Un Amor En 1920

Autor: vaneian08
Género: Drama
Fecha Creación: 12/08/2010
Fecha Actualización: 12/09/2010
Finalizado: SI
Votos: 12
Comentarios: 43
Visitas: 46625
Capítulos: 27

En la epoca de 1920 las mujeres eran obligadas a casarse, aunque no existiese el amor. ¿Como sera la vida de Bella una adolecente de alta sociedad , cuando se enamore de un campesino hijo de su nana, Edward Cullen? ¿Que hara su padre para separarlos?

Hola chicas aca les traigo una nueva historia otra q me encanto y la queria compartir con ustedes, la autora es LOkiicita Cullen. Esperoq les guste y la voten y comenten.

Terminada

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 11: -"La Boda"-

Alice...bueno…nosotros…lo que tú viste…yo -me sentía horrible, no podía hilar una frase coherente, la sensación de mentirle a mi amiga era terrible pero ser descubierta era aún peor.

-Alice es simple- Edward se escuchaba confiado pero a la vez algo molesto –Amo a Bella y me pone sumamente feliz decir que ella corresponde de igual manera a ese amor, y si, estamos juntos- Amaba la seguridad de Edward, el saber que él me amaba con la misma intensidad me hacia estar segura del amor que cada día crecía más y más.

Alice se quedo en silencio unos minutos entre pasmada y analizando la situación, su rostro lo pasaba rápidamente de mí a Edward y así sucesivamente, me veía venir el regaño hacia mi persona ya que a Edward no le recriminaría pues por lo que Alice me contó una vez, él siempre ha sido reservado.

-Bella, ¡Esto es fantástico, seremos hermanas! si antes te consideraba como una, ahora lo eres con mayor razón, tenemos muchas cosas que hablar, tendrás que contarme todo- que es peor ¿Qué se enoje? O ¿el inminente interrogatorio –Pero eso no te exime de que no me lo hallas dicho, pensé que confiabas más en mi, pero ya habrá tiempo para eso.

-Alice una ultima cosa, no se si lo entiendes pero quisiera que esto quede aquí, ya hablare con Emmett y quisiera que no lo comentaras menos en frente de nuestro padre, ya hablare yo con él- Definitivamente era eso lo que más le preocupaba a Edward y yo confiaría mi vida ha Alice así que me relajaba saber que no diría nada.

-Hermano no tienes ni que decirlo, el vestido de Bella esta listo así que no me necesitan más por aquí- tras decir eso Alice se fue, dejándonos solos en su habitación.

Intente cubrirme con un chal que estaba a los pies de la cama de Alice, ya que estaba un poco descubierta y Edward no dejaba de mirarme, estaba con una sonrisa tonta pegada al rostro, en parte me hacia sentir bien, en parte avergonzada.

-Amor, te dejo que te vistas- ¿Qué es mas hermoso que Edward? Un Edward avergonzado. Me acerque para besarlo de manera rápida por si alguien entraba.

-Nos vemos más tarde en nuestro lugar-le dije y me miro con carita llena de felicidad, me abrazo y me beso parte del hombro descubierto, me regalo mi sonrisa predilecta y se fue del cuarto.

Que fácil se le da dejarme híperventilando y luego marcharse como si nada, no es algo que espere, ya está conversado pero ¿Cómo lo hace? Quizás no sea tan tentadora para alguien como él.

-Amor ¿estas aquí?-pregunte mientras entraba por el living de nuestra casita particular, tengo que decir que en lo verlo me pone ansiosa, se supone que aquí nos encontraríamos ahora en la tarde y no verlo me hace estar mal.

Sentí unas manos cubrir mis ojos desde detrás de mi espalda, si ya me había dejado un poco exaltada en la habitación de Alice, no es justo que ahora me deje igual sobre todo si estamos solos.

-Te eche de menos, creí que nunca llegarías- me susurro al oído, ese pequeño acto provocaba estragos en todo mi cuerpo.

