_-Enamorándome de un Gigoló-_

-10-

POV Bella

Caminaba por los pasillos sin mirar a nadie en particular, no es como si ultimadamente lo hiciera, la verdad no quería saber nada en este instante. Solo me concentraba en la escuela, que era lo único que me mantenía cuerda en estos momentos, de lo contrario la culpa me estaría matando y en consecuencia soltaría todo lo que tengo adentro, era precisamente por que no hablaba ni con Rosalie ni con Alice, yo sabía que mi actitud las estaba lastimando, en especial a Alice, pero tenia que hacerlo, por que si la veía a los ojos por unos minutos me lanzaría a llorar y le confesaría todo, eso no era bueno, mi vida ya estaba mal por el hecho de que Edward no estuviera conmigo, no quería agregarle el odio de Alice… no ahora. Había hecho una promesa de mantenerme callada y la cumpliría, pero también el plazo que le había establecido a Rose se estaba acabando y si Alice no terminaba con ese mujerzuelo, tendría que decir todo y afrontar las consecuencias o por lo menos decirle al tipo que se alejara de ella.

Ahora en este minuto lo que más me dolía era no tener a Edward conmigo, la ultima conversación que tuvimos me había dejado en claro que yo le estaba ocultando algo, más bien alguien, ¡pero que estupidez! ¿Que no le había demostrado cuanto lo amaba? ¿Por qué el hecho de haberle ocultado un pequeño secretito rompía su confianza en mí? Se que también tenia la culpa, al menos le hubiera inventado una pequeña escusa para que dejara de indagar en lo mismo, ¿pero no una mentira trae más mentiras? Todo se convertía en una red de la cual te va atrapando y atrapando, después no puedes salir. Pero eso no quitaba el hecho de que lo extrañaba demasiado, al verlo caminar con una de sus amigas hacia que me pusiera los pelos de punta, y de nuevo sabía que no debía molestarme ¿Yo termine con el, no? Pero no quería terminar con el, yo y mis malditos impulsos.

―Hola Bella―salí de mis deprimentes pensamientos cuando escuche la voz de Jacob, era un viejo amigo mío, que ultimadamente había dejado un poquito a lado cuando empecé a salir con Edward, pero lograba hacerme un espacio para él cosa que, obvio, a Edward ponía celoso, no dejaba de molestarme con eso de que él quería conmigo y que solo buscaba escusas para que estuviera a solas con el, nunca le hice caso, ya que por ahora era el único amigo que tenia y que no le molestaba el hecho de que estuviera un poco más irritable de lo normal, al parecer en este siglo eso era divertido para los hombres.

―¡Que hay Jake! ―lo salude con un abrazo― ¿De donde vienes?

―De mi clase de física, sigo sin entender porque si eres electromecánico necesitas la física. ―bufo, yo me reí de eso―Es como a los que estudian administración, tengo un amigo que me dijo que en su primer semestre el dieron química, o sea ¿Cómo para que?

―Quizás para entender la química de las empresas o de que materiales químicos esta hecho el cemento y cosas de esas.

― !Dah! ―me dio un intento de zape en la cabeza, me hizo reír su ataque de idiotez. ― ¿Y que planes tienes para hoy? ―su pregunta me tomo con la guardia baja.

―No lo se, de hecho en estos días me eh sentido un poquito mal y no eh salido mucho, pensaba llegar a mi casa y recostarme un rato ―y era verdad, ya llevaba como 8 días sintiéndome algo mareada y cansada, pero le atribuyo al estrés que eh tenido estos días.

― !Que aburrido! Deberías distraerte― Me dijo― ¿Qué te parece si te invito al Recorcholis* que esta en el centro? Hace mucho que no vamos, creo que son siglos.

―¡Cálmate! ― le di un golpe en el brazo, pero ahora que lo pensaba no era mala idea, necesitaba distraerme en algo― Me parece bien, ¿A que hora?

―¿Lo dices en serio? ―fruncí el seño

―¿Por qué bromearía con esto?

―Es que desde que comenzaste a salir con tu príncipe, siempre me dices cosas como "Quede con Edward para esto" o "Edward se molestara" o "Déjame y le aviso para que no me espere"―me dijo tratando de imitar mi voz. ―Por cierto ¿Dónde esta? Por lo general esta pegado a ti como una garrapata―miro a todos lados.

