Un Amor En 1920

Autor: vaneian08
Género: Drama
Fecha Creación: 12/08/2010
Fecha Actualización: 12/09/2010
Finalizado: SI
Votos: 12
Comentarios: 43
Visitas: 46626
Capítulos: 27

En la epoca de 1920 las mujeres eran obligadas a casarse, aunque no existiese el amor. ¿Como sera la vida de Bella una adolecente de alta sociedad , cuando se enamore de un campesino hijo de su nana, Edward Cullen? ¿Que hara su padre para separarlos?

Hola chicas aca les traigo una nueva historia otra q me encanto y la queria compartir con ustedes, la autora es LOkiicita Cullen. Esperoq les guste y la voten y comenten.

Terminada

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Capítulo 13: -"Cartas"-

Llore…llore como hace mucho no lo hacia.

Iba en la parte trasera del auto manejado por Carlisle de camino al mismísimo infierno, mi casa en la ciudad, no me había dado cuenta de la manera en que lloraba o quizás que reflejaba mi rostro por la pena, al parecer mi llanto era tan desgarrador que en mitad del viaje el auto se detuvo estacionándose a la orilla del camino, Carlisle se giro para mirarme directamente a los ojos.

-Bella, cariño por favor intenta tranquilizarte, aunque no lo creas me parte el alma verte así, esto es para mejor, tu mejor que nadie sabe que eso nunca hubiese funcionado, aunque tu y Edward lucharan contra el mundo no se puede, si lo amas realmente dejaras su corazón tranquilo, y tu por tu parte llevaras la vida que se te fue elegida.

-Carlisle ¿Qué harías tú si te separaran de Esme? Si sientes que todo ese amor que tienes en tu corazón, en tu pecho, en tu mete, no puede ser, pero no por que no sea mutuo, sino por que terceras personas lo impiden y peor aún no te arrancan sin dejarte alternativa ¿crees que podrías seguir viviendo como si nada? Poder vivir con todo ese amor que te carcome la vida día a día por no poder ser libre- su rostro se desfiguro en una profunda tristeza, sus ojos estaban vidriosos y su mandíbula desencajada, sentía como su cuerpo comenzaba a tiritar y su mente estaba lejos de aquí –Disculpa lo que dije, nunca ha sido mi intención contradecirte, por favor solo olvídalo.

-No Bella, no me tienes que pedir disculpas, digamos que te entiendo y que quizás por ese amor que veo en tus ojos y el que veo en los ojos de Edward es que cometeré una locura, quizás me equivoque, pero soy humano y siempre existe la posibilidad de hacerlo ¿no?- me regalo su mejor sonrisa tranquilizadora mientras palmeaba mi espalda, intente sonreírle pero era imposible, siempre se me a dado horrible el mentir y en esta ocasión no creo que pueda mejorar, comenzó a buscar algo de entre su abrigo, pronto tenia un sobre en su mano –Pensé que seria mejor para ambos si no te entregaba esto Bella, pero no creo ser quien para interferir con el destino, solo espero de todo corazón que encuentren el camino correcto para que nadie salga herido en esta historia- tomo mi mano y deposito el sobre en ella, me abrazo y me beso en la mejilla, miro hacia el frente y puso el auto en marcha.

Me temblaban las manos, pues cuando mire el sobre éste estaba dirigido a mi con una inconfundible letra, no sabia si abrirla o no, las palabras de Carlisle calaron hondo en mi corazón, se que él se refería a salir herido por alguna acción que pueda tomar padre, amo a mi padre por sobre todas las cosas, pero lo conozco y se de lo que es capaz con tal de conseguir el dichoso matrimonio que tanto desea para mi. Finalmente en toda la batalla interna que estaba teniendo decidí abrir el sobre y dentro de ella estaba la carta escrita desde su mismo puño, deslice mis dedos por aquel papel que envidie por unos momentos por haber tenido la dicha de ser rozado ante tal magnifica piel, toque las letras tan hermosas, prolijas pero cargadas de tristeza, también note que en ciertas frases la tinta estaba corrida produciendo ciertos manchones, se me apretó el corazón de pensar en que mientras escribía la carta mi Edward estaba llorando, finalmente me decidí en leerla.

