Together Forever

Autor: MeliCullen3513
Género: Romance
Fecha Creación: 08/06/2013
Fecha Actualización: 21/02/2014
Finalizado: NO
Votos: 9
Comentarios: 21
Visitas: 18476
Capítulos: 14

Nuevos retos, nuevas  decisiones, una gran responsabilidad y dos destinos que se vuelven a unir para luchar juntos por un feliz final. ¿Lo lograran? O al final…. ¿Todos sus intentos habrán sido en vano?. Isabella Swan es una muchacha de 18 años, hija de una importante diseñadora de modas y un neurocirujano prestigioso, siempre ha estado llena de comodidades y lujos, pero a pesar de ello era una persona luchadora y le gustaba hacerse cargo de sí misma sin tener que incomodar a nadie, Pero un accidente le diara un gran cambio a su vida.

 

Los personajes no me pertenecen son de Stephenie Meyer, la trama es completamente mía. Es mi primer fanfic así que por favor no sean tan malas con migo, si les gusta o quieren ver algo, dejen sus comentarios.

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Capítulo 2: ÚLTIMA VOLUNTAD

CAPÍTULO 2

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Capitulo betado por Daniela Lozano, Betas FFAD www Facebook com / groups / betasffaddiction

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No, no podía ser cierto. Me negaba a creerlo, no podía ser ella, debía ser un error. Me dijo que llegaba esta noche, que iba a llamarme cuando estuviera a punto de abordar el avión, tenía que tratarse de un mal entendido. Ella estaba bien, ella TENÍA que estar bien.

—Bella, tenemos que ir al hospital para obtener más información sobre el estado de salud de tu mamá —dijo Angela sacándome de mis cavilaciones. Se dirigió a mi armario y sacó un pantalón negro un poco entubado, una camisa blanca, una chaqueta negra y zapatos con poco tacón del mismo color —vístete mientras que yo llamo a Jess para que nos ayude con la niña.

No logré articular palabra, simplemente me limité a asentir. Era como si de un momento a otro me quitaran la capacidad de hablar, de pensar con coherencia. Angie salió de la habitación y yo me dispuse a ponerme la ropa que me había indicado. Cuando acabé, me dirigí a la habitación donde estaba Eli.

—Voy a salir princesa, más tardecito vengo, te quiero —le avisé haciendo un enorme esfuerzo para que las palabras que articulaba salieran con la mayor naturalidad posible.

—¿A onde vas? —preguntó con el ceño fruncido.

—Voy a dar una vuelta con Angie, no me voy a demorar, ¿me das un beso?

Eli camino hasta mí y me dio un sonoro beso en la mejilla.

Te quelo. —dijo abrazándome.

—Yo también princesa. —le contesté y me dirigí hacia la puerta.

Salí de la habitación más serena, Eli siempre me había ayudado a despejar todos mis problemas y a poder pensar con más claridad. Bajé las escaleras y pude ver a Angie hablando por teléfono.

—¿Es Jess? —pregunté cuando llegué a su lado.

—Sí.

—Pásamela, por favor.

—Jessica, te voy a pasar a Bella, quiere hablar contigo —me tendió el teléfono —ya le comenté lo de Renée. —dijo antes de entregármelo.

—Jess, por favor, no quiero que Eli se entere todavía, aunque es pequeña te sorprendería lo inteligente que es. Estoy saliendo hacia el hospital con Angela, la niña se queda con Emily, pero si puedes venir y estar tú con ella te lo agradecería mucho.

—No te preocupes Bella, ya estoy saliendo para allá, cualquier cosa que pase con Renée, me informas por favor. Sabes que la aprecio mucho.

—Lo sé, no te preocupes. Te mantendré informada, chao.

—Adiós, Bella.

Colgué y le devolví el celular a Angie, entré a la cocina, ahí estaba Emily, le comenté lo sucedido con Renée y que estaba yendo hacia el hospital. Ella, al igual que todos los empleados, le tenían gran aprecio a mi madre, por lo cual Emily se mostró realmente preocupada y afectada.

—Eli se quedó arriba jugando, te la encargo mientras Jess llega y, por favor, que la niña no se entere de nada por el momento. —pedí seriamente.

—Claro Bella, no te preocupes por eso. —me tranquilizó

Salimos de la casa y Sam ya se encontraba ahí con el carro listo para poder salir.

—¿Hacia dónde la llevo, señorita? —preguntó con cordialidad una vez nos subimos al carro.

—Al hospital principal. —le indiqué tratando de calmar mis nervios.

Todo el trayecto pasó en silencio, Angela me miraba de vez en cuando y yo simplemente me dediqué a ver el paisaje, pensando en todo y a la vez en nada, queriendo que todo fuese un simple error o una pesadilla, rogando porque ella no se encontrase en el hospital. Pero todas mis esperanzas se vinieron abajo cuando llegamos.

Miles de reporteros se encontraban en la entrada del hospital. Sam logró dejar el carro frente a la entrada, se bajó del auto, nos abrió la puerta y en seguida todo se volvió un caos: todos los reporteros que antes estaban dirigiendo su atención a la entrada del hospital a la espera de información, ahora estaban rodeándonos. Fueron muchas las preguntas que me hacían, era asfixiante y si no hubiera sido por la ayuda de Sam y del personal de seguridad del hospital, hubiera colapsado ahí mismo. Una vez dentro, uno de los guardias nos dirigió hacia la sala de espera de la U.C.I.

