– Tal vez sean peregrinos - opino Esme.
- De cualquier forma, será muy bueno oír novedades. Las criadas descendieron corriendo por el salón. Allí, se encontraban un buen número de habitantes y criados del castillo. Todos estaban ansiosos por recibir visitas. Fue a la cocina para pedir que preparasen pan y cerveza para ser servidos, Bella casi se choco con su marido. El acababa de venir de fuera y tiraba su capa.
- Quien está llegando? - preguntó ella.
- No tengo idea. Es un pésimo día para andar afuera - Edward respondió mientras se refregaba las manos.
Depuse, tocó el rostro de su esposa.
- Ay, vos está helado - protesto ella. Al verlo sonreír, Bella reflexionó que su marido había cambiado para mejor. Feliz, lo acompaño al salón. No tuvieron que esperar mucho antes de un único hombre fuera traído a su presencia . Era de tamaño medio, magro y tenía cabellos y ojos negros. Sonriendo, los saludo .
- Saludos, mi señor y mi señora. Alargando la sonrisa, giró hacia para Bella. Sin duda, eso provocaría un ataque a su marido, pensó ella, amedrantada.
- Quien SOS vos y para que vino a Volterran? - preguntó Edward.
En vez de responder, el se hombre dirigió a ella:
- Bella, vos no me reconoces? Sorpresa, ella miró de soslayo a su marido antes de responder.
- No, no .
- Ah, eso me deja acongojado. Sé que hace muchos años, pero yo esperaba...
- Quien SOS vos? - repetía Edward, pero esa vez en tono furioso que hizo a todos estremecer, excepto al recién llegado.
- Bella, como no me reconoces? Soy Rile, tu hermano - dijo el hombre, abriendo los brazos en un gesto exagerado.
Se Hizo silencio, que fue luego interrumpido por el barullo creciente de voces. Alarmada, Bella oyó unos comentarios sobre su hermano y el hecho de ser el heredero de James.
Asustada, miró a su marido. Aunque Edward se mantuviese impasible, ella podía ver o brillo de rabia en los ojos cenicientos. Sabía que , sin duda, el quería matar a ese hombre.
Bella lo vio controlarse y girar hacia ella. Pero antes que Edward hablase, ella sacudió la cabeza y dijo:
- No, eso no es verdad. No tengo un hermano.
- Bella, vos no podes haberme olvidado - el hombre protesto con un voz suave.
Bella temió por la paz precaria de su matrimonio.
- Como osa perturbar la armonía de mi hogar ? Él le dirigió un mirada triste y murmuró:
- Ahí, Bella.
Bella sintió como si el piso se abriese a sus pies . SE Acordó vagamente de rulos negros y de una voz infantil.
Ella tambaleo y se dejo caer en una silla. Estaba completamente paralizada con el descubrimiento.
- Rile - balbució.
Un silencio profundo dominó el ambiente, pero luego fue quebrado por una voz enérgica.
- Vos conoces a este hombre? Es su hermano? – la cuestiono Edward.
Apretando sus dedos en las sienes de la cabeza, Bella busco imágenes de un pasado distante que había enterrado hacia tanto tiempo . Pero, ellas no acudían a su mente.
- Mi señor, yo tengo... – comenzó el hombre, pero Edward lo interrumpió con un grito.
- Silencio! Quiero la confirmación de mi esposa. Y entonces? - preguntó
– Yo tenía un hermano, pero el murió hace mucho tiempo atrás - respondió ella con un mirada triste para el extraño.
- No, nena, yo no morí. Nuestro padre me mando a la propiedad donde, mas tarde, yo recibí entrenamiento militar.
Con una mirada, Bella intentó avisarle que tuviera cuidado, pues él estaba ardiendo como el fuego. Pariente o no, sería mejor él se fuera antes que Edward lo atacara.
Como si leyese sus pensamientos, su marido le dirigió una mirada penetrante.
- Cuando murió el?
- No me acuerdo. Yo era muy pequeña.
- De que murió el ? Vos viste su cuerpo? Bella puso sus manos en sus oído.
- Para con esto! No puedo acordar arme. Sólo sé que él, mi hermanito , mi padre y mi madre murieron.
Ella temía una mezcla de tristeza y rabia. Como podía el hombre, a quien amaba, tratarla de esa forma?
Ignorando la expresión severa de Edward, el extraño se arrodillo delante de Bella y le tomó las manos entre las de él.
- Bella, no fue mi intención perturbarte, lo juro. Cuando salí de casa, yo era muy chico y nunca más tuve noticias de nuestra familia. Pero más tarde, un hombre, a quien yo servía como soldado, cayó en manos de su enemigo. Entonces, inicie mi larga búsqueda y, finalmente, te encontré.
