-Genial- Dije con un suspiro de alivio- Creo que todo a salido bien, nadie esta despierto por ahora- Le dije acercandome a él para besarlo.
De repente escuchamos un ruido detrás nuestro, enseguida nos separamos dándonos la vuelta para mirar de quién se tratába, y nos quedamos paralizados en ese mismo instante, no había nadie. Bueno, no literalmente ya que en ese momento escuchamos una voz detrás nuestro que nos hizo girarnos de inmediato.
-Bueno, creo que os equivocais, me he adelantado a vosotros- Nos dijo la voz que menos nos esperabamos escuchar en esos momentos.
No podía creerlo, alguien sabía de nosotros, de nuestra relacción. Cerré los ojos con fuerza intentado buscar una solución en lo más ondo de mi mente, una solución, o por lo menos, una excusa...
Al darme la vuelta, realmente agradecía haberlo hecho al ver quién era. La imagen de esa persona me quitaba un gran peso de encima. Aunque sabía, que a Edward no le tenía tan tranquilo, podía ver por el rabillo del ojo como su cara se tensaba y formaba una línea recta con la boca. Suspiré intentando relajarme, para dirijirme así hacía ese inoportuno individuo que nos había pillado.
-Ethan- Dije volviendo a suspirar- Dios. Me has dado un susto de muerte.- Dije mientras una sonrisa se asomaba por mi boca.
-Lo sé- Dijo mientras daba un sorbo al baso de leche que tenía en la mano- Por eso os digo- Hizo un pausa mientras fruncía el ceño dandonos a entender que estaba buscando la frase correcta- No, os recomiendo, que si no quereis que se enteren de vuestra relacción, no os mostreis demasiado en público- Nos dijo mientras se acercaba a nosotros, le miró a Edward- Por cierto; ¡Felicidades!- Dijo palmeándole el hombro de forma amistosa- Sé que no hemos empezado con buen pié, pero quiero que sepas que he dejado de lado todas mis intenciones amorosas con Bella, está contigo, y no soy del tipo de personas que van rompiendo parejas. Asi que, no debes preocuparte- Me dirijió una mirada mientras sonreía- Pero también te digo, que no voy a dejar de ser su amigo por ti, a no ser que ella me lo pida, claro.
-Gr-gracias- Dijo Edward, intentando salir del estado de asombro y sorpresa en el que estaba- Me alegra saber cuales son tus intenciones, y más aún que sean las que espero. Y por supuesto que no le voy a pedir a Bella que deje de estar contigo. Tampoco soy del tipo de personas que van rompiendo amistades, quedate tranquilo.
-Me quedo satisfecho de lo que se pueda conseguir- Dijo mientras daba otro sorbo a su vaso. Y bueno, ahora si no os importa- Dijo sonriendo, mientras yo le miraba con una ceja alzada insiuando lo que él ya sabía- Se que no te importa Bella.- Me dijo riendo- Bueno, me voy a duchar. - Dijo mientras se iba hacía las escaleras, girandose en el último momento- Un consejo.- Los dos le miramos expentantes- Recordad, que hasta ayer, no os llevavais demasiado bien ha ojos de los demás, asi que os aconsejo que no cambieis vuestro parecer de la noche a la mañana. No os delateis vosotros mismos.
-Gracias Ethan- Dije sonriendole mientras le veía darse la vuelta para seguir su camino.
-Creo que él es un buen tipo- Me dijo Edward mientrás serbía dos vasos de leche y me ofrecía uno.
-Lo és- Le dije dirijiéndole una sonrisa- No deberías haberlo tratado así el otro día, no fue cortés- Alzó una ceja burlonamente por mi comentario.
-Por supuesto que se merecía ese trato- Dijo mientras me ponia sus manos a ambos lados de mi cintura atrayendome contra su cuerpo- Estaba poniendo sus manos sobre mi chica- Dijo mientras me besaba el cuello- Solo yo puedo hacer eso.- Reí ante su comentario. En ese momento alejó su cabeza de mi cuello para mirarme a los ojos, podía ver como su ceño se fruncía.-Hablo enserio Bella, no dejes que ningún otro hombre te bese, ni te toque, me volvería loco.
-Edward-Le dije mientras fruncía mi ceño, igual que él- En ese momento no estabamos juntos, y eso fue una equivocación, Ethan estaba confuso, y supongo que mi estado no era menos.
-Temo demasiado perderte, que me dejes por otro, alguien que te enamore- Me dijo mientras apoyaba su cabeza en mi hombro.
-No tienes nada que temer, no te dejaré por nada ni por nadie, tu ya me has enamorado, te amo a ti, a nadie más- Dije mientras enredaba mis manos en su cabello para reconfortarle. Pero justo en ese momento se separó para mirarme a los ojos con sorpresa.
-¿Me amas? ¿Lo dices enserio?- Dijo todabía con sorpresa.
-Si, claro que si. Sé que nos conocemos de hace unos pocos días, pero realmente siento que es contigo con quién quiero estar siempre.
