Edward
Los días fueron pasando, los mese, los años, yo estaba casado con Bella mi primer y único amor. Estaba más que feliz de tenerla en mi vida, no podría llegar a definir como me sentía, y lo mejor del mundo, era mi preciosa hija, Julia, idéntica a su madre, alegre, divertida, inteligente, era la mejor niña del mundo, la quería muchísimo, y a su madre también. Mi vida había cambiado tanto, estuve con mi prometida, siendo infeliz pro que no la quería, en la reunión de ex alumnos me encontré a Bella, mi ex novia, con su hija, a la semana me entere de que también era mi hija. Rompí con mi prometida y volví a estar con Bella, era el hombre más feliz del mundo, pero la felicidad no duro mucho, a las semanas, mi hijA murió, en pocas semanas había querido a una niña como no lo había hecho por nadie, era lo más preciado para mí y se fue, estaba destrozado, en pocas semanas había perdido a mi hija que lo acababa de descubrir. Bella me dejó por que dacia que mi presencia le recordaba a Nessie y estuvimos un tiempo separado, una tarde me la volví a encontrar y me dijo que volvía estar embarazada, y que era mío, así que volvimos a estar juntos, nos casamos, y nuestra hija nació. Era el hombre más feliz del mundo y tenía una familia perfecta, Jacob y yo seguimos siendo amigos, Tanya volvió y ahora somos amigos. Mi vida nunca había sido mejor.
Bella
Pasaron los años, yo estaba felizmente casada con mi marido, Edward, y mi hija, ya tenía 9 años la misma edad que Nessie cuando murió. Seguía recordándole, cada minuto de mi vida. Mi vida había cambiado mucho en estos últimos años, cuidé de mi hija sola, sin su padre a mi lado, a los nueve años nos reencontramos y volvimos a estar juntos, toda mi vida era perfecta, mi hija, Nessie sabía quién era su padre, y vivamos juntos felizmente, hasta que Nessie murió fue la cosa más dolorosa que me podía haber pasado, y justo después de su muerte, rompí con Edward por que su presencia me recordaba a Nessie. Nos volvimos a reencontrar, y yo estaba embarazada, volvimos a estar juntos nos casamos, nuestra hija nació, y fuimos felices, Tanya y yo volvimos a ser amigas, y Jake y ella se habían casado, y esperaban un hijo. Por fin todo el mundo era feliz. Cada día de mi vida era mejor. Julia, era una niña preciosa, castaña con el pelo largo y liso, se parecía mucho a su padre, y a mí también, pero menos, era alegre divertida, inteligente, era todo lo que una madre podía desear. Mi vida era estupenda y el tener a Edward y a Julia a mi lado, la hacían cada día mejor. YA NO ERA UNA LUNA PERDIDA, SIN UNA RAZÓN POR LA QUE VIVIR, SIN SABER DONDE IR Y QUE HACER.
FIIIIINNNN
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