Todo a su tiempo (+18)

Autor: AtalCullen
Género: + 18
Fecha Creación: 16/09/2012
Fecha Actualización: 07/10/2012
Finalizado: SI
Votos: 9
Comentarios: 15
Visitas: 58366
Capítulos: 27

Edward, un joven médico que ha dejado que sus prioridades sean lo más importante lo más importantes en su vida, dejando de lado lo más importante,... el amor.

¿Qué pasará cuando llegue la jefe de enfermería?

 


Hola amigas les dejo otra locura de mi mente,... esta es una historia que escribí hace un tiempo, la he publicado en otras partes, pero aquí la he querido colocar un poco editada, he corregido algunas cosas, sobre todo la gramática y redacción.

Espero les guste y pueda recibir comentarios y votitos,... un beso a mis lectoras que no me abandonan

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Capítulo 15: "Decisiones"

EPOV

Iba rumbo a mi casa después de haber dejado a mi Bella en su hogar, después de haber pasado todo un día en su compañía y haber tenido sensaciones que solo ella me hace sentir.

-¿Cómo sería si estuviéramos casados? ¿Sería así de candente nuestro día? en algún momento lo sabré, solo ahora debo disfrutar cada momento con ella.

Al llegar a casa me fui directo a mi habitación, sin ver quién estaba en pie. Se veía vacía, no me interesó y al llegar a mi dormitorio me fui a dar un baño. Estaba sudoroso después de haber tenido todas mis hormonas revolucionadas con la petición de mi novia.

Bella era osada y hoy lo había comprobado rotundamente. Me gustó lo que hicimos, de alguna forma nos hemos acercado más y estamos unidos cada vez. Sin experiencia previa pude hacer que disfrutara aun más de mi compañía, así como yo de ella. No sé donde dejé mi pudor, dónde dejé al Edward tímido y moralista. Con ella me sentía libre de ataduras.

Al salir del baño que relajó mis músculos y despejó mi mente, tomé mi Ipod y escribí un mensaje.

"Buenas noches mi amor, mañana te paso a buscar al medio día…almorzaremos en familia, tuyo, Edward"

Sí, estaremos en familia, llegará Emmett y Rosalie y estaremos con Bella, será grandioso, la familia completa. Mi Bella ya es parte de ella y lo será para siempre.

Al rato llegó un mensaje de vuelta.

"Qué nervios, jaja…te extraño, siempre tuya, Bella…te amo"

Después de leer el mensaje de Bella, me quedé en las nubes y me dispuse a estudiar un poco para mi examen. No supe cómo pero no había pasado mucho tiempo pero mis ojos comenzaron a cerrarse y me fui a la cama y quedé rendido y profundamente dormido hasta el otro día. Realmente me sentía agotado.

Como nunca desperté cerca de las diez de la mañana, realmente necesitaba dormir, y esa noche había sido una de esas noches placentera donde recuperé un poco de sueño perdido. Me levanté con mucha hambre, me fui directamente a la cocina ni siquiera sin lavarme y vestirme. Eso era raro en mí, nunca había hecho eso, ya que siempre era muy cuadrado con las cosas. Pero no sé que me pasó ese día que sin pensarlo lo hice.

En la cocina estaban toda mi familia. Se quedaron mirándose entre ellos por mi actitud con un signo de interrogación.

Yo me senté como si nada y comencé a desayunar, no decían nada ni yo tampoco, solo quería saciarme de comida, porque mi estómago lo demandaba.

-¡Buenos días hijo!- dijo mi padre por si acaso le contestaba.

-¡Oh papá, disculpa!, ¡buenos días a todos! – dije sin ninguna preocupación por la escena.

-Está bien hijo, ¿parece que tuviste un muy buen día ayer?- preguntó despectivamente.

Antes de contestar me sonreí en forma natural.

-Sí, fue un día maravilloso- le contesté sin mirarles, siguiendo con el ritual de la comida.

Se miraron todos con una sonrisa en sus labios pensando que cosas de mí con Bella. Pero no me importó.

-¿y cómo esta Bella hijo?- mi padre seguía con el interrogatorio.

-Bien, fantástica- le dije bromeando con una sonrisa muy amplia en mi rostro.

