Me levante me vestí con ropa adecuada para adecuada para ir a la oficina, hice el desayuno para mi hija y se lo lleve a la cama.

-                     Buenos días princesa, hora de despertarse. –la llame tiernamente. Se removió un poco pero se despertó enseguida.

-                     Hola mami, ya es hora de levantarse? –pregunto aun adormilada.

-                     Si bebe, te he traído un rico desayuno –le acerque la bandeja-. Mami tiene que salir un par de horas por lo que te quedaras con la tia Tanya. –le informe.

-                     Porque no puedo ir contigo?

-                     Porque debo ir a una reunión muy importante y aburrida –hizo un puchero-. Hagamos esto, vendrás con Tanya y mientras yo estoy en la reunión tu te quedas en mi oficina con tu tia. –se le iluminaron los ojitos las escuchar la oferta.

-                     Después podremos salir a pasear como el dia de ayer? –pregunto muy emocionada.

-                     Si mi cielo, iremos donde tu quieras. –le asegure.

Termino de desayunar rápidamente, aun tenía que bañarse y vestirse, y Tanya no tardaba en llegar.

A las diez en punto escuche el timbre, Lydia ya estaba pronta, al igual que yo. Le abrí la puerta a una sonriente Tanya.

-                     Hola amiga, porque tan feliz? –pregunte mientras la invitaba a entrar con un gesto.

-                     Por nada Bella –respondió mientras se sacaba el abrigo-. Donde esta Lydia?

-                     Eligiendo un par de juguetes para llevar –me miro sin entender nada-. Hay un pequeño cambio de planes, ustedes vendrán conmigo y se quedaran en mi oficina mientras yo este reunid, no hay problema, no? –le explique.

-                     Claro que no, pero porque el cambio? –pregunto confundida.

-                     Mi niña me pidió que salgamos a pasear luego, no quiere quedarse encerrada en casa, como el lunes ya reanudara sus clases no me pareció mala idea. –explique.

Tanya fue a saludar a Lydia, guarde los juguetes que había elegido para llevar y cerca de diez y media salimos camino a la oficina.

Cuando llegamos as tres saludamos a Heidi, quien le dedico un par de elogios a mi hija, luego entramos a la oficina a la espera de la llegada de Alice. Después de un rato sonó el teléfono de la oficina.

-                     Hola. –atendí.

-                     Señorita Isabela, los Señores la esperan en la sala de juntas. –me informo Heidi.

-                     Ya voy Heidi –corte la llamada-. Amor pórtate bien con Tanya, mami vendrá en cuanto pueda. –dije mientras le daba un beso a mi hija.

-                     Claro mami. –me aseguro mi niña. Salí de la oficina directo a la sala de juntas, cuando entre Alice y Jasper estaban parados frente a la puerta.

-                     Hola Alice, Jasper. Como se encuentran? –pregunte por cortesía.

-                     Hola Isabela, muy bien gracias. –respondió Jasper.

-                     Bien vayamos al grano, que es lo que quieren saber o echar en cara? –pregunte.

-                     Nadie te echa nada en cara. –se apresuro a aclarar Alice.

-                     Claro que lo haces Alice, pero a mi no me importa ya que todo lo hice pensando en mi hija, buscando lo mejor para ella.

-                     No conocer a su padre es lo mejor para ella? –pregunto Jasper con ironía.

-                     Si se trata de un padre que puede lastimarla si. –le asegure.

-                     Edward nunca habría lastimado a la niña. –afirmo Alice.

-                     Él lo hizo Alice, cuando me lastimo a mi casi me cuesta la vida de mi hija. –era cierto.

-                     El ignoraba tu estado. –lo defendió Jasper.

-                     Disculpa, de seguro esa para ti es una excusa razonable. –me miro ofendido.

-                     El no esta queriendo decir eso Bella. –intervino Alice.

-                     No lo quiso decir, pero lo dijo. –Jasper contaba con la capacidad de decir mucho con pocas palabras.

