Capítulo 2: Maldito sexy/violable Cullen

-Hemanito- chilló Al corriendo hasta Él.

Tomé aire y giré para enfrentarme a mi peor pesadilla de toda la secundaria, pero créanme que me arrepiento de haberlo hecho, porque al voltear sentía que me flaqueaban las piernas y quedaba anonadada con semejante pedazo de carne que tenía al frente.

¡Demonios, el mejor amigo de mi marido y hermano de mi mejor amiga está buenazo!

-Ho...hola- ¿y yo desde cuando tartamudeo?

-Vaya, vaya, nunca había visto tartamudear a Isabella Swan, sobre todo cuando escribes, tus libros son alucinantes, me sirven bastante y suelo aplicar una que otra técnica en la vida real- dijo guiñándome un ojo mientras yo habría mis ojos como platos  y mi rostro se puso de todos los colores.

-Ed, todo el mundo sabe que Bella es la escritora erótica más famosa de todo New York  y la mejor en su trabajo ¿cierto Bells?- aún más sonrojada solo asentí- que tu apliques lo que dice en sus libros con una de tus “amiguitas” queda totalmente fuera de lugar.

-Vamos pequeña no te me pongas así- dijo Edward mientras se acercaba y me daba un beso en la mejilla, cuando sus labios rozaron mi piel sentí como una inexplicable corriente eléctrica corría por todo mi cuerpo, y su aroma tan varonil hizo que casi casi me desplomara a sus pies ¿desde cuándo Edward era tan irresistible?- Y Al mis “amiguitas” son fantásticas.

-Idiota- gruño Alice.

-Enana enojona- dijo mientras se desplomaba en uno de los sillones.

Maldita sea es jodidamente sexy y violable, si no lo odiara tanto lo encerraría en unos de los vestidores y no lo dejaría salir hasta Navidad, su pelo cobrizo seguía desordenado como siempre, sus ojos verdes nunca me habían parecido tan hermosos parecían dos esmeraldas que reflejaban todo su ser, sus labios… son tan, tan… ¡besables!, mordibles y hasta violables. Bajando un poco más me choqué con un cuerpo bien definido, al parecer el condenado visita el gimnasio. También noté que me quedó mirando, no, no mejor dicho me comía con la mirada… esperen… ¿me comía con la mirada?

-Hello, tierra llamando a Bella- una mano se agitaba frente a mí tapándome la maravillosa vista y sacándome de mi ensoñación.

-¿Eh?-dije algo confundida

-Vamos Bells deja de acosar con la mirada a mi hermano y anda a probarte el vestido- sentí como la sangre nuevamente se me subía a mis mejillas y me sonrojaba, otra vez.

Edward soltó una fuerte carcajada ¿Qué le parecía tan gracioso?

-Es increíble, nunca te había visto sonrojar tanto Bella, te ves adorable así.

-Es cierto Belli te ves adorable- dijoTanya saliendo uno de los vestidores con el vestido de dama de honor  junto a Rosalie, que puedo decir, Tanya también era la dama de honor de Alice, la cual fingía que la amistad entre ella y Tanya seguía intacta por mí. Pero mis malos pensamientos desaparecieron en cuanto vi aparecer a mi despampanante y rubia amiga.

-¡Rosie!-dije mientras me abalanzaba sobre ella y empuja “accidentalmente” a Tanya.

-Ingrata ni una sola llamada recibí de tu parte mientras estaba de viaje- dijo mientras me correspondía el abrazo y yo la abrazaba más fuerte.

-Lo siento Rose, pero ya sabes, pasé por una situación muy difícil- mire de reojo a Tanya la cual solo agachó la cabeza.

-Si me enteré, no sabes cuánto lo siento- obviamente Rose no sabía que Tanya era la amante de Jacob, si no la mataría.

-Si lo sé, pero es tema pasado hemos decidido darnos una segunda oportunidad.

-Eso de segundas oportunidades no valen la pena- ¿Acaso alguien le pidió su opinión?

-Edward, Bella sabe lo que hace, ¿no es cierto?- dijo Alice mientras me rogaba con la mirada para que no lance ninguno de los hermosos adjetivos que tenía para Él.

-Por supuesto Al, SÉ lo que hago- Edward solo soltó otra risita.

