El viaje hasta Seattle, no se me había hecho pesado, había sido tranquilo. En el avión había estado escuchando música y leyendo un poco, hasta que una chica bastante guapa de pelo rubio y ojos azules, alta y delgada, que tendría unos quince o dieciséis años y vestía un vestido blanco que iba atado al cuello con una cinta dorada, se me acercó y me dijo:
-Hola, soy Leila puedo sentarme a tu lado ese que está ahí es mi hermano, Iván.-Dijo señalando a un muchacho de pelo rubio oscuro, alto y de apariencia de unos 17 años, que vestía una camiseta y unos pantalones vaqueros.-Se ha quedado dormido y se estaba apoyando encima mía y no veas lo que pesa, si me quedo con él a este paso cuando llegamos a Seattle estaré con un dolor en los hombros tan grande, que no podré ni girar la cabeza para cruzar una calle.-Dijo después de sonreírme.
-Claro siéntate.-Contesté.
No me importaba que se sentara a mi lado porque me había puesto lentillas de color marrón, aunque hubiera preferido ponérmelas del color del que algún día fueron mis ojos, azules. Además tampoco me importaba tener el aroma de su sangre cerca, porque había comido bien antes de salir de Volterra.Dos turistas para mí solito, al pensar en esto esbocé una sonrisa que ella me devolvió, creyendo que la había sonreído a ella.
Me puse nuevamente a leer mi libro sobre Grecia.
-Es un poco raro que leas sobre Grecia cuando viajas a Seattle, ¿no?.-Me dijo Leila mostrándome de nuevo sus preciosos dientes blancos.
-No cuando eres un apasionado del arte y la arquitectura griega, además yo voy a Seattle de paso a ver a una amiga.-Repuse.
-Ah, entonces tienes novia, ya decía yo que era demasiada suerte encontrarse con un chico tan guapo como tú, y que este soltero.-Contestó.
-Yo no llamaría suerte, a que te encontraras conmigo sino más bien lo llamaría un desafortunado encuentro.-Dije sonriendo pícaramente, ella me devolvió la sonrisa, pero puso un gesto raro en su cara en muestra de que no entendía a lo que me refería.
-Y no, no voy a ver a mi novia, es más no tengo novia.-Dije sonriendo, y a ella antes de responderme se le iluminó su rostro mostrándome de nuevo su perfecta sonrisa.
-Por cierto, ¿no me has dicho como te llamas?.-Me preguntó.
-Es cierto mi nombre es Alec.-Contesté.
-Encantada yo soy...-antes de que pudiera acabar la contesté:
-Tú eres Leila.-Dije rápidamente esbozándole una sonrisa que ella me correspondió muy contenta al ver que me acordaba de su nombre.
-Te acuerdas de mi nombre, ¿eh?.-Repuso.
No tuve tiempo a contestarla cuando su hermano se acercó a nosotros y la dijo:
-Leila, ¿por qué me has dejado solo?-Preguntó.
-Porque estabas durmiendo.-Contestó ella.
-Muy bien pero ahora estoy despierto así que vuelve conmigo.-Dijo Iván.
-Hola encantado, soy Iván.-Me dijo.
-Hola yo soy Alec.-Le contesté.
-Encantado de conocerte tío, y gracias por cuidar de mi hermana, nunca sabes con qué canalla se puede encontrar, tú por el contrario tienes pintas de ser un buen chico.-Me dijo.
Si supiera que si no hubiera comido bien en Volterra me la hubiera podido comer a ella, ahora mismo no me estaría diciendo esto.
-En serio, bueno si tú lo dices.-Le contesté.
-Bueno nosotros nos vamos a nuestros asientos, de nuevo encantado de conocerte Alec.-Me dijo Iván.
-Sí, lo mismo digo encantada de conocerte Alec.-Repuso Leila.
Después de esto los dos hermanos se fueron a sentarse a sus asientos, pero se notaba que Leila quería seguir sentada a mi lado, si no fuera porque su hermano tiraba de su brazo derecho, hubiera dado la vuelta y se hubiera vuelto a sentar a mi lado.
