-        Hija- Esme se abalanzó sobre mi uniéndonos en un gran abraso- estábamos muy preocupados por ti- estábamos afuera de mi casa, yo reuniendo fuerzas para enfrentarme a lo que venía, en un acto de milagro, yo llegue primero que Edward. Este aun no llegaba.

-        Lo siento madrina no fue mi intención- dije mirando a Esme y Carlisle- solo necesitaba pensar.

-        Lo sabemos- me dijo mi padrino, dándome una mirada de cariño, igual a la que Esme me ofrecía, creí que los encontraría enfadados, pero en sus ojos había más preocupación. Ambos miraron a mis espaldas, me voltee.- hijo también nos tenías preocupados- le dijo a Edward, en eso pensé en lo que había pasado y agregue a mi horror personal, la confusión del beso con Edward. Mi cabeza era un caos.

-        Lo siento, me tomo mucho tiempo convencer a esta terca de volver- dijo abrazándome por atrás, dándome una sonrisa pícara, en eso me tensé; ok, que diablos es esto acaso esta coqueteándome; en frente de sus padres. pensé.

-        Es muy terca- me dijo mi madrina, pero su mirada cambio- sabes que nos importas mucho y te queremos como a una hija- yo solo asentí, con mis lágrimas amenazando con salir.

-        Siempre vamos a estar para ti, pase lo que pase- siguió mi padrino.

-        Estamos para lo que necesites, siempre estaremos- me dijo mi madrina, con un pequeño beso en la mejilla, pues Edward no me había soltado, ese beso me trasmitió el amor maternal, que  me recordaba a René, pero   recordé sus palabras.

-         te quiero mi princesa-  se acercó mi padrino y me  dio un beso en la frente- no tomen tanto, eso no les  hace bien- nos dijo a los dos y se fue con mi madrina a  la casa.

Nos quedamos un momento asimilando las cosas hasta que mi vista volvió a mi casa, bueno si aún era mi casa, una lágrima salió de mi ojo, no sabía de como Phil se lo había tomado. Edward me volteó, sin soltar su agarre de mi cintura y me limpió mi lágrima, su rostro denota tristeza, sea como sea él era mi mejor amigo y sé que estaba triste porque yo lo estaba, al igual que yo estaría triste si él estuviera triste.

-        Tranquila, sé que tienes miedo- acaricio mi mejilla- pero tu eres fuerte y puedes con todo- me dio una media sonrisa.

-        A veces luchar tanto te llega a cansar- mis lágrimas salieron- ya no sé si pueda con una batalla más- me hundí en su pecho, dejando salir mi llanto, él me estrecho más fuerte, no sabía cuanto lo necesitaba, que estuviera conmigo, que él amor de mi vida estuviera aquí conmigo, aunque él no me quisiera igual era una gran fuerza para mí.

-        Tú puedes, además yo siempre estaré para darte fuerzas- dijo besando mi cabeza, nos separamos y nos miramos a los ojos, me perdí en ellos.

-        Gracias – tomé aire y me di vuelta para quedar frente a la casa- ay voy.

-        Hija- Phil se acercó a mi y me abrazó, lo abrasé con el mismo fervor- estaba preocupado.

-        Lo siento- dije separándome de él- necesitaba pensar y calmarme, lo de René- dije esto con dolor- me alteró mucho más de lo que ya estaba.

-        Sí, eso bueno me puedes explicar que fue todo eso del video- me dijo, yo solo agache la cabeza.

-        Vamos Bells, confía en nosotros- me dijo Victoria que se levantaba del sofá, no la había visto.

-        Esta bien, lo que pasó… - les conté casi lo mismo que le dije a Edward, claro omitiendo ciertas cosas, como el tema Félix, ellos escucharon atentos sin interrumpirme, parecían querer saber todo antes de tomar una decisión- eso es lo que pasó.- pasó un silencio que me consumía el alma, mientras Victoria y Phil se miraban, parecían hablar con la mirada, Edward tenía mi mano tomada junto a la suya, dándome apoyo que tanto necesitaba.