-Bueno chicas basta de hablar de tristezas – hipócrita – y hablemos de esta noche- dijo Tanya, mientras frotaba sus manos.

-Todo será tranquilo, unas cuantas copas, bailaremos y eso es todo- aseguró Alice.

-Oh no seas aburrida Enana- dijo Edward.

-Cállate- gritamos Alice y yo a la vez, de lo cual solo nos reímos.

-Al, Eddie tiene razón- dijo Rose

-Odio que me llamen así Rose.

-Lo sé por eso te lo digo ¿duh?

-Apoyo a Rose y a Eddie- dijo Tanya.

-Oh vamos, tú también, solo falta Bella.

-Y con gusto lo haré, Alice, EDDIE tiene razón, yo quiero algo de diversión.

-Renito AJAM!- dijo Edward fingiendo que tosía.

-Ves Al todas queremos un poco de diversión- dijo Rose.

-Así es Al, además es obvio que los chicos llevaran a una que otra chica- dije fulminando con la mirada a Edward.

-Le doy la razón a la gruñona, por ejemplo yo llevaré a una de mis amigas- dijo Edward.

-Al en serio no lo soporto o lo sacas tú o lo saco yo a patadas- me sentía furiosa con Él y ni siquiera entendía porque.

-Al, no serías capaz de echar a tu hermanito ¿cierto?

-Ed, de una manera manera muy sutil te diré FUERA DE AQUÍ-sonreí ante el grito de mi amiga.

-Eres malvada pequeño duende, pero hay una empresa que no camina sola y necesita de este grandioso, inteligente e irresistible hombre a la cabeza- se levantó y empezó a despedirse de cada una, cuando llegó el turno de despedirse de mi giré la cabeza porque no quería sus labios contra mi piel y porque estaba inexplicablemente enojada con él.

-Vamos Bells, no me niegues la despedida- hizo un adorable puchero y en un momento de descuido su labios se estrellaron contra mi mejilla dejando un sonoro beso- mucho mejor- me guiñó un ojo y salió como si nada.

Algo aturdida mire a las chicas las cuales soltaban pequeñas risitas.

-Ey, ¿porque las risas?

-Bella la tención “sexual” entre ambos es evidente- dijo Rose.

-¡Dios me libre!, para nada Rose, además estoy felizmente casada- dije para nada orgullosa.

-¡Mentirosa!, ahora muévete y metete en ese vestidor a probarte el vestido- sentenció Alice.

-Ya voy ya voy- dije mientras caminaba hacia los vestidores.

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Miré mi reflejo en el espejo, el vestido era sin lugar a dudas precioso, era de color rojo “pasión”, el escote contaba con un corte de corazón y tenía como un pequeño cinturón justo debajo del busto, era largo con tres blondas antes de terminar. Sonreí para mí misma, definitivamente diseñadoras como Alice son únicas, mi amiga había tenido gran éxito con sus diferentes tiendas, y aunque no diseñó su propio vestido de novia, hizo maravillas con los vestidos de dama de honor.

Me miré una última vez y cuando estuve cien por ciento segura que el vestido me quedaba de muerte, comencé a sacármelo para colarlo y llevármelo finalmente. Minetras me colocaba mis botines mi celular empezó a sonar.

Que no sea Cullen, que no sea Cullen

Y al parecer escucharon mis plegarias, ya que el autor de la llamada no era el odioso de Cullen.

-Hola mami

-¡Bella hija! Odio los críticos

Sonreí ligeramente ante el comentario de mi mamá, es cierto yo también los odio, pero me hacen crecer como escritora.

-¿Por qué los odias mamá?

-¿Has visto lo que dijeron sobre tu último libro? Te lo leo si deseas.

-Adelante mamá- dije fingiendo sorpresa.

-La famosa escritora Isabella Swan, ha sido el centro de críticas debido a su último libro publicado “Sobre las nubes”, el gran crítico Aro Voulturi dijo lo siguiente: Si voy a escribir un libro erótico lo hago con pasión, con esmero, si bien es cierto Isabella Swan es una de mis escritoras favoritas, esta vez me ha decepcionado por su falta de coordinación e intensidad en este nuevo libro.

-Tiene razón mamá

-¿Cómo que tiene razón?, ese viejo necesita lentes, tu libro es fantástico hija.

-Mamá, no le digas viejo, Aro Voulturi es un gran escritor, el mejor de todos.

