BELLA POV

Escuchaba un sonido demasiado lejano, un sonido que no podía identificar con claridad. Poco a poco el sonido se fue haciendo más fuerte y claro, era una alarma, pero no cualquier alarma sino una de... ¿incendios?, Sip definitivamente eso era. Apreté más la almohada que tenía entre mis brazos y... un momento, ¿alarma? ¿Incendios? ¡Por dios se está quemando la casa! De un salto salí de la cama, tirando las mantas al suelo y salí corriendo de la habitación. Bajé las escaleras rápidamente y gracias a dios lo hice sin rodar por ellas ni romperme nada, al llegar abajo todo estaba en absoluta calma y por supuesto la bendita alarma ya no se escuchaba ¿me estaré volviendo loca?

-¿Ocurre algo hija?-la voz de Charlie me asustó y di un ligero salto-. Disculpa no quise asustarte. ¿Estás bien? Te vez pálida.-con tremendos sustos quien no lo estaría.

-Descuida estoy bien, ¿ya te vas? Pero aún es muy temprano y no has desayunado-le dije al verlo con su uniforme impecable y listo para irse.

-Sí, hoy tengo que estar en la comisaria antes, pero llegaré a tiempo para comer.-me dio un beso en la frente y caminó hasta la puerta.

-Papá, ¿podrías traer algo para comer de camino? No creo que alcance a llegar a tiempo para preparar la comida.

-¿A dónde iras?-me preguntó con el ceño fruncido.

-Es fin de mes papá, iré al cementerio como siempre a llevar flores a la tumba de la abuela y a la de mamá.-una mueca de desagrado se plantó en su rostro y aunque trató de disimular con una sonrisa, no logró convencerme. No entiendo porque siempre se pone así cuando mencionó a mi mamá.

-Cierto lo había olvidado. ¿Prefieres pizza o hamburguesas?

-Definitivamente pizza y que sea hawaiana.

-Bien será hawaiana. Sólo ten cuidado ¿si?, llovió toda la noche y es peligroso manejar si la carretera esta toda mojada.-yo sólo rodé los ojos ante sus palabras.

-Papá vivimos en Forks que es el lugar más lluvioso de todo Estados Unidos, estoy acostumbrada a manejar en una carretera mojada.-él sonrió y negó antes de salir de la casa. Salí tras de él y le dije adiós con la mano, me quedé observando cómo su coche se alejaba hasta que lo perdí de vista y entré a la casa.

Fui a la cocina y me serví un poco de cereal para desayunar, cuando termine lavé lo que ensucie y subí a mi habitación. Arreglé mi cama y recogí unas cosas que estaban tiradas en la habitación, entré al baño y tomé una rápida ducha. Abrí mi guardarropa y busqué con la mirada algo que ponerme, me vestí con unos jeans desgastados y una simple blusa de color negro y mangas largas, mis inseparables Converse y estaba lista. Por supuesto yo no era una chica que se preocupara por vestirse a la moda y súper Fashion, como la mayoría de las plásticas huecas del instituto, y tampoco era una fanática del maquillaje. Tal vez el que haya sido criada desde pequeña por un hombre tenga mucho que ver en eso.

Por cierto mi nombre es Isabella Marie Swan, pero prefiero que me llamen Bella, tengo diecisiete años y soy una chica común de estatura promedio, delgada y obvio no tengo cuerpo de súper modelo, mis ojos son de color chocolate y mi cabello es castaño. Mi piel es demasiado pálida y por lo poco que sé de mi madre lo heredé de ella. Mi madre murió cuando yo nací, su muerte fue un golpe muy duro para mi padre y aún después de diecisiete años le cuesta mucho hablar de ella, he ahí la razón por la cual prácticamente no sé nada sobre como era. A pesar de que mi padre era muy joven cuando quedo viudo nunca se volvió a casar, cuando le preguntó el por qué siempre me dice que no quiso darme una madrastra. La maldita alarma de incendios se volvió a escuchar y el sonido venia nada más y nada menos que de mi celular que estaba sobre la mesita de noche, lo tomé y era una llamada de Emmett ¡claro! Tenía que ser él.