-        Bueno hija- pronunció por fin, Phil- nosotros  no somos  quienes para juzgarte- dijo tomando la mano de Victoria- nos hubiera gustado que hubieras tenido la confianza para contárnoslo antes y aunque la verdad me preocupa todos los peligros que pudiste correr llevando ese tipo de vida, me alegra que ahora veas tu error; no se como no me di cuenta de lo que hacías, René tuvo razón, yo debí…

-        No papá, ustedes no tienen culpa alguna- dije- yo sabía como lograr lo que quería.

-        Bueno, dejemos este asuntó hasta acá; al menos por hoy- dijo mirando a Victoria que bostezaba, debía estar cansada y más con esa panza- por el momento te quedaras a vivir aquí, René no esta- me miro y debió notar lo mal que me sentía- no importa, vivirás  con nosotros, luego iré por tus cosas; al menos hasta que todo esto se arregle- yo solo asentí, sé que mi madre iba a alejarme de Dulce, eso era lo que más mal me ponía.- vamos amor, te llevaré a dormir. Gracias por traerla- le dijo a Edward- Bella ve a tu cuarto debes descansar, hoy fue un día muy pesado- yo solo asentí.

-        Buenas noches, chicos- dijo Victoria, ambos nos despedimos mientras Phil la ayudaba a subir las escaleras.

-        Chao y gracias de nuevo- me abrasé a Edward como si jamás quisiera ser apartada de su lado.

-        Te quiero- me dijo y se fue a la puerta.

Con poca gana subí hasta mi habitación, me acosté en la cama y pensé en todo este royo con René, no sería fácil hacerla que me perdone, aunque en este momento no sabía si quería ser perdonada por ella, después de todo como me trato, pero si lo hacía debía tragarme mi orgullo y ver de que manera arreglar la situación, solo por Dulce, no quería que la apartaran de mí.

 Cuando miré el reloj, ya era más de media noche, así que me desvestí hasta quedar en mi ropa interior, color azul, me fui a mi armario a buscar mi bata, cuando oí que mi ventana se abría, vi a alguien entrar, iba a pegar un grito cuando vi su cabello, ese cabello cobrizo que reconocería en donde fuese.

-        Edward!!- dije- que haces- él terminó de entrar y cerro la ventana.

-        No es fácil entrar, mantén esa ventana abierta casi me…- en eso levantó su cabeza y me miró de pies a cabeza y una sonrisa pícara se dibujo en su rostro- por ver esto hubiera valido la pena matarse- no entendí lo que decía hasta que recordé, yo estaba en ropa interior, por inercia me puse rápidamente mi bata azul, sí tengo de varios colores; y me dirigí a él.

-        No me has respondido que haces aquí- le dije para cambiar de conversación.

-        Pues quería ver como estabas- dijo acostándose en mi cama.

-        Pues asimilando las cosas- dije aún en mi lugar. Tomé aire para preguntarle lo que tan confundida me tenía- Edward por que me besaste- él se sentó en la cama con una hermosa sonrisa en su cara.

-        Porque quise- me dijo de lo más normal, este que le pasaba.

-        Eso…- trate de decir asimilando la situación- no puedes andar besando a la gente así no más, porque quieres y menos a mí, soy tu mejor amiga, eso… como- estaba con mi cabeza un lio.

-        Tranquilízate Bella te va a dar algo- me dijo con su estúpida sonrisa, en este momento lo quería patear- solo quise besarte, no me digas que no te gustó, porque bien que me respondiste- se acercó un poco.

-        Pues que querías que hiciera- dije buscando una escusa para que no se diera cuenta de lo que en verdad me llevó a  corresponder el beso o los besos en todo caso- soy una chica que pasaba acompañada casi todo el tiempo- le cambie la forma de decirlo, la verdad ya me había dicho muchas veces Zorra en este día- y pues ahora ya no tengo nada  y vienes tu que estas muy bueno- no era un secreto siempre se lo decía, él solo sonrió, y se acercó un poco más- y me besas pues que querías que hiciera, necesitaba desahogarme, des estresarme.

-        Exacto- me dijo tomándome de la cintura- eso fue para desahogo mutuo- se acercó a besarme pero con un esfuerzo sobre humano, corrí mi boca.

