Juegos Del Destino (+18)

Autor: Bella_Paula.Swan
Género: Romance
Fecha Creación: 12/11/2012
Fecha Actualización: 26/11/2012
Finalizado: SI
Votos: 6
Comentarios: 16
Visitas: 56152
Capítulos: 34

Dos personas que se amaban separadas por los perjuicios sociales y dos pequeñas que crecerían sin el cariño de uno de sus padres, pero por juegos del destino diecisiete años después Isabella Marie Swan y Vanessa Dwyer se encontrarían justamente en Jacksonville el lugar donde todo comenzó…

 

HOLA bueno este fic ojala les guste y me dejen un voto o comentario, ya lo habia subido pero por Cosas del destino me toco eliminarlo pero aqui voy otra vez ojala les guste a mi personalmente me gusto mucho...no me pertenece, pertenece a Tany Cullen yo solo le cambie unas cositas.

Pasen por mi otro fic Lazos de amor

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Capítulo 13: LA FIESTA I

BELLA POV

Aún no terminaba de procesar todo lo que Nessie me contó, mi mirada se posó en Alice que mantenía la mirada en su plato y jugaba distraídamente con su comida, debió sufrir mucho con todo lo que pasó ni siquiera me puedo imaginar cómo se pudo haber sentido ese día en la cafetería. Espero que cuando Nessie regrese puedan arreglar las cosas, ella realmente está arrepentida de todo lo que hizo, y sé que no es razón para justificarla, pero estaba bajo la influencia del trío de zorras.

-Tanya llamó antes de que llegaras. ¿Por qué no me dijiste que hoy te desmayaste en el instituto cariño?-la pregunta de Renée me tomó por sorpresa y me atragante con la comida, maldita Tanya.

-No quería preocuparte.-respondí y ella me miro con los ojos entrecerrados.

-¿Y a dónde fuiste después? Porque según sé te saliste del instituto.- ¿ahora qué le digo? Piensa Bella, piensa.

-Nessie y yo fuimos de compras cuando recupero la conciencia. Su desmayo fue por estrés y nada mejor para eso para que se relajara.-Renée nos miraba a Alice y a mí con un brillo de emoción en su mirada.

-Vaya, me alegra que las cosas vayan mejor entre ustedes.-le di una sonrisa de agradecimiento a Alice que ella me devolvió.

Después de eso nadie dijo nada más. Estábamos por terminar de comer cuando Renée recibió una llamada en su celular y al ver el número sonrió y se disculpó saliendo del comedor, dejándonos a Alice y a mí solas.

-Gracias por lo que le dijiste a Renée.

-No le dije mentiras... del todo, no fue planeado pero terminamos yendo de compras juntas.-me respondió encogiéndose de hombros.

-Aún así no tenías porque ayudarme y...

-Mira Nessie sé que será difícil que volvamos a llevarnos como antes pero puedo ver que has cambiado y quiero que intentemos al menos no terminar discutiendo cada que hablamos.-me dijo todo de un tirón sin detenerse ni a tomar aire y apenas pude entender lo que dijo.

-A mí también me gustaría que nos llevemos mejor.-respondí y ella iba a decirme algo pero su celular comenzó a sonar.

-Hola Edward, ¿ocurre algo?-al escuchar ese nombre mi corazón comenzó a latir frenéticamente, dios soy tan patética-. Claro, pero ¿no prefieres venir acá?... ok adiós. Edward te espera en el parque que está cerca de aquí.-me dijo cuando terminó la llamada.

Me levanté y subí a mi habitación prácticamente corriendo, y aunque estuve a punto de caer al tropezarme con mis propios pies un par de veces, logre llegar a mi destino de una pieza. Retoqué mi maquillaje un poco y mi cabello, tomé el celular y volví a bajar.

-Sabes que cuando Edward termine con Tanya ella va a odiarte ¿cierto?-dijo Alice a mis espaldas.

-Lo sé y sinceramente me tiene sin cuidado, amo a Edward y eso es lo único que me importa.-algo en mis palabras le debió agradar porque me sonrió.

-Anda que Edward te espera y es muy impaciente, yo le aviso a tía Renée.-asentí y salí de la casa.

Caminé por unos minutos hasta que llegué al parque, donde los niños corrían y jugaban por doquier. Busqué con la mirada a Edward hasta que lo vi sentado en una banca, se veía distraído y pensativo, tanto que ni siquiera se percató de mi presencia cuando me senté a su lado.

