Enamorandome de un Gigolo

Autor: midnight_medianoche
Género: Romance
Fecha Creación: 19/09/2012
Fecha Actualización: 17/07/2013
Finalizado: SI
Votos: 5
Comentarios: 4
Visitas: 20285
Capítulos: 17

Alice a sus 20 años es virgen, sus amigas intentan persuadirla de salir con chicos para que deje de serlo. En la ultima negativa, Bella y Rose, deciden pagarle a un chico para que salga con Alice, pero no cualquier chico.. un Gigolo. ¿Qué pasara cuando Alice se entere? ¿Perdonara a sus amigas por su traicion? Sobretodo, ¿Olvidara al chico del que se enamoro?

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esta historia es de  Paulinita Rathbone ... como siembre gracias a todos lo que leen 

bueno ella me pidio que recomiende su beta asi que aqui va:

Se llama Eve Sophie Runner Pattinson, del grupo de betas FFAD

pacecen si quieren

 

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Capítulo 11: capitulo 11

_-Enamorándome de un Gigoló-_

-11-

Alice POV

¡Qué tonta era! ¿Cómo era posible que se me hubieran olvidado las llaves? Tenía todo listo, según yo, había revisado tres veces mi bolso para que precisamente no se me olvidara nada. ¿Pero qué pasa cuando vas en camino? Vuelves a ver tu bolso y te das cuenta de que te falta algo. Lo bueno es que había quedado con Jasper en vernos en el lugar porque le quedaba más cerca de la casa de su abuela que venir directo acá, yo lo convencí de que no era necesario que viniera por mí, que allá nos veríamos.

Me detuve enfrente de mi puerta. Solo espero que Rose no se haya acostado ya… Pero que digo, solo tardé como 15 minutos en ir y venir, no creo que eso haya cambiado en algo. Toqué unas tres veces pero nadie me abrió, toqué otras veces hasta que la puerta fue abierta por mi hermana, la miré y tenía una mirada llena de preocupación ¿Ahora qué pasaba?

―Hola, se me olvidaron las llaves ―ella solo asintió pero su mirada seguía igual―. ¿Qué pasa?

―No lo sé, vi que Bella salió de su cuarto, creo que estaba durmiendo ―no veía nada de malo―. Pero no sé que le dijo Rosalie, porque empezaron a hablar y se fueron las dos a la cocina y no han salido.

―No tiene nada de malo que ellas dos quieran hablar en privado.

―Si, eso ya lo sé… es que Bella comenzó a gritarle a Rosalie y me preocupé pero tampoco quise intervenir, no sea que me esté entrometiendo en algo que no sea de mi incumbencia.

Suspiré fastidiada. Ya estaba cansada de la maldita actitud de Bella, le tuvimos toda la paciencia suficiente para que se acercara a nosotras y contarnos lo que sea que le estuviese pasando.

―Ve a nuestra habitación Cinthya, esto se va a poner feo.

Ella me miró confundida, así que le hice solo una señal para que no preguntara nada y se fuera al cuarto. Iba a enfrentar de una vez a Bella y que pasara lo que tuviera que pasar. Conforme me iba acercando sus voces se hacían más claras.

―No me hagas reír, es un buen actor, para se le paga para acatarse a las ordenes de sus clientas. ―esa era Bella alegando, me detuve para escuchar lo que decía ¿Pagarle? ¿Pagarle a quién? Seguí acercándome para oír, mi corazón latía con fuerza, no sabía por qué pero sentía muy dentro de mí ser que algo aquí saldría mal.

― ¡Eso pasa por que no te has dado cuenta de nada! ―Rose le gritó de igual manera, pero no decía nada que me ayudara a saber de que estaban hablado―. Te la has pasado todo este tiempo con tu maldito mal humor y tu autocompasión, que no los has visto interactuar juntos, ellos dos se aman.

Maldita sea, estaba más confundida que nunca, pero algo me decía que ella dos estaban discutiendo sobre mi relación con Jasper… ¡Claro! ¿Por qué más iba a ser? Si desde un principio ella mostró su desagrado, cada vez que podía hacía insinuaciones sobre cosas que no entendía, pero ahí estaba algo que no me quería decir.

― ¡Él solo está actuando! ―continuó el reclamo de Bella―. Ese tipo no ama a Alice, solo le hace creer que lo hace porque para eso le pagamos.

