Bella POV
-mama en la camioneta, ahí estaba un niño como pidiendo ayuda mama, tenía algo en la boca y estaba pagándole al vidrio con las manos, creo que las tenia amarradas, mama tenemos que ayudarlo, seguro ellos lo tenían secuestrado- Ethan empezó a hablar muy rápido, cuando escuche lo del niño frene de golpe, lo mire detenidamente, no sé por qué por mi cabeza paso que a lo mejor lo hacía para que regresáramos a ayudarles pero lo descarte inmediatamente, mi niño no mentía, el jamás lo hacía.
-Ethan mírame, ¿estás seguro que ese niño estaba amordazado? - le pregunte mientras miraba a todas direcciones, solo para asegurarme que la carretera seguía igual de sola
-¿amorda qué?- pregunto mi niño confundido
- Ethan, necesito que te concentres amor, ¿estás seguro que estaba con algo en la boca y como pidiendo ayuda?
-si mama te lo juro, yo lo vi, también estaba como llorando, mami no podemos dejarlo ahí- las palabras de mi niño sonaban en mi cabeza, maldita la hora en que decidí que manejar de noche seria lo correcto, no podía dejar a ese niño ahí, mi mente empezó a trabajar, ahora todo encajaba, seguramente si ellos lo tenían secuestrado era obvio que no le pedirían ayuda a cualquiera.
Tome el volante con las dos manos y cerré los ojos;
"Bella no hagas una tontería, no hagas una tontería, no hagas una tontería"
Mi yo interno me lo repetía muchas veces, sabía que debía llamar a la policía e irme, pero jamás podría hacer eso, imaginarme a ese niño pidiendo ayuda me partía el corazón, y más pensar en sus padres, ya casi es noche buena y esos desalmados tenían a ese pobre niño, si fuera mi Ethan yo estaría muerta de la preocupación;
seguí pensando varios minutos más hasta que mi estúpido subconsciente decía que lo que planeaba hacer era lo correcto, solo esperaba que esos hombres no estuvieran armados y que dios me acompañara en todo esto, ya que era un hermoso angelito al que teníamos que salvar.
(20 minutos y varias indicaciones después)
Había intentado llamar a la policía pero para mi desgracia la batería estaba baja, "perfecto" solo estas cosas me podían pasar a mí, así que sin otra cosa por hacer estacionamos el auto fuera de la carretera y alejados de la camioneta, lo escondimos a lado de un gran árbol, era de noche y como mi carro era negro logro pasar desapercibido rápidamente, dude el dejar a mi hijo en el carro así que lo llevaría conmigo, le pase el bate de fierro a mi pequeño Ethan por si las dudas y yo tome las dos pistolas, bajamos del auto.
Antes que nada me persinarme y me encomendé a dios, pedí que nos ayudara a salir bien de esta, solo rogaba porque solo fueran esas dos personas que yo había visto y que no llegara nadie más.
-Shh, Ethan camina detrás de mi.- el niño asintió y nos dispusimos a caminar rumbo a la camioneta, íbamos caminado lentamente y cerciorándome a cada instante que nadie nos viera.
Llegamos a la parte de atrás de la camioneta aparentemente sin ser vistos lo cual me daba un poco de alivio, en las puertas traseras se encontraban dos pequeñas ventanas y me asome con cautela para ver al pequeño, pero como si no fueran suficientes en una noche me lleve otra gran sorpresa, no era un niño el que estaba secuestrado si no dos, eran dos niños, para ser exactos un niño aparentemente de la edad de mi Ethan y una pequeña con hermosos risos de algunos 4 años, los niños estaban llorando y como mi bebe había dicho, se encontraban amordazados y amarrados, de pronto los ojos del pequeño se posaron en los míos, le hice señas con mi mano para que no hiciera movimientos que pudieran alertar a los secuestradores
Trate de abrir las puertas pero estas tenían seguro como era de imaginarse.
Mire a mi bebe y el estaba un poco asustado
– Todo estará bien amor- Mi Ethan solo asintió y yo me maldije por dentro al arriesgar a mi niño aunque sabía que estaba haciendo lo correcto. Coloque a mi bebe atrás mío y asome un poco la cabeza por un costado de la camioneta para tratar de ubicar a los secuestradores
-Eres una estúpida "Y", ¿cómo olvidaste llenar el tanque? Se supone que vamos a secuestrarlos, nada debía de salir mal- escuche que alguien gritaba y me escondí de nuevo en la parte de atrás de la camioneta
-perdón señor "yo lo sé todo y a mi jamás se me olvidaría".- musito la voz de una chica, hasta ahorita solo había escuchado esas dos voces indicándome dos personas, esperaba que solo fueran esas dos y no más.
Ellos siguieron discutiendo por algunos segundos más, al escuchar su "pelea" no pude evitar sentirme fuera de peligro, por lo que se decían supe que la chica era un poquito tonta y el no se quedaba atrás
- No sé porque "L" tarda tanto, hace más de media hora que le hablamos y no llega- alego el muchacho, si habían pedido ayuda, esta no tardaría en llegar, así que era ahora o nunca, quite los seguros de las pistolas y me gire hacia mi niño:
-amor, necesito que te quedes aquí hasta que yo te diga, ¿entendido?- mi niño iba a empezar a protestar cuando tape su boquita con mi mano, sentí como suspiro y asintió.
-ese es mi muchacho.- bese su frente y me dispuse a abordar el plan.
Camine por el costado izquierdo de la camioneta un poco agachada y sin hacer ruido, pude ver que ellos seguían con su discusión recargados en el cofre, empezó a entrarme un poco de miedo pero rápidamente me dispuse a actuar.
-no se muevan.- esas palabras salieron de mi automáticamente mientras poco a poco me erguía y les apuntaba con las pistolas
-PERFECTO, ahora solo falta que asalten a los secuestradores.- grito la muchacha sorprendiéndome, la noche estaba muy oscura y la luna no ayudaba mucho, no pude divisar bien los rostros de los secuestradores pero algo en ellos se me hacia conocido.
-cállense y avienten las llaves de la camioneta.- ellos intercambiaron miradas, el chico empezó a avanzar hacia mí y sabía que tenía el tiempo contado, sin pensarlo le dispare al pecho provocando que este cayera ante el impacto y empezara a retorcerse como un pescado cuando lo sacan del agua a causa de los choques.
-aaaaaaaaaah- grito la chica al mirar cómo se retorcía su compañero, le apunte a ella y como si quisiera leerme la mente, saco algo de su abrigo y me aventó las llaves
-aquí están, pero no me hagas nada llévatela.- me empezó a gritar desesperada, podía sentir su miedo y empecé a sentir pena por ella aunque no lo mereciera.
Me agache lentamente y tome las llaves sin dejar de apuntarle.
-lo siento pero debo hacerlo.- sabía que no podía dejarla consiente, si quería escapar con los niños tenía que dispararle.
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