-En cuanto te tenga frente a mí patearé tu trasero tan fuerte que no podrás sentarte en una semana.-el muy idiota rió y también pude escuchar las risas sofocadas de Jasper.

-Buenos días Bells, yo bien y… ¿tú cómo amaneciste? Apuesto a que tuviste un dulce despertar.-me dijo con burla.

-¡Claro que fue dulce!-le dije con sarcasmo-. Imbécil casi me da un infarto por el susto.

-Vamos Bells sólo fue una bromita sin importancia, pero en fin, te llamo para avisarte que nos reuniremos toda la pandilla, a Jasper y a mí se nos ocurrió una idea genial.-con la "pandilla" se refería a nuestro grupo de amigos, Ángela y su novio Ben, Jacob, Jasper, él y yo.

-Emm iré al cementerio así que ahora no puedo.-le dije sentándome en el borde de mi cama.

-Nos reuniremos por la tarde en la Push así que no tienes excusa.

-Bien, nos veremos allá adiós.-corté la llamada y me dejé caer en la cama.

¿Ahora qué locura se les ocurriría a Jazz y Emm? Aún recuerdo su última idea, se les ocurrió que nos fuéramos de acampada y terminamos todos trepados en los árboles, la razón muy sencilla, una furiosa osa que persiguió a Emmett hasta donde estábamos acampando porque el muy idiota secuestró a su cría.

Unos minutos después me puse mi chaqueta, tomé las llaves de mi vieja camioneta y salí de la casa. Conduje por las solitarias calles de Forks hasta llegar a una pequeña florería que pertenecía a la familia de Ángela.

-Hola Bella, ¿te avisó Emmett de la reunión de hoy?-me preguntó Ángela en cuanto puse un pie dentro del local.

-Hola, y sí me avisó ¿tienes una idea de lo que planea ese par?

-No y espero que no sea algo como lo de la acampada.-dijo y ambas nos soltamos riendo a carcajada limpia.

-¿De qué se ríen chicas?-nos preguntó la madre de Ángela entrando con tres vasos con café de la cafetería de enfrente.

-Estábamos recordando la última acampada a la que fuimos.-le respondió Ángela.

-Emmett y sus ocurrencias.-nos entregó un vaso a cada una y le dio un sorbo a su café-. ¿Llevaras lo mismo de siempre Bella?-asentí como respuesta y ella fue por mis flores.

-Es una lástima que sólo falten dos semanas para que el verano termine.-asentí y un suspiro involuntario salió de mis labios, no me hacia la más mínima gracia volver al instituto y tener que soportar a Mike y sus constantes invitaciones a salir, ¿cuándo va a entender que no quiero nada con él?

La madre de Ángela volvió con mis flores, un ramo de rosas blancas y otro de azucenas, le pagué y después de despedirme volví a mi camioneta para salir rumbo al cementerio. Primero dejé en la tumba de mi abuela las rosas blancas, que eran sus favoritas, caminé por un par de minutos hasta llegar a la tumba de mi mamá y quité los restos de las flores secas y dejé las azucenas, acaricié con las yemas de mis dedos las letras doradas de la lapida.

-Mamá, no tienes una idea de cuánto me hubiera gustado conocerte, que estuvieras conmigo, sé que tengo a Charlie pero creo que toda chica necesita de su madre y a mí me haces mucha falta.-un amargo suspiro salió de mis labios y un par de lágrimas rodaron por mis mejillas.

Estuve por unos minutos más allí hasta que una suave llovizna comenzó a caer, volví a donde estaba mi camioneta lo más rápido que mi torpeza me permitió, sí era poseedora de una torpeza inimaginable, lo último que quería era una caída que probablemente me llevaría a urgencias. Cuando llegué a casa la patrulla de mi papá estaba estacionada fuera de la casa, ahora la llovizna era un fuerte chubasco y lo más seguro es que si corría para no mojarme terminaría en el suelo, así que suspire resignada a mojarme, pero en ese momento Charlie salió a mi rescate con un paraguas.

-Estaba preocupado, ¿por qué tardaste tanto?-me preguntó en cuanto pusimos un pie dentro de la casa.

