Narra Edward

-         Cariño, que pasa?- le pregunté a Bella

-         Me acaba de decir Alma, que viene a casa, tiene que contarnos algo.

-         Crees que se lo habrá dicho ya Jacob

-         Supongo que si.

-         Yo creo que están saliendo, no sabes las cosas que pensaba nuestra hija, estaba sufriendo por él.

Mi esposa hizo una mueca de tristeza.

Entonces empecé a oír la voz de Jacob y de mi hija Alma.

-         Están cerca, puedo oírles.- le anuncie

-         Yo aun no los oigo.

A veremos como le va la noticia a mis padres… ¿y si no les gusta que Jake este conmigo?...madre mía

Era los pensamientos de mi hija, eso significa lo que estaba pensando que i estaba con el lobo…

Yo aceptaba que salieran juntos, eso si, si le hacía algo a mi hija…

Edward… se que nos puedes leer la mente, estamos demasiado cerca ya, estoy muy contento, gracias por vuestro apoyo

Eso más que un pensamiento era como si estuviese hablándome.

-         Bella… ya están aquí.

Fui abrir la puerta y me los encontré dándose un beso. Que vergonzoso, ver a tu hija dándose un beso con su novio… deje la puerta abierta y fui con Bella que estaba en la cocina.

-         ¿Qué pasa Edward?

-         E visto como…se besaban.

-         ¿Si? Ay…mi niña esta echa una mujer.

-         Si, espero que use bien su cabecita

-         Edward, esas cosas son entre ellos. Son mayorcitos para saber lo que hacen

-         Si.

Me acerqué a ella, y por una vez más le mostré todo mi amor por ella con un beso.

-         Te amo…- le susurré entre beso y beso.

-         Yo también, vida mía.

Entonces oímos como cerraron la puerta.

-         Mamá, estamos aquí en casa.- dijo Alma

-         En la cocina, hija.- contestó Bella.

Entraron en la cocina. Le eché un ojo a Jacob y asentí en la cabeza, este se relajó.

Gracias, Edward.

-         ¿Qué tal la fiesta, chicos?- pregunté

-         Bien, muy bien. Venía a traer la ropa, nos vamos a comer con los chicos en la playa, tengo que coger otro bikini.

-         Luego vendrás- le dije

-         Si, papá, esta tarde vendré.

-         Queréis algo para tomar- les dijo Bella

-         Yo no, y tu Jake - le dijo Alma.

-         No, gracias.

-         Tengo que deciros una cosa…- dijo por fin Alma

-         Si.- dijimos a la vez Bella y yo.

-         Estoy saliendo con Jake.

Este se sentó en una silla.

Bella abrazó a Alma.

-         Enhorabuena hija.

-         Mama

-         Te decidiste chaval, me alegro de que se lo dijeras, por el bien de los dos.- le dije a Jacob.

-         Gracias Edward, otra vez.

-         Vosotros… ¿lo sabíais?- preguntó Alma.

-         ¿Nosotros?  - dijo Bella mirándome

-         Hija… era asunto de vosotros… entiéndelo

-         Lo entiendo.

Entonces se me vinieron muchos sentimientos de amor, alegría, un poco variado.

-         Voy a por un bikini.- dijo Alma.

-         Vale.- contestó Bella.

Nos quedamos en silencio mientras Alma miraba bikinis.

-         Jacob… por favor, lo único que te pido es que la trates bien, no sabes lo que oía en su cabeza sufrir días atrás… - le dije

-         Edward, es lo que más amo en mi vida, me resulta raro decíroslo, resulta un poco…vergonzoso, pero lo sabéis, es como tú con Bella, ¿dejarías que le pasara algo malo?

-         No.- dije

-         Pues ya esta, tranquilo. La voy a cuidar. Me conocéis.

-         Si, - dijo Bella.- y se que la vas a cuidar muy bien

-         Usa bien esa cabecita eh Jacob, que lo que tienes entre pierna y pierna si te gusta que este ahí…

-         Edward! No seas grosero.- me rechinó Bella.

-         Yo lo único que le advierto… es una niña- me defendí

-         Ya no es una niña, para nosotros en una niña pero no lo es, es mujer.

-         Si… supongo que tienes razón.

No se como lo hacía Bella, pero siempre ganaba ella, tenía ese encanto tan natural de ella, estaba loco por ella.

Esté es perfecto… haber si impresiono a Jake…

Mi hija la veía tan feliz… lo único que quería era eso, verla sonriendo cada vez que entrara por la puerta. Y si estando con el lobito era feliz, adelante.

Bajó por las escaleras.

Narra Jacob

Alma bajó con ropa diferente. Iba guapísima. Hacía calor por eso se puso unos shorts.

Nos despedimos de Edward y Bella y nos fuimos a la playa.

-         Ya tienes lo que querías coger?- le pregunté

-         Si.

Le pasé la mano por su cintura.

-         ¿Que tienes que hacer esta noche?

-         Si

-         Ah, bueno…

-         Que pasa

-         Nada, era si querías quedarte a cenar

-         Voy a entrenarme

-         Para que

-         Voy a correr, se que eso no es ningún problema para mi, pero también tengo cosas que hacer, trabajos…

-         Entiendo…

-         Lo siento, pero mañana es…

-         Domingo.

-         Pues si quieres quedar

-         Claro.

-         Ahora nos vamos a divertir, ¿no?

-         Por supuesto.

Llegamos a la Push y Jake se fue a poner el bañador, se quedó con eso solo, se quitó la camiseta.

-         Que quieres que me quiten al novio.

-         Que va.

-         Pues es que… eres irresistible.

-         Mira… quien fue hablar.

-         Tonterías

Nos reunimos con todos los chicos y chicas.

-         ¡Alma!- le llamaron.

Ella me dio un beso en la mejilla.

-         Nos reunimos en el agua.

-         Vale…

A saber que tenía pensado la peque ahora.

Se me fue con las chicas y yo me quede con los chicos.

-         Por fin la tienes en el bote eh chaval!- le dijo Embry

-         Embry…

-         ¿Qué?

-         La quiero, no voy hacerle daño

-         Lo se, a mi me pasa lo mismo con Esther.

-         Ya se… cuando estamos en fase no hace falta que lo menciones.

Nos reímos.

-         Oye Seth y a ti te gusta alguna chica?- le preguntamos yo y Embry

-         ¿Que? No, que va.

-         ¿Seguro pillín?

-         Los de mi instituto son todas pijas… que va mejor antes solo que mal acompañado.

-         Pues si

Llamamos a las chicas para comer. Comimos un trozo de pizza. Estuvimos un rato hablando y luego se fueron a dar un paseo las chicas. Cuando volvieron vi como se quitaban las ropas y se quedaban con los bikinis.

-         Tíos… estas se van al agua, ¿vamos?- dije.

-         Si.

Alma me guiño un ojo y se fue corriendo con las demás al agua.