Olvidandome de ti en Paris + 18

Autor: Pampita
Género: + 18
Fecha Creación: 14/09/2011
Fecha Actualización: 01/11/2011
Finalizado: SI
Votos: 5
Comentarios: 13
Visitas: 48508
Capítulos: 18

Bella es la típica adolescente, que se enamora del chico nuevo del instituto, ahora mejor amigo de su hermano Emmet. En un acercamiento entre ellos, Edward debe decidir entre mantener su amistad o en dejar a Bella, y opta por la salida más cobarde? Bella, desolada, decide viajar a Paris para olvidarse de el y encontrarse a si misma.

FIC TERMINADO!!

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 14: Confesiones - Libro de Bella

A la mañana siguiente no fui a la escuela porque fui a despedir a Jake al aeropuerto. Nos besamos y nos abrazamos y cuando se fue, llore.

Me fui a mi casa a acostarme en mi cama. No quería volver a la escuela…  Estaba acostada en mi cama, viendo fotos mías y de Jake, cuando tocaron mi puerta.

-      Adelante – Dije…

-      Hola Bella – Dijo Edward entrando a mi habitación.

Me cubrí ya que estaba solo con una remera muy pequeña.

-      Edward, que haces aquí?

-      Emmet me presto su llave para venir a verte…

-      Paso algo? – Pregunte.

-      El me dijo que Jacob se fue, y que estabas triste por eso vine a ver si estabas bien, eso es todo.

-      Siéntate – Dije señalándole el borde de mi cama.

Acaricio mi rostro secando unas lágrimas.

-      Lo amas no?

-      Si, pero no como crees – Dije.

-      Como entonces?

-      Jake significa mucho en mi vida. Demasiado… pero no estoy enamorada de el – Dije.

-      No? – Dijo y se le iluminaron los ojos.

-      No – Asegure.

-      Lo extrañaras?

-      Mucho – Dije mirándolo.

Unas lagrimas se cayeron nuevamente por mi mejilla, y el se recostó al lado mio y me abrazo.

-      No te pongas mal. Tienes muchos amigos aquí…

-      Lo se  - Dije – Pero no como el…

-      Que tenia el de diferente? – Pregunto.

No estaba dispuesta a decirle que con Jake compartía además una cama…

-      No se…

-      No lo digas, me imagino – Dijo

-      Te imaginas que?

-      Nada – Dijo – Déjalo allí.

-      No, no lo hare. Dime que te imaginas!... – Exigí.

-      Imagino que el fue el primero, o no es así?

No era una sorpresa. El me había visto besándolo y vio cuando nos íbamos el día de mi cumpleaños…

-      Si, imaginas bien – Dije

Edward se quedo mirando un poco a la nada.

-      Pasa algo? – Pregunte.

-      Pensaba en nosotros… Lo que paso antes de que te fueras… Nunca pudimos hablar bien y me duele haberte tratado de esa manera…

-      Esta olvidado Edward – Dije.

-      Por mi no esta olvidado – Dijo incorporándose en la cama y mirándome.

Mire al suelo unos segundos.

-      Cuando paso eso entre nosotros, yo tome una decisión… Estaba entre arruinar mi amistad con Emmet estando con tigo, o dejar a la mujer que sabia que me completaba…

-      Yo te completaba? – Dije.

-      Si Bella… Tú eras justo lo que yo buscaba para mí. Por eso luego de lo que paso busque a Tanya. Quería olvidarte, quería mantener mi amistad… pero cuando te vi con Jacob, no lo soporte – Confeso.

No sabía como reaccionar ante su confesión.

-      Se que Jacob significa mucho para ti – Dijo agarrando mi rostro – y eso lo merezco por actuar de la manera en que lo hice, pero intente enmendar las cosas – Dijo.

-      Lo se… y eso te dejo con un ojo morado…

-      Como lo sabes?

-      Alice – Dije…

-      Bella… Yo…

Lo mire a los ojos, su mirada era vidriosa, triste…

-      Dime – Dije animándolo a seguir.

-      Se que no es momento para decírtelo, cuando estas triste porque Jacob se fue, pero quiero decirte como me siento…

Mi corazón latía a mil por hora…

-      Que sientes? Pregunte

-      Yo siento que estas metida en mi… No puedo parar de pensar en ti, en lo que me haces sentir…

-      Y que te hago sentir? – Pregunte mirándolo seria.

-      Yo… creo que te amo, Bella – Dijo acariciando mi rostro…

Lo mire fijo a los ojos… luchaba con la idea de besarlo… el contacto con su mano acariciando mi mejilla me hizo cerrar los ojos. Sentí sus labios apoyarse tímidamente en los míos, y automáticamente respondí. Su beso era tierno, cargado de sentimientos. Su lengua se abrió paso por entre mis labios e hizo contacto con la mía. Probar su sabor era inigualable.