-Me haces demasiado feliz- Dijo abrazandome- Sé que no te merezco, pero quiero estar siempre contigo, y también te amo.
Rompió nuestro abrazo para juntar nuestros labios en un tierno y suave beso, sentí como su lengua pedía permiso para profundizar el beso, permiso qué obviamente, le concedí.
Nuestras lenguas empezaron una danza acompasada entre ellas. En ese momento Edward me subió a la encimera de la cocina sin despegar nuestros labios.
Cuando empezó a faltarnos el aire Edward dejo mis labios para dirijirse hacía mi cuello, en el que beso y succionó todo lo que encontraba.
-E..Edward- Dije intentando que parara, alguien podría bajar a la cocina y pillarnos, y con eso descubrir nuestra recién empezada relacción- Debemos parar...
-Vamos Bella, ni tu ni yo queremos eso- Dijo mientras dejaba un regero de besos desde mi clavícula hasta mi cuello.- ¿No quieres hacerlo conmigo?- Noté como en mi cuello que sonreía mientras seguia besandolo.
-Hablo enserio Edward, alguien podría venir y pillarnos- Suspiró pesadamente en mi cuello.
-Esta bien, pero esta noche dormirás conmigo, de nuevo- Me dijo sonriendome de oreja a oreja.
-¿Que excusa quieres que me invente esta vez?- Le dije con el ceño fruncido, realmente no sabía que tipo de excusa podría inventarme para que no fueramos pillados en el intento, eso sin contar que mis habilidades para mentir no estaban nada consolidadas.
-Dile ha Alice que quieres tener una noche de chicas o algo así- Dijo mientras daba otro sorbo al vaso de leche que había dejado en la encimera antes de nuestra sesión de besos.
-Bueno, lo intentaré, pero tienes que saber que se me da fatal eso de mentir.- Soltó una carcajada ante mi comentario.
Seguimos desayunando hasta que aparecieron todos los demás, sabíamos que intentaban disimular que pasaron la noche juntos. Pero realmente, Edward y yo creíamos esa acción ridícula, estaban saliendo, todos lo sabíamos, no tenían porqué esconder que querían pasar la noche juntos o algo así.
No era como la relación que manteníamos Edward y yo, la nuestra era algo más confusa, nosotros eramos más celosos de nuestra intimidad. Y por suerte, Edward estuvo de acuerdo conmigo a la hora de mantener lo nuestro en secreto por un tiempo. En mi familia siempre se había opinado de las relacciones ajenas, y eso era lo que menos quería, gente opinando. No quería que nada ni nadie nos evadiera de nuestro propio cuento, teníamos que tomar decisiones por nuestra cuenta, sin ser instados por nadie más que nosotros mismos.
La mañana pasó con total rápidez y con la ayuda de algunas bromas hacía mi persona por parte de Emmett, era demasiado típico en él. Y a pesar de que no habíamos pasado demasiado tiempo juntos por motivos diferentes, lo sentía como si lo conociéra de toda la vida, como un hermano más. Era demasiado fácil hacerse amiga suya. Y lo mismo me pasaba con Alice y su peligrosa afición hacía las compras.
Edward y yo decidimos que iríamos uno de esos días a ver el amanecer y el atardecer, ya que era una actividad que le hubiera gustado hacer conmigo, por lo que rápidamente accedí sin ningún titubeo, ya que, también me hubiera gustado verlo en su compañia.
Nos quedamos solos Jasper y yo después de que los demás se fueran a sus respectivas habitaciones para prepararse para ir ha cenar ha alguno de los restaurantes del crucero, por lo que decidí conversar un poco con él, en ese momento me dí cuenta, de que no habíamos mantenido una conversación decente desde que nos subimos al crucero, cada uno había estado metido en sus asuntos, pero realemente, Jasper y yo siempre habíamos mantenido una relacción bastante estrecha.
-Me alegro de tu relacción con Alice- Le dije abiertamente con una sonrisa en mi rostro.
-Gracias Bella, yo también me alegro.
-¿Eres feliz?- Le dije con la esperanza de que me dijera que si, era una de las persoans que más se merecía ser feliz.
-Es realmente justo la persona que necesito a mi lado, se que es bastante opuesta a mi, pero cubre todo lo que tengo. Y estoy sumamente feliz con ella, me comprende y me hace reir.- Pude apreciar como su cara se iluminaba cuando hablaba de ella, y sabía que era lo mismo que le opcurría ha Alice.- Creo que por fin estoy empezando a ser feliz, y eso me agrada.
-Me alegro mucho Jasper, te mereces ser feliz, estar contento, con alguien que también lo esté a tu lado. No voy a decir 'te lo dije' en cuanto a María, pero sabes que es cierto- Le dije con una mirada cómplice, a lo que me respondio con una cálida sonrisa.
-Deberías decirmelo, tienes razón. Tendría que haber confiado en tú palabra, en vuestra palabra. Pero me temo que el aprecio, no se le podía llamar amor, que sentía hacía ella me cegó.- Me dijo mientras notaba un deje de melancolía en su voz.
