Enamorandome de un Gigolo

Autor: midnight_medianoche
Género: Romance
Fecha Creación: 19/09/2012
Fecha Actualización: 17/07/2013
Finalizado: SI
Votos: 5
Comentarios: 4
Visitas: 20284
Capítulos: 17

Alice a sus 20 años es virgen, sus amigas intentan persuadirla de salir con chicos para que deje de serlo. En la ultima negativa, Bella y Rose, deciden pagarle a un chico para que salga con Alice, pero no cualquier chico.. un Gigolo. ¿Qué pasara cuando Alice se entere? ¿Perdonara a sus amigas por su traicion? Sobretodo, ¿Olvidara al chico del que se enamoro?

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esta historia es de  Paulinita Rathbone ... como siembre gracias a todos lo que leen 

bueno ella me pidio que recomiende su beta asi que aqui va:

Se llama Eve Sophie Runner Pattinson, del grupo de betas FFAD

pacecen si quieren

 

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Capítulo 13: capitulo 13

_-Enamorándome de un Gigoló-_

-13-

Jasper POV

Estaba totalmente desconcertado, tenía muchas cosas en la cabeza como para que ahorita me estuviera preocupado por el hecho del ¡Por qué demonios la señora Nichols estaba aquí! Posiblemente tenía asuntos que resolver con estas chicas. Pero para mí ahora mi prioridad era encontrar a Alice. Hacía más de dos semanas que ella no me hablaba y tampoco me contestaba los mensajes, me frustraba más cuando yo me acercaba a ella en la escuela y ni siquiera se inmutaba o simplemente me ignoraba.

¿Qué había hecho mal?

Entonces mi cerebro comenzó a trabajar más rápido ¿Qué si Alice había descubierto en que trabajaba? ¡Oh no! ¡Era eso! Seguramente se dio cuenta de que no trabajo en un acuario como le había dicho y se enteró de que trabajo en las noches en ese lugar, era lógico que me evitara, le disgustaba verme a la cara, pero debo explicarle el por qué lo hago, quiero decir, necesito ganarme la vida de alguna manera ¿No? Es mejor que ser un ladrón.

Mis pensamientos fueron interrumpidos por la voz de las chicas.

― ¿Qué hace aquí? ―preguntó Rosalie―. Hace meses que no teníamos contacto ―miró de reojo a Bella, que se hallaba un poco alejada pero con la mirada sobre mi y debo recalcar… furiosa.

―Precisamente porque no teníamos contacto, no podía darles las malas noticias.

― ¿Qué? ―interrumpió Bella―. ¿Hay más? ¿Qué será…? ¿Qué su hombre tenía hepatitis tal vez? ―esta chica era buena con el sarcasmo pero… ¿Qué cosa dice?

―Señorita Swan, mis chicos están completamente sanos ―me miró, pareciera que era la primera vez que me veía―. ¿Jasper? ¿Qué hace usted aquí?

―Pues…

―Eso mismo era lo que le decíamos ―esta vez interrumpió Rosalie―. Ya ha acabado sus servicios con nosotras ¿Le puede pedir por favor que deje de actuar?

La miré con el ceño fruncido, ¿de qué demonios está hablando?

―Señorita Hale, ¿Jasper está trabajando para ustedes? ―me miró mal, como si estuviera traicionándola pero yo no había hecho nada―. Sabe perfectamente que el contrato estipula que mientras estés trabajando para mí… ¿a caso lo olvidó?

― !No! ―dije algo asustado, de verdad necesitaba este trabajo―. En realidad…

― ¡Claro que trabaja para nosotras! ― ¡Qué barbará esta mujer! No puede dejar de interrumpirnos―. Yo no entiendo por qué se siguen empeñando en seguir esta farsa, ya se ha acabado.

Miré a la señora Nichols y ella me miró a mi, seguramente igual que yo no entendía ni una palabra de lo que ella estaban hablando.

―Señorita Swan sería mucho pedir que me explicara de qué está hablando.