"Bella, mi amor:

Primero que todo, perdóname, perdóname por ser un imbecil, un estupido romántico que no supo hasta donde estaba el limite de lo que vivimos, de no darme cuenta antes que todo esto era un imposible pero sobre todo el haberme enamorado de ti, perdóname por mi comportamiento de ayer, solo puedo decir a mi defensa que hable desde un corazón herido, que en esos momentos lo único que quería era gritar todo el dolor que esta sintiendo, estoy avergonzado por mi forma de actuar y el poco razonamiento que tuve, quiero decirte que jamás pensaría de ti de esa manera, fue la peor de las blasfemias ¿Cómo es que un ángel terrenal puede ser todo aquello? Eso es imposible, como te dije, solo hable por la herida, herida que continua y me dificulta el poder decirte todo esto como un caballero debería hacerlo, en persona, pero no tengo fuerzas de verte y no abalanzarme sobre ti, de no abalanzarme sobre tus labios que me piden a grito que los bese y que les demuestre todo el amor que siento por ti, por miedo a ello es que solo te dejo estas líneas, por miedo a sentir que si te beso, ese beso será robado, robado de alguien mas que espera por ti, por tomar tu mano y todo aquello que anhelo desde que te conocí. Pero puedo asegurarte que no volveré a molestarte, este idiota con un corazón que solo late por ti y que es feliz solo si tu lo eres no estropeara jamás tu bienestar. Acepte un trabajo que se me había ofrecido hace mucho y mi única razón por haberlo rechazado en estos momentos va de camino a su verdadera realidad, una realidad que esta a kilómetros de la mía, igual que su corazón, cuando leas esta carta yo ya estaré lejos, intentando vanamente olvidarte, intentando sobrevivir por mi familia y de alguna forma esconder este amor, aunque este presente conmigo siempre y que nunca se detendrá y estará siempre aquí para ti con una estupida ilusión de que algún día sea correspondido Por siempre tuyo E."

Se fue, se fue definitivamente de mi vida, se fue la única razón de mi existencia, la única persona que me hizo conocer el verdadero amor, la paz, la felicidad, ahora como tendría las fuerzas necesarias para enfrentarme a todo aquello que temo, todo aquello que aborrezco, pero sobre todo como lo haré para no derrumbarme en el intento. Tome la carta y la apreté a mi pecho pidiéndole a Dios que me diera las fuerzas que había encontrado al estar cerca de Edward, que me diera una mínima posibilidad de encontrar algo de felicidad después de haber saboreado aquel elixir cargado de felicidad en una magnitud tan inmensa, ahora sol pido aunque sea un ápice de ello solo para poder vivir.

Leí la carta una y otra vez, intentando convencerme de que todo lo vivido había terminado abruptamente, pero sobre todo convencerme que había sido real y no un sueño, necesitaba confirmar aquello para atesorarlo como los mejores recuerdos.

Finalmente habíamos llegado, ahí delante de mis ojos la puerta al otro mundo, a un mundo que nunca me ha pertenecido pero que se aferra como un parasito a mí, la puerta que una vez que se cierre así quedara haga lo que haga y me alejara del ser más perfecto, maravilloso y creado para mi pero que es mi imposible, al menos en esta vida.

Para mi mala suerte estaría sola o acompañada con el eco de mi desgracia que irradiaba ampliamente. Esme llegaría dentro de dos días ya que aun tenia los detalles post bodas que solucionar, boda que disfrute una milésima de tiempo mientras estuve envuelta en esos brazos llenos de amor…Bella deja de pensar en ello por favor, me repetía más que nada para convencerme de que hacia el intento.

Si quería salir con vida de todo esto sin arrastrar a nadie, tenia que ser fuerte y aprender a disimular y a unirme a este mundo lleno de mentiras para que mi padre no descubra que algo anda mal.