―Pues…―baje la mirada―Pasaron una seria de situaciones y… ya no estamos juntos.

Me dolía decir eso pero es la verdad.

―Oh, siento si te moleste con mis comentarios, sabes que como soy―asentí― Bueno, bueno… paso por ti a las, digamos, a la hora que sales, así no llegas tan tarde y mañana te levantaras de buen humor, es más mañana es sábado ¿Que tal si vamos a los arrancones que habrá en La Push? hace mucho que no ves a Leah y Seth, te has perdido de muchas cosas, ¿Sabías que Leah le dio un batazo a Sam cuando lo vio besuqueándose con su prima Emily?

―¿Qué? Cuéntame ―me olvide un poco de mi mal trago cuando comenzó a contarme el día en que Leah había regresado temprano al departamento que compartía con Sam, que era su novio desde que tenían como 16 años, cuando entro al cuarto lo vio bien encamado con Emily una prima segunda la cual los había ido a visitar el fin de semana y como no tenia donde quedarse le ofreció el cuarto de huéspedes, además de que gracias a dios no los encontró en pleno acto. El punto es que en el momento en que los vio Leah tomo el bate favorito de Sam y casi se lo rompe todo en la espalda, por suerte el corrió lo suficientemente rápido para que no lo hiciera, y Emily se quedo parada nada mas escuchando como Leah le decía hasta de lo que se iba a morir y obvio la echo de se departamento y le hizo jurar que jamás volvería a pisar su casa y que no era bienvenida nunca más. ―Eso es algo que Leah haría y diría.

―Lo se, Sam termino con un gran moretón es su espalda, no le rompió una costilla porque dios es grande. ―comencé reír por su comentario. ―Pero… eso no lo salvo del tremendo golpe en la nariz que le dio Seth cuando se entero de lo que le había hecho a su hermana.

―Pobre Sam, digo, pobre por el hecho de que termino mal parado, no por haberle hecho eso a Leah.

―Eso ya tiene como 3 meses, ahora Leah esta saliendo con un amigo llamado Embry, es buena onda y trata a Leah como la reina que se cree que es. ―se encogió de hombros.

―Me da gusto que lo haya superado―como quisiera ser como ella― ¿Y tu que tal, ya hay alguien ocupando ese corazoncito? ―le pique el pecho.

―Si la hay―le sonreí a mi amigo.

― ¿De verdad? ¡Eso es genial! ―le di un golpe en el pecho― ¿La conozco? ¿Es linda?

―Más o menos, y si, es la mujer más hermosa que eh visto en toda mi vida, pero lo malo es que ella no se da cuenta de lo que siento por ella, me trata de su amigo y nada más.

―Pero que tonta―me cruce de brazos―O sea, como no se da cuenta de lo que tiene en frente.

―Es medio despistadita pero es una de las cosas por lo cual la amo, la única esperanza que tengo es que ahora esta soltera y podre salir con ella.

―Eso esta bien. ―me sentía un poco triste de que Jacob tuviera alguien, no es como si estuviera celosa o algo así, pero si Jake salía con alguien eso querrá decir que no me acompañara tanto como antes.

―Dejemos un poco mi vida romántica y pongámonos de acuerdo.

― ¿De acuerdo? ―estaba un poco más lenta de lo normal.

―Es que no se a que horas sales, ¿recuerdas que te perdí el rastro por un tiempo?

―Lo siento―me rasque el brazo apenada―Salgo a las 2:00, te veo en la salida ¿va?

―Claro, de hecho no tengo tu numero de celular.

―Ni yo tampoco, a ver pásamelo el tuyo y yo te paso el mío―intercambiamos los teléfonos, yo puse el mío en el suyo y se lo regrese― Ahora si, podremos comunicarnos más.

―Ok―miro su reloj― ¡Carajo! Llegare tarde a clase, te veo en un rato Bells

Se agacho para darme un beso en la mejilla y se fue corriendo, yo comencé a reírme por lo ridículo que se veía empujando a la gente que se le atravesaba, revise mi reloj y faltaban 15 minutos para la hora, a Jake le gustaba exagerar las cosas.