― ¡No se burlen de nosotras! Estoy muy emocional ultimadamente y no estoy como para bromitas. Este tipo… ―me señaló con la mano―. Ha cumplido con lo que se le pagó, así que por favor dígale que se retire antes de que agarre mi figurilla de metal solido y se la arroje en la cabeza, ¿puede hacerlo? ¿o no?

Abrí los ojos asustado, esta mujer estaba más loca de lo que pensaba.

―Disculpe ―le pasó la mano por el hombro a Bella y le susurró algo, ella solo asintió y se cruzo de brazos―. Lo que mi amiga trata de explicar, es que Alice ya sabe la verdad acerca de Jasper, es por eso que no le vemos caso de que el siga aquí.

― ¿De mi? ― ¡Lo sabía! Sabía que Alice había descubierto en donde trabajaba―. Ella lo sabe… ―susurré.

―Sí, la verdad no queríamos que se enterara pero desafortunadamente así fue.

― ¡Vaya! ―exclamé desilusionado―. No sabía que lo que hacía era motivo para avergonzarse.

―Es que a cualquier mujer le gusta la exclusividad, no creas que a mi me gustaría que mi novio lo vieran otras mujeres ¿O sí? ―me dijo de nuevo Rosalie.

―Pero no hago nada malo ―me quejé―. De cuando acá tocar en clubes desnudistas se define como algo malo.

Me crucé de brazos, estaba molesto ahora.

―Espera ¿Qué dijiste? ―preguntó Bella, acercándose a mi―. Repite lo que dijiste

―Que no era justo que…

―No, no, no ―me interrumpió de nuevo―. ¿Qué es lo que haces?

―Ya te lo dije, toco en el club de la señora Nichols ―cabeceé hacia ella, lo cual me sonrió dándome ánimos.

―De hecho es el mejor guitarrista que tengo ―contestó sonriéndome de nuevo―. Por eso es el contrato de exclusividad, solo puede tocar para mi club y nada más. No me gustaría perder un talento así.

― ¡Qué! ―Rosalie alzó la voz―. Pero, pero… ¿Él no es el gigoló que nosotras contratamos para Alice? ¿El tipo que nos dijo que se encontraría casualmente con nuestra amiga, que estaría con ella para ser su cita por no sé cuanto tiempo?

¿Qué? Abrí los ojos por la sorpresa ¿YO? ¿Un gigoló? ¡Pero qué estupidez era esa!

― ¡Claro que no! ―mi jefa se cruzó de brazos―. De hecho ese es el principal motivo por el cual me quería comunicar con ustedes, debía explicarles que el hombre que ustedes contrataron tuvo un accidente la misma noche que vinieron a verme y está en el hospital recuperándose de una pierna rota y una fractura de brazo. Estuve tratando de comunicarme con la señorita Hale para preguntarles si disolverían el contrato o si querían que les enviáramos a otro, pero después de 15 días desistí de hacerlo y devolví el dinero que me pagaron por la renta del otro Jasper. ―miré a las dos que estaban con la boca abierta―. ¿Qué no han revisado sus cuentas?

La escena fue muy de película. Bella y Rosalie estaban con la boca abierta y de repente se vieron una a la otra, Rosalie frunció el ceño y tomó a Bella de los hombros y la sacudió.

― ¡Tu rompiste mi teléfono! ―la sacudió más―. También destruiste mi chip, si no hubieras sido tan salvaje, nos hubiéramos enterado que Jasper no era el otro Jasper y nada de esto hubiera pasado ―le decía a gritos―. Alice seguiría aquí con nosotras, ¿ves? ¡Te lo dije!

Bella solamente negó varias veces, sus ojos comenzaron a cristalizarse. Lágrimas caían por sus mejillas.

― ¡Lo siento tanto Rose! ―se disculpó Bella entre lágrimas―. Entonces todo lo que pasó es mi culpa ¡Es mi culpa! No era tuya como siempre lo pensé, era mía… ¡Toda mía!