-                     Podas haber intentado decírselo de otra forma. –insistió Alice.

-                     Sabes que mi segunda opción fue un mensaje de texto, pero me lo replantee cuando recordé que me llamo zorra y dijo que no quería volver a saber nada mas de mi. –dije sarcásticamente.

-                     Tienes razón, pero porque no me lo dijiste a mi? –pregunto afligida.

-                     Eres su hermana, se lo dirías enseguida. Tenia miedo que si no me quería ver a mi trate de sacarme a mi hija, ella es lo único que tengo en mi vida, no puedo perderla. –sentí como una lagrima se derramaba por mi mejilla.

-                     Nadie trataría de alejar a una madre de su hija. En el fondo sabes que todo lo que te dijo fue por despecho, no sabes cuánto se arrepiente de la forma que te trato ese dia. –me aseguro.

-                     No tienes como saber lo que pienso, pero puedo asegurarte que no veo a tu hermano como una pobre víctima. Lo primero que pensé cuando me entere de mi embarazo fue en salir a buscarlo para pasar nuestras vidas juntas y mira con que me encuentro. El fue testigo de la forma en que Jessica me humillo todos los años de instituto y no dudo un segundo en enredarse con ella, con ella! Por dios, eso demuestra lo afectado que quedo, lo mal que se sentía, tu me comías el cerebro diciéndome que casi no comía por mi culpa y mira con que me voy a encontrar! Yo no me merecía que me tratara de esa forma, nunca quise mudarme, no quería dejarlo! Pero el no fue capaz de esperarme unos meses hasta que cumpliera la mayoría de edad! Ni siquiera fue capaz de despedirse! No esperaba que me recibiera de brazos abiertos, pero yo no merecía eso Alice, no lo merecía! –mi monologo fue entre lagrimas, gritos y los ojos fijos en mis pies. Levante la vista y mire a Alice a los ojos, ella también estaba llorando, nos quedamos viendo unos segundos y corrimos una a la otra a abrazarnos.

-                     Lo siento tanto Bella. –dijo entre sollozos.

-                     Cuanto tiempo espere escuchar estas disculpas, pero de otra persona. Con que me hubiera dicho que estaba borracho o drogado bastaba para que yo corra a sus brazos. –era cierto, con un simple lo siento yo le perdonaba todo.

-                     El aun puede disculparse. –intervino Jasper.

-                     Si, pero la posibilidad de un nosotros ya no existe. –podía perdonarlo solo por ser el padre de mi hija.

-                     El aun te quiere. –dijo Alice en un susurro.

-                     Alice lo último que supe de tu hermano es que lo conocen como el mujeriego numero 1 de los Ángeles.  –dije tristemente.

-                     No te lo negare, pero debes de reconocer que en estos años jamás escuchaste que estuviera en pareja. –es verdad.

-                     Eso no demuestra nada, es normal que a su edad quiera disfrutar su vida sin ataduras, lo que nos lleva a nuestro tema, una hija a estas alturas seria una atadura en su perfecta vida. –nos estábamos yendo de tema.

-                     No entiendes nada. –me acuso Jasper.

-                     Tal vez no, pero tampoco me interesa entenderlo. Nunca supere a Edward pero me acostumbre a vivir sin dar importancia al pasado. –hacía tiempo que había dejado de atormentarme con eso.

-                     Que harás cuando el quiera conocer a su hija? –pregunto Jasper desafiante.

-                     Si el algún dia quiere conocer a Lydia podrá hacerlo, pero mi hija no sale de parís ni se aleja de mi. –ella es mía.

-                     Eso lo veremos. –dijo en voz baja.

-                     Nadie, escúchame bien, nadie me sacara a mi hija! –sabia que las cosas terminarían asi.

-                     Nadie planea hacerlo Bella. –trato de calmarme Alice.