―Veo que el perro no pierde el tiempo― me asuste cuando Edward hablo, mire a mi lado y ahí estaba ¿Cómo es que no lo sentí cuando llego?

― ¿De que hablas?

― Que en tan poco tiempo comenzó a intentar algo contigo.

―Es solo un amigo Edward― conteste pero no lo mire―Tengo derecho a tener amigos ¿no? Digo, tú también tienes amigas y andas caminando con ellas, ¿Así que se ve mal que yo tenga un amigo?

―Pero mis amigas no babean por mi, como ese babea por ti.

―Eso dices tú―me cruce de brazos y pero no lo miraba, tenia miedo de hacerlo. ―Es que no ves lo que veo yo, me pregunto porque ahora que…ya no estamos juntos no han saltado sobre ti.

―Será porque ellas saben que no tienen oportunidad conmigo―asentí, escuche como bufo―Bella, por favor mírame cuando te hablo.

―Así estoy bien gracias―seguí mirando por otro lado, no quería verlo a la cara, por que si lo hacia saltaría a su brazos y abriría la boca, aun no, todavía no.

―Sigo sin entender lo que te pasa, ¿sabes que Alice y Rosalie están preocupadas? Tampoco le hablas, por si no los has notado eso las hiere.

―Lo se―me abrace a mi misma.

―Si lo sabes ¿entonces? ―él no entendía por que lo hacia, debía ser fuerte.

―Es asunto mío. ―dije― Yo se porque hago las cosas.

―Pero haces mal, habla conmigo, sabes que…―se quedo callado, me pregunte por que― O supongo que prefieres hablar con Black, al parecer están reafirmando lazos ¿no?

―Es mi amigo, tengo derecho a tenerlos―estaba empezando a molestarme. ― Además lo que haga y deje de hacer es asunto mío.

―Por que tu lo quisiste así, te pedí confianza y lo que hiciste fue dejarme― ¡Demonios! Bonito momento se agarro para hablar de nosotros. ― ¿Qué pasa Bella?

―Nada―tome toda mi fuerza de voluntad y lo mire a la cara, gran error por que al ver su rostro preocupado hizo que mi voluntad aflojara un poco― No puedo decir nada. ― ¡Ay demonios!

―Bella dímelo, confía en mí. ―me tomo de los hombros.

Como quisiera hacerlo, pero no podía, no quería que Edward me odiara por ser tan estúpida.

―No Edward―me separe de él―Lo siento mucho.

Me di la media vuelta y salí corriendo de ahí, quería tener a mi Edward de nuevo, pero por ahora no podía hacerlo. Llegue a uno de los patios traseros de la escuela, estaba demasiado cansada, era extraño que una pequeña carrera me tuviera así, me deje caer en el pasto para descansar un rato, todo esto estaba comenzando a pasarse de la raya, comencé a sentirme mareada cerré los ojos para que se pasara pero este no se detenía.

― ¡Dios! ― El estomago se me revolvió horriblemente, alcance a levantarme y vomite todo en una jardinera en le suelo, cuando termine me deje caer de nuevo en el pasto. ―Necesito agua―abrí mi bolsa y saque mi botella de agua, me enjuague y tire el agua en las plantas, volví a revolver entre las bolsas de la mochila para buscar una pastilla o por lo menos un chicle para quitarme el mal sabor, entre mi búsqueda mi mano choco con paquetito, siempre lo tenia ahí para evitar un accidente…― ¿Accidente?

Deje mi mochila a un lado y comencé a contar con mis dedos: ¿El nueve termine? Mas treinta… ¿Estamos a veinticinco? ¡Como no me había dado cuenta! Me levante lo más rápido que mi cuerpo pudo, ahora que tenía esta idea en la cabeza, me volvía más torpe de lo normal. Camine rápidamente hacia el estacionamiento, iba tan rápido que ni me fije cuando choque con alguien.

―Lo siento―le dije a esa persona, cuando la mire bien, vi que era el novio de Alice, fruncí el seño ¿Qué estaba haciendo el aquí? Entonces recordé, que posiblemente tenia que venir por Alice, era su trabajo después de todo.

―No hay problema―me miro por un rato y frunció el seño― ¿Estas bien?

