Vacaciones y Locuras (+ 18)

Autor: lien
Género: Romance
Fecha Creación: 26/05/2011
Fecha Actualización: 01/08/2012
Finalizado: SI
Votos: 8
Comentarios: 14
Visitas: 95457
Capítulos: 42

 TERMINADO

Bella vive en Forks con su madre desde hace 3 años tras la muerte de su padre, las clases se están acabando y esta por graduarse. Su mejor amiga es Alice con la que siempre anda. Pero todo cambiará con la llegada de los hermanos de Alice y cuando su madre le regale un pasaje para irse de vacaciones a Brasil…

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Capítulo 12: Graduación

BELLA POV

 

El insistente toque en la puerta de la habitación a la mañana siguiente hizo que me despertara. Edward se encontraba a mi lado despierto y sonriéndome mientras me hacía una seña para que no hablara. Me incorporé apoyándome en el codo para mirarlo mejor mientras el se acercaba a mi para besarme como solo el sabía hacerlo. Un ligero gemido escapo de mis labios mientras Edward, me recostaba en la cama y se colocaba sobre mi, haciéndome sentir lo excitado que estaba.

 

Los toque en la puerta continuaban  insistentemente, pero esta ves acompañado de una voz cantarina que tanto conocía.

 

-Bella se que estás ahí así que ve saliendo inmediatamente.- decía Alice del otro lado de la puerta.

 

Yo me abracé más a Edward e intenté no hacerle caso, así que seguí besándolo mientras el iba bajando sus labios por todo mi cuerpo.

 

-Edward si no la dejas salir te vas a arrepentir.-miré a Edward extrañada mientras el se levantaba y se vestía rápidamente para luego abrir la puerta.

-Alice no crees que es muy temprano para estar molestando.- le dije yo muy seria desde la cama.

-Bella ven conmigo tenemos que prepararnos para la fiesta de graduación, hay muchas cosas que hacer y no hay tiempo.- me dijo rápidamente mientras llegaba hasta donde yo estaba y me jalaba del brazo.

-Al menos me dejarás ponerme algo de ropa.- le dije mientras me envolvía en una sábana.

-En mi habitación hay, además creo que si te dejo para que te cambies de ropa eres capaz de escaparte. Así que vamos

Y salí con Alice arrastrándome hacia su habitación a comenzar la tortura del día. Entre ella y Rosalie no me dejaron respirar, me hicieron de todo. Primero comenzaron con un tratamiento para el cutis ya que según ellas no había dormido bien y tenía tremendas ojeras las cuales tenían que desaparecer.

No se para ellas que cosa significa  “no dormir bien”, porque al lado de Edward yo la verdad había dormido de maravilla. Con la crema en la cara estuve como una hora, aunque para ellas esto era normal, para mi era una verdadera tortura.

Después de terminar con la crema llegó la hora de hacernos manicure y pedicura. Después de haber terminado  me dijo que fuera a bañarme para después continuar con el maquillaje y peinarnos. Me dirigí hacia la habitación de Edward pero el no estaba, y en la mía tampoco. Me bañé rápidamente no quería que Alice viniera a sacarme del baño también. Cuando terminé me vestí y salí del baño y para mi sorpresa Alice se encontraba ahí esperándome.

-No me digas que ya comenzamos de nuevo.- le dije poniéndole una cara de suplica.

-No ahora vamos a almorzar.- me dijo mientras tiraba de mi hacia el piso de abajo.

Almorzamos tranquilamente nosotras tres, de los chicos no había ni rastro por toda la casa, donde se habrían metido. Aunque con el poder de convencimiento que tienen Alice lo más probable es que los halla obligado a mantenerse alejados de la casa. Cuando terminados de almorzar subimos nuevamente hacia la habitación de Alice para continuar con los preparativos. Me sentó en una silla y mientras ella me maquillaba Rosalie iba haciendo no se que con mi pelo. La verdad que no le presté mucha atención, solo quería que terminaran pronto con la tortura. Después de dos largas horas de maquillaje y peinado Alice dio por terminada la sesión de belleza.

-Muy bien Bella ya puedes ir a ponerte el vestido mientras nosotras nos maquillamos.- me dijo Alice.

-Al menos me dejaran ver como quedé.- les dije mientras Rosalie me pasaba un espejo.