-Un dólar por tus pensamientos.-susurré y fue cuando notó mi presencia-. ¿Qué pasa Edward?-le pregunté al verlo tan afligido.

-Traté de hablar con Tanya, pero siempre está muy ocupada con los preparativos de su fiesta y me evade, es como si supiera de que quiero hablar con ella.-así que aún no termina con ella-. Su fiesta es el viernes y después de ese día no tendrá excusas para no escucharme.

Ambos nos quedamos en silencio por largos minutos, estaba molesta para que negarlo... pero no con él, ahora estoy segura de que Tanya sabe algo de lo que pasa entre Edward y yo. Además el día en que todo esto terminará esta cada vez más cerca y eso significaba menos tiempo con él.

-Entiendo, tendremos que esperar unos días más para poder estar juntos.-al escuchar mis palabras sonrió y me besó.

Fue un beso pausado y tierno, pero sobre todo lleno de amor, con este beso Edward me estaba transmitiendo todo el amor que sentía por mí. Nos separamos cuando la falta de oxigeno se hizo presente, me dio un último beso y me ofreció su mano para ayudarme a levantar.

Caminamos por un largo momento hablando de nosotros para conocernos más, comimos helado mientras nos mecíamos en los columpios como un par de críos y hasta jugamos escondidillas con un grupo de niños de no más de ocho años. El tiempo a su lado se iba volando y lamentablemente tenía que regresar a casa, por supuesto él me acompaño, y en todo el camino no soltó mi mano ni un instante y en ocasiones me robaba uno que otro beso, algo que a mí no me molestaba en lo más mínimo. Demasiado pronto para mi gusto llegamos a casa.

-Está a salvo en su palacio mi hermosa dama.-me dijo asiendo una reverencia causando que riera.

-Muchas gracias por acompañarme amable caballero.-seguí con el juego.

Sus brazos se enrollaron en mi cintura pegándome a su cuerpo y sus labios buscaron los míos, mis manos subieron hasta su cabello y comencé a jugar con él. Su lengua delineó mi labio inferior pidiendo un permiso que no le iba a negar, nuestras lenguas se encontraron en una incitante y sincronizada danza que nos hizo gemir a ambos y... alguien se aclaró la garganta tras nosotros.

-Lo siento tórtolos, pero Nessie no creo que quieras que mi tía te vea así con Edward ¿o si?-Alice estaba sentada en las escaleras de la entrada y comencé a sentir mis mejillas arder a causa de la vergüenza.

-Nos vemos mañana en el instituto.-me dio un ligero beso y antes de irse se volvió hacia Alice-. Adiós enana.-ella le sacó la lengua y se puso en pie.

-Olvidé mi llave y parece que no hay nadie, ¿tú traes la tuya?-rebusqué en mis bolsillos pero no la encontré.

-Debí dejarla en mi bolso.-susurré y se volvió a sentar.

Me senté a su lado y después de unos minutos de silencio comenzamos a platicar, cuando Renée volvió ya era de noche y al vernos fuera de la casa se disculpó con nosotras por la tardanza. Me despedí con un "buenas noches" y subí a mi habitación, me puse el pijama y unos minutos después me quede dormida.

Al día siguiente cuando llegue al instituto el Jeep de Emmett ya estaba aparcado en el estacionamiento, bajé del Audi y justo cuando estaba por entrar al edificio Tanya, Jane y Heidi me interceptaron. Para mi sorpresa compartía todas mis clases con alguna de ellas, habían cambiado sus clases para poder vigilarme ya que no se separaban de mí ni un minuto. En el almuerzo Jane y Heidi no apartaban la mirada de Emmett y Jasper respectivamente, y por sus comentarios pude darme cuenta de que ya habían hecho el sorteo.

Y no me equivoqué, Heidi estaba todo el tiempo libre tras de Jasper y Jane de Emmett mientras yo era vigilada por Tanya. Los días siguieron pasando hasta que por fin el viernes llegó, hoy sería la bendita fiesta de Tanya. En los últimos días no había podido hablar con mis amigos o con Edward, ya que después del instituto alguna de las tres encontraba la forma de venirse conmigo a casa. Cuando el timbre sonó anunciando el fin de la última clase, me escabullí de Jane, que era con quien compartía la clase, y me apresuré a llegar al estacionamiento, estaba por subir a mi coche cuando la furiosa voz de Alice se escuchó a unos pasos de distancia, Rosalie y Ángela venían tras de ella.