―Si, no es nada―me separe pero el maldito mareo me regreso, sentí la mano de Jasper sostenerme.

―Oye, de verdad no te ves bien ¿Quieres que te ayude a ir a la enfermería?

―No gracias―trate de ser amable, en esto momentos no me convenía ser grosera, me sentía muy mal para eso.

―En serio, se que tu y yo no nos llevamos bien― ¿oh, en serio Sherlock? ― Pero tampoco puedo dejar que te vayas así.

―Solo necesito ir a una farmacia y ya―me comencé a alejar de el, para ir por mi auto pero su mano me detuvo― ¿Qué? ―pregunte molesta.

―Déjame manejar a mi. ―lo mire mal, ¿pero que pretendía?

― !No!

―Mira, hagamos esto, déjame que te lleve a la farmacia y a tu casa…de verdad no te ves bien. ―sus palabras parecían sinceras, pero no me fiaba de él.

―Esta bien, pero con una condición―espero― Nadie y cuando digo nadie, se debe de enterar que tu me llevaste a la farmacia y que tampoco digas que me sentía mal ¿de acuerdo?

―Esta bien―obvio, tenia que obedecerme, el chistecito no me salió nada barato. ―Dame tus llaves.

Le di las llaves y me acompaño a mi coche, me subí en el asiento de copiloto y espere a que el subiera. Arranco el coche y salimos camino a la farmacia, por suerte no estaba muy lejos así evito que el silencio, que de por si era incomodo, se prolongara; estaciono el coche frente a la farmacia y sin decir nada me baje y entre, la maldita campanita sonó, me acerque al encargado que me veía mucho.

―Buenas tardes ¿en que puedo ayudarle?

Trague varias veces antes de responder, digo, no creo ser la primera ni la ultima chica en hacer esto.

―Disculpe ¿Dónde puedo encontrar las pruebas de embarazo?

El chico no pareció sorprendido, supongo que pensarla lo mismo que yo o ya había visto a muchas chicas en la misma situación.

―En el tercer pasillo. ―me señalo el lugar

―Gracias.

Camine hacia donde me dijo, ahí había por lo menos 3 marcas diferentes de pruebas, las mire todas y no sabía cual elegir, así que tome la primera que vi y camine hacia el encargado. Le pague el precio, este la metió en una bolsita y me la entrego, le di las gracias y regrese al coche, me subí y metí mi bolsa en la mochila.

―Llévame a casa por favor. ―asintió y me llevo a mi casa en silencio.

Al llegar a casa, me baje, le dije que dejara el coche, era tanta mi prisa que no me importo como regresaría a la escuela, no es como si me importara de todas formas. Abrí la casa, la única que estaba ahí era Cinthya, me saludo al verme y le regrese el saludo antes de encerrarme en mi cuarto. Tire mi mochila y saque la bolsa que tenía la prueba de embarazo, la saque de su cajita y leí las instrucciones:

―Bien, ahm… ¡Fácil de usar! orine en la esponja absorbente y espere 5 minutos, resultados confiables― tome el dichoso aparatito y como pude logre hacer pis en el, lo sacudí un poco y lo deje en el lavamanos y espere, camine de un lado a otro mientras pasaban los dichosos 5 minutos o mejor 10 para estar mas seguras, en ese tiempo me puse a pensar cuando demonios pude haber concebido a este posible bebé, ¡Rayos! Fue cuando fuimos al mini golf y lo hicimos en el molino, fue tan rápido e intenso que ni me había preocupado de usar protección.

Ahora viene mi mayor preocupación, ¿Y si resultaba positivo? ¿Qué haría yo con un bebé? ¿Estaba lista? ¿Cómo se lo diría a Edward? ¿Me creerá? ¿Querrá que lo conserve? Estaba tan nerviosa y desesperada, era obvio que lo tendría, digo, no llego en el mejor momento pero era mío y de Edward, era el fruto de nuestro amor… ¡Dios! Tenía casi 21 años y seria madre, era un hecho Charlie me mataría, pero después de dispararle a Edward.

