Llegamos al aeropuerto pero  entro por otra puerta, gire para ver hacia donde nos dirigíamos, freno y estábamos en una pisto donde había varios jets privados bajamos del auto y nos dirigimos a uno en especial, creo que era el mas grande –Privado…guau- dije mirando el jet y mirándolo a el –No creerías que en nuestra luna de miel viajaríamos en un avión comercial o si?- me dijo besando mis labios, subimos y el interior de aquel gran jet era increíble y muy lujoso tomamos haciendo y el avión despejo, -Vamos ya dime- le dije acercándome a el ya que estábamos sentados uno en frente de otro –No ya veras cuando lleguemos, aunque será mas difícil por que no aremos escala- me dijo acercándose a mi y besando mis labios, desearía que hubiera durado mas pero él se separo de –Señorita, por favor-  dijo haciendo un gesto con la mano la azafata llego con una charola y la puso en una pequeña mese que había ahí, Benjamín la abrió y le agradecí la verdad moría de hambre habíamos volado por casi 3 horas ya, después de terminar de comer seguimos platicando y todo esfuerzo para que me digiera hacia donde íbamos eran inútil, así que dormí un poco –Abre los ojos- me dijo besando mi frente, lo mire y después mire sobre la ventana se veía mucho césped y algunos castillos? Si era la arquitectura que destacaba en Irlanda, -Irlanda?- dije sorprendida siempre había querido ir hay sabia que no era cálido, o turístico pero tenia mucha vegetación y ríos eso me gustaba, Ben me miro confundido y su rostro reflejo preocupación –Si quieres ir a otro lado…-me dijo cabizbajo –Claro que no¡¡ bromeas?, es hermoso siempre quise venir a Irlanda pero hay mucho sol en esta época no?- le pregunte sabia que no saldría el sol como lo hace en una playa pero seria suficiente para que Benjamín no pudiera salir del Hotel, -No nos vamos a quedar en un hotel- me dijo, en ese momento sentí que estábamos aterrizando.

Cuando lo hicimos había muchas nubes grises, sentí alivio así él no se sentiría incomodo, cuando Salí un color sobre salía en la pista de aterrizaje era un Ferrari rojo convertible precioso –Bromeas verdad?- le dije mientras bajábamos las escaleras, solo lo escuche reír; subimos al auto mientras el personal de la pista subía las maletas, se despidió y arranco el lujoso automóvil.

Todo el camino Ben no bajo de 200 k/h me fascinaba la velocidad y en la carretera no había mas autos de echo era de tierra, yo iba disfrutando del paisaje, verde había algunos arboles pero ninguna casa se veía a los alrededores, Mientras mas nos acercábamos una gran casa se hacia visible ante nosotros, era la única casa que veía desde que estábamos en la carretera, debió haber  conducido por casi hora y media, a esa velocidad probablemente estábamos demasiado lejos de algún pueblo, se estaciono enfrente de la casa –Aquí nos quedaremos- me dijo mientras me rodeaban sus brazos por la cintura, quedando el atrás de mi –De de verdad?- le dije, quede paralizada seguro era una de las muchas propiedades que tenían los Cullen –Es tuya- me dijo al oído –Que?¡¡- dije sorprendida –La compre hace un mes, te traje aquí por que Seth me dijo que siempre habías querido venir- Seth, claro mi hermano era cómplice de mi esposo, era increíble lo que se podía hacer en un mes cuando tienes una fortuna como la de los Cullen, sentí como sus brazos me cargaban, -De verdad?- le dije –Si, sabes que soy muy tradicional- me dijo mientras abría la puerta- no podía creer lo que veía era la casa mas bonita, el living era grande pero tenia muchos muebles haciendo que se vieran algo apretados pero en el buen sentido, se sentía tan hogareño, una gran araña como la del fantasma de la opera, bueno no tan grande colgaba en medio de la sala, una gran pantalla de plasma, los pisos eran de madera, la chimenea estaba prendida, las escaleras formaban un pequeño espiral, todo en tonalidades blancas, subí las escalera y había 5 recamaras, pero una tenia la puerta abierta –Esta es nuestra habitación- me dijo, no se en que momento llego a mi lado lo abrase del cuello y besándolo, el respondió con sus manos bajando por mis caderas, todavía tenia puesto el vestido rosa, -No quiero lastimarte- me dijo separándose de mi, -Créeme no lo aras de echo yo seria la que tendría que preocuparme por no lastimarte- le dije riéndome y el me acompaño me beso cargándome, me acostó en la cama, le desprendí la camisa de un tirón y el hizo lo mismo con el vestido, comenzó a besarme el cuello y de repente sentí un ruido muy fuerte pero no le di importancia solo quería que este momento no acabara nunca.

