(Lo de cursiva es el recuerdo que Edward le cuenta a Bella)
BELLA POV
-Todo comenzó hace más o menos 4 años
Yo tenía una hermana menor llamada Elizabeth que justo ese día era su cumpleaños número 14. Recuerdo que justo ese día mama se había ido a una gira de moda y papa se encontraba en una reunión con los federales del pueblo por lo cual no pudieron asistir a la fiesta pero nos encargaron a nosotros que festejemos su día a lo grande. Sobra decir que Lizzie era muy querida por todos.
Bueno, ese día casualmente nosotros también teníamos otros planes por lo que le explicamos a Lizzie que solo le compraríamos su torta, le cantaríamos y pasaríamos todo el tiempo posible con ella para que ella no se sienta mal. Ella acepto de mala gana, por supuesto. Cuando ya era hora de irnos le rogamos que no les dijera nada a nuestros padres sobre nuestra ausencia y ella acepto… pero con una condición. Nos propuso que no les diría nada y nos dejaría marchar si nosotros la dejábamos en casa de una amiga suya. Me parece que se llamaba Joselyn. Nosotros ya nos hacíamos tarde por lo que accedimos.
Emmet se encargaría de dejarla en casa de su amiga porque era el mayor, pero como siempre, Emmet rehusó su responsabilidad. Se metió a la ducha e hiso oídos sordos cuando le reclame que él fuera a llevarla.
-Tú eres el segundo mayor, encárgate-me dijo. Yo hubiera protestado, pero solo el hecho de imaginarme detrás del volante del mercedes de papá me lleno las venas de adrenalina pura. – le mande una mirada de reproche y él se disculpo con la suya-Era un adolescente, no me juzgues.
Así que, con Lizzie, nos metimos al mercedes y arrancamos. Claro que ella me reprocho porque yo aun no tenía mi carnet de conducir pero claro que sabia como manejar. Papa me había dado unas cuantas clases. La tranquilice y ella a regañientes se cayó.
Recuerdo perfectamente la adrenalina pura que sentí en ese momento. A 120 k/h en una carretera casi desierta bajo la luz de la luna. Dios, me sentí grande!
Claro que mi hermana con sus reproches me tenia loco, por lo que decidí parar a tener una breve charla de que si era capaz de manejar prudentemente. Ella hubiera tenido 14 pero hablaba como una adulta total por lo que para fastidiarla hice rugir una y otra vez esos 700 caballos de fuerza. Pero gracias a sus gritos y el ruido del motor, no me pude percatar de la camioneta que se nos acercaba por la derecha. Lo último que recuerdo fue el destello de las luces del coche y los ojos aterrados de mi hermana. Y después todo se volvió negro-su mirada se clavo en el vacío y se volvió oscura y nostálgica. Me picaban las manos por tocarlo pero me quede quieta esperando a que continuara.
-Después que paso?-reclame triste. El volvió su mirada hacia mí y prosiguió.
Desperté confundido y con un dolor insoportable en las costillas y en el brazo. Hubiera preferido morir. Mi cabeza solo estaba centrada en el dolor agudo que me cubría de pies a cabeza pero no tarde en recordar todo.
-Elizabeth! Elizabeth!-grite el nombre de mi hermana una y otra vez buscándola con la mirada. Me obligue a levantarme pero las piernas no me respondían. Me percate de una persona a mi costado. Esperanzado pensé que era Lizzie, pero cuando mire con detenimiento pude ver que se trataba de un doctor. Le pregunte por mi hermana y el solo me regalo la más triste de las miradas y volteo. Seguí su mirada y sentí mi corazón morir. Ahí, a mi lado, se encontraba mi hermana hundida en un charco de su propia sangre totalmente pálida e inerte. No me lo quise creer por pura terquedad y le pedí a gritos que se levantara y que me dijera que se encontraba bien. Pero no había ni un rastro de vida en ella. Por fin caí en la realidad cuando un enfermero se acerco a ella y la cubrió con una sabana. Mi hermana había muerto. Y todo por mi culpa.