-Hijo, ya sé eso, pero ¿te ha comentado cómo se siente en el trabajo?- preguntó sabiendo la respuesta, solo haciéndola para romper el hielo que había desde que había llegado a la cocina.

-en realidad papá, no hablamos del trabajo, así que supongo que debe estar bien, o si no me lo hubiera comentado, ayer se veía muy feliz, así que debe sentirse así también en el trabajo- le contesté seneramente.

-¿Edward, tu irás a buscar a tu hermano al aeropuerto?- mi madre preguntó.

-No, a esa hora iré a buscar a Bella porque la traeré a almorzar con nosotros para que conozca al resto de la familia- dije sin preguntar.

-¡qué buena idea hermanito! Entonces llamaré a Jasper para que venga también, ¿puedo mamá?- dijo considerando la opinión de mi madre.

-Claro hija llámale, es buena idea la de Edward, creo que la familia se merece estar toda reunida, ¿cierto amor?- dirigiéndose a Carlisle.

-Entonces iré yo a buscar a mi hijo y Rosalie- dijo mi padre.

-papá, lo siento pero ayer me puse de acuerdo con Bella, tu entiendes ¿verdad?- le dije cerrándole un ojo a mi padre en forma de complicidad.

-entiendo hijo, no te preocupes es un gusto, hace tantos meses que no vemos a tu hermano, creo que esta semana será muy agradable estar con toda la familia reunida.

-Claro amor, extraño tanto al grandulón de Emmett, que ya quiero que esté pronto con nosotros- dijo mi madre.

Bueno familia me iré a bañar y a cambiar de ropa para ir a buscar a mi Bella, con su permiso nos vemos después- dije levantándome de la mesa.

Subí a mi habitación y marque el número de mi niña hermosa. Mientras esperaba, comenzaba a sacarme la ropa para dirigirme a la ducha.

-¡buenos días amor! ¿cómo dormiste?

-¡Edward! que gusto escucharte amor- me contestó. -¡buenos días!

-amor, te paso a buscar pasadito del medio día, quiero ducharme y ordenar un poco mi dormitorio para que no lo encuentres todo desordenado, ¿ok?- le dije ansioso de poder tenerla entre mis brazos.

-Claro, te espero, yo ya estoy casi lista, solo quiero dejarle comida echa a Charlie ya que llegará y de seguro que no ha comido nada- me dijo sintiendo la misma ansiedad que la mía en su voz.

-bueno nena, te veo en un rato más, no sabes cuánto deseo verte-

-yo también Edward, te espero- me dijo ansiosa escuchando como me mandaba un beso.

Colgué y me fui directo a la ducha, me la di casi fría para refrescarme, ya a esa hora hacía calor, a pesar de las nubes que habían en el cielo. Estaba ansioso por estar con Bella, pero a la vez de ver a mi hermano y saber si aprobaba a mi novia. Su opinión era muy importante para mí. A pesar que no éramos hermanos sanguíneos, éramos muy unidos a pesar de sus 22 años. Él siempre había tenido más experiencias con mujeres a comparación de mí, pero eso fue hasta que conoció a Rosalie y supo que era ella para toda su vida.

La diferencia que teníamos era que yo no había tenido experiencias con mujeres menos tener algo sentimental con una de ellas. Es por eso que necesitaba sus consejos a pesar que mi padre ya me había aconsejado antes de formalizar más la relación con Bella.

Estando listo, vi la hora y baje las escaleras y me fui a mi auto, quería verla, besarla… ¡Edward contrólate!- me dije.

Arranqué le motor y me fui tan rápido que en unos minutos ya estaba en la casa de mi Bella. Llegué a la puerta y toqué, me llamó la atención que ella no abriera antes que yo tocase, pero pensé que estaba ocupada, esperé unos segundos y sentí que Bella venía corriendo a abrirla.

-¡Edward! te extrañé, no sabes cuánto- se lanzó a mis brazos y me abrazó con tanta fuerzas que yo hice lo mismo.

-Bella,…- fue lo único que dije, la abracé fuerte para que sintiera que yo había sentido lo mismo que ella.

Nos acariciábamos por las espaldas que de pronto tomé las riendas y me separé un poco para poder besarla y poder ver esos hermosos ojos café profundos.