Un destello me despertó, era como miles de lucecitas en cima mio abrí bien los ojos y era Benjamín, un rayo de luz entro por la ventada haciendo que su piel brillara, era tan hermoso que no pude quitar mis ojos de su pecho, me acaricio la cabeza poniendo mi cabello de tras de mi oreja, me levante lo mire unos segundo, el me sonrió y me beso –Te amo- me susurro –Yo mas- le dije agachando la cabeza, el con suavidad la levanto –Estas bien?- me dijo algo preocupado –Te lastime- afirmo con enojo en la voz –No¡¡ para nada es solo que…me comporte algo agresiva- le dije estaba tan avergonzada por el instinto lobuno que de pronto decidió salir de mi sin necesidad de entrar en fase, rio de una forma tan hermosa levantando mi rostro –No, yo no lo vi de esa forma, fue agradable saber que no te mataría si no me contenía,- dijo un poco avergonzado –Y te contuviste?- le dije –Para nada créeme, me dijo acostándome de nuevo en la cama y continuamos con lo que empezamos hace unas horas. Me desperté al no sentir a Ben a mi lado, escuche que estaba abajo,  me metí a la ducha y tome ropa de la maleta que Alice había preparado para mi, al ver la ropa interior me enfurecí pero por lo contrario la otra ropa era decente, -Bella..- susurre eran mas jeans que vestidos sabia que Bella había armado esa maleta y le agradecí con todas mis fuerzas, tome unos jeans, una playera de manga corta blanca y unas botas cafés que llegaban hasta la rodilla, baje y vi a Ben en la cocina –Grandioso, muero de hambre- le dije sin gritar sabia que él me había escuchado, entre a la cocina que era inmediatamente vi lo que había cocinado, había fruta, tocino , huevos, crepas, -Creo que no como tanto como mis hermanos- le dije señalando todo lo que había en la mesa –Esta bien- dijo sonriendo y acercándome un poco de jugo y huevos con tocino –Como dormiste?- me dijo –Delicioso- le respondí besando su cuello –Tengo que cazar- me dijo –Te acompaño- le dije mientras me levantaba, salimos por la puerta de la cocina y lo que vi casi me hizo llorar, de o hermoso que era eran miles de kilómetros con solo césped y unos cuantos pinos lo mire maravillada, -Tengo que correr- le dije, el solo sonrió me beso la mano y corrimos en menos de dos segundo ya estaba en cuatro patas, sentí vergüenza por la ropa tan cara que ahora eran varias tiras irreconocibles de ropa en el suelo, corrimos hasta que me hizo una señal de que parara, olimos un oso y él se abalanzo sobre el, mientras terminaba, decidí recorrer el bosque hasta que me encontré con un hermoso acantilado, el mas alto que había visto en toda mi vida, camine lentamente hacia la orilla para poder ver como las olas azotaban contra las rocas, la tierra era muy inestable así que me hice hacia atrás y Salí de fase, Benjamín llego a mi lado quitándose su camisa y poniéndomela –No te acerques demasiado- me dijo mientras me tomaba de la mano y me movía para estar mas cerca de mi –Me encantaría saltar-le dije con una sonrisa picara –Ni se te ocurra, una caída desde esta altura seria muy peligroso, incluso para mi, -Oh¡¡ vamos para ti?- le dije en una carcajada –Vamos te quiero llevar a un sitio- me dijo mientras me cargaba –No- le dije quitándome su camisa y entrando en fase nuevamente, el me sonrió –Sígueme- me dijo mientras corríamos, llegamos a un lago donde unas montañas lo rodeaban, pero algo mas llamo la atención de mi esposo haciendo que frenara bruscamente, y ahí lo vimos.