Pase cerca de cuatro días inerte en mi cama, sin vida, solo me levantaba para ir al baño cuando era urgentemente necesario, los días que Esme no estuvo aquí, la cocinera puntualmente a cada hora de la comida llegaba con la charola llena de alimento y a la siguiente comida cuando traía otra charola con comida se encontraba con la charola anterior intacta, intento razonar conmigo pero cuando vio que seria imposible, espero a que Esme llegara para que consiguiera lo que ella no pudo en dos enteros días, Esme apenas me vio comprendió todo aquello que me sucedía, todo aquello que me aflige desde lo mas profundo de mi ser.

-Corazón si no quieres morir debes comer, por favor- me suplicaban sus palabras y sus ojos a la vez.

-Esme ¿El está muy mal, verdad? Se que lo eche todo a perder por ser una cobarde, una maldita cobarde- me recriminaba, lo único que quería para poder conseguir algo de paz y tranquilidad era saber que él estuviese bien.

-Bella si realmente lo amas, por favor come algo, él sufre es verdad, pero sufriría aun más si supiera que pareces alma en pena, no le causes mas sufrimiento de lo que le podrías causar si algo te sucediera por no alimentarte bien, o es que acaso ¿tu no estarías preocupada si él no comiera o simplemente se limitara a respirar?- y aquellas palabras fueron como un gatillo en algún lugar de mi cerebro para intentar salir del hoyo en el que me estaba hundiendo. Mire a Esme para infundirme fuerzas pero fue peor ya que en sus ojos, estaban los ojos de Edward, ese mismo verde hechizante. Desvié la mirada a la charola y comencé a comer nuevamente y debo de reconocer que ya estaba famélica pues cuando sentí en mi paladar aquellos magníficos alimentos el agujero vació de mi estomago acrecentó demostrando cuanta hambre existía.

Mi peor pesadilla se hizo tangible cuando mi padre apareció por mi habitación para confirmarme que había llegado de su viaje de negocias en el exterior, me abrazo fuertemente y de cierta forma sentí aquel abrazo como una disculpa, como si debiera resignarme por algo y la verdad es que así era, pues me estaba obligando a ser desdichada. Si creía que esto era lo peor, la verdad es que esto solo fue una antesala a lo catastrófico.

-Hija, que felicidad que estés al fin aquí y para demostrártelo te tengo una magnifica sorpresa- ¿sorpresa? Viniendo de él la magnifica sorpresa debe ser una magnifica desgracia, al parecer mi intriga fue reflejada en mi rostro –Quiero que te bañes y te vistas, tienes una cara como si no hubieses podido dormir hace días, te espero al pie de la escalera, por favor intenta apurarte- y salio de mi habitación, a regañadientes me levante y salí de mi refugio, mi cama lugar que por cuatro días a sentido mi sufrimiento, mis lamentos y a oído mis llantos.

Cuando finalmente conseguí tener una apariencia que mi padre consideraría como aceptable, salí de mi habitación bajando al primer piso, al pie de la escalara como lo había dicho estaba mi padre con una enorme sonrisa, bueno al menos en este infierno llamada casa alguien podía ser feliz, caminamos hasta la sala de estar, indicándome que teníamos visitas, perfecto lo que necesitaba para mi actuación del día, tener que fingir delante de otras personas.

Cuando entre me quede estática de igual manera que mi corazón ante lo que mis ojos veían, Padre e hijo Black, en otras palabras mi suegro y mi futuro marido respectivamente, cualquier otra persona que no fuese yo o la familia Cullen podría tomar mi reacción como si estuviese nerviosa ante el hecho de estar frente a frente a mi "prometido" pero la verdad es otra, me congele ante el hecho de que mis peores temores y pesadillas al fin se estaban haciendo palpables.