-No lo puedo creer es una perra, lo hizo para que no asistiéramos a su fiesta.

-Alice tranquila estoy segura de que encontraremos disfraces.-le dijo Rosalie.

-¿De qué hablan? ¿Para qué quieren disfraces?-les pregunté cuando pasaban por un lado del coche.

-Tanya acaba de decirles a Alice y a Rose que su fiesta será de disfraces, lo tenían todo planeado para que no asistieran... bueno asistiéramos a la fiesta.-me dijo Ángela.

-Yo tampoco sabía nada.-susurré con cierto tono de histeria, eso significa que tampoco yo iré a la fiesta y si no voy no podré evitar que Tanya cumpla con su objetivo y... Alec, tengo que hablar con Alec.

Comencé a caminar de regreso al edificio para buscar a Alec, pero me encontré con mis "amigas" que iban saliendo riendo de lo más divertidas.

-¿Es verdad que tu fiesta será de disfraces?

-¡Dios! Lo siento Nessie, olvide decirte que hubo cambio de planes. ¿Cómo pude ser tan tonta y olvidadiza?-me dijo con pena demasiado fingida.

-Descuida querida, encontraré un disfraz de último momento... pero ten por seguro que iré a tu fiesta, no me la perdería por nada del mundo.-al ver su cara de furia sentí ganas de soltarme a reír.

Les di una sonrisa tan hipócrita que hasta ganas de vomitar me dieron y seguí con mi camino para buscar a Alec. Lo encontré guardando unas cosas en su casillero y prácticamente corrí hasta llegar a su lado.

-Ya te enteraste ¿cierto?-dijo en cuanto me vio.

-Sí, ¿qué voy a hacer? No tengo un maldito disfraz y no podré evitar que ella... que ella... ¡Argh!-el sola idea de pensar que ella podría acostarse con Edward me mataba.

-Tranquila ¿ok?, yo iré a esa fiesta y haré algo para evitar que ella cumpla con su apuesta... así tenga que disfrazarme de fantasma cubriéndome con una sabana.-al escuchar sus palabras me sentí aliviada y no pude evitar abrazarlo.

Caminamos de regreso al estacionamiento juntos, se despidió de mí con un beso en la mejilla y yo seguí hasta donde estaba mi auto... y Jasper, Emmett, Ángela, Rosalie, Alice y un para nada contento Edward.

-Emm, Edward y yo tenemos disfraces para la fiesta, Jane, Tanya y Heidi se encargaron de eso.-por qué no me sorprende.

-No sé ustedes, pero yo no le voy a dar el gusto a Tanya de no asistir a la fiesta.-le dije a las chicas, las cuales sonrieron.

No me iba a rendir tan fácil, buscaría el dichoso disfraz hasta el último minuto antes de la fiesta. Ángela se iría conmigo y Rosalie con Alice, primero iríamos a casa y después a buscar los disfraces, nos despedimos de los chicos y nos pusimos en marcha.

-Podemos usar los atuendos que compramos originalmente para la fiesta ¿no creen?-sugirió Ángela una vez llegamos a casa.

-Sí, que tontas son disfraces después de todo ¿no?-dijo Alice y subimos las escaleras corriendo.

Alice y Rose siguieron hasta la habitación de la primera, Ángela y yo fuimos a la mía. Caminé directo al guardarropa y saqué la bolsa donde estaba el dichoso vestido, pero al sacarlo lo hice en pedazos, ¡estaba todo roto!

-El mío también está destrozado.-dijo Alice entrando a la habitación seguida de Rosalie que hablaba con alguien por teléfono.

-¿Estás segura mamá?... nos vemos después. ¡Malditas zorras!-Rosalie no necesito decir más para que supiéramos que había pasado con su vestido.

Ángela llamó a Jasper y después de que le confirmara que su vestido también estaba destrozado, salimos de la casa rumbo al centro comercial. Recorrimos todas y cada una de las tiendas donde podíamos tener suerte de encontrar disfraces, pero nada.

-Chicas a esa tienda no hemos entrado.-dijo Alice señalando la tienda.

-Alice creo que deberíamos dejarlo ya, no encontraremos nada.-debatió Rosalie exasperada.

-No perdemos nada con entrar.-apoyé a Alice y entramos.

Buscamos por toda la tienda sin mucho éxito. Estábamos por salir cuando una mujer de unos cincuenta años se acercó a nosotras.