Mire mi reloj y ya habían pasado como 10 minutos, tome el aparatito y respire dos veces antes de mirar los resultados…

Positivo

Deje caer mi cuerpo en la loza del baño, ¿Por qué ahora? ¿Por qué ahora que su padre y yo no estábamos en el mejor momento? No iba a llorar, no era un momento triste, al contrario una vida dependía y crecía dentro de mi, mi bebé…digo, nuestro bebé, nuestro de Edward y mío.

Me levante del suelo, ya no había marcha atrás, iba a ser madre y de una manera u otra se lo tenia que decir a Edward, pero antes tenia que terminar con esto. Fui a mi cama y me deje caer en ella, estaba demasiado cansada, ahora entendía bien el porque de todo: mis cambios de humor, aquellos que ni yo misma entendía, los pequeños mareos que me daban, el hambre recurrente que solía tener y sobre todo el hecho de que no me había bajado, todo a lo que yo atribuía que era estrés era los síntomas del embarazo.

Cerré mis ojos, y me deje ir por un momento.

.

.

Abrí los ojos mire por la ventana, estaba a punto de oscurecer, mi estomago gruño. Me levante, ahora tenia que comer por dos, salí del cuarto y las luces estaban encendidas, de seguro las chicas estaban comiendo o algo, ¿debía decírselos? Ellas también tenían derecho a saberlo. En la sala solo estaban Cinthya y Rosalie mirando la televisión, Rose al verme sonrió yo trate de imitar su sonrisa pero no me salía muy bien.

―¿Qué pasa? ― Rose se levanto y llego a mi. ― ¿Te sientes bien?

―¿Dónde esta Alice? ― no podía decir nada, tenían que estar las dos

Rosalie comenzó a removerse incomoda, parecía como si hubiese pasado algo malo.

―¿Rosalie?

―Alice no esta―se limito a responder―De hecho acabe de salir.

―¿Dónde fue? ―esperaba que no tardara mucho, esto era urgente.

―Promete que no te enojaras―eso hizo que comenzara a enojarme, malditas hormonas.

―¿Qué pasa?

―Ella fue con Jasper a un concierto―asentí, no entendía por que debía enojarme―Es en Tacoma…―abrí los ojos al entender lo que decía, Tacoma quedaba como a 3 horas de aquí, no podía regresar tan tarde al menos que…

―¡Va a pasar la noche con el! ―grite―Eso es imposible, Rosalie ¿Por qué no dijiste nada?

―Se lo dije, ella me prometió que no pasaría nada.

―!Aja y tu de estúpida le creíste, ese tipo se va aprovechar! ―no podía controlar mi voz― ¡Maldita sea! Alice lo ama, ¿crees que se va negar a hacerlo?

―No estas tan segura de eso…y no grites.

―¿Cómo no quieres me exalte? ―ella volteo la mirada y ahí estaba Cinthya mirándonos a las dos confundida, la tome del brazo y la arrastre a la cocina, al menos ahí no nos oiría. ―Te lo advertí Rosalie Lilian, te advertí que algo así pasaría, te dije que debíamos decirle hace mucho tiempo.

―No, tu quieres decirle, ¿Qué tiene de malo que se divierta con el tipo?

―Eres tan frívola― le dije―¿Qué tiene de malo? ¿Qué no piensas o que? ―grite― Ese tipo solo esta con ella por que le pagamos, en cuanto se canse la va a dejar y ella estará destrozada, ¿Dónde esta lo divertido en eso?

―¡No puedes saber las cosas! ¿Qué pasa si Jasper de verdad la ama?

―No me hagas reír, es un buen actor, para se le paga para acatarse a las ordenes de sus clientas.

―¡Eso pasa por que no te has dado cuenta de nada! ―me encaro―Te la has pasado todo este tiempo con tu maldito mal humor y tu autocompasión, que no los has visto interactuar juntos, ellos dos se aman.

―¡El solo esta actuando!― grite―Ese tipo no ama a Alice, solo le hace creer que lo hace por que para eso le pagamos.

Rosalie abrió la boca para contradecirme, pero el sonido que se oyó no era de su voz.

― !¿Qué ustedes que?¡

Rosalie y yo volteamos al mismo tiempo, en la entrada de la sala estaba Alice, tenia su bolso en su mano, nos miraba a ambas, sus ojos estaban cristalinos y en ellos pude ver el coraje que comenzaba a crecer.

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