Su mano acariciaba mi cuello y mejilla de la manera más dulce. Me inducia a besarlo mas aun. Sin darme cuenta en que momento, terminamos recostados. Nos besábamos incansablemente.

-      Estar así contigo es un sueño – Dijo en mi oído

-      Si… - Dije en un suspiro.

Me miro a los ojos y me beso nuevamente. Sus besos suaves, sus caricias hacían que mi piel se erizara. Abría la boca en anticipación a su lengua, y al sentir su textura un gemido se escapo de mi boca. Esa simple acción fue suficiente para acelerar el beso y hacerlo un poco mas demandante. Comencé a sentir más presión sobre mi cuerpo, mas contacto. Sus caricias eran mas direccionadas hacia partes más sensibles, no aun insinuantes a una siguiente etapa… Sin separarnos corrió las colchas de la cama y se metió dentro.

-      Detenlo – Decía mi cabeza.

-      No lo hagas – pedía mi corazón

-      Desvístelo – Rogaba mi cuerpo…

Mis manos tomaron vida propia, y comenzaron a acariciar su espalda. Sacaron su camisa de sus pantalones para hacerlo por debajo de la ropa. En una movida maestra, se acomodo entre mis piernas, haciendo que nuestros sexos se conectaran, aun con ropa, pero no impedía sentir su excitación. Mi sexo palpitaba violentamente. Sentía una intensa humedad bañando mi ropa interior. Mi cabeza era dominada por mi corazón, y mi corazón por mi cuerpo, por lo que solo estaba sintiendo placer. Un intenso placer… De golpe me di cuenta que todo era demasiado rápido. Me separe de el y lo mire a los ojos. Buscaba una señal, algo que me dijera que lo que sentía era correcto… su mirada era profunda. Podía sentir el mismo placer que sentí momentos antes en sus ojos… Sus besos comenzaron a bajar de intensidad, y se disminuyo la intensidad de la presión en mi cuerpo.

-      No quiero ir tan rápido – Dijo..

Me sonreí ya que era la señal que estaba pidiendo.

-      Esta vez quiero hacer las cosas bien…

-      Me parece perfecto – Dije y lo bese tiernamente en sus labios.

-      Nos conozcamos mejor, empecemos de cero, dejando atrás lo pasado – Dijo.

-      Acepto – Dije

Nos quedamos en mi cama hasta la tarde, solo besándonos, y contándonos cosas el uno del otro. Emmet llego de la escuela y fue derecho a mi habitación, y nos encontró hablando. Amablemente Edward me había subido algo para merendar, asique cuando entro nos quedamos mirándolo.

-      Como estas hermanita? – Dijo entrando a mi habitación.

-      Bien… como estuvo la escuela? – pregunte.

-      Rose te manda saludos. Pregunta si iras a la practica mañana.

-      Luego le hablo – Dije.

-      Practica? – Pregunto

-      Si… Bella ahora es porrista sabias? – Dijo Emmet.

-      De enserio? – Dijo extrañado.

-      Si, pero es para no decepcionar a Rose que le pidió… - Dijo Emmet.

-      Estoy aquí saben? Si quieren hablar de mi me voy – Dije.

-      Mmm hermanita… estas susceptible?

-      No seas idiota Emmet! – Grite.

-      Me parece que alguien esta en sus días – Dijo Emmet y por ello se gano un golpe de almohada de mi parte.

-      Los dejo tortolitos – Dijo saliendo de mi habitación.

Mire a Edward desconcertada…

-      Tortolitos? Pregunte…De por si ya me parece raro que te haya prestado la llave…

-      Yo fui honesto con el. Le dije cuales eran mis intensiones, y el lo acepto – Dijo

-      Bueno, parece que los milagros existen – Dije.

Edward asintió y se rio junto con migo.

-      Bueno… tendré que cambiarme. Mi madre esta por venir en cualquier momento y no quiero que me encuentre así… - Dije

-      Ok – Dijo Edward – Te doy privacidad…

Salió de mi habitación y me levante de la cama para buscar que ponerme. Recogí las fotos que estaban por toda la habitación. Buscaba una pollera en particular que me quería poner pero no la encontraba en mi placar. Divisé una punta en el estante de arriba pero no llegaba. Me puse en puntas de pie y tampoco pude. Quise levantar una pierna para subirme al estante y alcanzarla, pero una voz detrás mio me asusto.

-      Necesitas ayuda?

-      Edward – Dije agarrándome el pecho por la impresión.

-      Lo siento… no pude contenerme…

Se acerco peligrosamente a mí, y sin despegar sus ojos de los míos estiro su mano y me dio la falda.

-      Te queda mejor así como estas – Dijo

Y me sonroje al instante. Volvió a salir de la habitación, y pude cambiarme.

Mis padres llegaron e invitaron a Edward a comer, y el acepto encantado. La verdad fue una buena tarde.

Capítulo 13: La partida de Jake - Libro de Bella Capítulo 15: Escapada a la playa - Libro de Bella

 
14495498 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10802 usuarios