Me gire para quedar frente a él, sus manos las dejo en mi cintura, sus ojos reflejaban una paz interior que me decía que todo estaría bien, para mi estar con él es estar bien pero el saber que no estaba sola en esto me da la valentía de luchar por este amor a cada día.

-Amor te tengo un regalo- le dije, me miro extrañado, hace unos días atrás le había dicho lo mismo y le regale una pañoleta mía ya que él había mencionado lo mucho que le gustaba mi olor, pero antes de saber que era me había dicho que no quería regalos de mi parte, ya que el solo hecho de tenerme era más que suficiente, que no gastara en él. Él debería de saber que no gastaría, no por que fuera en él, sino por que me prometí desde que estábamos juntos que el dinero de mi padre ahí se quedaba, con mi padre. No quiero que el tema monetario sea un impedimento entre los dos, y de los dos es más fácil para mí dejar las comodidades.

-Bella, sabes que no quiero que gastes en mi- pero al ver el pucherito que le estaba dando cambio su semblante a uno más alegre –A ver, dame acá- me dijo divertido.

-Se que no quieres que gaste, y no te preocupes que no lo he hecho, pero lo que te daré tiene más valor incluso que lo halla comprado, cierra los ojos amor- y cuando los cerro aproveche de besarlo, instantáneamente me sonrió.

Le abroche un gargantilla con un corazón pequeño de oro que mi madre me había regalado un año antes de morir, mi madre me había dicho que a pesar de que el corazón era pequeño, el amor que somos capaz de entregar le supera en infinidades y para mi este caso es el mismo.

-Amor, no puedo aceptar esto, esto es tuyo te lo he visto puesto- lo silencie con un beso y le conté la historia de aquella gargantilla además de decirle que para mi es especial que él la tenga por que representa lo mucho que lo amo y cuan especial es.

-Lo cuidare de la misma forma en la que cuidare el tuyo- posiciono su mano en mi pecho y me beso, su beso estaba lleno de ternura, amor y los sentimientos más profundos que se puedan pedir –Te Amo- y una hermosa sonrisa se dibujo en su rostro, son pequeños detalles que él me da pero son suficientes para que mi pecho quiera explotar de emoción.

Transcurrieron rápidamente los días, ya estábamos a lunes y dentro de 2 días seria la boda de Rose y Emmett, con Edward ya no nos quedaba mucho tiempo para estar juntos, en parte por que debíamos ayudar con los detalles finales y por otra parte no queríamos dejar a Alice y a Emmett mucho tiempo a solas con Carlisle.

Cuando volví por la tarde a mi casa, sobre la mesa de arrimo se encontraba una nota que debieron dejar ahí durante el día, iba dirigida a mí con letra familiar.

"Isabella:

Los planes que tenía para ti se han tenido que adelantar un poco, necesito que estés aquí a más tardar el viernes, yo ya estaré fuera del país cuando leas la nota, Carlisle sabe los planes así que él te traerá a la ciudad, te extraño hija, espero que tu estadía allá haya sido fructífera pero ¡felicidades! Estarás de vuelta en tu realidad y veras a tus amigas que han preguntado mucho por ti, cariños Charles S."

¿El compromiso? Como lo pude olvidar, este ultimo mes desde que he estado con Edward mi vida en la ciudad quedo completamente olvidada y aplazada pero sobre todo había perdido la noción del tiempo, sabia que tenia que volver tarde o temprano y que tenia que explicarle a Edward los planes de mi padre, planes de los cuales yo no compartía, solo espero que no se moleste por haberlo olvidado y en parte haberlo ocultado, pero ¿Qué es lo que sabia Carlisle?. Mi estado de animo cambio drásticamente al saber que solo me quedaban 4 días y prácticamente dos de ellos no los podría compartir a gusto con Edward.