Se tapó la cara con las manos y comenzó a llorar más fuerte, miré a mi jefa que solamente negaba con la cabeza, me susurró que me veía en el trabajo antes de salir por la puerta. Yo me quedé observando la escena por un momento. Ahora entendía el por qué de su mal trato hacia mi, ellas creían que yo era aquel tipo y simplemente protegían a su amiga, pero si no querían que esto pasara ¿Por qué demonios contratarían a…? Ahora lo recordaba… aquel tipo era el otro Jasper, lo conocía no era un mal sujeto pero tenía una practicas medio extrañas y estaba algo zafado, no quería ni imaginar a él junto a mi Alice.

―Cálmate Bells ―la abrazó―. No quise gritarte, es solo que todo esto me sobrepasó ―me miró a mi ahora, sus ojos mostraban arrepentimiento―. Y a ti creo que te debemos una disculpa, pensábamos que eras ese tipo, es por eso que nos portábamos algo diferentes. Puedo imaginarte lo confundido que te sentías por ello ¿no?

―La verdad es que si, no sabía porque les caía tan mal si no me conocían ―contesté―. Pero ahora entiendo la razón, sé que solo protegían a su amiga pero no entiendo para que pagar a un hombre para que saliera con Alice, ella es estupenda.

―Lo sabemos, pero lo hicimos porque… la verdad ahora no tiene importancia el saber el motivo ―se separó de su amiga que seguía llorando―. ¿Podrías perdonarnos?

―No hay nada que perdonar, pero hubiera sido de ayuda que se hubieran acercado a hablar conmigo, tengo entendido que las clientas se acercan sus "hombres" para preguntarles ciertas cosas, si lo hubieran hecho quizás muchas cosas se hubieran evitado.

―Como viste no somos unas expertas en el tema ―comenzó a reír, lo cual, me contagió―. La hemos regado demasiado, ahora Alice nos odia y te odia… todo por nuestra culpa. Debemos hacerla escuchar ―negó varias veces―. Debes hacerla escuchar, a nosotras no nos hará caso, está demasiado molesta y no creerá nada de lo que le digamos ¿Podrías?

―Pero… ―me rasqué la nuca nervioso―. No es que no quiera chicas ¿Cómo se supone que lo haré? Cada vez que intento acercármele me rehúye, ya intenté muchas veces pero corre al verme.

― ¡Debes hacerlo! ―Bella se me acercó y me tomó de las manos, yo la miré confundido, se que no era su favorito y su manera de tomarme las manos era desesperada―. Sé que puedes, por favor, yo tuve la culpa de esto… no sé, ella no nos habla ―sus lágrimas seguían cayendo por sus ojos―. Tú debes hacerla entrar en razón, por favor Jasper ―era la primera vez que me decía por mi nombre, sin un mal sonido siguiéndole, yo asentí, no solo lo hacía por ellas, lo hacía más por mi, amaba a Alice y mucho, haría y daría lo que fuera por recuperarla, quizá esta situación era una mierda pero sé que puedo resolverla―. Por favor.

―Lo haré ―dije decidido, aún sin saber qué hacer pero de que Alice volvería a ser mía, lo sería.

― ¡Gracias, gracias! ―se lanzó a mis brazos y comenzó a llorar de nuevo, yo le correspondí el abrazo, mirando a Rosalie preguntándole en silencio lo que pasaba.

―Bella ahora tiene las hormonas algo alborotadas ―sentí a esta tensarse, se separó de mi y bajó la mirada―. ¡No seas tonta Bella! Tiene derecho a saberlo, de una manera u otra es parte de nuestro grupo.

― ¿Qué pasa? ―pregunté aun más confundido.

―Estoy embarazada ―me soltó de repente―. Es por eso que quizá mi comportamiento no era del todo agradable.

―Este… pues, felicidades, de verdad en hora buena ―le sonreí sinceramente―. Edward y tú serán buenos padres.

―Y tú un buen tío ―me respondió con una sonrisa―. Bueno, antes de eso debemos recuperar a nuestra Alice ¿no?