Para eso le pagamos…

Para eso le pagamos…

Para eso le pagamos…

Para eso le pagamos…

Para eso le pagamos…

Las palabras se repetían en mi mente una y otra vez. Ahora todo tenia sentido. Ellas le habían pagado a Jasper para salir conmigo pero ¿Por qué? ¿Qué les hizo cometer ese acto tan estúpido y egoísta? No entendía nada, debía ser una broma, ¡Maldita sea! ¡No era una broma! Ahora entendía el maldito motivo porque Bella se comportaba de esa manera, porque Rosalie ignoraba totalmente a Jasper cada vez que él venía…Jasper, pensar en su nombre y todo lo que pasamos me hizo sentirme mal. Entonces todas las citas, los besos, las palabras y las acciones habían sido mentira, todo era un show preparado por la cantidad que había recibido.

Toda la tristeza se fue convirtiendo en coraje e ira, ¿Cómo pudieron?

― ¿Qué ustedes qué? ―grité provocando que ambas voltearan.

La cara de Bella se volvió blanca mientras que Rosalie bajó la suya. Obvio, ambas eran demasiado cobardes como para verme a la cara, solté todo lo que tenía en la mano y me acerqué a ellas, una repentina sensación de disgusto me fue invadiendo conforme me acercaba.

― ¡Maldita sea! ¡Respondan! ―les grité de vuelta.

―Alice nosotras…―Rosalie se quedó callada y miró a Bella―. Pensamos que…

― ¿Pensaron qué? ―insistí―. ¿En jugar con mis sentimientos? ¿Eso fue lo que pensaron? Creyeron que era muy gracioso contratar a un tipo cualquiera para que me enamorara y después me botara cuando se haya acabado el dinero que le dieron ¿Eso fue? Era por eso que estaban tan extrañas ―comencé a tomarme el pelo por lo idiota que había sido ¿Cómo no pude darme cuenta de lo perfecto que era? No había nada perfecto siempre hay algo detrás de la perfección―. ¡Soy tan estúpida!

―No digas eso Alice ―Bella trató de acercarse a mí pero me alejé de ella. Sus ojos se veían cristalinos pero no me importó―. Nosotras jamás quisimos que llegara a tanto, solo…

― ¡Cállate! ¡Simplemente no hables Isabella! ―ella me miró sorprendida, nunca por más enojada que estuviera con ella la había llamado así, pero ahora las cosas eran diferentes, ellas dos me habían traicionado―. Tú eres la menos indicada para decirme algo. Ahora entiendo tu extraña actitud, te estaba remordiendo la conciencia ¡Era eso! ¿Verdad? Por eso nunca te gustó el tipo… ¡Claro! Como iba a gustarte, si te costó mucho ¿Cuánto? ¿3000 o 10000 dólares?

―Así no fueron las cosas, de verdad ―comenzó Rosalie―. Solo queríamos mostrarte lo bueno que era tener a alguien contigo…

― ¿Qué? ―la interrumpí. Ahora recordaba, un día antes de haberlo conocido ellas me estaban molestando con el hecho de que no salía con chicos y de que aún era virgen―. Ustedes le pagaron a un hombre para que me quitara la virginidad ―lo dije más como una afirmación que como pregunta porque ya sabía las repuesta―. ¿Cómo pudieron lanzarme a un desconocido?

― ¡No! ―gritó Isabella de inmediato―. Nosotras no queríamos que llegara hasta eso, simplemente pensamos… bueno más bien pensé ―le dio a Rosalie una mirada significativa―. Que serías la Alice de siempre, que al primer momento tú lo espantarías como siempre lo haces.

Eso no ayudó mucho. La verdad no estaba entendiendo nada o mi mente se negaba a concentrarme en ello. Me fui haciendo hacia atrás para salir de la cocina. No podía verlas si lo hacía les gritaría cosas que posiblemente más adelante lamentaría, yo no era así, no era de las que ofendían.

― ¡Alice por favor! ―me dijo Isabella―. Hablemos, por favor.

―Lo sentimos mucho, de verdad ―la voz de Rosalie se escuchaba entrecortada pero no me importó, me sentía mal. Una parte de mi anatomía comenzaba a sentir el dolor de la traición, al saber que las dos personas quienes creía mis hermanas se habían burlado de mí. Me habían entregado a un hombre que bien podía ser un maniático o asesino solo porque era virgen, no solo eso, también el hecho de que me había enamorado de una ilusión, de un ser que jamás existió―. No fue nuestra intención que llegara a tanto, solo queríamos que te divirtieras y…

No la dejé hablar más porque mi mano se impactó contra su mejilla. Ella se tomó esa parte con su mano mientras me miraba con los ojos abiertos.