Sin más la besé con un beso suave, casi rozando mis labios en los de ella, sin profundizar. Fue extremadamente exquisita la sensación de electricidad que provocó esa situación. Se me erizaron los vellos de mi cuerpo al sentir los labios de mi Bella. Mis brazos habían perdido las fuerzas y estaban flácidos por lo que me provocaba estar tan cerca de ella.

-¿Estás lista para irnos? – le pregunté sin sacar mis labios de los de ella.

-Sí, deja ir a buscar mi celular y las llaves de la casa- me dijo soltándome y dejándome con la trompa estirada.

Me sonreí al quedarme así, y reaccioné esperando unos segundos a mi novia. Al llegar se veía tan hermosa, no me había dado cuenta que se había puesto unos jeans muy ajustados que parecían una nueva piel con una blusa escotada que hacía que un hombro quedara descubierto. Ella sabía que me haría derretirme entre su cuello con una blusa así. Me pareció que quería tentarme, pero ella no sabía que este día sería muy diferente al de ayer.

Nos subimos al carro y nos besamos antes de ponernos los cinturones de seguridad.

-¿Edward hoy le diremos a tu familia lo de nuestros planes?- preguntó.

-¿qué planes amor?- le dije incrédulamente.

-que queremos casarnos- me dijo mirándome fijamente.

-ah, eso, bueno si tu quieres se lo contamos hoy cuando estemos todos reunidos, aunque faltaría tu padre- le dije con cautela sin sonar que no quería hacerlo, solo que pensaba que no era el momento.

-¿Edward no quieres casarte conmigo ahora?- me preguntó.

-Bella, ¿por qué preguntas eso?-

-es que no te veo entusiasmado- haciendo un pucherito.

-amor, es solo que ayer dijimos que lo dejaríamos para más adelante, ¿te acuerdas?- le dije acercándome a ella dándole un besito en su mejilla.

-bueno entonces dejémoslo para más adelante- me dijo con pesar en sus palabras.

-Bella…, no quiero que esto sea un obstáculo entre nosotros- le dije al verla tan afectada por la respuesta que le di.

-no te preocupes amor, fue solo que pensé que cómo estaríamos en familia, pero ya pasó, no te preocupes- me dijo dándome un beso en mis labios acariciando mi mejilla.

Me acomodé en el asiento y arranqué el motor y nos fuimos directo a mi casa, había pasado la hora y sacando conclusiones, mi hermano ya debería estar en la casa. Quería que Emmett conociera a Bella, y que de alguna forma me diera el visto bueno.

Llegamos a la casa de mis padres y nos quedamos un rato en el auto.

-¿Bella?, no quiero que pienses que no quiero casarme contigo, es lo que más anhelo en estos momentos tenerte conmigo como mi mujer, pero creo que debemos estar seguros en la fecha y hacerlo como corresponde. Yo aun no le he pedido la mano a Charlie, menos le he pedido permiso para salir contigo como mi novia, es…- m interrumpió sin seguir hablando.

-Edward, mi Edward, no sabes lo feliz que me haces al escucharte decir eso. Tú eres lo más importante, todo lo demás lo he dejado a segundo plano- me interrumpió diciendo con ímpetu en sus palabras.

La tomé entre mis brazos y la besé tiernamente.

-no te olvides nunca Bella que te amo más que mi vida y que en este momento eres y serás lo más preciado- le dije sin dejar de besarla.

-y tú lo eres para mí Edward- me dijo respondiendo a mis besos.

Nos bajamos y nos dirigimos a dentro de su casa, se notaba que estaba nerviosa, ya que de alguna manera yo le había transmitido mi ansiedad de ver a mi hermano. Ella sabía que no lo veía hace algún tiempo.

Entramos y nos fuimos a la sala y allí estaban todos.

-¡grandulón por fin en casa!- le dije a Emmett yendo donde él para abrazarle.

-¡llegó el cirujano! Ven para acá hermanito- me dijo respondiendo el abrazo.

-Rosalie, que bueno que ya estén en casa- le salude con un beso en la mejilla.

-¿Edward y no nos vas a presentar a esta hermosa dama?- Emmett me dijo sin dejar de mirar a mi Bella.

-Oh perdón, hermano y cuñadita ella es Bella, Bella él es Emmett y Rosalie- le dije presentándolos mutuamente. –mi novia.

-no sabía que tenías tan buen gusto hermano- dijo Emmett con picardía.

