Narra Andrew

Fui a mi sitio de siempre para estar solo, y mejor de noche en el bosque solitario.

Bajo la luz de la luna, que lugar más bonito y tranquilo.

Salí de casa.

-         Ya vendré.- le dije a mi madre.

-         Tete, ¿donde vas?- me preguntó mi hermana.

-         Celia, voy a dar una vuelta.

-         Con quien.

-         Solo, voy al bosque.

-         ¿Solo? Que miedo.

-         Tranquila, no pasa nada.

-         Puedo ir contigo.

-         ¿No tendrás miedo?

-         No, que va, que soy mayor ya tengo 14 años.

-         Uy que mayor.

-         Tengo dos años menos que tu. Puedo si o no.

-         Díselo a mamá.

Celia entró otra vez dentro de la casa y vino corriendo.

-         Vamos.

-         Venga.

Salimos de casa y nos dirigíamos hacía el bosque, pero ahora ya no podría leer con mi hermana al lado.

-         ¿Cómo te van las clases?

-         Bien, ¿y a ti? Como vas con tu novia.

-         ¿Novia? No tengo novia.

-         ¿No? Pensaba que la chica del otro día…

-         Es amiga y compañera, solo.

-         ¿Y no te gusta?

-         Ese tema no te importa a ti.

-         ¿Te gusta?

-         Celia por favor, no te comportes como una cría.

-         Solo quería ayudarte.

-         No sirve para nada, además ella le gusta otro.

-         Uy… lo siento Andrew.

-         Tranquila, además prefiero tenerla como amiga, así se que nunca la perderé.

-         Si quieres ayuda sabes que puedes contar conmigo.

-         Lo se enana.

Estaba oscuro cuando empezamos a entrar dentro del bosque, mi hermana se arrimó más a mí.

-         ¿Tienes miedo? – le pregunté burlándome un poco

-         Un poco, no quiero encontrarme con esos monstruos…

-         Tranquila, no te pasará nada mientras este yo aquí. Eso no te tocará.

-         Gracias tete, pero tengo miedo…

La verdad es que desde que todo pasó, a mi también me da algo ir solo al bosque, pero es el lugar más tranquilo del pueblo. Pero total eso pasó una vez, pero se que existe, no solo existía en las películas de terror sino que en realidad también. Pero lo sabíamos mi hermana y yo. Tan solo habían pasado 2 años, durante un verano…

Flashbacks

Fuimos mi hermana y yo al bosque, yo tenía 13 años casi los 14 y mi hermana dos menos que yo. Fuimos a jugar, lo normal de nuestra edad, además la única amiga que tenía entonces era mi hermana, no me relacionaba con los otros de mi clase.

Mientras jugábamos al futbol, yo la lancé más fuerte. Se fue corriendo a por ella y oí un grito. El grito era de mi hermana, fui corriendo a ver que le pasó.

Entonces me vi como un hombre, pálido clavaba sus dientes en un pobre animal, yo me quedé mirándolo, aterrorizado por ese ser, cogí a mi hermana del brazo y corrimos. Este vino detrás de nosotros. Nos acorraló.

-         Humanos…- susurro.

-         Déjanos en paz.

-         Oléis muy bien. Que niña tan bonita.

Cogí a mi hermana que estaba también asustada, le caían las lágrimas, la puse detrás de mí.

-         No la tocarás.

-         Tranquilo… me habéis pillado que no tengo sed…

-          Vete de aquí, criatura monstruosa.

Se me quedó en la mente esos ojos rojos, se marchó.

-         Celia, ¿te ha hecho algo? – mi hermana lloraba.

No me contestaba.

-         Celia, tranquila, dime ¿te ha hecho algo?

-         No, solo me e caído yo.

-         Pero estas bien

-         Si, si. Vámonos a casa, por favor.

-         Antes que nada, tenemos que prometer no contar a nadie lo que hemos visto hoy, al chupa sangre ese.

-         ¿Secreto?

-         Si, por que nos tomarían como locos.

Fin Del Flashback

-         Andrew, que te pasa

Me había quedado recordando lo último que vimos.