Asentí con más ánimo, aunque estaba un poco molesto por todo, decidí dejarlo a un lado. No era tiempo de ponerse de malas, tenía una misión: Recuperar a mi Alice. Lo haré, aunque sea lo último que haga, ella volvería a estar en mis brazos. Debía decirle lo mucho que la amo.

Alice POV

Otro día más. La verdad vivir en casa de mis padre no era nada entretenido. Los últimos días me la he pasado con una rutina de lo más agotadora, casa, escuela, trabajo y casa de nuevo ¡Puf! Estaba de lo más aburrida, lo único que más o menos me entretenía era ayudar a mi hermanito con sus tareas, al menos podía entretenerme por unas dos horas ayudándole con los problemas matemáticos o alguna dificultad con historia o ciencias naturales –esta ultima era mi favorita– pero cuando él no tenia nada que hacer yo tampoco y eso me fastidiaba.

Aunque quisiera negarlo extrañaba mucho a mis amigas, sentarme con ellas y platicar, ver películas malas en la tele, salir de compras o simplemente disfrutar un poco de compañía femenina, no es que no me gustara estar con mi hermana, es que no podíamos hablar de las mismas cosas y Leslie, pues… esta última era diferente, no sé, tampoco teníamos cosas en común. Sin embargo ella ha tratado de platicar conmigo y cuando quiere sacar platica de algo más no fluye, al parecer eso la frustra un poco, no puede culparme, nunca tuve un contacto cercano con ella ni pasamos tiempo juntas… nada de eso y para ser sincera no entendía el por qué. Mi padre era otro tema, no nos hablábamos… nada, cero palabras y yo no era la mala aquí, una vez lo intenté y me ignoró totalmente y con lo orgullosa que soy se la devolví, tampoco le hablo.

Salí de la biblioteca pensando que quizás un libro me entretuviera pero fue un total fracaso. Lo mejor era encerrarme en mi habitación, como lo he hecho todo el tiempo, quizá le enseñe a Cinthya a jugar poker, al menos tendría algo en que entretenerme.

Pero conforme me acercaba unas voces dentro de mi habitación se hacían más claras.

― ¡No, aléjate! ―era Cinthya quien hablaba… más bien, rogaba.

―Espera, no lo entiendes yo nunca… ―esa era Leslie, ¿Qué hacía ella con mi hermana?

―Por favor, déjame en paz… no quiero que estés aquí ¡Vete!

Sin saber que era lo que sucedía entré al cuarto abruptamente, mi hermana estaba a la orilla del cuarto y se veía muy asustada, mientras que Leslie trataba de acercarse a ella pero cada vez que lo intentaba Cinthya se arrinconaba más, al verme mi madrastra se alejó de ella y me miraba nerviosa.

― ¡Alice pensé que estabas en la biblioteca! ―se notaba cierto temblor en su voz.

―Me aburrí ―la miré mientras me acercaba a mi hermana―. ¿Qué pasa? ―tomé a mi hermana de los hombros y la atraje hacia mi.

―Nada, nada ―dijo demasiado rápido―. Solo quería hablar con tu hermana.

―Por lo que escuché… ella no.

―Yo… ―retorcía las manos y mucho.

― ¡Qué se vaya! ―alzó la voz mi hermana―. ¡Qué se aleje! Ella fue… ella es la culpable.

―Cinthya… ―Leslie trató de detenerla, yo no entendía que era lo que pasaba pero mi hermana se veía demasiado asustada, la miré pidiéndole una explicación.

― ¡Ella mató a mamá! ―gritó señalándola ¿Qué?―. ¡Ella la mató! ¡Yo la vi! ¡Alice, yo la vi!

Me quedé mirando a Leslie, ella solamente bajó la cabeza negando varias veces y su rostro mostraba tristeza.

― ¿Qué dijiste Cinthya? ―la separé de mi―. ¡Repítemelo! ―le grité. Su acusación era seria y no quería que por esto papá la regresara a la clínica.

―Ella fue Alice, mato a mamá ―miré a Leslie con furia y me acerqué a ella que retrocedía ante ello.