-es un gusto Bella- se acercó a ella. -¿cómo conquistaste a mi hermano, si este es tan tímido?-

-en realidad yo no sé cómo él se fijo en mi- le respondió sonrojándose dirigiéndose a mí con su mirar.

-bueno mejor pasemos a la mesa, el almuerzo está servido, Bella siéntete en tu casa- le dijo Esme.

-gracias señora- le respondió amablemente a mi madre.

-Bella dime Esme- le dijo guiñándole el ojo.

Fue un almuerzo muy ameno, todos conversaban entre sí, Bella se estaba llevando muy bien con Rosalie a pesar de que ella era muy seria, pero las dos se veían muy entretenidas. Alice por otro lado planeaba un día de compras durante la semana donde todos aceptamos, menos Bella porque ella estaría trabajando a esa hora. De alguna forma la envidie, porque de alguna manera las tardes de compras de Alice a veces eran muy tediosas.

Después de comer, nos dirigimos a la sala de juegos donde Jasper y Emmett tendrían una competencia en unos de sus juegos preferidos.

Nosotros dos nos fuimos a mi habitación, vi que se incomodó un poco al ver donde la llevaba.

-cariño no te voy hacer nada- le dije con una sonrisa sin soltarle la mano.

-es que no sé si está bien que me lleves a tu habitación, estando todos en la sala- me dijo.

-solo quiero que la conozcas, además de estar un momento solos- le confesé haciendo que me apretara más fuerte mi mano.

-¡llegamos! Te presento mi rincón más preciado- le dije haciendo que entrara.

Se quedó sin habla, observaba todo, tocaba todo hasta que me tomó del cuello y me besó con desesperación. Sentí como mis manos reaccionaron inmediatamente a su contacto y la abracé tomando su cintura atrayéndola más apegada a mí. Sin decir nada nos comenzamos a acariciar sutilmente por encima de nuestras ropas sin despegar nuestros labios. Al sentir sus jadeos reaccioné y me separé bruscamente.

-¡Bella! No quería que esto pasara hoy, quería que fuese un día sin impulsos- le dije frunciendo mi frente y con enojo en mis palabras.

-¡Edward perdona! No quise, es solo que no pude controlarme al ver tu habitación que es tan perfecta como tú- me dijo casi tartamudeando por mi reacción.

-amor no eres tú, yo también tengo culpa, no puedo pretender que no me pasa lo mismo que tu, eres mi tentación y pensé que hoy iba a ser diferente, pero te deseo tanto, que no sé cuanto tiempo podré controlarme- le dije jadeando dejando de lado mi timidez.

Habíamos hablado la vez pasada que la confianza entre nosotros iba a ser fundamental para que funcionase nuestra relación, por lo cual no tuve ningún pudor en decirle lo que sentía al estar con ella. Sabía que me comprendería y trataríamos los dos en controlarnos. Aunque para ella era más difícil, ya que era más efusiva e impulsiva.

-lo único que quiero es verme unida a ti para toda la vida Edward, quiero ser tu mujer, tu amante, tu compañera, la que te cuide cuando estés enfermo, la que te ame cuando quieras tomarme, la que te cocine para que estés siempre sanito, quiero ser todo para ti- me dijo acercándose a mi quedándose frente a mí.

-Bella en dos meses, ¿te parece bien?- le dije sin explicarme.

-¿en dos meses qué?, no entiendo- me dijo.

-¿está bien que en dos meses más fijemos la fecha de nuestro matrimonio?- le dije mirando su hermosos ojos que al escuchar mi propuesta brillaron al acumularse lagrimas en ellos.

-¡siiiiiiiii! Está bien mi amor- me dijo abrazándome y besándome con euforia por la noticia.

-entonces debemos hacer las cosas como corresponde, el próximo sábado le pediré a mi madre que haga una cena para la familia e invitaremos a Charlie para pedir tu mano, ¿te parece?- le dije mirándola. -Bella me haces tan feliz al saber que esto lo deseas tanto cómo yo-

-me haces tan feliz Edward, será una sorpresa para mi padre, sé que estará muy feliz con la noticia- dijo con alegría.

Pasamos la tarde en la habitación planeando algunas cosas, entre caricias, besos y mimos. Fue una tarde donde nuestras hormonas estaban adormitadas en un setenta por ciento, el otro 30 hacía que demostráramos nuestro amor en forma libre pero cautelosa.