-No, no fue tu cul…
-Déjame terminar-me interrumpió-Me llevaron al hospital y mi hermano me fue a buscar esa misma noche. Nunca voy a olvidar esa mirada de tristeza pura cuando le dieron la noticia. Le pedí perdón a gritos y que me dejaran verla pero no me hiso caso en lo mas mínimo. Se había enfrascado en un pozo de melancolía el cual yo había sido el causante. Nuestros padres vinieron apenas se enteraron, les explique todo y ellos fueron los únicos que concordaron conmigo de que todo había sido mi culpa y que gracias a mi imprudencia, Elizabeth había perecido de la peor forma el mismo día de su cumpleaños.
El funeral se llevo a cabo cuando por fin logre caminar, pero aun así, no asistí. No soportaba la idea de despedirme aun de ella- enfoco su mirada nuevamente en mi- pero si fue a verla después, no podía despedirme pero al menos quería disculparme y consolarla por el mounstro de hermano que había llegado a ser. Mi familia nunca volvió a ser la misma desde ese día. Ya no siquiera cruzábamos miradas. Pensé en suicidarme muchas veces y una vez casi lo logre. Intente ahogarme en la bañera inhalando el agua y cerrando el oxigeno de mi cuerpo, pero Emmet me descubrió y me saco del agua. Siempre recordare las palabras que me soltó ese día “ya perdí a mi hermana, no me hagas perder a mi hermano también” Analice sus palabras y concorde con ellas. Ya había causado mucho daño y al que menos quería hacerle sufrir era a Emmet por lo que abandone toda idea suicida de mi mente. Emmet me subía el humor todos los días con sus bromas y travesías que se le ocurrían todos los días, pero ni aun así me perdone a mi mismo por todo lo que había hecho. Cada día me odiaba más y más al ver que mi madre caía en el alcoholismo y que mi padre al no recibir el suficiente cariño, lo buscaba en otras. Mi madre claro que se entero de todo esto pero se hiso la ciega y ella también busco diversos amantes en diversas situaciones. No podía odiarlos más que nunca. Mi hermana acababa de morir hace apenas unos meses y ellos deshonrando su nombre con cochinadas. Crecí estos 4 años con un odio profundo hacia ellos solo viviendo por mi hermano y mi meta de no hacer sufrir a nadie más en lo que queda de mi vida. Sobra decir que mi vida era una completa mierda.
Pero todo cambio el día en el que papa me obligo a ir al instituto más aburrido de todo Forks, y el único claro. Acepte a regañientes pensando que tal vez esa sería mi condena por todo lo que había hecho. Pero que condena ni que nada. El sitio que considere mi purgatorio personal se convirtió en mi cielo al conocer ahí a la chica más hermosa y cabezota de todo el mundo. A la chica por la cual daría mi vida por ella y que preferiría cortarme los huevos en vez de causarle el mínimo de sufrimiento. La chica con la cual en este preciso momento le estoy abriendo mi vida y espero que sea la última porque yo ya la considero la mujer de mi vida- y cerrando ya su historia se acerco a mis labios que lo recibieron gustosa. Rodee su cuello con mis brazos profundizando mas el beso pero con suavidad él se separo de mi.- Ya te conté mi historia, ahora quiero saber si todavía amas a un asesino como yo- sus palabras me dejaron confundida pero al instante me enoje y le di una cachetada en toda su cara. El me miro sorprendido al principio pero después se puso triste y bajo su mirada- Comprendo, creo que lo merezco.
-Pues claro que sí!-exclame furiosa.