Esa vez, el silencio no pareció normal, pues hasta Edward se mantuvo calladlo. Bella sabia que todos esperaban su reacción, pero no ignoraba que era mejor no demonstrar ninguna. así mismo, no consiguió impedir las lágrimas.
En silencio, miró a su hermano, a quien imaginaba muerto, y se levantó para abrazarlo.
Edward andaba de un lado para otro, intentando calmar su mente perturbada. Se Encontraba en un dilema. Nunca se sentía tan confuso. Y todo por causa de la llegada de un hombre.
El hermano de Bella. Frustrado, el crispo sus manos. Su primera intención había sido matar al desgraciado. Apenas un esfuerzo sobrehumano lo impedirá.
Tal fin seria mucho rápido para alguien del linaje de James. LA venganza, su vieja compañera, sugería una infinidad de torturas. El podría ejecutarlas sin que nadie interfiriese.
Nadie, excepto su esposa.
Maldiciendo, Edward continuó su andar hasta que una voz lo hizo parar . El había se olvido de la presencia de Jacob.
- Verdadero problema, cierto? Si vos hubieses encontrado a Rile primero, podrías haberlo matado y todavía quedarte con su hermana como trofeo, pero ahora...
El sirio no terminó.
- Si no tenes consejos para ofrecer, no abras la boca – protestó Edward.
Ignorando las palabras ríspidas, Jacob preguntó:
- Vas a matarlo?
- No! - Edward respondió rápidamente. Se Acordar aba del rostro de Bella y de sus lágrimas durante el reencuentro en el salón y sabia que no podría destruir a su hermano. Quería mucho ejercer la venganza finalmente, pero algo, mucho más fuerte, se había arraigado en su corazón cuando vio a su novia, de cabellos rojos, por primera vez. EN los días y noches después del casamiento, el sentimiento había crecido y se tornado mucho mayor que su carencia de represalias. Y ahora exigía que él protegiese a Bella todo costo, mismo pagando el precio del objetivo precioso.
- Vos vas a dejarlo vivo? Ese hombre podría exigirle al rey Edward su herencia? - preguntó Jacob.
- Esa reivindicación ya fue acordada - respondió Edward.
- Cierto. Pero si me acuerdo bien, vos también surgiste de entre los muertos para suceder a tu padre.
– Un Caso completamente diferente!
- Será? Si el recupera la propiedad de su tío, vos no sufrirás grande perdida. Volterran es mucho más grande y próspera aun sin ella.
Mentalmente, Edward concordó. Volterran le proporcionaba riqueza y poder, aun no teniendo necesidad financiar, el no cedería la propiedad de James. Ella le partencia por una cuestión de sufrimiento, de lucha y de venganza.
Jacob prosiguió:
- Vos no precisas aliarte al sobrino de tu antiguo enemigo. Podes prohibirle la entrada Volterran y encontrarse con su hermana. Eso sin hablar de la posibilidad de guerrear contra él.
Edward giró y miró al sirio. Aunque su estómago estuviese sanado, éste se le contrajo en una reacción contra a idea de privar a Bella de la convivencia con su hermano. La mujer no mencionaba diariamente sus ganas de formar una familia? Si el apartase a ese pariente, Bella protestaría y, probablemente, dejaría de amarlo. A pesar de que Edward no había buscado ese afecto, se negaba a destruirlo.
Apretó los labios por no querer revelar sus sentimientos. El sirio se reiría de su disposición de curvarse ante los deseos de su mujer. Aun así, no haría otra cosa. Bella venia en primero lugar.
AL concientizarse de eso, una nueva idea se le ocurrió.
- Donde dijo Rile haber luchado?
– EN los pantanos, bajo el mando de un hombre llamado Mollinos.
- Una guerra que algún años atrás provoco gran destruición de estas tierras?
- Si. Vos sospechas que Rile, además de ser un James, tenga practicado algo?
- Digamos que yo quiero saber un poco sobre su pasado , aunque sea difícil descubrir señales de un hombre en los pantanos. Porque imaginad que le llevó tanto tiempo encontrar a du hermana?
– Tal vez el hayas esperado para ver si vos la matarías, para, entonces, reivindicar su propiedad.
Edward quedó tenso. No gustaba de ser recordado de lo que se olvida tan fácilmente. Sin duda, Bella tenía sangre de James, pero , ella era diferente, mejor que cualquier cosa producida por aquel desgraciado. Y Rile?
- El hecho de él ser hermano de Bella no quiere decir que sea un hombre bien. Lo opuesto también puede ser verdadero. Preciso descubrir su carácter antes que el haga algún mal a mi mujer. Donde estaba Rile cuando ella fue dejada en la calle, o cuando tuvo que trabajar como criada?
- El afirma que le fue imposible dejar los pantanos . Pero si vos deseas mas informaciones sobre él, iré a procurarlas.
- Yo mismo iría si no fuese mi obligación proteger a Bella y la propiedad.