-         Nada, estoy bien, vamos.

Continuamos el sendero y llegamos a mi sitio.

-         ¿Qué quieres hacer?

-         Lo que hagas tu

-         Yo quiero sentarme aquí y estar tranquilo

-         Buena idea, yo estoy aquí también. Si no te importa.

-         Claro que no.

Estuvimos un par de minutos tumbados.

-         Tete

-         Dime

-         Te echo de menos

-         ¿Por qué?

-         Ya no estamos tan unidos como antes.

La miré, mi hermana me estaba diciendo que me estaba alejando de ella.

-         Claro que si.

-         No, me preocupa. Yo quiero que pasemos más tiempo, juntos.

-         Claro, eso se puede, nos vamos de fiesta.

-         Si, que bien.

-         Venga a la semana que viene nos vamos a Falkata.

-         ¿Nosotros solos?

-         Si quieres que invitemos a más gente…

-         Podrías presentarme a Alma, parece simpática.

-         Si lo es, bueno se lo preguntaré.

-         Vale.

Me levante.

-         ¿Quieres que juguemos como los viejos tiempos?

-         Venga.

La ayudé a que se levantara.

-         ¿Y a que quieres jugar?

-         A buscar algo chulo.

-         Vale.

Se fue a buscar algo con la poca luz que había.

Yo también fui a buscar. Vi una sombra correr, y me asusté. Y de pronto oí a mi hermana llamarme asustada. Entonces pensé que se repetía lo mismo que hace dos años.

-         Celia, ¿Dónde estás?

-         Andrew, ¡corre ven!

Llegué donde estaba mi hermana.

-         ¿Qué pasa?

-         Andrew…

Me miró y señaló a alguien que estaba en el suelo.

-         Apártate… ponte detrás de mi, no se quien o que puede ser…

-         Andrew, es una chica, me e acercado, esta herida. No se quien es.

-         ¿Una chica? 

-         Si…

Me acerqué a ver, y Celia hizo lo mismo.

-         Me puede escuchar….

No me contestó. Me acerqué más a esa chica, entonces la vi mejor.

-         ¡Alma! Por dios. ¡Alma!

La cogí de los hombros.

Celia se arrimó.

-         ¿Ella es Alma?

-         Si, por dios.

-         ¿Está bien?

-         Esta desmayada.

Entonces le vi en la cabeza sangre.

-         Joder.

-         Andrew… esta- esta muerta…

-         No. ¡ALMA! ¡Despierta!

Estaba llenándose cada vez más de sangre.

Entonces vi que llevaba el móvil.

-         Celia dame su móvil. – lo cogió.

-         ¿Que vas hacer?

Busque en la guía para ver si tenía el número de sus padres o de alguien conocido.

-         Voy a llamar alguien que conozca ella, voy a ver si pueden ayudarnos.

-         Buena idea. Pero sabrán donde estamos…

No le contesté. Vi que tenía muchas llamadas de ese tal Jacob. No dudé y le llamé a él.

-         Cállate ahora, sujétala.

Mi hermana la sujetó bien.

Me cogió el móvil ese tío.

-         Hola cari.- ¿Cari?

-         Jacob, ¿verdad?

-         Si, quien eres tú y que haces con el móvil de mi novia.

¿Su novia? Vale, ahora si que me quedé colgado. Pero no era el momento, la vida de Alma corría peligro.

-         Mira, no tengo tiempo para darte explicaciones, ven al bosque, Alma está herida.

-         Voy corriendo.

Volví y aun no se reanimaba.

-         Alma, escúchame soy Andrew, despierta. No te vayas ahora, no es tu hora. ¿Vale?

-         Andrew… creo que no respira.

-         ¡Celia! Si que respira, mírala, mira el pecho como sube y baja.

Me levanté por que oí un ruido. Y entonces vi a un chico, mayor, todo cuadrado.

Vino corriendo asta donde estábamos.

-         ¿Eres tu quien me ha llamado?

-         Si, soy Andrew

-         Ah, Andrew, Alma me ha hablado de ti.

