Cuando llegamos a casa estaba muy cansada del viaje, me fui a mi casa y me acosté en mi cama, realmente  habíamos pasado un viaje de maravilla aunque los cullen no se podían bajar del carro en el día para que Ángela no sospechara nada, ahora en adelante no sería igual, habíamos quedado que no les daríamos joyas ostentosas a la familia cullen para que Ángela no se diera cuenta de que todos teníamos lo mismo, esme tenía una manilla con el escudo de los cullen, así que Bonnie le incrusto unos pedazos de la piedra, Carlisle fue el más fácil él tenía el anillo de los cullen así que le coloco unos pedazos a los lados como piedras preciosas, a Edward le incrustaron también algo de piedras en su manilla, Alice en su gargantilla le colocaron unos pedazos en el dije, a Jasper y a emmet que también tenía la manilla también le metieron algunas piedras, al collar de Rosalía igual, cuando todo estuvo terminado me ofrecí a entregarlo pero Damon se puso como energúmeno y no me dejo salir me moleste con el diciéndole que yo podía hacer lo que se me viniera en gana que él no era mi dueño cuando llegue a la casa de los cullen esme me hizo su comida y sonreí comí y hable con Alice Edward solo me miraba dolido me había dado cuenta que Alice le había contado mi historia con  Damon el solo me miraba pero no decía nada en un momento salió a la calle, no había entregado aun las cosas pero ya era de noche y no pasaba nada así que Salí al jardín detrás de él y me quede mirando su espalda no podía negar que lo quería pero como siempre debió de ser como un buen amigo y nada mas

-          Hola- dije mirándolo

-          Hola – dijo el sin mirarme

-          Edward quería decirte que  - dije

-          No digas nada Alice ya me mostro la conversación que tuvieron y no quiero que me hagas más daño- dijo dolido

-          Lo siento no lo sabía tal vez si nunca hubiera venido a mystic nunca me hubiera dado cuenta

-          Pero siempre te hubieras quedado con ese vacío en el pecho incluso si estabas conmigo  - dijo mirándome – porque nunca me dijiste como te sentías- dijo mirándome

-          Porque ni yo misma sabía que me pasaba

-          Lo entiendo – dijo mirándome asentí  y me quede con el viendo la luna

-          Lo siento – dije

-          No pasa nada- dijo mirándome dolido – la culpa fue mía por dejarte pensando que lo hacía por tu bien cuando solo lo hacía porque tenía miedo de no ser suficiente bueno para ti

-          Algún día encontraras una mujer que te haga feliz- dije

-          Bueno eso no lo creo – dijo dolido no dije más y le entregue la manilla- esta hubiera sido tuya si no me hubiera ido

-          Cómo?- digo mirándolo

-          Si te hubiera convertido como querías y no me hubiera ido tenía que darte esta manilla como símbolo de nuestra unión – dijo sonreí negando y me fui a dentro de la casa habíamos quedado que antes de salir al sol las probaran, para que no tuviéramos problemas les entregue a cada uno su manilla y me fui a mi casa nada más tocar la cama, pero un viento en mi espalda me hizo despertarme, me gire y vi el cuervo negro eso quería decir que Damon estaba cerca, volví a cerrar los ojos y luego sentí otro viento y una caricia en mi mejilla

-          Que quieres – digo

-          Pedirte perdón – dice abro los ojos y está sentado en mi cama

-          No – digo cerrándolos de nuevo y el me mira más fijamente así que no puedo dormir – vete Damon – digo molesta

-          Perdóname nena – dice el acariciándome la cara- sé que fui un tonto  celoso pero es que siempre estoy acostumbrado a perder a las personas que quiero

-          No me hables de otras mujeres maldición emmet – digo molesta él sonríe de lado y yo niego

-          Estas celosa- dice

-          Si – digo sentándome en la cama cruzándome de brazos

-          No tienes que estarlo cariño- dice besándome al principio me niego pero luego lo tomo del cuello pegándolo más a mi besándolo fuertemente el me tomo de la cadera pegándome a él pero lo aleje de mi

-          Que – dice mirándome

-          Tengo sueño- digo el asiente y está por irse cuando lo tomo de la mano

-          Quédate- le digo mirándolo él sonríe se mete a la cama conmigo y es tan diferente tener un cuerpo caliente a mi lado sonrió y el me besa la frente y nos quedamos dormidos.

Era raro dormir con Damon sin hacer nada pero él lo entendió cuando nos quedamos dormidos lo abrace y entrelace mis piernas con las de él, a la mañana siguiente él fue el primero en despertarse y traerme el desayuno a la cama, de verdad que se quería disculpar conmigo, comimos entre charlas amenas y luego cada uno se fue hacer lo que tenía, el nada y yo ir al instituto, me estaba cambiado cuando escuche mi ventana era Edward lo mire y me tense estaba nerviosa pero le abrí la puerta

-          Hola – dijo mirándome

-          Hola – dije mirándolo gracias a dios ya estaba cambiada

-          Puedo hablar contigo – dijo mirándome

-          Claro – dije mirándolo

-          Bella sé que amas a otra persona pero me gustaría que al menos pudiéramos ser amigos- dijo mirándome

-          Me parece buena idea- dije aunque no estaba segura que fuera buena idea no estaba segura de lo que iba a decir Damon cuando le dijera que mi ex y yo ahora éramos amigos

-          Funciono las piedras esas no brille cuando venía para acá- dijo sonriéndome

-          Me alegro- dije

-          Bueno es mejor que me vaya – dijo asentí y se fue rápidamente

Fue extraño hablar ahora con el pero estaba tranquila ahora podía hacer mi vida con Damon aunque sabía que Edward no quería ser mi amigo él quería volver conmigo, termine de vestirme y baje rápidamente para ver a mi chico de ojos claros en la puerta de la casa con mala cara molesto

-          Hola – dije besándolo

-          Hola- dijo el seco

-          Que pasa- dije mirándolo

-          Lo mismo pregunto yo que pasa- dijo molesto – que hacia cullen aquí

-          Me estas espiando – dije molesta

-          No te estoy espiando solo te estoy preguntando- dijo molesto- vengo a ver a mi mujer y la encuentro en la casa con su ex novio

-          Damon – dije molesta tratando de calmarme – no soy tu mujer – dije molesta- así que tienes que dejar de ponerte celoso-

-          Pero- dijo-

-          Estoy contigo no?- dije besándolo el me tomo de la cadera pegándome fuertemente a él sonreí en sus labios y lo acaricie – pareces un niño