―A… Alice…

― ¿Divertirte? ¡Divertirme! ―le grité―. ¿Qué clase de maldita mujer crees que soy? Yo no soy de esas que se van a la cama con el primer idiota solamente para pasarla bien, ¿Entonces así es como me consideras? ¿Es por eso que pensaron que era una buena idea pagarle a un tipo para que se acostara conmigo?

―Eso no es verdad Alice, nunca pensamos así de ti.

Sus palabras no me convencían en nada, me costaba trabajo confiar en ellas de nuevo o al menos creer algo que me dijeran. Fui retrocediendo hacia la salida, debía salir de ahí, pero antes debía darles mis últimas palabras:

―No sé qué demonios pensaban al hacerme esto ―no iba a llorar frente a ellas, no se lo merecían―. Pero escúchenme bien ustedes dos, esto jamás lo voy a olvidar ¿Me escucharon? Nunca. Desde hoy ustedes dos están muertas para mí.

―Por favor Alice, perdón ―Isabella lloraba sin parar, pero no les hice caso―. De verdad no fue nuestra intención lastimarte.

Me di la vuelta ignorándola y corrí a la que era mi habitación, al cerrar la puerta y justo entonces me desplomé.

― ¿Alice? ―susurró mi hermana―. ¿Estás bien?

Alcé la vista. El rostro de Cinthya se mostraba preocupado, no quise hacer otra cosa más que lanzarme a sus brazos y llorar. Sin entender mi hermana comenzó a acariciarme la espalda, consolándome, ahora que lo pensaba era la primera vez que nuestros roles estaban en lo correcto.

― ¿Estás mejor? ―me dijo después de un rato que me pasé llorando.

―Si ―me separé de ella―. Gracias.

―Eres mi hermana. Tú has hecho mucho por mi y ahora me corresponde a mi ayudarte ― me acarició el cabello como yo lo hacía cuando estaba enferma―. ¿Quieres hablar de ello?

―Sinceramente no ―sequé mis ojos con la manga de mi suéter―. Tengo muchas cosas más que pensar.

― ¿Cómo que?

Iba a contestarle cuando mi bolso comenzó a vibrar. No tenía que ser una genio para saber que era aquel hombre, saqué el celular de mi bolso y en efecto el nombre de Jasper aparecía en la pantalla, pulsé el botón de ocupado y lo tiré sobre la cama, de nuevo comenzó a sonar y sonar pero lo ignoré.

― ¿No vas a contestar? ―preguntó mi hermana―. Podría ser importante.

―Nada de lo que provenga de ese número es importante ―dije con amargura en mi voz.

Me miró con el ceño fruncido, el teléfono volvió a sonar, ella se levantó y le dije con la mirada que ni pensara contestar pero no me hizo caso y contestó.

― ¿Bueno? ―se oía la voz de él del otro lado, escucharlo me dolía―. No, aún no ha salido… de hecho se está terminando de arreglar, ya va de salida ―volvió a oírse otra vez su voz―. Yo le digo, tres días, ok…si, si nos vemos luego ―se retiró el celular de la oreja y colgó―. Era Jasper.

― ¿En serio? ―dije con sarcasmo.

―Dijo que lo lamenta pero que su abuela se puso peor y no podrán ir al concierto ―como no le dije nada continuó. ―De hecho se alegró de que todavía no te hubieras ido pero que a lo mejor estaría de regreso en tres días.

Claro, seguramente tenía que atender a sus otras clientas… ¡Qué abuelita ni que ocho cuartos!

―No me importa lo que él haga Cinthya.

― ¿Pero no es tu novio? ―la mención de esa frase me dolió, no, él no era nada mío.

―Era y te quiero pedir de favor, no me vuelvas a hablar de él.

― ¿De verdad está todo bien? ―volvió a insistir―. ¿Quieres que llame a Rose o Bella?

― ¡No! ―dije con mucha más fuerza―. Tampoco quiero que las llames, en ningún momento ¿Me escuchaste?

―Alice ¿Qué pasa? De verdad me preocupas.

―Solo me di cuenta que hay gente que tiene dos caras, la que te muestran en público y la que tienen en realidad.

Ella no entendía, lo podía ver en su rostro pero no importaba. Pasarían días, meses o quizá años antes de que yo volviera tan siquiera a hablarles, tenía muchas cosas que pensar pero poco de algo estaba segura… debía, digo deberíamos irnos de aquí.