-Recuerdalo como una experiencia más. Gracias a sus acciones te has convertido en el hombre fuerte, seguro y feliz que eres ahora. En cierto modo, todo aquello te ha reconducido hasta Alice.- Le dije mientras le abrazaba en un gesto amistoso.
-Y me alegro de que así alla sido- Me dijo suspirando con felicidad- Alice es la mejor persona que he podido encontrar para mi. Aunque creo que a veces no la merezco, es demasiado buena.
-La mereces, igual que ella a ti. Y en cuanto a lo de la bondad, los dos os pareceis, sois demasiado nobles los dos, y eso es lo que os hace especiales- Le dije sonriendole- ¿Sabes? Echaba de menos este tipo de conversaciones contigo. Siempre podemos hacerlo con tranquilidad, aunque últimamente no hayamos tenido mucho tiempo.
-Yo también tenía ganas de hablar contigo- Dijo rompiendo nuestro abrazo de forma tierna para mirarme a los ojos, siempre lo vería como mi hermano mayor, por mucho que no lo fuera, el siempre sería como el hermano que núnca tuve.- Aunque ya me he enterado de que ahora le tienes a Ethan para conversar- Me dijo en tono juguetón.
-Si, pero sabes que a ti nunca te cambiaré, él es como mi mejor amigo, y a ti te veo más como si fueras mi hermano mayor, el que siempre me cuida y me escucha- Le dije dandole un casto beso en la mejilla.
-Y tú siempre serás mi pequeña hermana. Y si, eso es lo que se me da realmente bien, escuchar. Por eso me vas a tener aquí siempre que lo necesites, lo sabes ¿Verdad? 'En cualquier momento, en cualquier lugar y a cualquier hora'- Me dijo citando nuestra ya mítica frase. Desde pequeños nos habiamos tenido demasiado afecto, y muy rápido empezamos a decir que nos tendríamos para cualquier cosa, llevandonos ha pronunciar esas palabras que completaban una frase de amistad eterna.
Después de aquella conversación me quedé mucho más tranquila, en algún momento llegué a pensar que mi amistad con Jasper se estaba perdiendo por llegar al punto de la incomunicación, pero esa conversación me hizo ver todo más claro, y recalcarme en mi mente que siempre tendría a Jasper presente en mi vida, quería pensar en Edward de esa forma, era mi novio, y deseaba que fuera así por mucho tiempo, pero aunque no lo hubieramos hablado, los dos sabíamos que en algún momento llegaríamos a un punto muerto, el momento en el que nos tendríamos que separar, uno de los dos seguiría caminando por las lujosas calles de Nueva York, y el otro seguiría inmerso en las profundas calles del recondito Forks. Por lo que en ese mismo momento decidí que mantendría una conversación con Edward respecto a ese tema esta misma noche.
Y así lo hice, estabamos tumbados en la cama de mi habitación, yo recostada en el pecho de Edward y él haciendo circulos en la espalda, relajandome, mientras de vez en cuando me daba besos en la frente.
Todos los demás se habían ido a una de las discotecas de la planta baja, por lo que Edward y yo aprovechamos para escaquearnos y pasar tiempo a solas, tiempo que aprovecharía para hablar sobre el tema que llevaba horas dándo vueltas por mi cabeza.
-Edward- Dije llamando su atención mientras elebava mi cabeza lo justo para verle- ¿Que pasará después?
-¿Después?- Me dijo con confusión mientras fruncía el ceña.
-Si, después. Después del verano. ¿Que haremos? No podremos seguir juntos, siempre he presenciado relacciones a distancia, y núnca han funcionado, al contrario, siempre han salido con resultados negativos para ambos.- Meditó unos minutos mi pregunta y mi argumentación.
-Creo que eso se irá viendo sobre la marcha, deberíamos empezar por aprovechar el verano, y guardar todos los buenos momentos y recuerdos que podemos sacar de él. No debemos atormentarnos pensando en situaciones que estan bastante lejanas, cuando llegue el momento pensaremos en ello, y sacaremos una conclusión, y estoy seguro de que encontraremos soluciones adecuadas que no impliquen medidas de distancia- Esto último me lo dijo con tono de broma, intentando animarme, y lo consiguió.
-¿Sabes una cosa?- Le dije mientras volvía a recostarme en su pecho con una sonrisa de satisfacción en mi rostro.
-Sorprendeme- Me dijo lijeramente contento.
-Siempre sabes como animarme. Eres una de las personas que mejor me conoce y a penas nos conocemos desde hace una semana.- Le dije dejandole un casto beso en su pecho.
-En eso concentro todos mis esfuerzos, en animarte y en hacerte feliz, y en que pases el mejor verano de tu vida junto a mi, y el resto de tu vida a ser posible.
Tenía razón, no era momento de atormentarme, era momento de vivir feliz, de aprovechar uno de los que provablemente sería el mejor verano de mi vida junto a él, junto a mi novio, mi amor, mi amante, mi todo.
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