-Aun así hija.

-Además estaba atravesando mi pequeña crisis ¿recuerdas?

-Ni me hables de Jacob, tu padre dice que lo va a cazar en cuanto lo vea.

Solté una fuerte carcajada, a mí también me gustaría cazarlo.

-Que ocurrencias mamá, pero dime, que tal tu vuelo.

-Tranquilo, y feliz de volver a respirar el contaminado aire de New York.

-Ay mamá, en fin recuerda que mañana la boda será a las doce en punto no faltes y por favor que papá use terno ¿sí?

-No te preocupes mi niña, lo enfundaré y perfumaré bien para mañana.

-Gracias mamá, me tengo que ir, Te quiero.

-Yo igual hija cuídate mucho.

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-Imbécil, animal, bestia fíjate por donde conduces- Rose estaba realmente enojada.

-Rose tranquila- dije intentando tranquilizarla

-Rose tiene razón es un animal- dijo Tanya

-Y yo quiero vivir para mi boda, así que conduce bien Rosalie- dije algo enojada Alice.

-Ya está bien, los siento es que ese “salvaje al volante” tiene la culpa.

-Ya ya ya Rose tranquila

El resto del camino hacia la casa de Alice fue tranquilo- gracias a Dios- acabábamos de salir de comer y ahora nos dirigíamos a su casa, con el fin de arreglarnos para la gran noche que nos esperaba. Que emoción la mía, hace bastante tiempo que no salgo y me divierto, hasta quizá hoy podría encontrar a alguien perfecto para mi maquiavélico plan.

Unos diez minutos después nos estacionamos ante la lujosísima mansión de Alice (incluso más que mi “mansión”)

Entramos y subimos a la habitación que compartían Alice y Jasper, el cual no se encontraba ya que supuestamente estaba en la casa de Edward arreglándose para la “gran noche”.

Una vez que colgamos los vestidos, Alice sacó de su clóset la mejor colección de vestidos de noche que tenía, mi boca cayó literalmente hasta el piso eran perfectos, aunque no eran nada apropiados para una señorita casada como yo, pero demonios, hoy es noche de “juerga”.

Alice escogió el azul, cual solo tenía una manga y le quedaba a la perfección con unos tacones también azules de infarto.

Tanya escogió un vestido fucsia, el cual el escote tenía forma de corazón era completamente pegado y una pequeña blonda sobresalía para luego continuar con una falda tubo, su elección fueron unos tacones plateados, que para ser sincera, le quedaban de maravilla.

Mi despampanante amiga escogió un vestido dorado, el cual era strapples, llevaba un cinturón en forma de lazo y la falda era ligera, opto por los tacones dorados, y que puedo decir parecía una Barbie, solo le faltaba su Ken.

 Y finalmente yo escogí un vestido negro manga larga, las cuales eran transparentes, el vestido tenía un pequeño pliegue a la altura de la cintura y para ser sincera me quedaba como una segunda piel, unos tacones negros y estaba lista.

Mientras nos maquillábamos el timbre sonó y yo tan amable me ofrecí a abrir la puerta, bajé con cuidado las escaleras, ya que no quería terminar en un hospital.

Al abrir la puerta me quedé impactada ante lo que vi, era el engreído, violable e irresistible Edward Cullen, llevaba unos jeans color caqui, y una camia blanca, el pelo “algo” arreglado y su perfume inmediatamente llenó mis fosas nasales.

Él por otra parte no perdió el tiempo y de una forma descarada me recorrió con la mirada deteniéndose en el escote de mi vestido. Troné mis dedos frente a él y rápidamente sus ojos se chocaron con los míos, debo admitir que su mirada estaba cargada de ammm como decirlo… ah si ¡deseo!

-Madre mía creo que el Olimpo ha colapsado y la mismísima Afrodita está frente a mí- solté una risita ante su ocurrencia.

-Ammm yo creo que el Olimpo no ha colapsado y tampoco soy Afrodita.

-¿Ah no? Qué pena- dijo mientras prácticamente rozó a propósito conmigo y entraba a la casa.

Tomé aire, cerré la puerta y me voltee hacia ÉL.

-¿Y bien que haces por aquí?

-Vine a ver a petición de Jasper si el pequeño duende estaba bien, ya que no contestaba su celular.

-Está perfectamente, es solo que hemos estado ocupadas.