Al día siguiente estaba sumamente conciente de mi falta de atención y demostración de amor hacia Edward, pero mi mente seguía procesando la mejor manera de decirle las cosas, lo evitaba estando con Carlisle hablando de Aura y de otras cosas banales, cuando Carlisle anuncio que debía ir a arreglar unas cosas para viajar el viernes a la ciudad se me revolvio el estomago y mi rostro rápidamente cambio a un rojo intenso, esperando a que Edward no lo notara fui a la habitación donde estaban Alice y Rose excusándome que debía estar ahí para una ultima platica entre chicas solteras, pero conociendo a Edward y como él me conoce a mi, tuvo que haber intuido que algo andaba mal.

Las chicas me invitaron a pasar la noche con ellas y de inmediato acepte ya que aún no me sentía preparada para una caminata hasta mi casa co Edward a mi lado.

La noche la pasamos platicando, Rose no cabía de la emoción y esta la emanaba como si fuera luz, de cierta forma la envidiaba, ella podía demostrar su amor públicamente y la mejor constatación a ese hecho es que mañana a esta hora ella estaría casada con el hombre de su vida, hecho que veía cada vez más lejano.

Alice no encontró mejor tema para hablar que de mi relación con Edward, estando con estas dos mujeres realmente insistentes me vi obligada en profundizar un poco más en los detalles, desde que aceptamos en estar juntos a prácticamente nuestra nula existencia de actividad física, me avergonzaba decirlo pues Rose no tenia problemas en afirmar que ella un par de meses después de Conocer a Emmett se le estaba haciendo muy difícil esperar hasta casarse y ambos no resistieron más, por otra parte Alice me aseguraba que ella también pensaba como yo pero cuando conoció a Jasper sabia que él seria su hombre, incluso antes de que lo conociera y no tuvo miedos en entregársele y mucho menos en pensar que él podía cuestionar su decisión pensando que quizás ella era una mujer fácil, por el contrario con una carita llena de risa recordó que Jasper estuvo muy feliz por su decisión.

Estaba comenzando a cuestionarme las razones de Edward, el ser tan patosa y tener poca gracia físicamente en comparación con Rose y Alice debe ser un factor para que un hombre se desanime sexualmente.

-Bella, no pienses ni por un solo Segundo en esa cabecita loca que mi hermano no quiera estar contigo- dijo Alice ¿acaso era demasiado obvia en lo que estaba pensando?

-Pero Alice, entonces ¿explícame que es?, no quiero parecer insistente cuando estoy con él, menos desesperada, se lo que quiero al igual que ustedes, se que Edward es el hombre de mi vida y con la única persona con la que quiero estar y por ende perder mi virginidad- No comprendía de donde estaba sacando tanto valor para hablar estos temas, aunque los este hablando con mujeres, mujeres que les tengo mucha confianza nunca se me a dado hablar tan libremente de esto, sobre todo por que crecí a cargo de un hombre que hasta aproximadamente los trece años me seguía explicando tontamente que provenía de la cigüeña, como si aún tuviese cinco, pero realmente necesitaba sacar mis frustraciones a luz y que alguien al menos me sacara o me confirmara lo que pensaba.

-Bella, deberías saber a estas alturas como es Edward, siempre hemos agradecido la educación que nos han dado nuestros padres, pero incluso ni ellos pueden contra algo tan fuerte como es el amor y la pasión, pero Edward es otra cosa, el es maldito romántico que cree que con demostrarte su amor de manera física él estará faltándote el respeto, lamento decir que si no juegas bien tus cartas tendrás que esperar hasta casarte- Alice estaba que se echaba a reír, de no ser por mi cara de frustración, y si, debo admitir que así me sentía, cada día, cada tarde y cada noche que pasaba con Edward se me hacia más difícil él contenerme para estar más cerca de él, pero siempre encontraba la manera de evitarme o que hiciéramos otras cosas. Moria de ganas de ver su lado pasional su lado más intimo.

Fui interrumpida por mis pensamientos -Ya chicas es hora de dormir- dijo de pronto Esme desde el otro lado de la puerta y tras eso nos acomodamos para dormir, aunque no se a que hora lo conseguí ya que seguía pensando en Edward.