-Bella, cariño quizás no recuerdas a Billy, él es el padre de este caballero que esta aquí- dijo ubicándose detrás del muchacho tocando sus hombros indicándome que él es mí prometido, el corazón y las entrañas se me apretaron de una manera que me daba nauseas.

-Hola Bella, al fin nos conocemos- dijo mi prometido, debo de reconocer que es muy guapo y que quizás si mis ojos no hubiesen sido cegados por la belleza de Edward, hubiese quedado maravillada ante aquellos ojos negros profundos, sonrisa perfectamente blanca y su piel de un tono bronceado –Soy Jacob- me tendió su mano para que la tomara, y al hacerlo la beso -Tenia muchas ansias de conocerte, papá dijo que eres muy linda pero veo que sus palabras no te hacen justicia.

Pasamos prácticamente todo el día hablando de nosotros, mi padre y Billy decidieron darnos espacio para conocernos mejor y debo de reconocer que Jacob es bastante agradable, sus palabras y su mirada siempre reflejan sinceridad ante todo y transmitían mucha paz, el "pequeño" inconveniente es que me obligan a casarme con él, quizás en otras circunstancias en otro momento en donde mi corazón no reclamara fervientemente el amor de otro, podría aceptar las obligaciones impuestas por mi padre.

Me hablo de los estudios que acababa de terminar en Europa y la felicidad que siente al volver después de tantos años a su país de nacimiento. Inevitablemente llegamos al tema de la boda y por un pequeño momento lo sentí igual de incomodo como yo ante aquel hecho.

Nuestros padres llegaron justo para la hora del almuerzo, en donde estuvimos los cuatro sentados esperando por nuestra comida, cuando Esme lo vio, ahí sentado frente a mi, instantáneamente me miro con ojos tristes y supe de inmediato que su tristeza se debía a que ella al igual que yo desearía que ese puesto estuviese ocupado por su hijo, por mi amor, por Edward.

Estuve distraída gran parte de la comida y de vez en cuando contestaba con ciertos monosílabos a preguntas amables que me hacia Jacob o Billy, pero en cierto momento escuche la frase «¿Para cuando programamos la boda?» y en el ipso facto todos mis sentidos estuvieron pendiente de aquella conversación, pero para mi desgracia comprendí que la fatídica fecha estaba prevista para unos meses más, esperando a que pase mi cumpleaños número dieciocho.

-Ahora que tenemos a los novios presentes se facilitara la organización- dijo mi padre –Bella, es cosa de que me digas cuando iras donde alguna diseñadora para que veas tu vestido, podrías pedirle a alguna de tus amigas que te acompañe- Pensé en lo ultimo que dijo y en lo irónico del asunto, por que mi mejor amiga es Alice, pero veo poco probable que quiera acompañarme en la búsqueda de un vestido que será utilizado con otra persona que no es su hermano. Pero toda esta conversación, el darme cuenta que la fecha es en un plazo corto he inevitable comenzó a asustarme, me puse tan nerviosa y aterrada que comencé a sentirme mal, mal de adentro, mal del corazón, quería llorar y llorar hasta que aquellos calidos y fuertes brazos me acunaran y que sus labios pronunciaran las palabras que tanto deseaba escuchar «Todo esta bien amor, siempre estaremos juntos»

-Permiso Padre, Jacob, Billy- dije mientras me inclinaba para despedirme, me levantaba de la silla –No me siento muy bien, creo que algo me cayo pesado al estomago, estaré en mi habitación si me necesitas- no espere respuesta, solo me limite a correr a mi refugio.

Una vez en mi cuarto tuve la necesidad de desahogarme, tome pluma y papel y trace aquellas palabras que mi corazón gritaba de menara ferviente.