Las horas pasaron y Esme llamó la puerta para indicarnos que la cena estaba servida y nos esperaban en la mesa. Bella atendió y bajó con mi madre como buenas amigas del brazo. Detrás de ellas le seguía y me regocijaba al verlas tan unidas. Esme se caracterizaba por emanar mucho amor hacia las personas que le rodeaban. Me llene de satisfacción pensar que Bella había sido bien acogida desde el principio en la familia.

Estábamos todos reunidos cenando como una gran familia, cuando pedí la palabra.

-familia su atención por favor- dije dándome un poco de timidez por hablar.

-quiero pedirles que el próximo sábado no hagan ningún plan para esa noche, tendremos una cena familiar, eso implica nosotros y el padre de Bella- dije mirando a Bella que estaba más nerviosa que yo.

-familia ustedes son los primeros en saber que Bella y yo nos casaremos en dos meses más- dije casi tartamudeando.

-¡hijo esto no es una broma!- dijo Carlisle.

-no papá, esto va enserio- dije sin quitar la vista de mi novia. –así que mamá debes pensar que vas a preparar para ese día ya que pediré la mano de Bella a Charlie.

-¡claro hijo! ¡Estoy tan feliz por ustedes!- dijo mi madre con emoción en sus palabras a punta de llorar de la felicidad que le hacía escuchar la noticia.

-hermano estoy feliz por ti, bueno por ustedes, hacen una pareja hermosa y se nota que realmente hay amor entre vosotros- dijo mi hermano acercándose y abrasándome fuertemente y dándole un beso a Bella.

-gracias Emmett- le dijo Bella.

-no saben lo feliz que me hacen a escuchar que están de acuerdo con nuestra decisión- dije.

-¿papá tu qué piensas?

-creo que desde que Bella llegó a tu vida, supe que llegaría este momento, y estoy feliz hijo mío- dijo Carlisle muy emocionado.

-Carlisle agradezco tus palabras, no sabes lo feliz que haces a Edward y a mí- dijo Bella dándole un beso en la mejilla a mi padre con gran ternura.

-con razón te enamoraste tan rápido de Bella hijo- dijo mi padre. –Si es tan dulce- reímos todos por lo que había dicho Carlisle y por la noticia que le habíamos dado.

Terminamos de cenar y nuevamente me llevé a Bella a mi dormitorio, puse un CD de música lenta cuando de pronto sentí los brazos de Bella abrazándome por la cintura. Me tomó por detrás, y apretó con todas sus fuerzas. A pesar de su fragilidad al verla, tenía fuerzas en sus pequeñas extremidades.

-no te muevas amor, quiero sentirte así- dijo mi Bella sintiendo su rostro pegado en mi espalda.

-ok, no me moveré- le dije tomando sus manos y acariciándolas.

Sentía como me olía profundamente, como sus brazos comenzaban a dejar la fuerza y haciendo girar mi cuerpo para quedar frente a ella.

-hermosa cena mi amor, me encantó compartir con tu familia- me dijo mirándome fijamente.

-la que ya es tu familia Bella- le dije rectificándole que desde que ella está en mi vida, todo lo mío le pertenece.

-¿Edward, te veré en una semana cierto?- preguntó con mucha pena.

-bueno aunque no queramos, pero es lo mejor, solo será por estas tres semanas Bells, hasta que dé el examen, solo nos veremos los viernes, sábado y domingo ¿estás de acuerdo?- le pregunté, ya que hasta ese momento solo lo habíamos mencionado pero no lo habíamos hablado abiertamente.

-no quiero pensar que por mi culpa sales mal en tu examen amor, así que aunque me cueste no verte durante la semana, esperaremos hasta el viernes- me dijo acercándose a mí apegándose cada vez más, hasta sentir todas sus curvas acopladas en mi cuerpo.

Al sentirla tan apegada a mí, mi cuerpo reaccionó inmediatamente, nos comenzamos a besar suavemente, pero poco apoco fue con más frenesí, nuestras manos sin más que decir, comenzaban a acariciarnos mutuamente, nos recorríamos por todas partes.