Mis ojos no creían lo que estaban viendo. Esa no era yo la que estaba reflejada allí. El maquillaje era ligero pero resaltaba mis ojos y el peinado era recogido en la parte alta aunque caían unos mechones al lado de mi rostro y otros en la espalda. Salí de la habitación de Alice y me dirigí hacia la mía, tomé el vestido y cuidadosamente, tratando de no arruinar mis dos tortuosas horas de maquillaje me coloqué el vestido. Luego me coloqué los tacones  y me miré en el espejo de cuerpo completo. El vestido debía decir que se ajustaba perfectamente a mi cuerpo, era como si hubiera sido hecho exclusivamente para mi. Me veía increíble ya me estaba preguntando cual sería la reacción de Edward cuando me viera.

Estaba metida en mis pensamientos cuando Alice y Rosalie entraron a mi habitación. Mi boca se quedó abierta, Rosalie y Alice se veían increíbles, nada que ver conmigo.

-Chicas de ven geniales, muy hermosas.- les dije admitiendo que yo nunca me vería con la elegancia de ellas.

-No digas eso Bella hoy no hay nadie más hermosa que tu.- me dijo Alice.

-Eso es imposible al lado de ustedes dos.-les dije.

-Ya veras como Edward no piensa lo mismo.- me dijo Rosalie.

-Mejor vamos a bajar los chicos nos deben estar esperando.- nos dijo Alice mientras salíamos de la habitación.

Salimos y nos dirigimos rumbo a las escaleras para ir hacia el piso de abajo donde se encontraban los chicos. Alice y Rosalie iban delante mientras que yo iba detrás de ellas Comenzamos a bajar las escaleras, yo por supuesto mirando hacia abajo para no caerme ya que no estaba adaptada a caminar con tacones. Cuando iba por la mitad de la escalera levanté mi mirada para encontrarme con unos hermosos ojos verdes que me miraban tiernamente.

Edward se encontraba al pie de la escalera, detrás de el se encontraban Jasper con Alice y Rosalie con Emmett. Al parecer me había demorado bastante en bajar los escalones. El vestía un elegante traje negro que se le ceñía perfectamente a su cuerpo. Mi vista lo recorrió completamente mientras continuaba bajando hasta llegar a su lado. Cuando me acerque a el, colocó una de sus brazos alrededor de mi cintura para luego acercarse más a  mi y susurrarme en el oído.

-Sabes que estás demasiado hermosa para tu propia seguridad.-me dijo en un susurro mientras mi cuerpo comenzaba a reaccionar a su ligero contacto.

-Tu también te ves muy bien…aunque sigo creyendo que te ves mejor sin toda esa ropa.- le susurré muy bajo mientras el me apretaba más contra el.

-Ustedes dos, ya tendrán tiempo para eso más tarde, ahora nos vamos antes de que arruines toda una tarde de trabajo.- le dijo Alice a Edward mientras el me daba un ligero beso en la comisura de los labios.

Salimos de la casa para encontrarnos con una elegante limosina negra parqueada a la entrada de la casa. Era grande y demasiado elegante como para que fuera para un baile de graduación.

Entramos y por mucho que quisimos Alice no nos dejo sentarnos juntos, nosotras nos sentamos de un lado y los chicos de otro. El interior de la limosina estaba decorado exquisitamente, tenía un pequeño bar en uno de los extremos y una pantalla para ver videos. Los chicos se encontraban sentados frente a nosotras. Todo el camino hacia la fiesta de graduación fue en silencio, yo por más que quería no podía apartar mis ojos de Edward, es que se veía tan guapo en ese elegante traje negro. Nuestras miradas se encontraban de vez en cuando y el simplemente me sonreía de esa manera que hacía que mi corazón latiera desbocado. Pero que íbamos a hacer Alice siempre son sus malas ideas, así que ya que no podía evitar al mirarlo imaginármelo desnudo y suponía que el hacía lo mismo ya que no dejaba de sonreír y mirarme como si quisiera comerme ante lo cual yo no podía evitar morderme el labio inferior. Era algo que tenía por costumbre hacer cuando algo me atraía o me gustaba mucho y Edward en traje…o mejor dicho sin traje me gustaba demasiado. Llegamos después de un viaje de media hora  al lugar donde se haría la fiesta.

El local estaba decorado con cientos de pequeñas luces que hacían que todo resplandeciera y al estar atardeciendo y el cielo estar de un color naranja azuloso hacía que todo adquiriera un ambiente mágico. Nos bajamos de la limosina y Edward cortésmente me ofreció su mano la cual tomé encantada ya que no había podido tocarlo en todo el viaje y extrañaba mucho su contacto. No sabía desde cuando  me había convertido en esto…no podía estar ni un segundo sin tocarlo era como si me faltara el aire para respirar cuando no lo hacía.

