esto.
Y nuestros labios volvieron a juntarse en un beso voraz.
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