BELLA POV:
Estaba ya vestida en el salón de los Cullen esperando a que Alice y Rose terminara de ir a hacerle una broma a Edward, Emmett y Jasper.
-¡Bella!- Grito Alice desde el segundo piso- ¡Ayuda!
Subí corriendo las escaleras y me fui directo al cuarto de Edward en donde creí haber escuchado es grito pero cuando entre no había nadie, me iba a ir a buscar en otros cuartos pero alguien me levanto del suelo dejándome en su hombro con mi cara directo en su trasero.
-¿Qué ibas a hacer Bells?- Dijo Emmett acomodándome en su hombro.
-Bájame maldito idiota, no se de que mierda me hablas- Grite a todo pulmón- ¿Dónde mierda te metiste Alice? ¡Ayúdame!
-Lo siento cariño pero aquí Alice no te podrá ayudar- Dijo Edward entrando a su cuarto con Alice colgando da la misma manera que yo pero solo que ella esta de brazos cruzados y con el ceño fruncido, no pude evitarme reír.
-No te rías tu estas igual- Me deje de reír
-¡Maldito Jasper suéltame!- Grito Rose desde el baño de Edward para luego estar al lado de nosotros.
Nos quedamos mirando como ¿Y ahora que hacemos? Pero como lo imaginaba, a ninguna se les ocurrió algo, que bueno que a mi ya se me había encendido la ampolleta.
-Emmett me puedes bajar, me estoy empezando a marear, veo todo borroso- Dije tratando de que me creyera pero no resulto como yo esperaba.
-No lo voy a hacer Bella Bells- Dijo Sacudiendo su trasero en mi cara.
-Es en serio Emmett creo que esta mas pálida de lo normal- Me siguió el juego Alice cuando descubrió lo que pretendía.
Al parecer no iba a ceder así que hice lo que pude para imaginarme a Emmett con tan solo un tapa barros como el que usa Tarzan, lo que logro que se me juntara un poco de vomito en la boca y me dieran muchas ganas de vomitar.
-¡Emmett, bájala en este mismo instante!- Grito Edward bajando a Alice de su hombro y viniendo a ayudarme a estabilizarme- ¿Te encuentras mejor?- Asentí.
Nos quedamos mirando con Alice y Salimos corriendo para el patio trasero en donde estaba la pileta, que cuando éramos pequeños jugábamos, y nos escondimos detrás de ella.
-¿Qué hacemos con Rose?- Pregunto Alice.
-No lo se- Estábamos pensando hasta cuando se escucho el grito de Jasper:
-¡Atrápenla!- Rose venia corriendo hacia nosotras, se escondió y nos quedamos mirando a nuestro alrededor. Estábamos en eso hasta que los muchachos salieron al patio.
-¿Estas seguro que se fue por acá?- Pregunto Emmett.
-Si, la tendríamos en nuestros brazos si no te hubieses metido Emmett-Dijo pegándole en la cabeza- Vamos, busquémoslas adentro.
Alice saco un papel de su bolsillo, un bolígrafo y escribió en el "No busquen mas, nos fuimos al parque".
-¿Cómo crees que vamos a llegar si estamos encerradas acá?- Le pregunte.
-Solo síganme- Se arrastro como gusanito hasta la pared que separaban nuestras casas y en un ágil movimiento lo salto, Rose fue la siguiente y después yo quien era mas que obvio que me caí aterrizando mi trasero contra el cemento, Rose y Alice evitaron reír tapándose la boca con las dos manos. Nos adentramos a mi casa, salimos por la puerta principal y nos subimos a toda prisa al Porche de Alice.
Llegamos al Parque y nos subimos a unos cuantos juegos mientras esperábamos a los chicos. Sentí como mi bolsillo vibraba avisándome que alguien me estaba llamando.
-Diga- Conteste dándole una mordida a mi Hot Dog.
-Hola amor, ¿Me puedes decir donde están?- Pregunto amablemente Edward.
-En el parque de diversiones- Dije riéndome.
-En que parte del parque- Pregunto perdiendo la paciencia.
-Mmm no lo se creo que Mmm….- Dije molestándolo- Creo que Mmm….
-Ya dilo de una ves por dios- Grito Edward.
-En un carro de Hot Dog. Dije y corte.
-¿Edward?- Pregunto Alice.
-Sip, creo que no se levanto con mucha paciencia hoy, Voy al baño en un rato vuelvo- Dije y me levante.
Cuando había salido del baño me empecé a preguntar ¿Qué le habrán hecho Alice y Rose a los chicos para que estuvieran tan encabronados? Cualquiera que fuera la historia la quería escuchar. Estaba tan metida en mis pensamientos que cuando accidentalmente choque con un tío caí de trasero, de nuevo, creo que me voy a lesionar mi lindo traserito.
-Lo siento Bella, ¿Estas bien?- Me levante rápido y lo quede mirando. Estaba usando una camisa negra con pantalones de color caqui, simplemente perfecto.