Caminamos juntos hacia el interior del local, el interior estaba tenuemente alumbrado lo que daba un ambiente romántico. Adentro se encontraban todos nuestros compañeros de clases. En cuanto entramos todas las miradas se posaron en Alice y Rosalie que iban delante, como era de esperarse llamaron la atención de todos por suerte para mi. Pero me equivoqué cuando me vieron todos se quedaron boquiabiertos, era como si nunca me hubieran visto Alice tenía razón cuando dijo que hoy no había nadie más hermosa que yo. Continué caminando con Edward a mi lado hasta que llegamos donde estaban los demás, allí se encontraban Angela y Eric y Jessica y Mike.

-Bella pensé que no ibas a venir a la fiesta de graduación.- me dijo Jessica mientras me miraba de arriba abajo para después hacer lo mismo con Edward.

-Bueno como ya ves cambié de planes.- le dije mientras me abrazaba a Edward.

-Y a que se debió ese repentino cambio de planes, bueno si se puede saber.- me dijo Mike.

-yo la convencí de venir, no quería que se perdiera la mejor parte de la graduación.- me dijo Edward mientras me apretaba más contra el.

Después de eso Edward me sacó a bailar y no vimos más a Mike ni a Jessica por el resto de la noche. Aunque tampoco vimos mas a Alice ni a Jasper y por supuesto tampoco a Rosalie y a Emmett, no quería ni saber donde se abrían metido. Baile toda la noche junto a Edward, era increíble lo fácil que eran las cosas con el a mi lado. A veces me imaginaba una vida junto a el, pero sabía que eso era imposible, mañana el se iría de vacaciones y por mucho que el diga que me quiere se que cabe la posibilidad de que encuentre a alguien mucho mejor que yo. Pero no iba a arruinar las cosas aprovecharía el tiempo que tenía con el y esperaría hasta que regresara de sus vacaciones con la loca de sus hermana, y si entonces decidía que no quería nada conmigo pues ahí comenzaría a olvidarme de el.

Ya era medianoche cuando salimos de la fiesta de graduación, cuando íbamos saliendo aparecieron los desaparecidos…o sea los hermanos de Edward ellos iban delante de nosotros. Llegamos a la limosina y los chicos se montaron primera quedando Edward y yo de últimos, pero cuando iba a subir Edward me tiró de mi brazo.

-Adonde crees que vas.- me dijo mientras me giraba hacia el.

-Creo que es obvio no, para la casa.- le dije sonriendo.

-Si pero no nos vamos en esa, nos vamos en la de atrás.- me dijo mientras señalaba a la otra limosina.

Yo no entendía a que venía todo esto de una limosina para nosotros dos, pero con Edward al igual que con su hermana era mejor no discutir porque al final salías perdiendo tu. Así que decidí no decir nada y arruinar nuestra última noche juntos y me monté en la otra limosina.

Esta al igual que la otra estaba decorada elegantemente, cuando nos sentamos Edward fue hasta el mini bar y sacó una botella de sidra y dos copas y luego se sentó a mi lado. Sirvió las dos copas y me dio una a mi.

-Solo espero que esta noche juntos sea inolvidable para ti, no quisiera que te acordaras de mi durante el tiempo que estemos separados.

-Yo me acordaré de ti siempre tenlo por seguro, además dos meses no es tanto tiempo, ya encontraré en que pasar el tiempo.

-Si tienes razón, pero es que voy a extrañar mucho tus besos.-me dijo mientras me besaba el cuello.

-Si yo también te voy a extrañar mucho.- le dije mientras dirigía sus labios hacia los míos.

Nos bebimos las copas de sidra y continuamos besándonos hasta que la limosina se detuvo. Edward se separó un poco de mi y me miró sonriendo.

-A que se debe esa sonrisa en tu rostro, que es lo que piensas hacer.-le dije mientras yo sonreía también.

-Necesito vendártelos ojos, es una sorpresa.- me dijo mientras sacaba un pañuelo del bolsillo de su chaco.

-Sabes que no me gustan las sorpresas.- le dije mientras el me vendaba los ojos.

-Créeme esta te va a gustar.- me dijo mientras me terminaba de vendar los ojos y abría la puerta de la limosina.

