Narra Jacob
Me di una ducha rapidita y Lugo me puse un pantalón largo vaquero y una camisa a cuadros de tonos azules y grises.
Le hice una perdida a mi chica.
Cogí el coche y me dirigí a su casa.
Toc, toc, toc
Abrió Edward la puerta. –Hola Jacob, ¿Cómo estás?
- Bien. Venía a por Alma. ¿Está?
- ¡Sí! ¡Ya bajo! –me gritó de arriba.
Vino a saludarme Bella pero hizo un gesto raro y se quedó paralizada.
- ¿Qué te ocurre? –le pregunté.
- Nada, Jacob. La sangre… aún le cuesta un poco.
- ¿Qué sangre?
- Nada. Cosas de Alma.
No sabía en que quería decir.
Narra Alma
Oí la voz de Jacob y dije que bajaba, pero antes de bajar fui al baño e hice pis.
- Mierda… -susurré.
Puñetero periodo. Se me adelantó cinco días. –pensé.
Cuando me puse un salva slip y un tampón bajé.
Sonreí a Jake y le di un corto beso.
Vi a mi madre controlándose por la culpa de mi sangre.
- -Oh, lo siento. –le dije.
- ¿Cómo vas a disculparte por algo así? Ve, diviértete. –me sonrió mi madre.
- ¿Esta noche que haces?
- Me quedo con Jacob sí él quiere. –Jake tan solo asintió.
Me olvidé de coger la ropa y medios de higiene.
- Un segundo. –dije y me quite los tacones y subí todo lo deprisa posible y me metí los salva slip y tampones en una bolsita y luego cogí algo de ropa.
Volví a bajar y me puse los tacones. –Ya está.
- ¿Vamos? –asentí.
- Adiós, ya vendré mañana.
Salimos de la casa y estaba algo preocupada por mi madre.
Me subí al coche de Jacob y emprendimos el trayecto a casa de su hermana.
- Alma, ¿te puedo preguntar una cosa? –eso me preocupó, no se porque.
Le miré fijamente y él desvió un segundo la mirada de la carretera para sonreírme.
- ¿Qué?
- ¿Por qué tu madre estaba así?, me han dicho no se que de sangre. ¿Te ha ocurrido algo?
En eso que me preguntó me puse muy roja, ¿Cómo me preguntaba eso? Era mi novio, pero ¿y que?
Me volvió a mirar y este se preocupó -¿Te ha ocurrido algo? Dímelo, no pasa nada.
- Jake… que vergüenza.
- ¿Qué ha pasado? –paró el coche a un lado y me miró fijamente. –De verdad, Alma. Me estás preocupando.
- Jake, vuelve a la carreta, que no me pasa nada. Tan solo es que me ha bajado el periodo. Ya está… -susurré.
Hubo silencio y Jacob volvió a la carretera, íbamos en silencio.
- Me habías asustado. –dijo por fin.
- Lo siento, pero en mí es algo normal. Me alegra tener esto al menos humano.
- ¿Por?
- Por que quiero tener hijos tuyos. –me puse nerviosa y muy roja.
- Yo también me alegro. Pero será algo extraño, ¿no? Vampiros y hombres lobos. ¿Qué ocurrirá?
- No lo sé, pero me da igual. Estaría igual de feliz. –sonreí.
- Y yo también.
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