-Depende ¿Estas enojado conmigo?- Pregunte con mi cara de borreguito degollado.
-Claro que no estoy enojado contigo, solo que Alice me saca de mis casillas y cuando te llame no estaba del mejor humor, Te das cuenta que las buscamos por todas partes, nos detuvo la nota que dejo Alice en la pileta- Dijo tirando de mi y abrasándome- Te extrañe.
-¿Qué les hicieron para que nos persiguieran?- Pregunte apoyando mi cabeza en su pecho.
Suspiro y me miro a los ojos- Nos intentaron cambiar toda nuestra ropa- Dijo haciendo una mueca.
-¿Qué tiene eso de malo? Lo hacen casi todos los meses.
-Lo querían cambiar por ropas rosas- No aguante mas la risa y me reí a todo pulmón al imaginármelos vestidos completamente de rosa.
-Las hubiese ayudado ya que no les salió muy bien- Dije tomando respiraciones para calmarme.
-Tampoco le hubiese resultado ya que te hubiese detenido- Dijo orgulloso.
-¿A si? ¿Cómo?- Lo desafié.
-Justamente así- De un segundo a otro estaba en la misma posición cuando Emmett me levanto del suelo pero en brazos de mi Edward.
-¡EDWARD BAJAME!- Grite.
-Con una condición- dijo empezando a correr.
-¿Cuál? Edward baja la velocidad me voy a caer- Dije, ya que Edward al correr provocaba que rebotara en su hombro.
-Nunca en mi vida te dejare caer, pero para que estés sana y salva en el suelo tienes que salir de este lugar conmigo- Dijo disminuyendo la velocidad.
-¡No puedo! Alice y Rose me mataran- Pensé en todas las cosas que me obligarían a hacer si las dejaba solas en esto, Me dio un escalofrió.
-Si no vas voluntariamente te llevare a la fuerza amor mío.
-¿Me queda otra opción?-Dije rindiéndome y refunfuñando.
-Desgraciadamente no cariño- Me bajo de su hombro, pero como mi ultima opción pensé en salir corriendo y alcanzar a Alice y Rose- Ni lo pienses, sabes que te alcanzaría y te llevaría donde yo te quiero.
Suspire y rendida tome su mano. Edward me beso la mejilla y me llevo a la salida del parque.
-¿Sabes que después Alice y Rose me van a obligar ir de compras?- Pregunte haciendo un puchero mientras nos dirigíamos al volvo.
-No creo que se atrevan- Dijo haciendo una media sonrisa.
-Si tu lo dices- Dije sentándome en el copiloto. Edward dio la vuelta al auto y se sentó en su asiento.
Estuve todo el viaje a no se donde mirando por la ventana mostrando mi enojo por sacarme del parque. Aunque bueno le debería agradecer a Edward porque no estaba en muy buenas condiciones como para andar juego tras juego después de la noche pasada.
-¿Todavía estas enojada cariño?-Pregunto parando el auto y tomándome la mano.
-No, solo…. Ya no estoy enojada- Le dije cuando lo mire a la cara y me di cuenta lo arrepentido que estaba.
-Si quieres nos devolvemos- Dijo para luego besarme la mano.
-No ya estamos aquí y además tu quieres esto y seguro lo estabas planeando con anticipación antes de que saliera la idea del parque ¿No?- Dije acariciándole la mejilla con la otra mano que el no sostenía.
- Me conoces tan bien- Dijo sonriendo y besándome la comisura de mis labios. Se bajo del auto y se fue a abrir mi puerta. No fue hasta allí que me di cuenta que estábamos afuera del restaurant que fuimos en nuestra primera cita.
Cuando entramos al reconfortante calor del restaurant, Edward pidió una mesa para dos personas y la recepcionista (que como todas se quedo viendo mas de la cuenta a mi novio) no dirigió a una mesa apartada de las demás. Pedimos nuestra comida y la camarera se fue.
-¿Y que tienes planeado hacer para tu cumpleaños?- Me pregunto Edward sentado al frente mío y tomándome una de mis manos sobre la mesa.
-No lo se, por mi pasaría todo el día en la cama- Dije restándole importancia.
-Bueno, cualquier cosa que hagas estará bien para mi si te hace feliz, de acuerdo- No podía tener un hombre mas perfecto, lo amaba y si que no lo dejaría por nada del mundo.
Estuvimos hablando de muchas cosas durante la cena hasta que sentí como vibraba mi celular en el de mi chaqueta.
-¿Hola?- Pregunte sin ver el identificador de llamadas.
-Isabella Marie Swan ¿Dónde diablos te metiste?- Pregunto Alice al otro lado de la línea.
-Estoy con Edward en un restaurant- Dije simplemente para luego darle un sorbo a mi bebida.
- ¡Edward!... Pásame a mi querido hermano por favor-Dijo casi escupiendo.
-Quiere hablar contigo- Le dije a Edward pasándole el teléfono.