― ¿Es verdad? ―le grité colérica―. ¡Y no mientas! O te juro que llamaré a la policía.

Ella de nuevo comenzó a negar, mientras su rostro se contraía por las lágrimas que querían salir, pero no me ablandaron, necesitaba saber la verdad.

―No es verdad ―fue lo único que dijo.

― ¿Entonces por qué mi hermana te teme y dijo eso? ―le fruncí el ceño―. ¡No te quedes callada!

Soltó un suspiro.

―Creo que debemos hablar ―miró a mi hermana que se veía asustada―. A solas, por favor… hay algo que debo contarte ―yo comencé a negar con la cabeza―. Es importante, por favor.

Salió del cuarto sin mirar atrás, le dije a Cinthya que en un momento volvería, ella renuente me soltó las manos y seguí a Leslie hacia la biblioteca, donde vi que se metió. Entré de manera precavida, no tenía idea que clase de mujer era esta y más me valía irme con cuidado.

―Sé lo que estás pensando y de una vez te digo… no… no te haré daño ―se rodeó con los brazos―. Nada de lo que dijo tu hermana es cierto.

― ¿Entonces cómo explicas que siempre que estás cerca de ella se asusta? ¿Eh? ―le dije, esperando que de una buena vez soltara todo su rollo.

―Para eso debo explicarte desde el principio ―se acercó a mi pero no retrocedí―. Alice, te juro por la vida de Max que yo no maté a tu madre y que lo que pasó realmente fue un malentendido ¿Me dejarás explicarte lo que pasó?

Me le quedé viendo esperando encontrar un signo de que me estuviera mintiendo pero no lo encontré, así que solamente asentí y noté que ella soltó una bocanada de aire, supongo que no esperaba que yo accediera a escucharla. Se dejó caer en uno de los banquillos que se encontraban cerca de donde estábamos, me ofreció asiento pero me negué, tenía el presentimiento que sería mejor estar de pie.

― ¿Recuerdas que era una buena amiga de tu madre? ―asentí―. ¿Y también que ella estaba muy enferma?

―Claro que lo recuerdo, papá decía que tenía una enfermedad rara… algo en su corazón, nunca le pregunté porque me dolía mucho pensar en ella, además de papá no le dio muchas vueltas al asunto, ni un año pasó cuando se casó contigo ―le dije con un poco de reproche, aún me sentía traicionada por parte de mi padre ¿Cómo había podido olvidar a mi madre tan rápido?

―Yo también quería mucho a tu madre, fue ese mismo dolor lo que nos unió ―sonrió un poco y eso me molestó―. Nos apoyamos…

―No quiero ser grosera, pero eso no me dice nada ―interrumpí.

―Ese día quizás no lo recuerdes, yo había venido a visitar a tu madre después de que fuera a casa de mis padres por un mes, tenía muchas ganas de verla, cuando entré a la casa las vi a las dos, tú eras pequeña aún, solo me saludaste y saliste corriendo a jugar con tu pelota, te veías muy adorable —sin quererlo me sonrojé―. La única que se quedó fue Cinthya, siempre supe que a ella nunca le gusté, cada vez que visitaba a tu madre o platicaba con tu padre, me veía mal y me echaba indirectas poco amables, las ignoré todas e incluso el feo apodo que me puso "la hiena" muy original para una jovencita ―se quedó callada e intuí que lo peor venía en camino―. Tu padre no estaba, había salido al trabajo por unas horas, así que le pedí a una de las sirvientas si me podía llevar al cuarto de Mary, en cuanto entré la encontré durmiendo pero al acercarme para despertarla ella no… ―se tapó la cara con las manos―. Te juro que cuando llegué ella ya estaba… se había ido ―corrigió lo último y eso si se lo agradecí―. Después todo sucedió tan rápido.

Volvió a guardar silencio, esperé pero no dijo nada.

― ¿Qué pasó? ―exigí.

―Me quedé sentada en una de las sillas y comencé a llorar, estuve así unos minutos sosteniendo la almohada de Mary, fue entonces cuando decidí que era hora de llamar a tu padre, entonces entró Cinthya ―silencio de nuevo―. Ya te imaginarás lo que pensó ¿O no?

