El Despertar De Isabella (18+)

Autor: Bella_Yexsi
Género: + 18
Fecha Creación: 06/06/2013
Fecha Actualización: 27/07/2013
Finalizado: NO
Votos: 5
Comentarios: 8
Visitas: 7755
Capítulos: 6

 Unos padres a los cuales el tema del sexo es un completo tabú y un novio con excesivas prevenciones para no dejarla embarazada, llevara a Isabella una chica de solo 18 años con grandes deseos sexuales y ganas de experimentar a tener una aventura con el guapo y sexy Edward Cullen.

 

Por aca vengo con un nueva historia chicas...

Espero sea de su agrado

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Capítulo 2: ¿Debut Sexual?

Capítulo beteado por Sool Onuma, Betas FFAD.

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Estaba arreglando todo para ir a la a la fiesta de cumpleaños de mi amiga Jessica, me llevaba pocos meses y hoy cumplía sus quince años.

Me observé en el espejo y vi la figura propia de una "niñata". Dado a que mi madre se había empecinado en elegir mi vestimenta ahora me veía como una tonta. Llevaba puesto un vestido con pequeñas mangas, rosado y blanco que llegaba un poco más abajo de mis rodillas. Rodé los ojos, no me quedaba otra opción, si me vestía como yo quería seguro a mis padres les agarraba la locura y me encerraban por siempre en mi habitación.

Odiaba que fueran tan reservados. Mis calenturas cada vez eran más frecuentes y me sentía desorientada y confundida porque en el tema del sexo estaba totalmente perdida. Con mis padres no podía hablar, para ellos todo lo que abarcara el tema de relaciones sexuales era igual a tabú y con mis amigas no podía contar, todas estaban en la misma situación que yo.

Con mi grupo de amigos nos juntábamos a charlar o a veces a bailar en la casa de alguno de ellos, siempre siendo supervisados por un adulto o cualquiera de nuestras madres que si notaban que nos acercábamos mucho, inmediatamente ponían orden.

—Mi niña, estás hermosa —dijo mi mamá parada en la entrada de mi habitación. Yo solo pude rodar los ojos mentalmente.

Salí junto a mis padres rumbo a la casa de Jessica donde se celebraría la fiesta, pero antes pasamos a recoger a otra de mis amigas, Verónica.

Cuando llegamos, quedé impactada y avergonzada al notar que afuera había muchas personas. La cantidad de invitados era exuberante… Traté de calmar mis nervios pero, ¿por qué había aceptado vestirme así? Me arrepentí inmediatamente de haber dejado que mi mamá eligiera la ropa. Para mis padres era "la nena" por eso así me vestían y trataban.

Renée y Charlie se encontraban hablando con sus amigos y yo disfrutaba de la fiesta conversando con mis amigas y bailando. Después de un rato el olor a cigarro y el fuerte estruendo de la música me tenían agobiada y decidí salir al enorme jardín que rodeaba la gran mansión Stanley. Estaba ensimismada en mis pensamientos aprovechando la brisa y frescura de la noche, cuando me sobresalté al sentir el contacto de unas manos en mis hombros.

—¿Qué estás haciendo aquí en esta oscuridad? ¿Escondiéndote? —Giré mi rostro para reconocer a Eliot, el hijo de uno de los amigos de mis padres al cual solo conocía de vista. El chico ni me dirigía la palabra, hasta ahora. Calculaba que tendría unos dieciocho años.

—No me escondía, solo descanso un poco de todo el ruido —contesté mirándolo a sus hermosos ojos que eran de color celeste. Eliot era muy guapo, no muy blanco, cabello castaño claro y despeinado que lo hacía ver mucho más sexy. Algo que antes no había pensando al verlo.

—Yo te conozco. Tú eres Isabella, la hija de Charlie el amigo de mi padre, ¿no? —interrogó todavía mirándome sin quitar sus manos de mis hombros.

—Y tú eres Eliot, te he visto en varias reuniones —afirmé dándole mi mejor sonrisa a ese hermoso hombre.

—Veo que ya no eres la misma niña que acostumbraba ver. Varias zonas de tu cuerpo han cambiado, eres toda una señorita —diciendo esto bajó delicadamente sus manos hasta mi cintura… En estos momentos me encontraba realmente deseosa, mi pobre conchita virgen estaba mojada por solo ese pequeño toque.

Sus manos dejaron mi cintura y subieron a mis senos que comenzó a acariciarlos mientras me apoyaba en su cuerpo desde atrás trasmitiéndome su calor e impidiéndome balbucear ni una palabra. A mis catorce años, mis tetas no se habían desarrollado demasiado pero mis pezones despertaron con esas caricias y querían atravesar la tela del corpiño. Me sentí más mojada aún, si es que lo podía estar.

Mi respiración estaba irregular y mi corazón iba a mil… La sensación era increíble.