-Estuve platicando con Ángela antes de ir al cementerio.-él asintió y fuimos a comer.

Mientras comíamos charlamos de cosas triviales y le dije de la reunión que tenía con Emmett y los chicos en un momento. La hora de ir a la Push llegó y gracias a dios ya había dejado de llover, cuando llegué ya todos estaban ahí. Jasper y Emmett bromeaban entre ellos causando la risa de los demás, era increíble que fueran mellizos ya que eran completamente diferentes, Emmett era alto, demasiado alto y musculoso, su cabello era oscuro y rizado, sus ojos eran de un lindo color gris claro, era el más bromista del grupo y el que siempre nos metía en problemas. Por otra parte Jasper también era alto, pero un poquito más bajo que Emmett, no era tan musculoso pero tampoco era un flacucho, su cabello era rubio y sus ojos azul claro, era un poco más tranquilo que su hermano pero sólo un poco y él era quien nos sacaba de los problemas en los que nos metía Emmett, esos eran los mellizos Whitlock.

-Hey Bella, creímos que tendríamos que ir a buscarte.-me dijo Jacob con una enorme sonrisa cuando se dio cuenta de mi presencia, para ninguno era un secreto que Jacob estaba enamorado de mí, pero yo sólo podía verlo como lo que era, uno de mis mejores amigos.

-Bueno ya estoy aquí, así que… ¿cuál era esa idea que se les ocurrió?-me senté junto a Jacob, Emmett y Jasper se sonrieron cómplices.

-Como saben el verano está por terminar, así que se nos ocurrió que podríamos hacer un viaje los seis juntos.-soltó Emmett.

-Es una estupenda idea ¿no creen?-dijo Jacob entusiasmado.

-Sí, ¿pero a dónde iríamos?-preguntó Ben con el ceño fruncido.

-A Jacksonville.-al escuchar las palabras de Jasper no pude evitar reír-. ¿Por qué te ríes?

-Creo que tendrán que ir sin mí chicos, no sé porque pero Charlie no tolera siquiera escuchar que alguien mencione Jacksonville, no me dará permiso para ir.-aún recuerdo cuando tenía nueve años, le pedí que me llevara a Jacksonville en vacaciones porque una niña de la escuela dijo que era un lugar hermoso, y él se opuso rotundamente.

-Púes vendrás con nosotros ya lo veras.-dijo muy seguro de si Emmett.

Claro, sería divertido verlos tratando de convencer a Charlie para que me deje ir...

NESSIE POV

Me di un último vistazo en el espejo antes de salir de mi habitación, este conjunto no es por nada pero me queda perfecto. Llevaba una falda de jean un poco más abajo de la mitad de mi muslo, una blusa color crema tipo halter y una sandalias con tacón. Mi cabello lo llevaba perfectamente liso y mi maquillaje era ligero, sólo un poco de sombra, mascara para pestañas y brillo labial. Bajé al comedor donde estaban mi madre y mi prima Alice Brandon, era un poco más baja de estatura que yo, sus facciones eran finas como las de un duende, su cabello negro y corto siempre lo llevaba peinado con las puntas en todas direcciones, sus ojos eran de un extraño color miel y a pesar de vivir juntas nuestra relación no era muy buena, es más apenas y nos dirigíamos la palabra y era sólo para pelear, claro cuando Renée no estaba presente.

-¿Vas a salir?-me preguntó mi madre, Renée Dwyer.

-Sí, quedé para comer con las chicas, nos vemos después.-di media vuelta para irme.

-Espera, Alice se irá en unas horas, pasara una semana con tus tíos ¿no piensas despedirte de ella?-no tengo porque hacerlo, me dije para mis adentros.

-Que tengas buen viaje Alice y saluda a mis tíos.-ella ni siquiera se digno a voltear a verme.

-Gracias, y descuida que yo le daré tus saludos a mis padres Vanessa.-me dijo remarcando mi nombre la muy estúpida sabía perfectamente que odiaba que me llamaran Vanessa, prefería Nessie. Salí de la casa y me subí a mi precioso coche, un Audi tt Roadster descapotable color blanco y me puse en marcha hacia el restaurante donde quedé con las chicas.