-        Como que desahogo mutuo, estas jugando- le dije medio enojaba, él no sabía lo que esto le hacía a mi corazón- que quieres decir, que para que manejemos mejor el estrés nos besamos.

-        Otra ves acertaste- me dijo dándome un beso en la mejilla- mira tu eres mi mejor amiga y te quiero- yo estaba muy confundida- pero no te voy a negar de que también soy hombre y tengo ciertas necesidades, tu me entiendes - dijo un poco avergonzado- y por ese lado tu también estas muy guapa- dijo acariciando mi brazo, estaba más que confundida- tu necesitas relajarte al igual que yo- ok ay ya le entendí, quería solo sexo conmigo, para relajarse.

-        Que diablos estas diciendo- me aparte de manera brusca- quieres acostarte conmigo solo para quitarte las ganas- dije enojada, caminando por la habitación- me quieres utilizar como yo lo hice con los demás.

-        Bella no es tan así- me dijo tratando de calmarme- silencio que nos pueden escuchar- cierto, respiré y me trate de hablar un poco mas bajo.

-        Mira sé que tal vez te puedo parecer un tentador cuerpo- así era como me veían los demás, el hecho de que él lo hiciera me dolió- pero no voy a echar a perder mi amistad contigo solo por un calentón.

-        Bella no lo veas así y tu no solo eres un cuerpo, eres una maravillosa persona, llena de cualidades, que yo adoro- dijo acercándose.

-        Entonces porque lo quieres arruina- él se acercó mas a mí y acarició mi mejilla- porque me quieres quitar a la persona en quién más yo confió, en la única que me entiende.

-        Bella jamás me vas a perder ya te lo he dicho- iba a decir algo pero me cayo los labios con su dedo- mira el trato es más como amigos con ciertos derechos- me dijo otra vez algo avergonzado, no podía creer que este chico me estuviera diciendo esto- seré tu mejor amigo y también tu amigo con ciertos beneficios.

-        Dos personas- dije casi en un susurro, entendiendo lo que trataba de decirme.

-        Eso, tu mejor amigo no desaparecerá, ni tampoco mi mejor amiga- me sonrió- solo que a la ecuación se sumara otro tipo de amistad aparte de esa. Que dices- me preguntó.

Yo estaba en blanco, esto era algo extraño, aunque su trato tenía lógica,  por una parte yo lo amaba pero jamás se lo diría, esta sería una forma excelente de estar junto a él de esa manera sin que se supiera mi secreto; pero si se arruinaba la amistad que teníamos, aunque él dijo que serían dos personas apartes, dos tipos de relación. No  sabía que hacer. De repente sentí que sus labios tomaban los míos de manera dulce al principio, empecé a llevarme por el beso y así abrí mi boca para profundizar el beso, que pasó a ser más demandante convirtiéndose en uno muy apasionado, sus manos me apretaron más junto a él y mis manos viajaron a su cabello, enredándolas. Reprimimos jadeos en nuestras bocas, la verdad este beso era gloría, bueno besarlo era estar en mi paraíso personal; seguimos hasta que nos separamos para respirar sin apartar nuestras miradas.

-        Lo tomaré como un sí- dijo con una sonrisa de la que me mataban.

-        Prométeme que  mi mejor amigo, no se irá pase lo que pase con mi amigo con beneficios- dije muy seria.

-        Te lo prometo y tu me prometes lo mismo- me dijo también serio.

-        Lo prometo- sonreímos y volvimos a besarnos, este día había sido de locos, otro gran cambio en   mi vida.

Vamos a ver si cumplen la promesa……… espero les guste y entretenga, espero sus reacciones en los comentarios.

Chicas les quiero contar que la historia ya la tengo lista(solo me falta el epitologo pero quiero esperar a ver que cosa se me ocurre) leo los comentarios y según lo que me digan ustedes trato de agregarle o quitarle cosas para que sea más de su agrado pero como ya esta finalizada no puedo hacerle cambios drásticos, pero tratare de que quede bien :]

Nos leemos

Saludos desde COSTA RICA

 SUCULLEN

 PURA VIDA