Un rato después aterrizamos, salí del aeropuerto muy rápido porque había traído solamente equipaje de mano, así que no tuve que esperar en la cinta de las maletas.
Estaba dando vueltas por Seattle, apunto de ir a cumplir mi misión cuando la vi a ella, a mi único amor, a mi Nessie. No iba sola iba acompañada de él, de Jacob. Quise pasar de largo, como si no la hubiera visto, pero de pronto ella se giró me miró, y luego me saludó diciendo:
La esperé, a diferencia de los humanos los vampiros no tenemos la oportunidad de salir huyendo fingiendo que no hemos oídos a esa persona a la que por un motivo en concreto, no queremos ver. Así que la tuve que esperar a que llegara hasta mí, Jacob se quedo detrás de ella y en el fondo se lo agradecí, ya me resultaba muy difícil verla a ella como para tan bien ver al dueño de su amor.
-Hola Nessie.-La dije y no pude evitar sonreírla.
-Alec, ¿qué ha sido de tí? Hace mucho que no te veo.-Me dijo y me correspondió a mi sonrisa.
-Un año, estoy bien ya sabes como siempre trabajando para mi amos Los Vulturis.-La contesté.- ¿Qué hay de nuevo Nessie?
-No mucho supongo, mi familia, yo y la manada estamos muy felices, pero a ti te he echado mucho de menos al menos podrías haberme llamado, ¿no?.-Me respondió.
-Nessie debo irme.-Le dije esto porque no quería decirle la verdad, Nessie no te he llamado en todo este año porque te sigo queriendo de la misma forma con la que te quise desde el primer día que te vi.
Entonces Jacob se acercó a Nessie para que continuaran con su camino pero Nessie le dijo:
-Solo será un momento Jake.
-Dime Alec, ¿qué estás haciendo aquí?-Me preguntó, no sabía si sospechaba algo sobre la híbrida, pero la contesté:
-Estoy de vacaciones, y he aprovechado para venir a ver a unos amigos que tengo aquí en Seattle.-La dije sonriéndola.
-Espero que me tengas a mí y a mi familia incluidos en esos amigos, y que no hagas una visita.-Me dijo y me devolvió la sonrisa, esa sonrisa que yo amaba y aún amo, por más que intente negarlo.
-Claro intentaré haceros una visita pero no sé si tendré tiempo, son unas vacaciones cortas, es más he venido solo.-La contesté, no me hacía mucha ilusión ir a verla otra vez y verla de nuevo junto a Jacob, de hecho no iría a hacerla esa visita.
-Alec has dejado ya sabes, ¿de comer humanos?-Me preguntó y en ese momento se le iluminó su rostro de alegría ante la posibilidad de que yo ya no comiera humanos.
-No, Nessie siento desilusionarte pero son una lentillas que me he puesto porque he venido en avión, y para andar tranquilamente por Seattle sin levantar ninguna sospecha entre los humanos.-La contesté y pude ver como igual que se le había iluminado el rostro hacía unos minutos, ahora ella estaba desilusionada.
De repente empezó a sonar su móvil, era la canción Got 2 Luv U de Sean Paul Ft. Alexis Jordan, y ella abrió su bolso y cogió su móvil y respondió muy sonriente.
-Sí, papá ya vamos de camino, me acabo de encontrar con Alec y estoy aquí hablando con él.-Le contestó ella a Edward y después colgó.-Mi familia te manda saludos.-Me dijo muy sonriente.
-Nessie, me voy, además tú tienes que volver a tu casa así que no te entretengo más.-La dije y la sonreí de nuevo.
-Está bien, pero acuérdate de llamarme o si no te llamaré yo, por favor intenta venir a vernos, ¿vale?-Me dijo.
-De acuerdo, te llamaré más a menudo e intentaré ir a visitaros, pero no te aseguro nada.-La contesté.
-Está bien con eso me conformo, y recuerda que eres mi mejor amigo, adiós Alec.-Y se fue no sin antes darme un beso en la mejilla.
Y me quedé viéndola montarse en su coche con Jacob, acaba de ver a mi amor, a mi Nessie.