-         Si, ayúdala, tú podrás.

Se acercó a ella. Luego me miró.

-         ¿Qué le ha pasado?

-         No lo se, iba con mi hermana paseando, y se la encontró así. Vi una sombra, pero no se que le pudo pasar.

-         Voy a llevarla a su abuelo.

-         ¿Su abuelo?

-         Es medico.

-         Puedo ir contigo.

-         Vale.

La cogió en brazos y le vio la sangre.

-         Será mejor que primero llame… tiene mucha sangre.

-         ¿Y eso es malo?

-         Si.

-         ¿Carlisle? Si soy yo, llevo tu nieta. Ha tenido un accidente. Lo vio… si Alice, vale no puedo hablar de eso ahora.- me miró.

¿Por que me miró? Luego colgó.

-         Tete, ¿se pondrá bien?

-         Si, tranquila.

Volví a ver la sombra que corría, y me giré, al igual que Jacob.

Luego me miró.

Llegamos a una casa grande, era preciosa.

-         ¿Es aquí?- le pregunté

-         Si. Oye…

-         Dime

-         Gracias por ayudarla, y en llamarme.

-         Es amiga mía.

-         Lo sé.

No hizo falta que llamaran a la puerta, abrió un hombre pálido, de aspecto joven.

-         Carlisle, se han ido, ¿ya?

-         Si, solo estoy yo y Edward, Bella…

-         Lo sé, no pasa nada.

Entonces vi aparecer un hombre también pálido, sería su padre.

Narra Edward

Oí como llegaban y le dije a mi padre que fuera abrir la puerta.

Yo fui cuando oí hablar Jacob con Carlisle.

Cuando aparecí vi a un chico de la misma edad que mi hija, le leí la mente y entonces supe que era Andrew, el compañero de clase de Alma, y la niña más pequeña, Celia, su hermana. Pero notaba como Celia, la pequeña, pensaba sus recuerdos, tenía en su mente la imagen de un vampiro, ¿Cómo puede ser? ¿Ella sabrá que es y que somos?

Andrew, también sabía. Vi en sus recuerdos que tuvieron una experiencia, pero no, ellos no eran vampiros. No comprendía…

Me quedé mirando a Andrew, ya que estaba leyéndolo.

-         Edward, ve a preparar la camilla.- me ordenó Carlisle.

Fui a preparar lo que me dijo.

Oí como alguien me seguía.  Jacob.

-         Edward.- me dijo Jacob.

-         Dime.

-         Oye, esta bien Bella

-         Si, esta en casa, al ser todavía neófita, puede controlarse, pero si se derrama sangre como ahora… no se como reaccionaría, así que mejor que este en casa, lejos de Alma, ahora.

-         Si.

-         ¿Oye Jacob tu sabías que le pasó algo a Alma?

-         No, me llamó el chico.

-         ¿Y que hacía él ahí?

-         Me dijo que fue a pasear…

-         Ya, si eso lo se, por cierto te a dicho algo sobre vampiros

-         No, por

-         Sabe que existen los vampiros, pero que nosotros lo somos, no lo sabe.

-         ¿Cómo lo sabe?

-         Larga historia, otro momento, ahora Alma…

-         Si. Si quieres ir con ellos yo ayudo a Carlisle.

-         Vale.

Fui  abajo donde estaban los chicos.

-         Podéis iros a casa.- les dije.

-         Ten mi numero de teléfono, señor. Necesito saber como está Alma.

-         Vale.- me anotó el número.- tranquilo, te llamaré cuando esté mejor.

-         Gracias.

-         ¿Queréis que os acompañe?

-         Si, por favor.- dijo Celia.

-         No, no hace falta.

-         Tete, tengo miedo y si aparece el chupa…

-         Celia, calla.

-         ¿Chupa… que?- pregunté

-         Nada, déjalo, no sabe lo que dice.- me dijo Andrew.

-         Si necesitáis algo…

-         Tranquilo.

-         Adiós.

Se fueron y subí a la habitación donde estaban Jake y Carlisle reanimando a mi hija. Cogí aire.