La mañana estaba realmente magnifica, un cielo claro y despejado en toda su extensión, salimos a bañarnos y a desayunar para encontrarnos con la casa solo con Esme quien nos explico que los hombres se fueron a la casa de un amigo de Emmett para pasar el día ahí antes de llegar a la iglesia, me sentía un poco incompleta el no haber visto a Edward y extrañamente había despertado con una rara sensación en el pecho, como si algo fuese a suceder, pero deben ser los nervios, una boda es una boda y debe salir todo perfecto.

Pasamos el resto de la mañana preparándonos, mi vestido aunque algo escotado lucia hermoso junto con un peinado que Alice había hecho con mucho esmero, dejando pequeños rizos sueltos al viento, ella junto con Esme lucían hermosas pero sin duda la que se robaba toda la atención era Rose, su vestido de un color blanco ingles hermoso, su cabello iba suelto rizado, formando una cascada por su espalda, tenia el detalle que entre los rizos iban incrustados pequeñas flores blancas, la palabra hermosa y radiante quedaban pequeñas ante tanta belleza, Emmett sin duda se había ganado una mujer realmente magnifica.

Al llegar a la iglesia claramente estaba todo el toque de Alice, lleno de flores blancas adornando hasta los puestos de los invitados, todo era muy sencillo pero de muy buen gusto. Si existía el día en que mi padre me casara de seguro no seria de esta manera, mi padre se encargaría de que fuera todo de la manera más pomposa por el contrario para mi seria un sueño casarme así, sencillo igual que Edward y como yo misma.

Me ubique en segunda fila por dos razones, la primera es que en la primera fila de ambos lados estaban los padres y los padrinos, los padrinos de Rose eran Alice y Jasper, sentados al lado de los padres de ella, por éste lado estaban los padrinos de Emmett, una amiga de él de nombre Ángela y Edward junto con sus padres, Emmett se disculpo de no haberme considerado a mi pero como solo hace unos días atrás se había enterado de mi relación con Edward y ya le había pedido a Ángela que fuera su madrina.

La ceremonia fue adorable, los votos estaban cargados de puro amor, confianza, decisión, promesas, necesidad que me hizo verme en esa situación. Edward constantemente se giraba a mirarme, en parte por que sentía las mismas ganas que tenia de vivir algo así, en parte por que mi pareja de puesto era Eric un amigo de Emmett.

Al salir de la iglesia sentí que susurraban en el odio con una voz aterciopelada –Amor, te ves hermosa- y se fue a abrazar a su hermano y a su ya cuñada, mientras me dejaba anclada al suelo llena de escalofríos por el cuerpo.

Habíamos llegado a una pequeña recepción para los amigos y familiares más cercanos, todo seguía de muy buen gusto al igual que en la iglesia, el baile fue iniciado como de costumbre por un hermoso vals de los novios, seguido por los padrinos y los padres, ver bailar a Edward de esa manera tan delicada y acompasada me hacia reír como boba pero a la vez estaba celosa de que fuera con otra mujer y no conmigo. Eric observo como miraba radiante a las parejas (cosa que en realidad era una sola pareja) en la pista creyendo que lo que quería era bailar y me saco a la pista, no quería pero cuando Carlisle me animo a que fuera no tuve opción, que le podía decir "no gracias estoy esperando a Edward". El baile no había sido tan malo como pensaba, Eric intentaba ser delicado pero nunca se le comparaba con mi Edward, cuando éste noto que bailaba no despego la mirada de nosotros, en su rostro se veía la cólera que le estaba causando pero unos pasos más allá estaban sus padres así que no le convenía hacer un espectáculo. Edward se acerco a nosotros para pedir cambio de parejas

-¿Podría bailar con la señorita, que es amiga de la familia?-pregunto con brillo en los ojos, acentuando la ultima frase para que Eric no tuviera argumentos para protestar, cambiamos de pareja y pronto estuve en los brazos que más anhelaba.