Edward cuidadosamente me ayudó a salir de la limosina para evitar que me cayera porque si era torpe viendo, con los ojos vendados era peor. Dejé que el me condujera hacia donde quiera que íbamos mientras el tenía sus manos en mi cintura. Después de caminar unos cuantos metros se detuvo y me susurró al oído.

-Espero que te guste lo que vas a ver.- me dijo mientras me quitaba la venda de los ojos.

Frente a mí y a lo lejos se divisaban tenuemente ocultas por la leve niebla las luces de la ciudad que se perdían en la distancia, acompañadas por un hermosos cielo estrellado que se perdía donde comenzaban las luces de la ciudad. La vista era increíblemente hermosa, me giré hacia Edward quien me miraba tiernamente.

-Esto es realmente hermoso, nunca había visto nada igual.- le dije mientras el sonreía.

-Que bueno que te haya gustado la primera sorpresa.- me dijo sonriendo mientras me abrazaba.

-La primera parte, es que acaso hay más.- le dije mirándolo seriamente aunque al final tuve que sonreírle.

-Todavía no te has dado cuenta de donde estamos.- me dijo el mientras yo comenzaba a ubicarme en el lugar.

-Creo que ya lo sé, estamos en el mirador del amor.-le dije mientras el me sonreía y me daba un ligero beso en los labios.

-Exactamente…es que hay algo que he querido hacer desde hace mucho tiempo y creo que esta es la oportunidad perfecta.- me dijo mientras se separaba un poco de mi.

Tomo mis manos entre las suyas y las beso, una primero y la otra después, para después posar sus verdes ojos en los míos y decirme aquellas palabras que tanto esperé oír.

-Bella, yo sé que no llevamos mucho tiempo juntos, pero ya no puedo ocultar más lo que siento por ti…yo te amo con todo mi corazón y prometo amarte eternamente aunque estemos separados por un período largo de tiempo. Por favor dime que me vas a esperar el tiempo que estemos separados, porque honestamente, yo ya no se vivir sin ti.

Mi corazón latía desenfrenadamente y mi pulso estaba acelerado, no sabía que decirle, las palabras no salían de mis labios. Habían tantas cosas que quería decirle en ese momento y no me atrevía. Nunca había sido capaz de confesarle mis sentimientos a nadie, siempre tenía miedo a que me  rompieran el corazón y no me correspondieran. Pero al tener a Edward aquí parado a mi lado mirándome de aquella manera y diciéndome esas cosas hizo que me diera valor y por primera vez iba a decir aquellas palabras por primera vez en mi vida.

-Edward, hay tantas cosas que he querido decirte y no me he atrevido, pero hoy tengo que hacerlo porque honestamente creo que si no las digo no tendré otra oportunidad como esta para hacerlo. Yo también te amo, con todo mi corazón, desde el momento en que te vi en el aeropuerto me gustaste mucho pero no me atreví a decirte nada porque eras es hermano de mi mejor amiga. Pero han pasado tantas cosas entre nosotros que me han hecho darme cuenta de que no puedo vivir sin ti. Y si, te esperaré todas las vacaciones y todo el tiempo que sea necesario. Creo que te esperaría eternamente si es que así lo deseas, porque mi corazón es tuyo desde aquel primer contacto de nuestros labios. Y si te vas contigo se va el  también hasta que tu regreses y me lo devuelvas. En otras palabras… creo que nunca podré amar a nadie como te amo a ti

Y le dije todo lo que desde hace tano tiempo había querido decirle y había guardado en lo más profundo de mi corazón. Era increíble lo que Edward me hacía sentir.

Su rostro no tenía descripción, no sabía si estaba asombrado o por un momento pensé que había entrado en shock ya que no decía ni un palabra. Así estuvimos un rato mirándonos solamente hasta que por fin el habló.

-No sabes cuanto tiempo he soñado con escuchar esas palabras salir de tus labios, y cuanto tiempo había guardado las mías solo esperando el lugar y el momento adecuado para decirlas.

-Bueno pues parece que escogiste perfectamente el lugar.-le dije sonriendo mientras me acordaba de la historia de este lugar.

-Si, como te gustó tanto la historia no quise perder la oportunidad de confesarte mi amor aquí mismo.

-Si, aunque sabes algo…me gusta mas esta versión de la historia.- le dije sonriendo mientras me acercaba más a el para fundirnos en un apasionado beso.


Capítulo 11: El mirador del amor Capítulo 13: Vacasiones

 
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