Bella POV

Traté, de verdad traté que nos escuchara pero como supuse ella no lo hizo. Alice salió corriendo de la cocina. Traté de ir por ella y hacerla entender pero una mano se posó en mi hombro impidiendo que la siguiera, volteé y Rose me hacía señas de que no lo hiciera.

― ¿Qué?

―Déjala ―me dijo―. Ahora no nos escuchara.

― ¿Tú cómo lo sabes? No puedes saberlo, ella necesita que le expliquemos ―dije con desesperación―. Saber que nunca quisimos hacerle daño. Rosalie, ella debe creernos.

―Ella no lo hará ―me dijo sin más.

― ¡Cómo puedes saberlo! ―le grité. Las hormonas y la situación no estaban para bromitas―. ¡Esto es tú culpa! Tu maldita culpa por la estúpida idea de hacer que Alice saliera con chicos, esto nunca hubiera pasado si no te hubiera hecho caso…hiciste que también Alice me odiara, yo no quería eso ―me recargué en la barra y comencé a llorar, no quería que esto pasara. Dejé que el llanto me invadiera, Rosalie no me dijo nada aunque tampoco quería oírla.

―Bella ―no alcé la mirada―. Bella, por favor.

―No Rose, ahora no quiero escucharte ―aún sin mirarla me separé de la barra y comencé a caminar hacia la salida. Necesitaba salir de este espacio tan tenso, no me hacía bien y tampoco a mi bebé… mi bebé, no había tenido la oportunidad de decirle que sería tía, eso la hubiera emocionado en otras circunstancias.

Corrí a mi auto y arranqué sin rumbo fijo. Conduje por las calles sin saber exactamente a donde me dirigía, pasó el tiempo y detuve mi coche en la carretera, golpeé mi cabeza contra el volante y mis lágrimas cayeron de nuevo. Alice me odiaba, no paraba de repetirme. Debí haber detenido esto cuando pude, decirle a Rosalie que era una mala idea y que no lo hiciéramos, seguramente ella se hubiera molestado un poco pero en pocos días se le hubiera pasado y todo hubiera vuelto a ser como antes.

No sé cuanto tiempo estuve con mi cabeza en el volante pero unos golpes en el vidrio me asustaron.

―Lo siento, no quise asustarte ―sonreí un poco al escuchar esa voz.

―Edward ―susurré, abrí la puerta y salí del coche quedando frente a él.

―Vi tu coche afuera, pensé que algo había salido mal.

Claro que algo había salido mal, de nuevo mis ojos se llenaron de lágrimas.

― ¡Bella! ―me dijo asustado―. ¿Bella qué te pasa?

― ¡Oh Edward! ―sin importarme que ahora no estábamos juntos –y el hecho de que tenía que decirle que vamos a tener un bebé– me lancé a sus brazos, él me sostuvo todo el tiempo en que dejé que mis lágrimas salieran.

Cuando me sentí un poco mejor, me invitó a entrar a su departamento, me dejó en el sillón y salió por un momento, estuve esperando a que regresara, cuando lo hizo me tendió un vaso con agua.

―Creo que te vendrá bien.

―Gracias ―le dije mientras tomaba el vaso, le di varios sorbos y lo mantuve entre mis manos―. Siento venir así sin más.

―No te preocupes ―asentí―. Debo ser sincero, la verdad me sorprendió mucho verte frente al departamento… bueno, no es como si me molestara ―comenzó a rascarse el codo, siempre hacía eso cuando estaba nervioso, sonreí al recordarlo.

―Si quieres que me vaya…―no debí haber venido, a lo mejor y estaba ocupado. Hice ademan de levantarme.

― ¡No! ―me tomó del brazo―. No te vayas ―me recargué de nuevo, pero no soltó mi brazo― .Te vi y pensé que estaba soñando, tenía mucho tiempo imaginando el momento en que vinieras para hablar.

― ¿Cómo sabes que…?

―Te conozco y vi tu rostro, Bells ―mi corazón retumbó al oír que me llamaba cuando éramos novios―. ¿Qué pasa?

Lo miré. Él estaba de verdad preocupado por mi ¿Me arriesgaría a perderlo al decirle la verdad? Ya no me importaba, solo quería desahogarme.

―Edward, hice algo malo ―que tonta forma de empezar una confesión, pero que otra me quedaba.