- Tu lugar está aquí, Edward. Iré no sólo por tu causa sino también por la de lady de Callen.
- Gracias. Me gustaría saber también como encontró a su hermana depuse de todos estos años - dijo Edward.
- Rile puede ser el mismo hombre de cabellos negros que anduvo indagando sobre ella en el convento y otros lugares.
- Tenes razón. Pero por qué tantas preguntas? Y porque escondió su rastro a punto de que vos no pudieras encontrarlo ? Hay muchas circunstancias peculiares que me dejan intrigado con Rile.
– Voy a descubrir lo que pueda. Pero vos debes saber que todo puede ser como él dice. Y si Rile no fuera el villano que vos imaginas?
- Veremos. Mientras yo no tenga noticias tuyas, Rile quedará hospedado en el castillo, donde pueda mantenerlo bajo vigilancia.
- Hallas que hacer eso es sensato? Y si tu esposa se aferra afectivamente al? Ella hallará mucho más difícil aceptar lo que pueda acontecer.
Aferrarse. A Edward no le gustó la palabra ni la idea. El celo despertado en el momento cuando vio a su mujer abrazar otro hombre, aunque fuera su hermano, le estrujo el pecho. Agitado, recomenzó a andar de un lado para otro.
Si expulsase a Rile James de Volterran, corría el riesgo de perder el amor de Bella. Si lo dejase quedar, tendría que repartir ese afecto con él. Su mujer acabaría teniendo su preciosa familia. Y él, que tendría? De repente, los ojos de Edward brillaron. Sabía que una manera de mantener la atención de Bella focalizada únicamente en el era darle lo que ella pero deseaba.
En la embarazaría
Su esposa estaría mucho mas interesada en el bebe creciendo en su barriga que en un pariente adulto. Edward sonrió. AL final, no era una mala idea tener un heredero. Bella era fuerte y muchas veces le dijo que las dudas en cuanto a su embarazo no eran tonterías. LA amenaza de Rile era real y se encontraba ahora y allí . Por otro lado, los peligros del parto eran vagos y pertenecían al futuro.
Alargando su sonrisa, Edward se decidió.
– Y que te dejo tan satisfecho así de repente? - preguntó el sirio.
- Podes desearme felicidades, Jacob, pues voy a engendrar un heredero en mi mujer.
Edward sintió una puntada de ansiedad al entrar al cuarto. Intentaba convencerse de que esa noche no sería diferente de otras. Con todo, el peso de la resolución tomada lo desmentía. Estaba determinado a dar a Bella lo que ella tanto quería. Sonrió al pensar en ella preñada.
Pero se acordó del consejo de Carlisle. Para tener éxito, deberían hacer amor lentamente. Esa palabra no describía el comportamiento habitual de ambos.
- Edward? - Bella llamó desde la cama.
- Si?
- Gracias por no haberlo matado.
- Tu hermano?
- Si. Es tan extraño verlo depuse todos estos años t. Imagino como Alice se sintió cuando vos volviste del leste.
Edward ya se desvestía , pero paró. Nunca había pensado en los sentimientos de su hermana al volverlo a ver. Acabo por tirar sus ropas.
- Yo mal puedo acordarme de eso. Un rostro, impresiones huidizas. Es muy frustrante, pero estoy contento por continuar vivo. Muy agradecida por dejarlo quedar aquí.
Murmurando cualquier cosa, Edward se echó a su lado. No quería hablar sobre su hermano, ni sobre asunto alguno. Prefería acomodarse entre sus Las piernas y... Lentamente, se dijo a sí mismo.
Le Acaricio las curvas y se deleito con su piel sedosa. Aparto el cobertor para admirarla bajo la luz de la chimenea, pero la visión de su cuerpo acrecentó du pasión y cerró los ojos para controlarse. De nada sirvió. Su perfume lo envolvió, intoxicándolo. Enterrando su rostro en sus cabellos, el procuro retardar el deseo creciente.
- Nick - susurro ella, inflamándole los sentidos.
Mientras sus dedos le recorrían el pecho, el levantó la cabeza para besarla. Bella recibió la caricia con avidez, juntando su lengua con la de él en una danza frenética. Al instante siguiente, Edward pensó que explotaría si no la poseía.
Apartando los labios, el respiro profundo. Precisaba de unos segundos para readquirir calma. Bella, entretanto, comenzó a besarlo en el cuello el pecho, al mismo tiempo que lo agarraba a lo largo de la espalda .
Maldición! Edward notó que su mujer lo llevaría al desvarió. Sería mejor hacer amor ya, antes que él se tornase excitado y desesperado. La empujo con delicadeza , abrió sus Las piernas. Entonces, la penetro.
Êxtasis! Edward se mordio el labio en un esfuerzo por mantenerse inmóvil. Tenía que conseguir que su mujer no comenzase a mover sus caderas con su sensulidad habitual.
