Mientras el muchacho desaparecía rápidamente, el se dirigió para la escalera a fin de esperar a Bella en el cuarto. Por Dios, el lograría que ella lo obedeciera aun si precisase amarrarla a la cama!
Crispo las manos para impedirse golpear las paredes. El la imaginaba satisfecha últimamente cuando, en verdad, ella venia actuando a escondidas. Menos mal que Jacob todavía continuaba fuera, caso contrario, dudaria también de la fidelidad de su mujer. Eso lo hizo sentir su antiguo dolor de estómago que, hacía semanas que no lo afligia .
Cuando la puerta se abrió, Edward intentó controlarse.
Serena, Bella se aproximó y se paró delante del.
– Vos me mandaste a llamar? - preguntó ella.
- Mande, sí. Como osaste desafiarme tratando enfermos? Yo te prohibí hacer eso, en tanto, me entero que estás cuidando de Osborn.
Bella no mostro señales de remordimiento y lo encaro con calma.
- su gente viene cayendo enferma y me procura en busca de auxílio. Como puedo negarme a atenderlos?
- Vos preferis que yo te encierre aquí lejos de todo y de todos? Esa es la única manera de garantirzar tu obediencia? - gritó Edward
Al oírlo, ella quedó tensa, pero mantuvo la expresión de calma.
- Ese es su pueblo, No te importa ?
- Claro que me importa.
Los ojos Marrones lo miraban con una expresión fría y el tuvo ganas de sacudirla para de provocarle alguna reacción.
- Tu dolor de estómago no mejoro? - preguntó ella en una voz suve.
- Mejoro - respondió el, distraído. que había acontecido con su esposa?,. Donde estaba la vitalidad que el aprendiera a apreciar? Había desaparecido con un su última menstruación. El sospechaba de sus razones,pero no queria admitirlas.
Con las manos crispadas, Nicholas giró quería Bella de el ? Ya había le garantizado la condición de esposa. Su mujer no podía esperar también que el aceptase un hijo con la sangre de James. Eso era pedir mucho.
El oyó una voz baja que venía de atrás.
- No puedo ignorar las enseñanzas del convento, Edward. Como quedar indiferente y dejar que esas personas mueran sin ayuda algúna?
Sin oírla, Edward giró furioso otra vez.
- Quien la postuló para una posición de santa? Vos sos mi mujer y debes cuidar sólo de mi! Yo no permito...
- Desgraciado egoísta!
Edward paró y la observó. Aunque Bella reaccionase finalmente, no había calor en sus palabras.
- Esa no es la cuestión. Vos me desafiaste y vas a pagar por eso, heredera de James
Ni a mención de ese hecho provoco la rabia de Bella. Edward no podía creer que ella, un día, había le tirado tazas por la cabeza. Eso lo hizo reflexionar. La rabia fue substituida por una aprehensión repentina.
- Hace cuánto tiempo v venís cuidando de los enfermos? - preguntó.
- Personalmente, sólo cuide de Esme y de Osborn.
- Y hay mas enfermos en el castillo?
- Varios criados y dos cocineros ya murieron. Dando un paso al frente, Edward la levantó para observarla mejor. Ojeras profundas marcaban las facciones .
- Vos quedas confinada a este cuarto. Si llego a descubrir que vos me desobedeces, te amarro a la cama.
El espero que ella lo atacase pero ella permaneció inmóvil .
- No es de extrañar que su pueblo prefiera a Jasper. Vos no mereces ser el señor de Volterran - ella murmuró.
Bella lo había llamado de egoísta. Eso era verdad, Edward admitió al andar a lo largo da murallá del castillo. Jamás se había sentido ligado a alguien. Su madre constituía una recuerdo apenas y su padre, un legado de titulos y propiedad.
Alice, como su única pariente, no significaba más que un lazo sanguíneo. jacob, a su vez, llegaba casi a ser un amigo, a pesar de lo que se interpusiera entre ambos..
Levantando su rostro para la brisa, Edward fue inundado por sensación de posesión. Isabella era suya él no la compartiría con nadie. Ni con Esme, ni con Jacob o con los criados enfermos. Su mujer era la primera cosa que en su vida tenía significado.
Determinado, volvió al pátío y entró al salón. Había dado órdenes para que la cena de Bella sea servida en el cuarto, pues ella no lo dejaría ni para las comidas. El ser reunió con el administrador para discutir la cuestión de la enfermedad que atacaba a los habitantes de la propiedad. Dejo en claro que su mujer no cuidaría pero de los enfermos, y los dos concordaron en mandar a buscar un médico en la ciudad.
Ya era tarde cuando Edward subió las escaleras. Como siempre, su expectativa crecía. No importaban as desavenencias ocurridas durante el día, el y Bella se entregaban a la pasión por la noche.
Impaciente, entró al cuarto. Egoísta si, pero el la poseería con fiereza jamás vista.
Como no la vio sintió una puntada de panico. Luego, vislumbro su silueta en la cama. Sonrió satisfecho. El colchón del piso hacia mucho que fue retirado, pues a el le gustaba dormir con su mujer en sus brazos.
Se aproximó a la cama y la excitación se transformó en consternación al ver a Bella dormida. Carente de afectos como el, su mujer siempre lo aguardaba con un ansiedad.
Intentado despertarla, Nicholas se curvo y noto nuevamente los círculos rojos alredor de sus ojos. Ella estaba pálida también, notó, afligido. Le Toco la frente para apartar los cabellos y quedó tenso. Bella estaba caliente, febril.
El se enderezo y se tambaleo. La muerte intentaba golpearlo como la mas feroz de las espada enemigas. Abrió la boca para gritar y llamar a Osborn y a Esme, pero no lo hizo. Ninguno podría atenderlo.
Edward, que había pasado a vida solo, nunca se habia sentido tan abandonado. Alice estaba lejos, enojada por el temperamento explosivo de el y hasta Jacob, apartado por la sospecha, no podría ofrecerle nada. Restaban apenas un grupo de criados y de arrendatarios a quien el no podría confiar a su esposa.
hola si ya se x fin aparece diran muchas pero es q la pasantia no esta faciel aqui le dejo un pequeño capi para que vea que no las he olvidado saludos bye
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