-Mmm dile que justo tuve que ir al baño por favor- Dijo rogándome.
-No, nada de eso señor usted me trajo aquí, usted se encarga del torbellino de su hermana.
Tomo el teléfono derrotado y dijo- Hola Alice- Silencio- Ya lo tenia planeado desde antes- Mas silencio- Ella no lo sabia- Y mas silencio que me volvía loca. Y si me las cobraba a mi- Descuida haré todo eso y mas- Dijo para luego colgar y devolverme el teléfono.
-¿Y? ¿Qué te dijo?- Pregunte a punto un colapso mental.
-Descuida se las desquitara conmigo- Dijo tranquilamente. ¡¿Cómo puede estar tranquilo después de que Alice lo obligara a hacer cosas que seguramente a Edward no le gustaría?!
Después de comer nos fuimos al auto. Íbamos en un tranquilo silencio hasta que me di cuenta que no íbamos de camino a casa como pensaba.
-¿A dónde vamos?- Pregunte mirando por la venta para ver si conocía algún rincón de la carretera.
-Ya lo veras- Me dijo con una sonrisa torcida. No dije nada más hasta que Edward paro en un sendero, ahora viéndolo mejor en la noche lo reconocí como el sendero que nos diría a nuestro prado.
-Vamos al prado- Confirme- ¿Estas haciendo el mismo recorrido que en nuestra primera cita?- Le dije tranquilamente mientras estiraba la comisuras de mis labios formando una sonrisa.
-Bueno, tu me conoces, no soy muy creativo- Dijo mirándome directamente a mis ojos- ¿Vamos?- Pregunto.
-Claro que si, vamos- Le respondí mas entusiasmada que hace cinco minutos.
Salí corriendo del auto y me dirigí al interior del bosque, en donde sabía que nos iba a llevar a nuestro prado.
-Bella, espérame- Me grito Edward unos pasos mas atrás que yo.
-Lo siento, estoy muy emocionada, vamos te hago una carrera hasta el prado- Lo rete mientras empezaba a correr, sin importarme cual fuese su respuesta.
-Eso es trampa- Grito corriendo en mi dirección.
Cuando estaba a unos pasos de atravesar el árbol que me dividía de nuestro prado me quede petrificada cuando lo divise.
-¿Te gusta?- Me dijo Edward abrasándome por atrás.
Allí al frente de mis ojos se encontraba un camino de pétalos blancos y rojos que terminaba en un sofá-cama rodeándolo, a un costado del sofá-cama estaba una mesa pequeña cuadrada con 2 copas. Alrededor del prado están situadas pocas velas dando un ambiente de relajo y romanticismo.
-Es hermoso Edward- Dije con unas cuantas lágrimas rebalsándose de mis ojos.
-Ven, vamos- Dijo estirando mi mano para que lo siguiera al sofá-cama
Edward se recostó y abrió la piernas invitando a que me sentara entremedio de ellas, cuando estuve entremedio de sus piernas me recosté en su pecho.
Edward me dio una copa- Un brindis por la mejor mujer del mundo…- Dijo chocando su copa con la mía.
-Tu madre- Brome.
-Nop… esa mujer eres tú- dijo y luego me dio un casto beso en mis labios.
Después de tomar de nuestras copas, las dejamos a un lado y nos acomodamos en silencio a observar las estrellas.
-Me encanta estar así, junto a ti, mirando el firmamento- Susurre muy bajito con miedo a que se fuera la tranquilidad que rondaba en el lugar.
-A mi igual cariño- Dijo rosando su nariz en mi mejilla.
-En Los Ángeles para mi cumpleaños 15 mi abuela me llevo a la azotea de un edificio que estaba cerca de la casa de mi abuela, cuando llegamos allí estaban tendidas unas toallas y nos recostamos a observar las estrellas, era hermoso pero no comparado con esto. Aquí las estrellas se ven mejor pero también porque estoy con el mejor novio del mundo- Argumente confesándole uno de los momentos mas bellos hasta ahora.
-¿La extrañas cierto?- Pregunto haciéndome círculos imaginarios en mi vientre, donde tenia sus manos.
-Si mucho- Suspire- Si fuera por mi me iría de nuevo con ella, pero están mis padres, mis amigos y tu y se que me dolería mas estar lejos de ustedes que de mi abuela, pero me encantaría tenerla aquí. Una vez me dijo que le gustaría venir a vivir aquí, pero los recuerdos de su vida junto a mi abuelo la harían sentirse un poco deprimida.
-Me gustaba tu abuelo, siempre me daba dulces debajo de la mesa- Susurro para luego quedarse callado mirando a la nada, pensativo.
Bueno aquí otro capitulo, lo siento la tardanza pero he estado muy ocupada con mis exámenes finales y todo eso, pero ahora estoy de vacaciones y probablemente la próxima semana ya tenga hecho el próximo capitulo.
Que tengan unas hermosas fiestas y ¡Feliz Navidad y prospero año nuevo!
Atte: Vane
|