Quería voltearme ya que sentía deseos de besarlo, acariciarlo y decirle al oído cuánto me gustaba y excitaba lo que me estaba haciendo, pero me detuve cuando él lentamente comenzó a subir mi vestido; sentí el roce de sus dedos en el interior de mi muslo y jadeé…

De pronto todo se vino abajo, unas voces hicieron que bajara rápidamente mi vestido y me arreglé para entrar de nuevo a la fiesta dejándolo a él allí. Estaba totalmente frustrada y excitada… No podía con mi mala suerte, ¿acaso no pudieron esperar un rato más? Si no hubiera salido nadie, tendría los dedos de Eliot embistiéndome y tal vez también su polla.

Decidí despejar un poco mi mente bailando y charlando ya que aquí no podía hacer nada, así que tendría que aguantarme hasta llegar a mi casa.

Me encontraba bailando con el idiota de Mike Newton, un chico de unos 1,70 , flacucho con cabello dorado grasiento y todo el rostro lleno de acné; había estado casi toda la noche pendiente de mí y esperaba a que me quedara sin pareja para bailar y así invitarme, pero después de evitarlo varias veces no pude huir más.

Él era repugnante y su aliento asqueroso, quería que alguien me salvara de esa tortura YA. Vi como entre las parejas que se encontraban en la pista se acercaba mi amiga Verónica. Suspiré feliz de que podría buscar una excusa para irme de aquí. Le hice una seña con mis ojos para que me rescatara pero lo más seguro era que me estaba buscando para irse. Sus padres habían pedido llevarla a una hora específica. Eran peor y más controladores que los míos.

—Isa, espero no interrumpir —comentó mirando a Mike y preguntó—: ¿Podemos decirles a tus padres que me lleven?

—Sí, claro Vero. Vamos a buscarlos. Deben de estar por allí. —Me disculpé con Mike dándole una falsa sonrisa de arrepentimiento.

Le agradecí incontables de veces a Vero mientras buscábamos a mis padres que se encontraban muy entretenidos hablando con unos amigos. Eliot escuchó la conversación y se ofreció a llevarla. Mi madre me hizo señas para acercarme a ella y nos apartamos un poco.

—Isabella, mejor acompáñalos. No quiero que sus padres piensen mal en que la dejemos sola con el chico. —Yo solo asentí gritando por dentro de felicidad, mi suerte había cambiado. Si mi mamá supiera, había puesto al lobo a cuidar ovejas.

Íbamos camino a casa de Vero. Ellos se habían sentado en los asientos delanteros del bello auto, un Ford cuatro puertas azul, y yo quedé sola en la parte de atrás. El viaje de ida estaba siendo totalmente normal, ninguna insinuación por parte de él ni una mirada. Cuando llegamos a la casa de mi amiga, nos despedimos y esperamos hasta que ella entró a su casa.

Esperaba que Eliot me dijera que me pasase al asiento delantero para que continuáramos lo que habíamos empezado en el parque pero para mí desilusión no lo hizo, me pidió que me quedara atrás.

Estábamos a unas pocas cuadras de la casa de Jessica cuando estacionó dejando el coche en una calle totalmente oscura. Se bajó presuroso del carro para abrir la puerta trasera.

—Saca las piernas. —Su voz era ronca… ¡Oh, sí! Tendría lo que quería. ¡Al fin!

Vi como desabrochaba su pantalón y lo bajaba rápidamente. Me quitó mis bragas y demandó que abriera las piernas para él. Entre la oscuridad pude ver su polla erecta preparada para enterrarse en mí.

Y así de esa forma, sin un beso ni una caricia, me penetró. No sentí absolutamente nada… Solo un leve ardor pero nada de placer…

Este había sido mi tan esperado debut sexual y la verdad que me sentía totalmente decepcionada. Pasaron unos minutos y sentí como un líquido caliente caía por fuera de mi coño. Eliot había acabado. A pesar de su inminente torpeza como amante agradecía que no se corriera dentro de mí. Él se bajó para arreglar su pantalón mientras yo tomé mis bragas para limpiarme y sentí mucho más placer que cuando él me había supuestamente "follado".

El muy hijo de puta me había dado un mal polvo y encima no me dirigió la palabra en todo el camino.

Mi pobre centro había quedado hambriento, necesitaba más… Para mi suerte cuando llegamos a la fiesta nos despedimos para regresar nuevamente a casa.

Di las buenas noches a mis padres y subí deprisa a mi habitación. Seguí la rutina de siempre y me quité la ropa para comenzar a masturbarme con mis jodidos dedos y terminar el trabajo que la polla de Eliot no había podido.

Me estaba convenciendo de que ellos eran mucho mejores amantes.

 


 

 

¿Qué les pareció chicas? Sé que tal vez dirán que mal como perdió la virginidad o tal vez creían que sería con Edward pero no fue así, ella no tiene ninguna idea de lo que es el sexo realmente solo lo que ella imagina. Jodido Eliot… La podre ahora cree que simplemente las folladas como ella creí no son tan buenas. No se preocupes chicas nuestro Sexy Edward tendrá otro papel en este historia y pronto aparecerá…

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Espero dejen sus votos y comentarios con su opinión…

Besos…

 

Capítulo 1: Prologo Capítulo 3: Tentación

 


 


 
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