Bella pov.
-pero que –pregunte
-pero no sé si quieras ir conmigo en este momento a mi apartamento no quiero obligarte a nada, quiero que seas feliz a mi lado sin presión alguna.
-Edward quiero estar a tu lado, siempre he querido y si quiero ir contigo.- woo este hombre en verdad me quería pues preocuparse por tener intimidad conmigo porque cree que me está presionando a pesar de que yo misma se lo pedí, otro en su lugar me hubiera dicho que si y en estos momentos me estaría haciendo suya, en verdad Edward era perfecto lo amaba si lo amaba como a nadie avía amado, como mi ángel mi dios mi todo, ni siquiera a mi ex novio lo avía amado como a Edward porque a él lo amo y si daría mi vida por Edward MI Edward..
No dijo mas solo me dio un beso muy apasionado un beso que los dos disfrutamos con el cual nos movimos con una melodía que sonaba si una melodía que sonaba en nuestro interior en nuestro corazón una melodía de amor que nos une que une a nuestros ser a nuestro cuerpo a nuestros labios que seguían danzando al ritmo de esta. Tuvimos que separarnos un poco por la falta de aíre pero Edward avía pegado nuestras frentes una con la otra y en eso me volvió a besar una y otra vez fueron besos cortos pero con el mismo amor.
-te amo-dijo el
-te amo mas
-siempre juntos siempre- si eso era lo que quería estar siempre junto a él siempre tenía que prometérmelo.
-siempre promételo
-lo prometo-dijo
Dicho eso arranco el auto y nos dirigimos hacia su departamento, todo el camino mientras el conducía con una mano y con la otra me abrasaba escuchamos algunas canciones entre esas nuestra canción My heart will go on pero en español, MI corazón seguirá.
Llegamos al edificio donde se encontraba su departamento más o menos eran como unos quince pisos, entramos en el edificio y subimos el ascensor, Edward marco el número nueve, pero se percato que lo observa.
-que miras amor?-pregunto
-a mi dios- dije con una sonrisa picara- por qué?
-curiosidad, así que tu dios?-dijo en tono sensual
-sip mi dios griego de ojos esmeralda
-entonces si yo soy un dios tu eres mi diosa griega de ojos chocolate.
-mm me gusta pero te queda más ti.
-sabes que no, eres hermosa
-lo dices porque me amas
-no, es la verdad eres hermosa y eres solo mía, mía y de nadie más.
-sí, solo tuya, tuya, tuya, TUYA- esa última palabra la grite.
-te amo- dijimos al unisonó.
Nos empezamos acercar cada vez más, hasta quedar completamente juntos, el poso sus brazos en mi cintura mientras yo los puse en su cuello y me fui levantando de puntitas para quedar a su altura y poder besarlo, junte nuestros labios uno con el otro el simple rose provoco una enorme electricidad entre ambos una que nos hizo desear uno del otro una que hizo que el beso se intensificara, abrí mi boca dándole paso a su lengua que se unía con la mía en una danza acompasada y feroz, el beso cada vez se asía más apasionado el simple hecho de pensar que teníamos que separarnos por la falta de aire no nos importaba, porque lo único que existía en estos momentos éramos nosotros dos y nuestro amor pero el momento llego tuve que separarme de él muy a mi pesar solo lo suficiente para poder respirar, pero él no aguanto más y empezó a besarme y a decirme palabras como te amo lo cual yo contestaba de la misma forma siguió dándome besos cortos pero con mucho amor hasta que por fin el ascensor se detuvo y abrió sus puertas para que nosotros saliéramos, caminamos unos pasos por el pasillo hasta que llegamos a su departamento, abrió la puerta para darnos paso y poder adentrarnos en el.
Una vez dentro nos volvió a juntar y esta vez sus manos se posaron en mis caderas Edward junto nuestras frentes para podernos ver a los ojos y decirnos un te amo con solo una mirada, mientras yo me perdía en esos ojos esmeralda el posaba su mira en mis labios luego poso sus labios en los míos y me dio un beso, se separo de mi y volvió a juntar nuestras frentes.
-estás segura- pregunto
-si Edward hazme el amor- conteste
Edward volvió a posar sus labios en los míos de repente poso sus manos en mi trasero lo apretó y me cargo gesto que agradecí ya que me tenía que levantar de puntitas para besarlo, nos quedamos un buen rato en esa posición cuando Edward empezó a caminar por todo el departamento cuando llegamos a otra habitación supuse que era la habitación de Edward.
