ROBERT P.O.V
Llevaba toda la tarde, y parte de la mañana, en mi habitación de hotel. Estaba sentado tumbado en la cama, con unas palomitas y viendo una película que echaban en televisión. Sin duda, aquello era muy aburrido, demasiado para un día de verano para un chico como yo, de 23 años. Me mataba no poder salir agusto por la calle a comprar comida, ir a la playa, o incluso dar un paseo por la ciudad sin que ninguna fan se me pusiera a gritar al oído, o sin que ningún paparazzi me hiciera 200 fotos para luego colgarlas en la web.
Sin duda, lo mejor que podía hacer era llamar a Bella, aunque no serviría de nada, pues estaba castigada hasta el Lunes sin salir… Pufff….¡Me aburro! De pronto, una vibración me hizo sobresaltar tirando las palomitas a la cama. Era mi móvil, y era Bella. Descolgué el teléfono ansioso de saber lo que quería de mí.
-Hola preciosa – mi tono fue sensual
-Hola fiera – me siguió el juego - ¿Qué te parece si nos vemos? - ¡Bien!
-Eh… sí, claro… - me puse hasta nervioso - … ¿dónde? – me levanté rápidamente de la cama y me puse a hurgar en el armario para ver qué ponerme
- ¿Te apetece ir a ver una peli? – su tono seguía siendo sensual, lo cual me hizo ponerme más nervioso aún, haciendo que se me cayeran todas las perchas que tenía sujetas en mi mano - ¿Qué pasa… estás nervioso? – soltó una leve sonrisita – Tranquilo…que luego vamos a tu hotel… - su tono era cada vez más seductor, lo cuál hizo que mi miembro respondiera.
-Eh… no... – me temblaba la voz y las manos
- ¿ No quieres que luego vayamos a tu hotel?
- Eh… sí, sí, claro que sí – solté una leve risita, ni yo mismo me reconocía ¿Desde cuando me ponía yo nervioso ante la sensual y dulce voz de una mujer? – Por cierto, ¿tú no estabas castigada? – me puse los pantalones vaqueros
- Sí, pero mi hermana me ha levantado el castigo… luego te cuento... –volvió a poner ese tono sensual – En 10 minutos te veo en el cine… ¿ Quieres ver…? – se quedó pensativa - ¿… “Dos semanas en Nueva York”?
- Sí, vale… - era un rollo romántico y sexual, pero no me importaba con tal de volver a verla y tenerla en mis brazos
- Vale, en 10 minutos nos vemos.... adiós cariñín… - puso un tono sensual y a la vez juguetón…ufff….mi miembro iba a estallar… sería mejor que fuese saliendo de allí antes de cometer alguna estupidez…
BELLA P.O.V
Iba de camino al cine, llevaba puesto unos shorts vaqueros – los cuales me hacían lucir unas bonitas y largas piernas - con una camiseta de tirantes roja y unos tacones bien altos también rojos. Mi objetivo era volver a seducir a mi fiera mientras veíamos la película.
Compré las entradas, situadas en la última fila de la sala, así podríamos tener más intimidad para nosotros. Mientras le esperaba impaciente, fui comprando unas palomitas y un par de refrescos.
Giré la mirada, tenía todo en las manos, cuando de pronto le vi aparecer por lo lejos. Mmmm… me encantaba el andar que tenía… Traía unos vaqueros y una camisa a cuadros abierta, con debajo una camiseta negra.
Me buscó con la mirada hasta verme y sonreírme maliciosamente. Yo le devolví la sonrisa y él me cogió de la mano camino a la sala. Yo le dije que era la sala 20, asientos 14 y 15, última fila. Él me sonrió juguetonamente cuando le dije esto último.
Nos sentamos en nuestros respectivos asientos esperando a que empezase la película. Comenzaron los trailers, echaron cerca de 10, hasta que empezó la película.
Llevaba 40 minutos de peli, iba de una pareja que se conoce en Nueva York durante un viaje en vacaciones de verano. Ella se enamora de él, y él se enamora de ella… lo típico de estas películas románticas. De pronto, apareció una escena algo erótica: ambos protagonistas estaban en la cama follando, algo que me puso caliente e impaciente por hacer lo mismo con Robert, que lo tenía a mi lado.
Me acerqué más a él y me relamí los labios mientras le acariciaba suavemente su miembro por encima del pantalón. Este se sobresaltó al notar mi mano en su zona genital, la cual se fue abultando poco a poco, a medida que le acariciaba.
-No sabes cuánto deseo hacer lo mismo contigo – le susurré en la oreja con un tono sensual
- Mmmm…. Bella…. – respondió ante mis caricias.
-¿Qué, te gusta? – aceleré mis movimientos, pero esta vez le desabroché el pantalón
-Mmmm… Bellaaaa… me estás matando… - comenzó a gemir en un tono algo bajito para que el resto de espectadores nos oyeran – Para por favooor…paaraaa – me cogió la mano, pero yo no paré.
-Mmmm… se te pone dura… - susurré en un tono seductor, lujurioso.
- No sabes cuantooo…. Bella… como no pares te juro que te hago mía en este mismo instante – se acercó aún más a mí y me lamió los labios
-Rob… hazme tuya – le supliqué mientras nuestras lenguas se encontraban
- Ahora mismo – se separó de mí y se bajó los pantalones junto con los bóxers hasta la altura de la rodilla. Se quedó sentado en la butaca esperándome con la mirada.
Su miembro estaba totalmente empinado a la espera. Me bajé mis shorts junto con las bragas y me senté a horcajadas encima de él, haciendo que su miembro entrara en mi cavidad. No pudimos evitar soltar un gemido, pero ambos lo silenciamos con un apasionado beso. Yo subía y bajaba mientras gemía en su oído. Él me ayudaba con sus manos en mis caderas a hacer los movimientos. No paramos de besarnos y de gemir uno en la boca del otro. En la sala, por suerte, solo había un par de parejas 10 filas más abajo, por lo que no nos oirían.
Los gemidos de la película nos hacían acelerar nuestros movimientos hasta alcanzar el orgasmo, el cual me silencio Rob con su dulce boca.
Yo me salí de él y me senté en mi butaca tratando de recuperar la respiración mientras me subía mis bragas y mis shorts.
-Vámonos – me suplicó Robert cogiéndome de la mano y levantándose del asiento
- ¿ A dónde? – me levanté y él me “arrastró”
-A mi hotel – bajamos corriendo las escaleras de la sala.
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