― ¿Mataste a alguien o que? ―dijo intentando bromear pero mi cara no mostró ninguna sonrisa, lo que le hizo ponerse serio―. ¿Qué pasa Bells?

―Le hice daño a Alice ―comencé―. Cometí la peor estupidez que existe, promete que escucharás y después de eso, si no me odias demasiado también debo decirte otra cosa ―si me odiaba o no, aún así debía saberlo.

―Nunca te odiaría, ahora dime lo que pasa ―me tomó de la mano y por primera vez en un largo tiempo me sentí tranquila.

Solté un suspiro y comencé a contarle todo lo que había sucedido, desde ese día en el bar, la estúpida idea de Rosalie, como fue que me dejé convencer de todo, la extraña aparición de Jasper, como podía ver el amor que emanaba de ella, si yo lo noté, pero no lo noté de parte de él como lo decía Rosalie y por último como todo se vino abajo cuando Alice escuchó nuestra discusión.

Alcé la mirada que había tenido agachada en todo mi relato, con miedo miré a Edward, no había ninguna expresión en su rostro.

―Por favor di algo ―pedí cuando pasaron los minutos y no decía nada.

― ¿Era por eso que estabas tan extraña? ―preguntó.

―Si, sentía que la culpa me carcomía y no podía decírselo a nadie porque lo había prometido.

―Ahora entiendo todo ―dejó sus codos sobre sus rodillas y las manos entrelazadas, pensando―. No sé qué decir, la verdad nunca pensé que pudieran hacerle eso.

― ¡Pero no fue nuestra intención! ―le dije desesperada, la última persona que sentía que podía apoyarme, también iba a juzgarme―. Y lo lamento mucho, sé que no puedo hacer nada para que Alice nos perdone, pero tampoco quiero que tú me odies.

Él me miró como si hubiera hablado en otro idioma.

―No te odio….

―Tan solo estás decepcionado de mi y no quieres volver a verme ―le interrumpí, mientras me levantaba―. Lo entiendo, es solo que de verdad necesitaba a alguien que me escuchara porque ya no lo soportaba más, gracias por ser ese alguien ―caminé hacia la puerta, ya había dicho todo, bueno, no todo. Solo esperaré unos días para decirle, cuando no me sienta como una porquería.

De nuevo unos brazos me rodearon impidiendo irme.

―Edward ―susurré volteando a verlo.

―Espera ―me dejó en sus brazos―. Aún no me has dejado decir otra cosa, como dije no te odio, solo estoy sorprendido por como tú y Rosalie tomaron una decisión que no les pertenecía. Alice no se merecía eso, ella solo quería estar con alguien que de verdad amara, es por eso que no salía con esos chicos, no lo hacía porque no eran los indicados. Esas son cosas que ella misma sabía, por eso cometieron un error al pagarle a alguien, que por cierto, podría haberle hecho daño.

―Soy una mala persona. ―susurré con las lágrimas a punto de salir… ¡argh! Hormonas.

―No lo eres Bella, solo eres una mujer que cometió un error y que debe remediarlo para poder recuperar a su mejor amiga.

― ¡Pero ella ni siquiera quiere escucharme!

―Escucharlas Bella, querrás decir escucharlas porque no solo fuiste tú la que cometiste ese error, también Rosalie tiene la culpa.

― ¡Puf! Rosalie ―bufé―. A ella no le importa, se comporta como una mujer egoísta.

―Bella, ella de igual forma debe estar sufriendo, Alice era su amiga también, no seas tan dura con ella.

―Pero… ―me puso su dedo en los labios.

―En lugar de pelearse entre ustedes, deben apoyarse unas a las otras ¿Bien? ―asentí―. Ahora debes descansar.

Me tomó de la mano y nos encaminamos hacia su cuarto ¿Su cuarto?

―Edward…

― ¿Si?― me puse frente a él. Al ser más baja agachó su cabeza lo cual aproveché para tomar su rostro entre mis manos y acercarlo a mi, choqué mis labios con los suyos, sé que era algo tonto pero quería que perdonara todas las estupideces que hice y dije, que estuviéramos juntos de nuevo, él me tomó de la cintura, pensé que me iba a separar pero al contrario me acerco más a él, nuestros labios permanecieron juntos, recuperando el tiempo que habían perdido.

La molesta falta de aire nos hizo separarnos.

―Te amo ―le dije―. Y siento mucho haberte dicho todas esas cosas y sobre todo ocultarte lo que estaba pasando.

―Lo sé ―me besó la frente―. Solo prométeme que no importa que tan malo sea, confiarás en mí y me lo contarás.

