Edward era generalmente un durmiente profundo,pero con la luz picando en sus ojos y susurros pasando a su alrededor,encontró difícil permanecer oculto en el cálido confort de los brazos del sueño y se sintió a regañadientes arrastrado hacia la conciencia.Cuando finalmente cedió y permitió a sus ojos abrirse,se encontró mirando fijamente a seis bellísimas mujeres paradas alrededor de su cama en los más extremadamente deseables pijamas que él alguna vez había visto.Su primer pensamiento fue que él debía estar soñando aún…y era un dulce sueño también,decidió,apreciando la abundante carne revelada por la escasa ropa de dormir…hasta que su mirada finalmente aterrizó en la séptima persona parada al lado de la cama.
—¿Spiderman?—murmuró con confusión.
—¡Joder!Ves,ahora lo has despertado.
La mirada de Edward se deslizó al portavoz y sonrió débilmente cuando reconoció a Bella.No fue del todo sorprendente que ella se presentara en sus sueños.Sus últimos pensamientos antes de deslizarse al sueño habían sido sobre las cosas que le gustaría hacer con ella.La mujer estaba convirtiéndolo en una masa de frustración sexual.
La peor parte era que ella ni siquiera intentaba hacerlo.Él estaba logrando todo solo,con sus propias fantasías.
—Mejor no dejes a Tía René oírte hablar así,Bells—provocó Spiderman.
—Ella lavará tu boca con jabón.
—Oh vete al carajo,Marco.Soy demasiado vieja para eso—dijo severamente,entonces se volvió y se inclinó ligeramente para dirigirse a Edward.
—Lo siento.No quisimos despertarte.
Él asintió afablemente y dijo:
—Está bien.Tú puedes meterte en mis sueños cuando quieras.
—Oh,¿no es dulce?Él piensa que está soñando con nosotros—una mujer en camisón lavanda le habló con una sonrisa.
—Yo no sé sobre dulzura,Jane.Una de dos,o tiene un pepino en sus boxers después de todo,o él piensa que su sueño es uno húmedo—declaró una mujer de verde menta y Edward pestañeó con sorpresa cuando notó el color de su pelo.El pelo corto y negro,puntiagudo,con las puntas de color fucsia,no era algo que él normalmente hubiera pensado que era erótico y brevemente se preguntó lo que ella estaba haciendo en su sueño,entonces notó el silencio alrededor de él y lanzó una mirada para ver que la atención de todos se había vuelto a su entrepierna.
Edward alzó su cabeza y entornó los ojos sobre la erección que estaba luciendo.
—Definitivamente un sueño mojado—pronunció solemnemente una bonita chica de rojo.
—Quizá,deberíamos verificar y asegurarnos que no es un pepino—una joven mujer con un camisón azul celeste hizo la sugerencia y se giró para compartir una malvada sonrisa con otra muchacha,quien era su imagen del espejo.La segunda,vestida de color durazno,asintió y dijo:
—Oh sí.
Edward pestañeó por la sorpresa cuando comprendió que el par eran unas jóvenes adolescentes y estaba casi horrorizado al notar qué bien rellenaban sus camisones.¿Cuando las adolescentes tuvieron que empezar a lucir tan no como adolescentes?,se preguntó con disgusto.
—Oh,basta—Bella estalló,entonces volvió su mirada a él—.No estás soñando.Nosotros estamos realmente aquí.Y siento que nosotros te hayamos despertado,pero las muchachas quisieron…
—Nosotros quisimos ver sus regalos de cumpleaños—terminó una de las chicas cuando ella dudó.
—Lo que te incluye.
—Sí.Habíamos visto todos sus otros regalos—explicó la muchacha de azul—.Así que era justo que nosotros te viéramos también,¿Entiendes?
—Somos los primos de Bella—le informó la de rojo.
—Bien,todos nosotros excepto Jane—corrigió la que estaba de lavanda y Edward se encontró mirándola fijamente.Ella parecía vagamente familiar,pero le tomó un momento a su mente ubicarla,entonces recordó su venida a la puerta más temprano para informar a Bella,su madre y el hombre llamado Marco,que alguien había llegado.
Recordar ese previo escenario hizo a Edward darle una segunda mirada a Spiderman y comprendió que “Spidey” era Marco.Él no estaba soñando.
—Había oído voces provenientes de este cuarto.
Edward lanzó una mirada hacia la puerta cuando la muchedumbre alrededor de su cama se enderezó y se movió culpablemente para enfrentar al recién llegado.Vestida con una bata de raso roja,ribeteada de encaje,la mujer tenía el largo pelo del mismo color de Bella,pero ésa era la única similitud.Sus rasgos eran más afilados,su cara más larga y sus ojos eran lo más frío que Edward había visto alguna vez.
—Tía Charlotte—Bella sonaba desconcertada—.Estábamos solamente…estaba mostrándoles mi regalo de cumpleaños a las chicas.
La mujer hizo una pausa al pie de la cama y miró a Edward con interés.
—Así que,¿éste es el psicólogo que tu madre trajo para ayudarte con tu fobia?
—¿Qué está pasando aquí?—otra onda pasó a través del grupo que rodeaba la cama cuando la madre de Bella apareció en la puerta,vestida con una larga túnica de seda.
—Oí voces y vine a investigar—anunció Cahrlotte—.Bella estaba mostrándole su regalo de cumpleaños a las muchachas.¿Es bastante joven,no lo es René?
—¿No lo son todos?—dijo casi fatigadamente René—.Pero al parecer,es uno de los mejores en su campo.
—Hmmph—Charlotte retrocedió a la puerta,aparentemente perdiendo el interés en Edward—.Vuelvan a la cama,muchachas.Es bien pasada el alba.Todos deberíamos estar durmiendo.
Había murmullos y refunfuños,pero todas las muchachas siguieron a Charlotte y René fuera del cuarto.
La puerta se cerró con un suave clic,pero Edward podía oír el murmullo de voces femeninas alejándose por el pasillo,cómo la mujer más vieja sermoneaba a las más jóvenes.No fue hasta que un susurro de tela atrajo su mirada a su lado,que Edward comprendió con un susto que no todos habían salido.El Hombre-araña aún estaba de pie a su lado de la cama y estaba mirándolo con una expresión determinada.
|