- Bella! - protesto él.
- qué?
- cálmate un poco.
- Por qué? V estás lastimado?
Ella se empujo hacia atrás a fin de observarlo y Edward apretó los dientes al sentir la sensación deliciosa provocada por el movimiento.
- No. Yo sólo quería le darte lo que vos queras, pero... Ahí - gimió el.
Verdadero tormento. Algunos segundos más de deseo y el abandonaría su objetivo para saciarse.
Por cierto, el conseguirá llamar la atención de su mujer, pues ella le tomó el rostro entre sus manos y preguntó:
- Edward, que está pasando?
- Para concebir un hijo, temas de hacer amor lentamente. Naturalmente, el debía haber esperado que Bella no acordaría, pero se espantó al oírla reír.
- Ay, Edward, vos no podes creer en esas historias de viejas con comadres - dijo ella entre dos accesos de risa.
- No fue una vieja comadre sino Carlisle quien me explicó eso.
Bella rió sin poder controlarse y recostó su cabeza sobre el hombro de su marido.
- Edward, vos le creíste a Carlisle? El frunció la cara . Pensando bien, no había razón para que un viejo soldado entendiera del asunto.
- No es verdad entonces? - preguntó, demudado.
- No - respondió Bella en tono serio y suave. El pensó en las mujeres orientales que, a pesar de ser tomadas con violencia quedaban encinta. Bella estaba en lo cierto.
- Como, entonces, vamos garantizar la concepción? Bella le ofreció una sonrisa seductora que lo hizo darse cuenta de que todavía estaban unidos.
- Imagino que debemos redoblar nuestros esfuerzos - murmuró ella.
LA reacción de Edward fue inmediata. Con las manos en sus caderas, la empujo para juntarse aun mas .
- Y no es preciso ir más lento?
- No - confirmo ella.
- Óptimo! - exclamó el y la cubrió con su cuerpo para iniciarlas acometidas.
Bella elevo su trasero y puso sus Las piernas al redor de la cintura de Edward, envolviéndolo con su calor. El deseaba quedarse allí para siempre.
- Yo te amo - susurro ella.
Su confesión sonó suave, el temía no volver a oírla, entonces Edward se inmovilizo. Admirando la cara colorada y los ojos brillantes de su esposa, le gustaría decirle cuanto esas palabras significaban para él. También el sentía afecto por ella, pero no sabía expresarse. No era más que un bardo sin don de palabra.
– Yo lo sé - dijo él, continuó mirándola hasta la pasión creció y no pudo ser ignorada.
Entonces, Edward le lleno el cuerpo mientras ella le henchía a alma.
Mucho depuse de advertir que Edward dormía, Bella continuó recordando . que la había llevado a decir aquello? Había jurado nunca mencionar su amor por su marido. No obstante , eso fue dicho espontáneamente y no debía arrepentirse.
El buen sentido le avisaba que había dado a su marido un arma para el destruirla. Con todo, su corazón batía alegremente, apoyando su declaración.
Edward no la había ridicularizado, sino mirado con inmensa ternura al decir: Yo sé . No era esa una buena razón para confiar en él?
No. la negativa habitual le surgió en su mente, pero sin mucha convicción. Edward había cambiado mucho. No era más un hombre frío y cruel que la atormentara como al iniciales matrimonio. Cuido de ella durante su enfermedad y, con un instinto de protegerla, casi le negó su derecho a tener hijos. Pero hasta en ese punto, el ya había cedido.
Bella suspiró. Sin duda, estaba apasionada por su marido, condición que le afectaba su juicio . Quería creer en Edward, pero ahora había que considerar no sólo la posibilidad de tener un hijo sino también la presencia de su hermano en el castillo.
Al pensar en Rile, se acordó de la sorpresa que le causo el hecho de que su marido lo hubiese convidado para hospedarse en Volterran, cuando en verdad, quería matarlo. Edward había conservado la vida de su hermano por causa de ella. Esa no era una señal de devoción del? A Bella le gustaría creer en eso, pero no sabía si Edward tal vez lo hubiese planeado. Las motivaciones de el continuaban siendo un misterio.
Intentó ordenar sus emociones. El rostro de su hermano, hacia tanto olvidado, danzo delante de sus ojos así como el del hombre echado a su lado. Fue tomada por una sensación de mi augurio. LA ligazón entre ella y su marido no pasaba de algo nuevo y frágil, mientras su odio por los herederos de James era arraigado. Como seria posible evitar el derramamiento de sangre? Bella se estremeció. Hasta hacia poco tiempo, vivía sólo entre mujeres y, ahora, dos hombres que exigían su lealtad.
hola aqui el otro capi q les prometi espero q lo disfrunten q le parecio la sorpresa? me dice q tal saludos bye
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