―Lo prometo ―sonreí sinceramente después de mucho tiempo―. No puedo creer que sigas conmigo, pensé que me odiarías al escucharme.

―Nunca podría odiarte, eres lo más importante que tengo ―eso me hizo recordar la segunda razón por la que había venido.

―Quisiera decir lo mismo pero ahora aparte de ti tengo otra persona que de igual modo es lo más importante que tengo.

― ¿Qué? ―su confusión me hizo reír.

―Edward, sé que esto no lo teníamos planeado pero apenas lo supe y tenía que decírtelo.

―Bella…―sus ojos brillaron, podía asegurar que sabía lo que le iba a decir―. Tú…

―Si Edward, estoy embarazada ―él me dio una sonrisa―. ¡Vamos a tener un bebé!

Rosalie POV

No, no, no… las dos se habían ido, no quería estar sola, no lo quería.

Miré la puerta por donde Bella salió y me quedé ahí esperando a que regresara y me dijera que todo estaba bien, que ambas resolveríamos las cosas juntas pero también se fue mirándome como si fuera lo peor… Y lo era.

― ¡Soy tan estúpida! ―me dije a mi misma―. Yo no quería hacerle daño a nadie.

¿Ahora qué se supone que tenía que hacer? ¿Irme también?

Al parecer ahora era la mejor opción, tomé las llaves de mi coche y salí. Me detuve a medio camino, no tenía muchas ganas de conducir así que tomé otro camino y seguí por ahí. Conforme avanzaba seguía pensando en el error que había cometido, si era mi error, aunque Bella no me había culpado directamente sabía que si lo era. Yo no pretendía que Alice sufriera, lo único que quería era que ella disfrutara de la buena compañía, más bien que ella supiera que salir con chicos no era malo, que no necesitaba de una relación para pasársela bien.

―Creo que no fue la mejor idea ―me volví a decir a mi misma, de verdad estaba loca.

De repente sentí la presencia de otra persona, volteé discretamente y de reojo vi a unos tipos detrás de mí.

Muy bien, quizás no me están siguiendo, no seas paranoica.

Pero aún así no aminoré el paso, era mejor prevenir que lamentar, atrás de mi también los pasos de mis acompañantes se hacían más rápidos.

Si te están siguiendo, ¡Corre!

Le hice caso a mi conciencia y corrí, no sé que pretendían esos tipos y no me iba a quedar a averiguarlo. Volteé hacia atrás con la intención de ver si me seguían o no… mi sangre se heló al notar que venían corriendo detrás de mi.

― ¡Espera muñeca! ―me gritó un tipo―. ¡Solo queremos hacerte compañía!

― ¡Estabas muy solita! ―me gritó un tipo de piel morena.

Obligué a mis piernas a correr más rápido, no podía dejar que me alcanzaran, no podía. Sentía que por fin las había tomado ventaja cuando dos hombres se me atravesaron bloqueándome el paso, me detuve en seco casi tropezándome.

―No ―me hice hacia atrás cuando comenzaron a acercarse a mí, estaba agitada por la carrera, miré a todos lados buscando una salida, fue entonces cuando me di cuenta de que estaba rodeada.

― ¡Oh si! ―me dijo otro hombro rubio conforme se acercaba―. ¿Qué hace una hermosa chica tan sola por aquí?

―No me hagan daño, por favor ―pedí pero dudaba mucho que me hicieran caso.

―Claro que no lo haremos pequeña, al contrario ―se acercó uno de ellos, demasiado como para dejarme darme el horrible olor a alcohol que desprendían.

Ahora entendía. Dios me estaba castigando por haberle hecho daño a mi mejor amiga y supongo que lo merecía, si esta era la forma en que sería castigada, lo aceptaría aunque eso me marcase para toda la vida.

Cerré los ojos y me dejé ir.

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¡Oh pobre Alice, Bella y Rose!... bueno, en especial Rose ¿Qué creen que pase? ¿Seré tan malvada para lastimar a nuestra amiga? ¿Qué pasara cuando Jasper regrese? ¿Será cierto lo de la abuelita? Todas estás preguntas serán resueltas en los siguientes capis…que eso me recuerda, esta historia esta llegando a su fin, nos quedan pocos capis.

sorry por tarda en actualizar es que no podia entrar a mi cuenta... espero sus comentarios y bue subi 3 capi :3 :O

Capítulo 10: capitulo 10 Capítulo 12: capitulo 12

 
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