-Vaya que sí- dijo mientras me miraba nuevamente de una forma descarada.

-Ejem, podrías por favor dejar de verme como si fuera algo apetecible.

-¿Nerviosa por mi mirada Señorita Swan?

-Para nada es solo que este pedazo de carne ya tiene dueño- dije guiñándole un ojo y pasando por su lado camino a las escalera, pero de improviso me detuvo, me dio una pequeña vuelta y mis manos chocaron contra su duro pecho quedando a solo centímetros de sus carnosos labios.

Su aliento chocaba con el mío, juro que me sentía desfallecer en sus brazos y su mirada no me ayudaba mucho ya que parecía cargada de deseo, pasión, lentamente fue acercándose y yo me sentía más nerviosa. Cada fibra de todo mi cuerpo me gritaba que lo besara que saciara esa extraña sensación que producía Él en mí, se acercó un poco más y demonios porque va tan jodidamente despacio…  cuando sentí que rozó ligeramente mis labios, la magia desapareció.

-Ejem- ambos saltamos y nos separamos ante la sorpresiva aclaración de garganta.

Alice nos miraba con un extraño brillo en los ojos, inmediatamente me sonrojé e hice las larga la distancia entre ambos.

-Hermanito, ¿Qué haces por aquí?

-Eh pues, hola Al, Jasper estaba preocupado por ti porque no contestabas el celular- dijo medio tartamudeando.

-Oh bueno estaba algo ocupada.

-Si….

¡Oh no tención en el ambiente, tención en el ambiente!

-Eh bueno, yo subiré a terminar de arreglarme, adiós Edward- me despedí sin ni siquiera mirarlo y pasé al lado de Alice subiendo las escaleras, la cual me dio un ligero codazo y una sonrisita cómplice a lo que puse los ojos en blanco.

Logré escuchar un apenas audible “Adiós” y la puerta cerrarse, suspiré aliviada, ya que mi tentación andante ya se había ido y entonces me puse a analizar la situación, ¡Madre mía! Casi lo beso, Dios como puede causar todas esas sensaciones Él en mí, quiero decir nunca me había parecido tan guapo, sexy y apuesto, pero vaya sorpresas que te da la vida….

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Alice no comentó absolutamente nada después de habernos atrapado “infraganti” lo que agradecí enormemente. Terminamos de arreglarnos entre bromas y risas y una vez listas salimos rumbo a la Discoteca Crepúsculo.

Había una inmensa cola en la puerta del local, pero mi mágica amiga Alice era cliente VIP y pasamos rápidamente, una vez adentro la fuerte música inundó mis oídos y todo mi cuerpo reaccionó, quería bailar, disfrutar y olvidar todo por una noche.

Nos instalamos rápidamente en la barra y Rose pidió los tragos mientras Tanya y Alice se movián al ritmo de la música en sus sitios. Una vez servidos los tragos todas brindamos.

-Por la última noche de Alice como soltera- gritó Tanya.

-Salud- contestamos las tres a coro.

Bebí el deliciosos líquido y madre mía me sentía en las nubes, algo así como mi último libro que gracias al idiota de Jacob fracasó totalmente, no recuerdo muy bien desde cuando no bebía alcohol y tampoco desde cuando no salía, quien lo diría desperdicié dos años de mi maravillosa vida, casada con un tipo que me colocaba los cachos con mi mejor amiga.

Alice y Tanya no aguantaron y salieron rumbo a pista de baile a moverse al ritmo de la pegajosa música. Rose y yo nos quedamos un rato más en la barra mientras nos reíamos de las ocurrencias de nuestras locas amigas (en mi caso solo Alice) y no parábamos de reír.

Al ver como las chicas la pasaban tan bien decidí también salir y conquistar la pista de baile con mis movimientos seguida de Rose.

Dejé que la música me envolviera completamente, se sentía genial, me sentía libre, tranquila, algo así como en casa, la música iba más rápido y me aloqué literalmente, dejándome llevar por la música, no puedo creer que haya cambiado todo esto por Jacob, simplemente no puedo creerlo.

Después de innumerables canciones bailadas e innumerables tragos eché a andar mi plan y le di una pequeña mirada a todo el lugar en busca de alguna víctima, había uno que otro candidato, pero ninguno me convencía, sino era muy flaco, era muy rellenito, sino era alto, era bajo, y si su pelo no me gustaba el otro era calvo. Hice un pequeño puchero y me giré en busca de mi trago algo resignada cuando sentí unas enormes y cálidas manos apretando mi cintura.