"Edward Amor mi:

Si, así es, amor mío, por que eso eres para mi, mi único y verdadero amor, decirte que nada tengo que perdonarte, todo lo contrario soy yo la que debe pedirte perdón por haberte ocultado mi nefasto compromiso, asegurarte que aquel lazo que debo cumplir va en contra de todos mis deseos y claro está en contra de mis sentimientos, la libertad que siempre he querido para mí en este momento está siendo profanada por mi padre, él a dispuesto que me convierta en esposa de un hombre al cual no amo y que nunca podre amar pues ese lugar está ocupado solo por ti. Por otra cosa por la que debo pedirte que me perdones es por ser una cobarde, por no tener el valor de enfrentar a mi padre e imponer mis propias decisiones, el luchar por mis ideas, deseos y sentimientos, pero no puedo, tengo miedo, no podría vivir jamás si algo te sucediera por mi culpa, si mi padre descubriera que es a ti a quien le pertenece mi corazón no dudaría que intentaría todo por separarnos. Por favor amor mío, no dudes jamás del inmenso amor que te profeso, este amor que me enloquece, que me fortalece y me debilita a la vez donde no te puedo tener junto a mí, no dudes de los magníficos momentos que vivimos por que fueron reales, cada palabra, cada caricia que nos dimos fue simplemente el acto de demostración de nuestro amor. Siempre recuerda que te amo más que a mi propia vida y eso jamás podrá cambiar, el único cambio existente es que crece cada día. Eres mi sueño y mi realidad, gracias a ti descubrí que es amar y ser amada. Eternamente tuya B."

Cuando termine de expresar todos aquello que quisiera gritar a viva voz, note que lo escrito parecía más una carta a mi ser amado que una expresión solo de sentimientos. Cuando me había levante de la mesa en el comedor me sentía tan enojada y triste por tener que separarme de las única persona que he amado de verdad y que no podamos estar juntos que no pude evitar terminar escribiendo más que la verdad, no sé si fue el destino o mi conciencia que me impulso a hacer eso. Decisión, eso es lo que tenía que hacer ahora, si era lo correcto o no ya después se vería, estaba aburrida de tener que hacer lo que se supone es lo correcto y no lo que quiero, tras decidir ello, tome la carta, la metí en un sobre y la oculte entre mi ropa interior, baje las escaleras rápidamente teniendo cuidado el no tropezar. La busque rápidamente para no toparme con mi padre o con algún invitado indeseado.

-Esme, te he estado buscando, necesito que me hagas el ultimo favor, por favor te lo pido- le roge con el corazón, con los ojos y la voz, mientras sacaba la carta y se la tendía, ella vio de que se trataba y me miro directo a los ojos.

-Bella, cariño por favor, deja las cosas tal cual están.

-No Esme, no entiendes, Edward cree que no lo amo y que el tiempo que estuvimos juntos para mí fue solo como un pasatiempo, tú sabes que eso no es verdad, que lo amo como ha nadie.

-Pequeña lo sé, y por qué se aquello es que te pido que dejes las cosas como están, para que decir verdades dolorosas, si Edward sabe que lo amas nada conseguirás, tu padre nunca permitirá que estén juntos, hazlo por él y su seguridad, Edward es un chico fuerte y se repondrá-

-Por favor Esme, es lo último que te pido, hazlo por mí, más que sea para que conserve el mejor recuerdo de mi y que no piense que lo utilice, te lo ruego Esme- y como no había cambios en su rostro, no iba a ceder, comencé a llorar, llore por todo aquello que me afligía, por aquel amor que me estaba consumiendo el alma, por aquel amor que me destrozaba el corazón por no poder ser gritado a los cuatro vientos, llore por él y su propio sufrimiento, pero sobre todo llore por la vida que quisiera tener junto a él, caí al suelo por que ya no me podía las piernas, Esme rápidamente me abrazo y juntas estuvimos abrazadas, ella intento calmarme y de cierta manera lo consiguió, finalmente tomo la carta resignada, creo que más que nada porque realmente vio que estaba sufriendo al igual que Edward, ahora solo debía esperar su respuesta junto con su perdón.

Continuara...

Hola aca esta el nuevo capitulo de la historia espero q les guste no es uno de los q me gusta pero aca esta.

Capítulo 12: -"Destrozada"- Capítulo 14: -"Amistad"-

 
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