-No te imaginas como te he extrañado amor y verte en los brazos de ese baboso me estaba quitando todo el autocontrol que poseo de no apartarlo de ti- iba a protestar pero nos quedaba tan poco tiempo que no quería desperdiciarlo en ello, iba a preguntarle acerca de Ángela cuando él me gano –Amor, prométeme que nunca me dejaras- dijo de pronto e incluso me hizo estremecer ya que en su carita se reflejaba algo de tristeza. No sabía como contestar a ello, no sabia si él tenia conocimiento de mí partida dentro de dos días, o solo lo decía para que nuestro amor perdurara por siempre.

-Te lo prometo amor, nuestros corazones y nuestras mentes estarán siempre juntas, este amor es tan grande que nada nos separara- era la verdad, solo que intente acomodarla un poco a mi favor.

Bailar junto a él fue como estar bailando entre nubes, en una burbuja privada que nadie más que nosotros existían, esa burbuja fue drásticamente disuelta cuando Eric apareció junto con Carlisle.

-¿Amor, por que hasta hoy haz estado tan esquiva? ¿es que he hecho algo malo?- ver su carita con preocupación me acongojaba como no creí poder, quizás podría utilizar este momento de diversión para decirle lo que me tenia mal, pero fuimos interrumpidos.

-Vamos hijo, deja que otros disfruten de la compañía de nuestra visita, Eric habla nada más que de Marie (mi otro nombre que utilizaron para que nadie pudiera reconocerme)- el tono que utilizo Carlisle más que protector hacia mi persona parecía más preocupado de los actos de Edward, ¿que más parodiamos hacer? Empecé a bailar nuevamente con Eric, pero sus brazos no pudieron darme el consuelo que necesite tras separarme de los brazos que tanto deseaba.

Un rato después Eric me invito a tomar un refresco, accedí encantada ya que no quería seguir incitando a Edward para que viniera y tomara represalias contra Eric, cuando estuvimos algo apartados del resto de la familia, lo que me parecía sospechoso ya que habían refrescos por todos lados, Eric me giro frente a él bruscamente.

-No se que tienes pero me haz vuelto loco, en este lugar no existe hombre que no haya notado tu presencia pero soy yo el afortunado de tenerte junto a mi- iba a explicarle que no lo había elegido ante nadie cuando poso sus labios sobre los míos, forcejee con él intentando quitármelo de encima pero al parecer él lo interpreto como pasión por mi parte ya que llevo sus manos hacia mis piernas subiéndolas lentamente por mis muslos, por unos segundos conseguí separarme y grite fuertemente pero nuevamente capturo mis labios violentamente, no dejaba de tocarme cuando se despego violentamente de mi y vi como Edward lo separaba y comenzaba a pegarle, lo amenazo de que si volvía a acercase a mi lo pagaría, Eric prácticamente huyo cuando comprendió que Edward y yo estábamos juntos, él amorosamente acuno mi rostro y me pregunto

-¿Amor estas bien? Discúlpame si deje que ese entupido te separara de mi, te amo y te prometí que nunca te dejaría- y me besó, pero el beso no alcanzo a profundizarse ya que escuchamos un carraspeo, gire enojada para regañar a Emmett o a Alice por interrumpir magnifico momento, pero al voltearme el corazón se me fue al piso al descubrir que no solo estaban ellos ahí, sino que mucho de los invitados, pero sobre todo estaba él, con los ojos abiertos de par en par, demostrando su asombro, descontento pero sobre todo desilusión…Carlisle.

Continuara...

Hola como les prometi aca les dejo otro capitulo q dicen q parara ahora con nuestra parejita ahora q Carlisle los descubrio.

Solo les puedo decir q ahoa empieza el drama preparen los pañuelos. nos vemos en el siguiente capitulo y gracias por todos sus comentarios...

Capítulo 10: -"Bungalo"- Capítulo 12: -"Destrozada"-

 
14958174 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 11041 usuarios