Ahora entendía, de igual manera si yo hubiera visto esa misma escena también hubiera pensado lo peor.

― ¿Pero no trataste de detenerla o algo? ―pregunté.

―Lo intenté, ella ya había salido corriendo, me quitó la almohada de las manos pensando que eso sería una evidencia en mi contra, lo malo es que no fue así, pues en ese instante llegó tu padre y ella llevaba el "arma asesina" en sus manos, eso lo enfureció ―frunció el ceño―. Tu padre siempre vio a tu hermana como una chica con problemas, eso no era nada malo, Cinthya era una chica con mucha energía y traviesa pero no una asesina, Alice ―me miró―. Te juro que hice hasta lo imposible por convencer a tu padre que todo era una mentira, que lo que pasó… la muerte de tu madre fue de improviso, traté pero no me escuchó ―se tomó el pelo con fuerza―. Después se la llevaron al centro donde la trataron de lo peor, yo siempre lo supe.

― ¿Y no le dijiste nada a mi padre? ―pregunté molesta de nuevo.

―Me ignoró al principio pero al ver que insistía tanto mandó investigar ese lugar ―de repente sonrió sin alegría―. Te sorprenderás, no se encontró nada, ni una anomalía… todo estaba en completo orden y eso provocó que tu padre se molestara conmigo, así que lo único que podía hacer era ir a visitarla y tratar de apoyar a tu padre en lo que podía. Tú aún no entendías mucho, solo me preguntabas a cada rato dónde estaba tu mamá.

―Y luego te casaste con mi padre ―no lo dije como pregunta.

―No lo planeé ―respondió―. Solo pasó, me enamoré de él.

―Y él de ti ―completé por ella.

―Así fue ―volvió a suspirar―. Siento mucho guardarte este secreto pero en aquel entonces te pusiste un poco pesada conmigo, después te mudaste y ya no tuve la oportunidad hasta ahora.

―Siempre supe que mi hermana no había hecho nada.

―Pero tu padre no cree en ello ―se levantó―. Alice, de verdad haré lo que pueda para hacerlo entrar en razón ahora que ustedes están aquí, he visto como trata tu padre a Cinthya y no me agrada nada.

― ¿Y Max? ―recordé la actitud de mi hermanito―. ¿Es mi padre quién le ha metido malas ideas de mi hermana? Es que siempre que ella trata de acercarse a él, este sale corriendo con mucho miedo.

― ¿De verdad? ―preguntó sorprendida―. Siempre creí que esa actitud era por ser una extraña, debo hablar con él, decirle muchas cosas… y también debo hablar con tu padre.

La miré. Ahora me sentía mal por pensar negativamente de ella, si lo único que ha hecho es cuidarnos, de alguna manera u otra y ahora va a arriesgar su matrimonio para convencer a mi padre.

Sin proponérmelo corrí hacia ella y la abracé, al principio la sentí tensa pero conforme pasaron los segundos me devolvió el abrazo.

―Gracias, lo digo en serio.

―No tienes porque agradecer, hija ―me separó de ella y me miró―. Ahora ve a tranquilizar a tu hermana ―me dio un empujoncito.

―Trataré de hacerle entender que eres inocente, sé que ella lo hará.

―Suerte con ello ―me sonrió pero de nuevo su alegría no le llegó a los ojos.

Regresé hacia el cuarto para hablar con Cinthya, ahora debía entender que aquella mujer nos apoyó demasiado. De un modo u otro todo volvería a la normalidad. Lo único difícil era convencer a mi padre y no dejaría a Leslie sola con ello, debía esperar el momento, pero por ahora me enfocaré en mi hermana.

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¿Capitulo revelador eh? Ahora ya se supo la verdad de muchas cosas, la madrastra no era lo que pensábamos…la verdad espero que les haya gustado y mucho, espero traerle el otro pronto…

Capítulo 12: capitulo 12 Capítulo 14: capitulo 14

 
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