-                     Creo que no has escuchado a tu esposo Alice, porque eso es lo que acaba de sugerir. –ella miro a Jasper de forma amenazadora.

-                     Yo te juro que eso no sucederá, asi tenga que ponerme en contra de mi hermano o ayudarte a escapar con Lydia. –Jasper la miro con ojos abiertos como platos.

-                     Yo no voy a ir a ninguna parte, no soy ninguna fugitiva, no hice nada malo y este es mi hogar.

-                     Tienes razón –dijo avergonzada-. Podre ver a mi sobrina algún dia.

-                     En serio quieres verla? –eso no me lo esperaba.

-                     Claro que si, es la niña mas hermosa que he visto. –dijo con ternura.

-                     Aguarda un momento. –dije y sali de la sala. Fui a mi oficina a buscar a mi hija, me vio entrar y corrió a mis brazos, que la esperaban abiertos.

-                     Ya nos podemos ir mami? –pregunto emocionada.

-                     No cielo, primero hay unas personas que quieren saludarte. –le explique.

-                     Quien es mami? –se veía intrigada.

-                     Te acuerdas de las personas que fueron a casa ayer por la mañana? –ella asintió- Es con ellos con quienes estaba reunida y quieren saludarte.

-                     Bueno. –fue todo lo que respondió.

La lleve a la sala en brazos, entramos y Alice empezó a llorar al verla. Lydia me miro confundida.

-                     Que le pasa a la Señora mami?

-                     Es solo que le agrada verte. –le explique.

-                     Quien es usted Señora? –mi pequeña era muy intuitiva.

-                     Soy tu tia corazón. –respondió Alice. Casi se me va la mandíbula al piso al escucharla.

-                     Ah, es otra amiga de mi mami. –pensó Lydia en voz alta.

-                     No linda, yo soy la hermana de tu papi. –Lydia me miro incrédula, me pidió que la bajara y se acerco a Alice.

-                     Debe estar equivocada Señora, yo no tengo padre. Lo siento mucho. –le dio la espalda y se fue. Sentí abrirse la puerta de mi oficina y luego como se cerraba con fuerza. Jasper me miro mal y Alice confundida.

-                     Que le dijiste de su padre? –demando Jasper.

-                     Cuando pregunto por su padre le explique parte de la verdad, ella decidió que si el aun no se había preocupado por conocerla entonces no era su padre. –le explique.

-                     Te parece bien hablarle de eso a una niña? –pregunto Jasper.

-                     Yo no pensaba hablarle de su padre hasta que tuviera la edad suficiente para entender lo que sucedió, pero nos encontramos con un grupo de indiscretos periodistas que empezaron a hacer preguntas sobre el tema, a ella le llamo la atención. –dije.

-                     Pero porque le dijiste la verdad? –pregunto Alice.

-                     Le dije parte de la verdad, me pareció adecuado, de todos modos nunca espere que se lo tomara asi.

-                     Debiste haberlo pensado. –espeto Jasper.

-                     Tu sabes donde venden el manual para ser padres? –pregunte irónica- Porque a mi nadie me lo ha ofrecido.

-                     Esta bien, no voy a juzgarte. –dijo Alice, el desplante de Lydia la dejo muy triste.

-                     Déjame hablar con ella, te aseguro que la hare entrar en razón –esta era una promesa que no sabía si cumpliría, mi princesa era igual de obstinada que yo-. Vayan mañana a casa a la hora del almuerzo. –Alice me sonrió muy feliz.

-                     Gracias Bella. –dijo agarrándome de las manos.

-                     No hay de que, no le hará mal tener algo de contacto con tu familia –cuando Edward se entere de que Lydia es su hija no tardara en venir a molestarle, era mejor ir haciendo que la niña acepte las cosas de a poco-. Jasper se que no estas de acuerdo con como hice las cosa, pero te aseguro que mis intenciones nunca fueron malas, desde que me entere que estaba embarazada hice todo lo que era mejor para mi bebe, entre esas cosa estaba hablar con su padre pero termino de lo peor, como ya sabes, no estoy sacando nada en cara a nadie, solo te lo explico porque no quiero que me veas como una enemiga o a la mala de una película. Tal vez debas tener hijos para entenderlo.

