Una vez que llegamos a La Push, me bajo de su espalda.
- Listo señorita, hemos llegado –puse los ojos en blanco, para poder disimular mi ruborizo
Cuando empecé a caminar me detuvo.
- ¿A dónde crees que vas?
- “¿Qué no habías dicho que ya habíamos llegado?”
- Sí, pero nunca que podías irte por tu cuenta –saco una pañuelo negro de su bolsa trasera del pantalón-. Tranquila, solo te voy a vendar los ojos. Yo te voy a guiar todo el camino, hasta llegar –un poco dudosa acepte, y me vendo los ojos
Empezamos a caminar, aunque me sentía algo insegura por no poder ver nada. Aunque con su mano haciendo contacto con la mía me hacía sentir tan nerviosa. Sentía que el corazón se me iba a salir del pecho, sentía tan extraño todas estas emociones juntas. No puedo comprender como me llegue a enamorar de mi mejor amigo –suspire-.
- Listo, llegamos –se detuvo, y me quito la venda de los ojos
Me quede en shock. Había una gran manta como de picnic de color blanca, con una cesta de comida encima. Una rosa puesta alado de la canasta, y platos con fruta picada. En un plato de plástico había fresas haciendo una torre, y enfrente una pequeña fuente de donde caía chocolate. Pero lo más hermoso de todo fue cuando vi ese jarrito que contenía nada. El jarrito que siempre habíamos usado cuando yo era un bebe, y recolectábamos miel…Juntos. Me acuerdo que siempre me decía que era “mágico” y que cualquier cosa que pidiera se incrementaría. Yo me burlaba de lo pequeño que lo veía, y que no le cabría mucha miel…Pero, él insistía que duplicaría la cantidad. Nunca lo comprobé… & hasta creí que se había perdido.
- Al parecer el clima esta a mi favor –dijo de momento, y fue cuando me percate de que así era. Hoy había sido uno de esos días raros en Forks donde el sol se deja ver.
- Lo…encontraste –se me quebró la voz, y fue cuando me di cuenta de que lágrimas desbordaban por mi rostro.
- Si, -se dio cuenta de mis lágrimas, y las seco inmediatamente con su dedo- ¡Vamos, Nessie! –bufó- No me arruines la sorpresa con las lágrimas –bromeo-.
- Disculpa.. –di una sonrisa, y me limpie lasa lágrimas con el dorso de la mano-. No debiste hacer todo esto.
- No. Pero quise.
- ¿Por qué? –pregunté con un hilo de voz
- Por ti.
Esas palabras me desconcertaron. Me movieron del piso, hicieron a mi pequeña ciudad temblar. Nada encajaba, al menos no desde mi punto de vista. Mis pies perdieron el suelo. En eso se acerco hacía mi, tan cerca que podía sentir su respiración pegando en mi rostro, tan suave…Tomó mi mano con una de las suyas, y con la otra acariciaba mi rostro.
- “¿Por qué…me dices...todo esto?”
- Nessie… -se hizo un gran silencio- Hago todo esto porque eres lo único en lo que no dejo de tener en mi mente todo el tiempo. Por más que trate, no puedo no pensar en ti –no quise contestar, no sabía siquiera que decir-. Te…Amo.
Esto se salía de control. No le encontraba lógica en lo más absoluto, ¿Estaría soñando de nuevo? ¿Acaso esto sería otra broma de mi imaginación? Una de muy mal gusto, simplemente me lastimaría yo sola más de lo que mi mente me torturaba. - ¿Podrías decirme algo? Te digo “te amo”. Y por lo menos quiero esperar un “te odio”. Algo…Pero dilo tú, no tu mente.
- Jake…Yo…También te amo –y acaricie su mejilla
- …Siempre te ame.
- Espera –logré decir después de un momento-. Tú…¿No me odias? –por fin logre escupir esas palabras que se habían atorado en mi garganta
- ¿Odiarte? –levanto una ceja-. ¿Ness, tú que entiendes por la frase “Te Amo”? Al parecer todo lo contrario a lo que significa.
- No es eso. Pero…Yo si creí que era así –baje la mirada.
- ¿Por qué habría de odiarte? Créeme que de ser así, no me hubiera aguantado todas esas mordidas que me dabas, ó los jalones de pelo que soporte.
- Pero…¿El día que…-no pude continuar, y mejor le mostré el día en que nos encontramos con Quil y Claire en La Push, y su extraño comportamiento. Esté me dedico una sonrisa
- ¿Quieres saber realmente de que hablaba Quil? De mis sentimientos hacía ti, y el odio queda totalmente fuera de serie. Eso te lo puedo asegurar. Créeme, yo te amo. ¿Me escuchas? –tomó mi rostro entre sus grandes manos-. Te amo, eres mi vida…Y esto no tendría sentido si no estuvieras tú dentro de ella. ¿No me crees? Entonces lo gritare, por si no me escuchas bien –de momento soltó mi rostro- ¡YO, JACOB BLACK, AMO A RENESMEE CARLIE CULLEN SWAN!
- Cállate –dije con una sonrisa, y sonrojada por lo que había pasado-. Te creo, y discúlpame por haber sacado respuestas erróneas a tu comportamiento…Es que…Tenía miedo a salir herida.
- Nessie –con un dedo tomo mi barbilla, haciéndome verlo a los ojos-, te prometo que nunca, ¿Me oyes? Nunca de los nunca te hare daño. Yo siempre estaré aquí para ti, para protegerte.
Nuestros rostros se fueron acercando, hasta que nuestros labios acortaron la distancia.
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