Alice y yo salimos de la iglesia y nos fuimos a formar en el pasillo que se había hecho a la entrada. Mi madre nos dio un puñado de arroz y otro de pétalos de rosa para arrojarlos sobre los novios cuando hicieran su salida de la iglesia ya como marido y mujer. Jasper y Edward salieron tras nosotras y se fueron al otro lado del pasillo a esperar la salida de los novios. Emmet y Rosalie salieron de la iglesia y todos gritamos al unísono: - FELICIDADES!!!!!!!!!!!! Emmet cogió a Rosalie en volandas y la besó. Rosalie no paraba de sonreír, estaba radiante, feliz. Sin duda era el mejor día de su vida. Emmet y Rosalie estaban hechos el uno para el otro. Todo el mundo empezó a acercarse para felicitar a los novios, y entre el bullicio de gente vi como Tania se acercaba a Edward. Le ponía la mano en la cintura y lo atraía hacía ella y le susurraba algo al oído, Edward le sonreía y también le decía algo al oído. Me estaba poniendo frenética! Porque esa! Esa! Le susurraba a Edward y lo cogía de la cintura. Jasper se acercó rápidamente a mí y se puso delante de mi campo de visión, sin duda eso hizo que desviara mi mirada y me enfadara por no poder ver que estaba pasando entre Edward y Tania. - Bella todo bien? - Si, todo bien – contesté con los dientes apretados. - No pareces muy convencida de ello… Poco a poco fui calmándome y Jasper lo notó. - Bien, saludamos a los recién casados otra vez? - Si vamos, necesito moverme. Aunque mi mente se había relajado mis piernas se había tensado por el enfado y me había quedado allí de pie tiesa como el palo de una escoba. Nos acercamos como pudimos a los novios para felicitarlos. Ya todos los invitados estaban camino de casa de los Cullen, ya que el banquete se iba a celebrar en su casa, en el jardín. Jasper se ofreció a llevarme y acepté, había venido en el coche con Edward, así que debería compartir coche también con él y con Alice. Nos montamos en el volvo plateado que ya estaba esperando con Edward al volante y Alice en el asiento del copiloto. Jasper y yo nos subimos en la parte trasera. Al subirme noto los ojos dorados observándome por el retrovisor, así que desvié la mirada y me concentré en Jasper, no podía mirarlo a los ojos, me venía a la mente la imagen de Tania tomándolo por la cintura y eso hacía que me enfadara sólo de recordarlo. Jasper notó mi cambio de estado de ánimo al subirme al coche e intentó distraerme. - Bella, estas muy guapa. - Gracias Jasper, tu también. Y tu corbata hace juego con mi vestido. – le regalé una sonrisa a Jasper que él me devolvió. - Si, es cierto, nuestras corbatas hacen juego con sus vestidos – dijo Jasper para intentar incluir a Edward y Alice en la conversación. No miré a Edward, no quería verle la cara en ese momento, seguía enfadada, pero el duende de mi prima se giró y le guiñó un ojo a Jasper, y de reojo ví como Edward sonreía. No pude evitar sonreír cuando vi su sonrisa torcida, mi favorita - Ya saben dónde van Emmet y Rosalie de luna de miel? – pregunté. - Si! - Contesto el duende animado– Edward me lo contó hace un rato, Emmet va a llevar a Rosalie a Isla Esme, es una sorpresa. - Isla Esme? – pregunté confundida. - Si, es la Isla que Carlisle le ragaló a Esme cuando se casaron. Ellos también fueron allí de luna de miel - Qué? le regaló una Isla? Edward y Jasper empezaron a reírse, y Alice se unió a ellos. Yo estaba algo molesta y confundida por las risas. - Bella fue un detalle que Carlisle quiso tener con Esme, para tener un lugar propio para ellos dos solos, su pequeño paraíso. - Que romántico. Carlisle quiere mucho a Esme… Esta vez sonrieron por mi comentario y asintieron ambos hermanos Cullen. Alice miraba a Jasper por con la cabeza entre los asientos. Realmente Alice estaba muy enamorada de Jasper. Llegamos a casa de los Cullen que estaba al final de un sendero que discurría a través del bosque durante unos cuatro kilómetros. Al llegar al final del sendero ante nosotros se levantaba una gran casa de dos plantas, con grandes ventanales en el piso inferior y una entrada con escalones y flores. Nos dirigimos al lado izquierdo de la casa, donde había un edificio del mismo tamaño que la parte inferior de la casa, era como otra ala del edificio junto a la casa principal. Se abrieron una puertas y entramos en el garaje. Allí habían varios coches que supuse que serían de cada uno de los miembros de la familia Cullen. Entramos a la casa por la parte del garaje, atravesando el salón y saliendo a la parte trasera del jardín, donde se encontraba ya buena parte de los invitados, incluida la tal Tania, que se acercó a nosotros junto con su hermana Irina. - Hola, veo que ya llegaron. - Hola Tania - Saludaron los hermanos Cullen. - Esta es Alice mi prometida, supongo que la recuerdas– dijo Edward - Hola Alice, que tal? - Bien gracias. - Y ella es Bella, la prometida de Jasper - Hola Bella, encantada de conocerte. - Hola, lo mismo digo. Perdonen donde está el baño? - Espera Bella yo te acompaño – dijo el duende con cara de enfado. Nos fuimos dejando allí a los hermanos Cullen con Tania, que pareció quedar muy contenta de nuestra marcha, ya que cuando nos alejamos lo suficiente lo primero que hizo fue colgarse del brazo de Edward. Como podía ser tan resbaladiza ésta chica? No había oído decir a Edward que Alice era su prometida?
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