-Tengo los disfraces adecuados para ustedes, síganme.-nos dijo y caminamos tras ella hasta la parte trasera de la tienda. Sacó de un baúl de madera cuatro cajas y nos entrego una a cada una.

-Hace unos días tres chicas vivieron a mi tienda a comprar disfraces para tres chicos, les escuché decir que cuando unas chicas se enteraran de que la fiesta era de disfraces a último momento no encontrarían nada, así que guardé estos. Ustedes son esas chicas ¿o me equivoco?

-No, no se equivoca. Muchas gracias.-le agradecí.

Pagamos los trajes y salimos del centro comercial de prisa, ya era tarde, muy tarde y apenas teníamos tiempo para arreglarnos. Llegamos a casa y subimos a ducharnos, Ángela y Rosalie usaron los baños de las habitaciones de invitados y después nos reunimos las cuatro en mi habitación.

El disfraz de Ángela era de gitana, el de Alice de hada, el de Rosalie de ángel y el mío parecía sacado del cuento de las mil y una noches. Nos cambiamos, peinamos y maquillamos en tiempo récord, en cuanto estuvimos listas bajamos y después de despedirnos de Renée nos montamos en los coches y nos pusimos en marcha. Al llegar a casa de Tanya, Ángela y yo nos apresuramos a bajar del coche, esperamos cerca de la puerta a Alice y Rosalie que habían tenido que aparcar el Porche un tanto más alejado.

En cuanto entramos la mirada de todas y cada una de las personas que estaban en la fiesta se posaron en nosotras, pero la única que me importaba que nos viera era Tanya, la cual tenía cara de haber visto un fantasma. Puse mi mejor sonrisa y me acerqué a ella.

-Te dije que no me perdería por nada tu fiesta, felicidades amiga.-le di un abrazo y ella estaba rígida como una estatua de mármol puro.

Unos segundos después se recompuso y sonrió forzadamente colgándose del brazo de mi Edward. Tuve que alejarme de ellos antes de que cometiera un homicidio y fui a reunirme con Ángela que charlaba con Alec, Alice y Rosalie.

-¿Dónde están Emm y Jazz?-pregunté y Alec sonrió.

-Deben de estar por allí ocultándose de mi hermana y Heidi.

-¡Ángela!-gritaron dos voces por sobre la música y mis dos amigos venían hacia nosotros casi corriendo.

-Ángela, Angie, Angelita ayúdame por favor te lo suplicó, soy capaz de arrodillarme si me lo pides.-suplicaba Emmett haciendo cara de cachorro abandonado.

-No le hagas caso Angie, ayúdame a mí. Haré lo que me pidas, si quiere seré tu esclavo de por vida.-dijo un Jasper completamente desesperado.

-Un momento chicos, ¿para qué necesitan mi ayuda?

-Para deshacerme de Jane, Heidi.-dijeron los dos al unisonido causando que todos riéramos.

-Lo siento chicos, pero esta hermosa gitana es mi acompañante y ahora nos vamos a bailar.-dijo Alec tomando la mano de mi amiga que sonreía embobada-. Y tú recuerda lo que te dije, de no alejarte.-me dijo y se dirigieron a la pista de baile.

-Emm, Jazz... ahí vienes sus chicas.-les dije con sorna cuando vi que las susodichas caminaban hacia acá.

-Te ayudo a deshacerte de la zorra de Jane, sino vuelves a decirme rubia histérica.-le dijo Rosalie a Emmett que asintió sin dudar y, literalmente, la arrastró a la pista de baile.

-Disculpa hermosa hada, ¿me podrías conceder un deseo y ayudarme para que esa señorita me dejé en paz?-Alice sonrió al escuchar las palabras de mi amigo y tocó su mentón como si meditara la respuesta.

-Las hadas no concedemos deseos, pero te ayudaré.-le respondió y se fueron a la pista de baile dejándome sola.

Media hora después todos seguían en la pista de baile y obvio yo estaba sola y de lo más aburrida, de pronto mi mirada se posó en Tanya que vaciaba cuidadosamente un polvo en una bebida... oh no, no lo hará. Comencé a moverme con dificultad entre la multitud y ella estaba ya a unos pasos de Edward, le tendió el vaso con la bebida y yo apresuré al paso. No, no, mierda no llegaré a tiempo...

Capítulo 12: MI HISTORIA Capítulo 14: LA FIESTA II

 
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