-Hola gruñona y ahora ligeramente picada Bells- su aliento culpeo mi cuello y Dios la maldita corriente eléctrica apareció de nuevo. Me giré ligeramente y me encontré con sus ojos y sus deliciosos labios rojos.

-Deja de violarme con la mirada Bella- dijo guiñándome un ojo, soltándome y pidiendo un trago.

En ese momento fui consciente que Jasper estaba besando efusivamente a Alice, Rose estaba coqueteando con un hombre alto y corpulento al igual que Tanya con la diferencia que este chico era rubio y algo bajito.

-¿Qué hacen aquí?- pregunté

El me miró y sonrió

-Bueno Jasper extrañaba a su amada y decidimos venir a visitarlas, por cierto tu marido es un cabeza de pollo(1) no tomó ni dos traguitos y cayó rápidamente en la cama- reí ante si gracia de contarme las cosas, y es que era verdad, Jacob no era de beber mucho, también le estaba ligeramente agradecida, ya que no tendría que lidiar con Él esta noche.

-Vaya Jasper es un romántico total

-Es cursi, por ejemplo yo no enamoraría una chica a una chica con flores y corazones.

-¿Ah no?- asintió- ¿Entonces como lo harías?

-Le lanzaría uno de mis mejores piropos

-Wow ¿en serio?, entonces te reto Cullen, lánzame uno de tus “irresistibles” piropos.

-Bueno Belli Bells yo diría que tú estás ABC- lo miré intrigada.

-¿ABC? ¿y cómo es eso?

-Fácil boba, Amable, Besable y Comible- me guiñó un ojo y bebió de su trago, por mi parte yo solo me bebí todo el contenido de mi baso para intentar procesar lo que me había dicho.

-No te me exaltes tanto gruñona, es solo un piropo- ¡Y que piropo!

-Si lo sabía es solo que bueno amm no sé, creo que lo utilizaré en alguno de mis libros.

-Ey! Si hace eso, yo exijo derechos de autor.

Solté una fuerte carcajada.

-Es solo un piropo, no estoy pirateando nada tuyo.

-Claro que si mi escritora erótica, estás pirateando mi inteligencia y audacia.

-Audacia, si claro.

-Así es Bells, sino no hubiéramos estado a milímetros de besarnos- dijo divertido. Y guiñándome un ojo.

Mis ojos se abrieron como platos al recordar el “casi beso”

-Pero no pasó nada así que no eres tan audaz- esta vez yo le guiñé el ojo.

-Bueno bueno basta de indirectas y a disfrutar de lo que queda de la noche, o hasta que la disco cierre- inclinó su copa y dijo- por una noche de diversión- lo miré intrigada pero me dije ¿Qué podía pasar? Así que choqué mi copa con la de él y ese es el último recuerdo coherente que tengo hasta ahí.

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Sentí un fuerte brazo alrededor de mi cintura apretándome cada vez más y más fuerte, gruñí algo perezosa e intenté levantarme, pero fue una mala idea ya que un terrible martilleo en la cabeza me devolvió rápidamente a la cama, lo que causó que alguien al lado mío soltara un sonoro gruñido y se apretara más contra mí.

¿Por qué me dolía tanto la cabeza?, ¿Tanto había tomado?

Solo recuerdo que brindé con Edward y de ahí salimos a bailar, luego vino otra ronda de tragos y otra y otra y otra pero yo… ¡Un momento!¡Edward! me tensé rápidamente y voltee lo más lento posible rogando a todo los santos que el que estuviera al lado mío no fuera él.

Pero creo que los santos se olvidaron de mí, porque al voltear me encontré con su pelo típicamente desordenado y su pasible rostro durmiendo plácidamente.

¡Maldición, no me puedo haber acostado con Él, dios, no con Edward Cullen!

(1) Es algo así que te emborrachas muy rápido por solo unos cuantos traguitos

Hola chicass!!! ¿Cómo están?

Y chan chan chaaaannn ¿Qué creen que pasará? ¿Se habrá acostado Bella con Edward?

Estoy segura que muchas de ustedes estarán diciendo SI SI SI SII xd

Besos

Melissa.