3.12. Kate
-Al fin… Te encontré…
De entre las sombras apareció una mujer. Una vampira. Su olor me resultaba familiar, pero todavía no podía distinguir quien era. Se acercó lentamente, como si temiese que fuéramos a atacarla. Su piel relucía bajo la luz de la luna. Tenía un pelo dorado muy pálido, que encajaba con su perfecto y bonito rostro. Era una de las vampiras que nos habían ayudado a salvar a Nessie en el enfrentamiento contra los Vulturi.
-Kate… - susurró débilmente Nessie, asombrada por su aparición.
-Si, mi querida niña, soy yo. – contestó Kate con alegría al ver que la recordaba, a pesar de contar todavía con unos meses cuando se conocieron.- Aunque… Has crecido muchísimo desde la última vez que te vi, eres toda una mujer. ¡Ahora sí que deberían verte los Vulturi! – rió – Y es increíble que te acuerdes de mi, eras solo un bebé.
-Bueno… Es difícil no recordar aquella época. Pero… ¿por qué estás aquí? Denali no queda muy cerca de Bélgica precisamente… - la alegría invadía el rostro de Nessie. Para ella Kate era como su tía, alguien de su propia familia. Todavía se debía sentir con una gran gratitud hacia ella por haberla ayudado a seguir con vida. Al menos eso sentía yo, y solía acertar cuando hablaba de los sentimientos de Nessie.
-Ya lo sé – rió Kate. Parecía que se encontraba a gusto con nosotros. – Llevo días buscándote, ¡sois realmente escurridizos cuando os lo proponéis!
Esta incertidumbre me daba dolor de cabeza, no comprendía nada. ¿Había venido aquí para visitarnos ella sola? No era posible, estaba demasiado unida a su hermana Tanya, sobre todo después de la muerte de Irina.
-Será mejor que vaya a buscar a Bella y a Edward, deberían saber que estás aquí.- añadió Nahuel antes de dirigirse a la puerta.
De repente algo la golpeó. Nahuel se quedó paralizado ante la puerta. Mi primer instinto fue echarme sobre la cama donde estaba Nessie para protegerla. Allí había un vampiro, pero no era ni Edward ni Bella. La puerta comenzó a abrirse lentamente, yo estaba preparado para entrar en fase en cualquier momento. Pero una cara familiar apareció allí. El vampiro nómada.
-¡Garret, deja de asustarlos! Deberían haberte pegado un buen mordisco para ver si escarmientas – bromeó Kate. Así que finalmente era en serio lo de que se habían hecho pareja. Y yo era el que decía que los vampiros eran monstruos sin sentimientos… Había aprendido mucho sobre ellos gracias mi imprimación, ¡qué ironía!
-Bueno… Esto… Puesto que no hay ningún peligro… - interrumpió Nahuel – Voy… Voy a buscar a Edward y a Bella.
-Iré yo – dije apresuradamente. Vi como Nessie me miraba. Sabía que quería que me quedara, pero tenía algo que hacer antes. – Necesito salir un rato a despejarme, y ahora que Kate y Garret están aquí, puedo irme sin temor a dejar a Nahuel con Nessie. Se que ellos no dejarán que le toque un pelo, Kate lo freirá en un momento – añadí con una sonrisa. Intentaba parecer tranquilo, pero en realidad no lo estaba. Algo estaba rondándome en la cabeza desde hacía horas y tenía que soltarlo ya. Me acerqué a Nessie y le di un beso antes de salir de la habitación. Los vampiros me miraban confusos mientras salía de allí y cerraba la puerta. Crucé el pasillo y bajé las escaleras casi corriendo, necesitaba a Edward. Y por fin los encontré. Estaban en los jardines del hotel, observando las luces de la ciudad de Hasselt. Fui corriendo hacia ellos.
-Han llegado Kate y Garret, están en la habitación con Nessie, han dicho que llevan días buscándonos.- les dije atropelladamente- Bella, te están esperando. Edward… Tengo que hablar contigo…
-Lo sé, te he leído la mente mientras venías.- me contestó- Bella, cariño, ve con ellos. Nos reuniremos con vosotros muy pronto. Jacob… Vamos…
°o.O Nere O.o°
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