Al sentirla no pude resistirme a no desearla. Mi miembro comenzó a despertar rápidamente y me dio vergüenza, así que me solté sutilmente de mi amada y disimuladamente fui a cambiar el Cd. Ella quedó como ida en sus pensamientos. Me acerqué y seguí devorando sus labios. Ya me había tranquilizado, pero antes que despertara una vez más le dije a Bella lo tarde que era y que mañana ella tenía que levantarse temprano para el trabajo y que era mejor llevarla a casa.

-¿Bella?- le dije susurrando.

-¿mmm?- seguía besándome.

-¿me extrañarás?- le pregunté casi en un murmullo.

-¡con toda mi alma! añoraré el viernes para verte de nuevo- me dijo separándose de mí y mirándome a los ojos fijamente para que no tuviera ninguna duda.

-recibirás todos los días muchos mensajes amor, así sabrás que estoy pensando en ti, ¿ok?- le dije abrazándola con fuerza sintiendo en ella el mismo sentimiento de añoranza.

-Bueno amor, llévame a casa, no quiero llegar tarde mañana- me dijo dándome un beso rápido en mis labios.

Salimos de la habitación y bajamos. Aún estaban en la sala toda mi familia y Bella aprovechó de despedirse de todos y nos dirigimos a su casa. Durante el viaje íbamos tomados de la mano como dos imanes. Cada vez sentía que estábamos más unidos, más compenetrados. Nuestros sentimientos eran verdaderos y cada día que nos veíamos, se fortalecían.

Al llegar vimos las luces encendidas y supimos que Charlie había llegado, en mi interior pensé que a pesar de la hora era el momento de pedirle el consentimiento de nuestra relación con su hija, así que le pedí a Bella que me hiciera pasar para hablar con él.

A pesar que ella era mayor de edad, le tenía mucho respeto a su padre, además ella ahora vivía con él, así que le dije lo que intentaba hacer y Bella se puso tan nerviosa como yo, ya que era primera vez para los dos esta situación como todas las que habíamos vivido.

Era loco pensar que después de solo una semana y media ya queríamos formalizar algo y más el próximo fin de semana poner fecha de nuestra liansa. Pero estábamos tan decididos y seguros que eso era lo único que importaba. Al entrar Charlie estaba en su sillón viendo televisión. Bella fue donde él saludándole un beso y un abrazo y le dijo en el oído mis intensiones y se paro frente a mí saludándome.

-¡buenas noches Jefe Swan!- dije con timidez sintiendo mis mejillas arder.

-¡buenas noches Edward! Bella me dijo que querías hablar conmigo- hablo con suspicacia.

-sí, en realidad quiero ir directo al grano y no andar en rodeos con usted- no sé de donde salieron mis palabras y el valor para hablarle. –Se habrá dado cuenta que desde que nos conocemos con Bella hubo una atracción inmediata entre nosotros y que es evidente, ¿creo?- le dije con una sonrisa en mis labios a pesar del nerviosismo. –y queremos su consentimiento para vernos no solo como amigos sino como novios, eso sería para los dos una enorme alegría tener el consentimiento completo de nuestra familia- le dije con fluidez en mis palabras a medida que la confianza se apoderaba de mi. –es por eso que quiero pedirle permiso para venir a ver Bella como mi novia.

Charlie sonrió y me abrazó sin decir nada en ese momento, solo que cuando me soltó y me tendió la mano, dijo -¡claro que tienen mi consentimiento! He esperado esto desde que mi hija llegó aquí, me hacen muy feliz al saber que están juntos, creo que mi hija tiene un buen gusto como al igual que tu, creo que hacen una hermosa pareja y que me harían más feliz si algún día formaran una familia- dijo abrazando a Bella después que me soltó.

-Bueno yo me retiro, me voy feliz y tranquilo Charlie por su apoyo- dije ya tranquilo y con una sonrisa en mis labios por la felicidad que me inundaba, me despedí y Bella me acompaño a la puerta.

-nos vemos el viernes amor, extráñame tanto como yo- le dije besando sus dulces labios.

-espero que los días pasen rápidos para estar junto a ti nuevamente- dijo mi Bella.

-no sabrás cuando ya sea viernes y estemos así otra vez- le dije besándola suavemente.

Nos despedimos y me fui a mi carro mientras ella entró en su casa. Me iba feliz porque de alguna manera lo nuestro era oficial y teníamos 

Capítulo 14: "Petición" Capítulo 16: "Decisiones II"

 
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