Edward soltó su agarre de mí y me fue posando delicadamente en una superficie muy cómoda su cama, el quedo arriba de mi se fue quitando poco a poco su camisa lo que hizo que me permitiera ver su hermoso y bien torneado abdomen, no me pude contener y pase mi mano por el haciendo una línea imaginaria por él, ante mi tacto se estremeció y se a balanceo sobre mi posando sus labios en los míos, sus manos empezaron a descender por todo mi cuerpo desde mis pechos hasta mis piernas y siguió besándome con pasión hasta que me fue quitando mi blusa lentamente y delicadamente cuando por fin quito mi blusa poso sus ojos en mis pechos y una mano sobre de ellos luego sus labios pasaron por ellos dándole pequeños besitos húmedos sus manos volvieron a bajar pero esta vez se posaron en un lugar, en mi pantalón empezó a bajar mi pantalón poco a poco hasta que lo tiro en quien sabe donde luego se separo de mi ligeramente para poder quitarse el suyo y junto con su pantalón sus bóxers dejándome ver toda su perfecta anatomía, la cual estaba bastante bien bueno bastante se quedaba corto, el era perfecto un dios griego el más bello de todos.
-te gusta lo que ves pues es tuyo todo tuyo- pregunto a lo que yo solo pude responder con un asentimiento.
Volvió a juntar nuestros cuerpos esta vez empezó a dejar besos por todo mi cuerpo mientras yo solo respondía con algún gemido provocados por el placer sus manos fueron subiendo a hacia mi espalda para poder desabrochar mi sostén y luego esas misma bajaron hacia mis piernas para posarse en mis braguitas las fue deslizando poco a poco sobre mis piernas hasta aventarlas en una parte de la habitación se volvió a separar de mi para admirar mi cuerpo cosa que hizo que me ruborizara al momento y me pusiera nerviosa, si por que no solo estaba nerviosa sino que esta era mi primera vez y con el hombre más maravilloso del mundo este era el primer hombre que me veía así como dios me trajo al mundo, bueno aparte del Carlisle que me trajo al a vida pero ese no cuenta.
-perfecta simple mente perfecta y solo mía.- musito con voz ronca por la excitación y acercándose más a mí, en ese momento me tense ya que era el momento, me iba a entregar a Edward por primera vez mi primera vez, el al notarlo se separo de mi.
-que pasa amor?-pregunto preocupado
-nada es qu..- no pude terminar la frase ya que los nervios no me dejaban
-es que, que amor??
-yo, yo… nunca he es…ta..do con al..gui..en de esta forma-dije tartamudeando por el miedo y los nervios que sentía.
-tú nunca- pregunto Edward incrédulo
-no yo nunca- conteste a sus pregunta de repente embozo una sonrisa de lado mi favorita la cual me dejo sorprendida y me hizo fruncir el seño.
-bella esto es maravilloso seré el primer hombre en tu vida y el ultimo te amo mía amor- sus palabras me dejaron atónita, llena de felicidad él quería que siempre estuviéramos juntos que yo solo fuera suya y de nadie más.
-te prometo que seré delicado amor
-te lo prometo
-te creo Edward- conteste
Edward me volvió a besar como el solo sabía hacerlo apasionadamente pero tierna a la vez descendió sus manos en mi cuerpo mientras yo pasaba mis manos por todo el delicadamente, hasta regresar a su espalda en ese monto acerco su erecto miembro a mi parte intima rosándola haciendo que me estremeciera en el acto de placer y sacara un pequeño gemido de mi boca.
-seré delicado
-lo se
En ese momento Edward introdujo su erecto miembro por todo mi interior provocando un dolor mientras se introducía mas en mi yo solo pude hacer una mueca de dolor Edward al notarlo se paro y dejo de moverse dentro de mí.
-estoy bien sigue por favor-pedí, el dolor se estaba yendo y yo solo quería que siguiera, el solo asintió y volvió a moverse dentro de mí al principio todavía dolida un poco pero después ese dolor fue sustituido por un enorme placer sus envestidas fueron subiendo de nivel haciéndolas cada vez más rápidas y fuertes, los dos solo gemíamos de placer y decíamos nuestros nombre y palabras de amor Edward seguía con su trabajo con mas fiereza mientras yo solo enteraba mis uñas en su espalda y lo besaba con tanta pasión, el seguía tocándome por todo el cuerpo posando sus labios en los míos en mis senos mordiéndolos haciéndolo lo que quisiera con ellos, solo él podía darme ese placer, él y su hermoso miembro, que arrastraba en mi interior después de cinco envestida mas ambos llegamos al cielo, provocando un gran orgasmo acompañando de un fuerte gemido de placer por parte de los dos.
-esto fue maravilloso-dijo Edward aun dentro de mi interior
-perfecto- contraataque
-te amo, eres lo mejor que me ha pasado en la vida
-y tu a mi amor-dije pasando una mano por sus cabellos desordenados
Poso la mirada en mi seguida de un beso lleno de pasión de amor pidiéndome permiso para seguir avanzando su lengua se introdujo en mi boca, mi lengua y la de él se unieron en una danza llena de locura y pasión y así paso toda la noche, la mejor noche de mi vida.
|