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POV Bella
Me encontraba arrodillada en el piso de algun lugar, tenia las manos atadas, me habian vendado los ojos y tapado la boca, estaba asustada, pero tenia que mantenerme en calma por mi bebe, tenia que estar tranquila por el.
Oi pasos acercarse a mi y respire agitadamnte.
Senti como me quitaban la venda de los ojos y de la boca.
Abri los ojos y todo estaba debilmente iluminado, la lampara en medio de la estancia no daba la claridad necesaria para yo poder identificar donde estaba. Se abrio una puerta y entraron 3 figuras.
- Isabella, Isabella, Isabella - canturreo una voz gentil (Aro) - no sabes el gusto que nos da que estes aqui. - Ellos se mantenian en los sombras por lo que no habia visto sus rostros.
-Te advertimos que terminarias frente a nosotros - dijo otra voz, mas grave que la primera. (Marco)
- Has crecido mucho, te has hecho una mujer muy hermosa - hablo de nuevo la primera voz.
- Y el hecho que estes embarazada es muy conveniente, eso quiere decir que encontraste a alguien que nos hara el juego mucho mas divertido - dijo una tercera voz, su tono era amenazante (Cayo), la piel se me erizo.
- Traiganlos - dijo la primera voz demandante.
Vi como entre las sombras se movian dos figuras, y abrieron la puerta, por esta entraron, 3 personas mas, y se encendieron las luces, quede cegada por un momento, pero cuando me acostumbre a la luz fije mi vista en las dos personas que crei que habia perdido en aquel terrible accidente, mi madre, con su cabello color miel, me miraba con sus hermosos ojos azules, estaba delgada, y se veia enferma... me dio tanto dolor verla asi, y mi padre no estaba mejor, se veia sumamente delgado, habian unas enormes ojeras bajo sus ojos, de un color chocolate igual a los mios, ellos me miraban maravillados, como el ciego que ve el sol por primera vez... nuestra burbuja fue rota por la voz de Aro, el cual gracias a la luz y los conocimientos de Jacob ya habia identificado.
- Mi querida Isabella, supongo que reconoces a tus padres, Charlie y Renee - dijo sonriendome. Si no estuviera en esta situacion, cualquiera pensara que Aro era nuestro amigo.
Mis padres y yo nos miramos por unos minutos, unos muy lindos y sentimentales minutos.
- Llevenselos - ordeno Cayo.
Un hombre detras de ellos, los empujo hasta que cruzaron la puerta.
- Bueno Isabella, gracias al agente Black, sabes quienes somos - no era una pregunta,
- Los Vulturi - dije firme.
- Asi es, ellos son mis hermanos Marco y Cayo y yo soy Aro - dijo, esto ya lo sabia gracias a las fotos que Jacob me habia mostrado.
- Por que? - queria una respuesta de su boca.
- El por que te alejamos de tus padres?, el por que estas aqui?, sencillo, tu padre nos devia una, ademas queriamos pasar el rato - dijo Cayo mordazmente.
- Ya, llevensela - ordeno con voz llena de odio.
El chico mastodonte, se acerco a mi, y me levanto bruscamente, yo puse mis manos alrededor de mi vientre, nos encaminamos hacia la puerta por donde habian desaparecido mis padres, cruzamos la puerta y nos esperaba un largo pasillo con infinidad de puertas a su alrededor, caminamos y nos detuvimos en la 5ta puerta, este la abrio y me dejo pasar, una vez dentro cerro la puerta con un gran portazo, iba a derrumbarme ahi mismo, pero cuando me gire, dos pares de ojos, unos azules y otros morranoes me miraban detenidamente.
Mis padres.
- Bella? - mi padre parecia no creerlo.
- Hola papa - dije con voz contenida.
Se acercaron a mi y no me dejaron hablar, con enfrascamos en un muy apretado abrazo, claro teniendo cuidado con mi pansita, mis padres decian cosas sin sentido, pero yo estaba feliz, feliz de haberlos encontrado.
Mi padre con tono sobreprotector me pregunto sobre mi embarazo, les conte todo lo pasado desde que se apartaron de mi lado, claro que algunos recuerdos eran lejanos y borrosos. Cuando termine de narrar mi historia, mi madre fue la primera en hablar.
- Hay hijita, cuanto lo siento - dijo secando sus lagrimas.
- No te preocupes mama, no fue tu culpa - dije poniendo mi mano en su hombro.
- Es verdad, no es tu culpa querida... la culpa es mia... por poner a mi familia en peligro - dijo mi padre en un susurro.
- No papa, tampoco fue tu culpa, ellos son malas personas, les gusta hacerle daño a los demas, y nosotros fuimos su blanco... no es culpa de nadie de acuerdo? - dije seria.
- Eres tan madura hija, eres toda una mujer, ademas vas a ser madre, solo espero que Edward y Jacob nos encuentren pronto - dijo mi madre con aire soñador.
- Estoy segura que nos van a encontrar - "Espero" pense para mi.
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Capitulo 1: Conociendote