-                     Yo no te veo como la mala de nada, simplemente me enfada pensar en todo lo que Edward se perdió junto a su hija. Conociéndolo a él le hubiera encantado vivir todos esos momentos. –aun parecía enfadado.

-                     En realidad te entiendo, pero trata de ponerte en mi lugar, una chica de 17 años, locamente enamorada, es obligada a apartarse de al lado del hombre que ama, poco después va tras el para confesarle la existencia del fruto de su amor y se encuentra que su amado esta con otra, pero no solo eso, se encuentra con un hombre que no duda en lastimarla y ofenderla. Como crees que me sentí? Estaba asustada, fui buscando su ayuda para decírselo a mis padres, para saber que haríamos, necesitaba su apoyo, en lugar de eso solo conseguí miseria. Sabes que me dijeron mis padres cuando se enteraron? “Tienes 17 años Isabella, que harás con un hijo a esta altura de tu vida? Como lo alimentaras, cuidaras y seguirás estudiando al mismo tiempo? Lo mejor sería que lo abortes y pienses en tener hijos luego de que tu vida este resuelta”. No puedes imaginar lo que fue pelear contra ellos para tener a mi hija, si no fuera por Emmett mi niña no existiría en estos momentos, pero yo no iba a permitir que me sacaran todo lo que me quedaba de él. Imagínate lo que sentía cada vez que me preguntaban quien era su padre y yo respondía que no se lo diría o que no lo sabia, lo que era verlos mirarme con cara de desprecio y vergüenza. Ahora parecen los mejores abuelos del mundo, los mas preocupados, pero cuando vivía en Madrid con ellos no me dejaban salir de mi casa por miedo al que dirán, en realidad eso era cosa de Renee, me termine mudando de país para poder llevar una vida relativamente normal. –me sentía tan débil contándoles todo esto.

-                     Lo siento Bella, no puedo entender todo lo que sentiste pero puedo imaginar cómo me sentiría si mi Alice pasara por eso, y la verdad no puedo deseárselo a nadie, lamento haberte juzgado, al igual que lamento informarte que Edward vendrá la próxima semana, no le dije de la niña, solo le dije que había algo muy importante que debía saber. Me disculpo obre mal. –era la primer vez que realmente parecía afectado.

-                     Como que llamaste a Edward? Quedamos en que decidiríamos que hacer una vez supiéramos toda la verdad. –dijo Alice sorprendida y enfadada.

-                     Lo siento Al, pero me deje llevar por mis impulsos. –dijo claramente arrepentido.

-                     Tus disculpas no sirven de nada, faltaste a tu palabra. –dijo dramatizando un poco las cosas.

-                     Tranquila Alice, ya me esperaba algo asi, solo pongámonos de acuerdo en hacer las cosas de la mejor forma para Lydia, no seria bueno que se le aparezca diciéndole que es el padre. –pobre mi niña, la que se nos venia.

-                     No lo dejare hacer nada por el estilo Bella –me aseguro Jasper-. Ahora que se toda la verdad no dejare que nada le pase a la niña. –se notaba que mi hija se había convertido en alguien importante para él.

-                     Gracias Jasper, realmente te lo agradezco –dije de corazón-. Solo les pediré una cosa, no permitan que el me quiera sacar a mi hija, ella es lo único que tengo. –otra vez las lagrimas se derramaron por mis mejillas.

-                     No dejare que te vuelva a dañar y mucho menos a lastimar a Lydia. –me prometió Alice.

-                     Yo tampoco lo dejare hacer algo asi. –afirmo Jasper.

HOLA CHICAS, ESPERO ESTA VEZ SE PUEDA VER EL CAP.

BESOS, FIO