—El doctor Black viene enseguida, él está llevando el caso de su madre.

Dicho esto, se marchó. Me senté en una de las sillas junto con Angie a la espera de información. Al cabo de cinco minutos, un doctor se acercó a mí.

—¿Eres la hija de Renée Dwyer? —preguntó.

—Sí, soy yo.

—Mucho gusto, soy el doctor Black, estoy atendiendo a tu madre.

—¿Cómo está? ¿La puedo ver? —pregunté alarmada.

—Por el momento está estable, pero no le voy a mentir, la señora Renée se encuentra en estado crítico. Llegó inconsciente, pero hace un momento reaccionó y está preguntando por usted, sígame por favor.

Estuve todo el trayecto tratando de procesar lo que me había dicho el médico, caminamos a través de un largo pasillo cuando se detuvo en frente de una puerta.

—Es aquí, solo le puedo dar unos minutos y por favor, que no se esfuerce mucho, eso la debilitará más de lo que ya está. —me advirtió seriamente.

Asentí y me adentré en la habitación, mi madre estaba conectada a varios aparatos, tenía la cabeza vendada, un collarín, se podían ver varios cortes en el rostro, una mano y un pie enyesados. Me dolía verla de esa manera. En efecto, ella se encontraba consciente, cuando nuestras miradas se juntaron, pude ver dolor pero al mismo tiempo había amor y ternura en su mirada. Me acerqué a ella despacio y le tomé la mano que no tenía enyesada.

—Mamá. —dije en voz baja y hasta ese momento, no me había dado cuenta que estaba llorando.

—Mi… niña. —dijo en un murmullo con mucha dificultad.

—No hables mamá, vas a estar….

—No, Bella —me interrumpió. Tomó aire y continuó —. Necesito que me… dejes hablar —se detuvo un momento para volver a tomar aire y asegurarse de que no la iba a interrumpir esta vez —. Quiero que sepas que te quiero y… lamento mucho no haber estado… presente constantemente en tu vida, perdóname por… haberte dejado tanta responsabilidad mientras que yo… estaba de viaje. Pero quiero que sepas que… todo lo que hice; tantos viajes, todas las veces que… me tuve que ir por largo tiempo, lo hice para que tú y… Eli tuvieran un buen futuro —el monitor que marcaba su ritmo cardiaco se empezó a acelerar. Esto me alarmó, así que no la dejé continuar.

—Sí mamá, lo sé y te perdono, pero tienes que calmarte —dije mientras me secaba las lágrimas.

—No, escúchame —habló haciendo un mayor esfuerzo para que las palabras le puedan salir lo más claras posibles —. Sólo te pido una cosa, si me muero…

—No, no te vas a morir, no puedes —dije histérica y con la voz ronca de tanto llorar. Con un último esfuerzo, alzó su mano para secarme las lágrimas.

—Te quiero Bella, no lo olvides. Si muero, por favor ocúpate de Eli, no dejes que la aparten de ti, no dejes que Phil… logre obtener su custodia, eres muy inteligente y sé que… sabrás como resolverlo —tomó aire forzadamente, sus lágrimas corrían una tras otra constantemente al igual que las mías —. Es lo último que te pido, lucha por ella y se feliz.

—Señorita, se acabó el tiempo —dijo el doctor Black entrando a la habitación, pero al detenerse un segundo a mirar el monitor, presionó el botón que estaba cerca de la cama de Renée y después de esto todo pasó en cámara lenta. Segundos después, varias enfermeras y doctores entraron a la habitación.

—Entró en falla orgánica multisistémica, ahora está en paro. —informó el doctor cuando todos llegaron.

—Inicien reanimación endovenosa, conteo de dopamina y mantengan la presión arterial estable.

—No hay fibrilación ventricular, doctor. —avisó una enfermera.

Entraron el equipo de electroshock y una de las enfermeras trató de sacarme del cuarto, pero yo no podía moverme. Sentí que todo mi mundo se derrumbaba de repente.

—Entró en asistolia. —dijo finalmente uno de los doctores que habían ingresado.

Mi mamá se estaba muriendo frente a mis ojos. Entre dos enfermeras me ayudaron a salir, ya que me sentía muy débil para hacerlo por mí misma. Estábamos saliendo de la habitación cuando de repente escuché algo que terminó de derrumbarme.

—Hora de muerte…

Traté de dar media vuelta pero las enfermeras me lo impidieron

—¡No! —grité y con toda la fuerza que tenía, me separé de las enfermeras y salí corriendo hacia la habitación nuevamente pero cuando estaba a punto de llegar, un doctor me impidió el paso — No, suélteme ¡Mamá! —volví a gritar ahora incapaz de ver con claridad ya que las lágrimas me nublaban la vista. Pero si pude sentir cuando el doctor me inyectó algo y después, todo se volvió negro.

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Bueno aquí les dejo otro capítulo. Recomendaciones, sugerencias, lo que sea, no olviden dejar sus comentarios.

Capítulo 1: NOTICIAS INESPERADAS Capítulo 3: AFRONTANDO LA REALIDAD

 
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