-Entiendo que ya no quieras estar con un mounstro como yo…
-No, no me refiero a eso- el me miro totalmente confundido y con un suspiro decidi continuar-me refiero que no te golpee porque te considere un asesino, te golpee porque quiero que dejes de considerarte así. Mira, se que tuviste un pasado duro, yo también lo tuve, pero aun asi no me considero la culpable de todo…
-Es que no lo entiendes, si no fuera por mi imprudencia mi hermana aun seguiría viva.
-Eso es lo que me jode de ti, Cullen. Piensas que todo es por ti. Te crees el centro del universo. Piensas que todo es gracias a ti. Pues te digo algo, no lo es. No es tu culpa que tu hermano haya tenido una urgencia en el baño, no es tu culpa que el chofer de esa camioneta haya estado borracho y manejando en sentido contrario, no es tu culpa que tu hermana haya sido tan terca de gritarte casi todo el camino, no todo es culpa tuya, Edward. Si las cosas pasan es porque debieron de pasar así, deja de martirizarte tu vida entera que de nada sirve. Deja de torturarte a ti mismo y echar la culpa a los demás que eso no va a cambiar nada. Piensa que tu hermana esta ahora en un lugar mejor y que tal vez si se hubiera quedado en este mundo la hubiera pasado aun peor, no crees?- el me miro estupefacto ante mis palabras, pero después su mirada se dulcifico y me regalo una hermosa sonrisa ladina.
-No sabes la suerte que tengo de tenerte a mi lado-y nuevamente sellamos nuestros labios en un apasionado beso.
Edward insistió en llevarme a casa y no me rehusé en absoluto. Ya había sido un día demasiado cansado. Llegamos y vislumbre que la casa estaba totalmente a oscuras. Mama ya debería haberse dormido. Entre con sigilo y le informe a Edward que no debía hacer ni una clase de ruido pero todo se fue al agua cuando entro silbando una canción de Katy Perry que alerto a los gatos vecinos que maullaron a coro. Le lance una mirada furiosa a Edward, el solo rio (muy fuerte por cierto) y me llevo como novia hasta mi cuarto.
Ya en mi cuarto, me metí al baño a darme una ducha y ponerme mi pijama. Cuando Salí observe que Edward tenía en sus manos a Copito. Uno de mis peluches de mi infancia. Corriendo se lo quite de sus manos, le di un beso a Copito en señal de que era solo mío y me metí en la cama con el dejando a un muy sonriente Edward parado al pie de la cama.
-Te quedaras ahí parado toda la noche?
-Pensé que tenias suficiente con ese peluche- me levante indignada con Copito aun en mis manos y me paro justo a unos centímetros de su rostro sonando lo más seria posible.
-“ESE PELUCHE”¡? Tú no tienes idea de cuánto significa Copito para mí!
-Copito?-se burlo- a ver, explícame que valor tan importante tiene ese muñeco de trapo.
-Fue el único juguete que me compro mi padre-mi voz se corto al final sin poder evitarlo. Edward se dio cuenta de su error y rápidamente me abrazo consolándome.
-Lo siento, no quería chocar ese tema contigo.
-No te preocupes, amor.
-Si hubiera algo por lo cual remediaría mi error…
-Podrías acompañarme a la cama-se separo casi de inmediato de mi y su mirada se torno deseosa, yo entendí que estaba pensando por lo que me ruborice y rectifique- solo a dormir.
-Claro, solo a dormir-musito decepcionado y con un lindo puchero, yo solo me reí y me adentre en la cama con el cubriéndome la espalda. A los segundos el ya me estaba tarareando una canción que no supe descifrar.
-No sabía que cantabas-musite adormilada, el rio.
-También toco el piano nena, pero no creí que eso importaba, a mis padres nunca les importo.-me voltee a verlo y apoye mi cara en su pecho.
- a mí me importa, me importas mucho.
-Lo sé, nena, ahora duerme-y con un último beso de su parte me deje llevar en los brazos de Morfeo.
CHICAS ! NUEVO CAPI ! ESPERO QUE LO DISFRUTEN :D
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