Mi nombre es Vanessa Dwyer, pero como dije prefiero sólo Nessie, tengo diecisiete años, soy una chica de estatura media, mis ojos son color chocolate y mi cabello es castaño, mi cuerpo no es demasiado voluptuoso pero tenía lo justo en los lugares correctos y mi piel es demasiado pálida, herencia de mi madre. Mi madre es la dueña de los prestigiosos hoteles Dwyer al igual que mi tía, la madre de Alice, los heredaron cuando hace unos años mis abuelos murieron.

De mi padre no sabía ni su nombre, pero en una ocasión Renée me dijo que él fue el amor de su vida y que ambos se amaban con locura, era de una clase social inferior a la de mi madre por lo que mi abuelo no lo aceptaba y terminó por separarlos. Aún así no pierdo la esperanza de conocerlo algún día.

Llegué al restaurante y bajé del coche, entré e inmediatamente ubiqué la mesa donde mis amigas me esperaban, me senté y me di cuenta de la ausencia de Tanya.

-Hola, ¿dónde está Tanya?-les pregunté a Jane y Heidi.

-Me acaba de llamar para decirme que no vendrá, quedó con Edward porque mañana se irá con sus padres a visitar a sus abuelos y quería pasar tiempo con él.-me respondió Heidi encogiéndose de hombros.

-No sé qué le ve a Edward, es guapo no lo niego pero uff… mejor cambiemos de tema. Mis padres nos dieron permiso a Alec y a mí para pasar el resto del verano en Volterra con el tío Aro, así que pasado mañana mi hermano y yo nos vamos.-dijo Jane muy entusiasmada.

-Púes yo mañana me iré con mi padre a Miami, es un viaje de negocios pero no me quiere dejar sola.-la madre de Heidi había abandonado a su padre cuando ella tenía ocho años-. ¿Tú qué harás Nessie?

-Bueno supongo que disfrutar de estos días con mi madre, el clon de campanita pasara el resto del verano con mis tíos.

Pasamos el resto de la tarde hablando de temas triviales. Jane, Heidi y Tanya eran mis mejores amigas desde que teníamos seis años, siempre pasábamos el mayor tiempo posible juntas, aunque desde que Tanya es novia de Edward eso había cambiado. Edward se había mudado a Chicago con su familia hacia unos años, él y su hermana Rosalie se hicieron amigos de mi prima Alice en cuanto la conocieron, Tanya quedó flechada de él en cuanto lo vio pero fue hasta hace unos cuatro meses que se hicieron novios. Volví a mi casa y al entrar escuché la voz de mi madre en la sala, estaba hablando por teléfono y me senté a su lado apoyando la cabeza en su hombro.

-¿Cómo te fue cariño?-me preguntó cuando terminó su llamada.

-Bien, las chicas se irán de vacaciones por el resto del verano. Así que seremos solo tú y yo por dos semanas.-me abrazó y suspiró sonoramente.

-Nessie tengo que viajar a Nueva York a revisar unos detalles relacionados con el hotel que abriremos allí, pero podrías acompañarme.

-Ma' sé como son esos viajes y prácticamente no te veré.

-Lo siento cariño, sabes que la mayoría de esos asuntos tu tía Mary los resuelve, pero como Alice pasaría estos últimos días del verano con ellos… tú me entiendes ¿cierto?-asentí y de pronto se me ocurrió una idea genial.

-¿Y si pasará estos días en Jacksonville?-le pregunté y ella negó.

-No creo que sea bueno que vayas tú sola.

-Mamá conozco Jacksonville perfectamente, desde que tengo uso de razón siempre vamos allí cuando podemos, no veo por qué no pueda ir sola.-un suspiró de resignación salió de sus labios y supe que mi argumento había funcionado.

Terminé de cerrar mi última maleta, y con la ayuda de mi madre bajé mi equipaje a la entrada, nuestro taxi no tardaba en llegar. Mi vuelo salía media hora antes que el de Renée así que aquí estoy escuchando por última vez sus recomendaciones.

-Llamé a Mayte ¿la recuerdas?-ella era la encargada del hotel de Jacksonville y una gran amiga de Renée, asentí para que continuara-. Bien le dije que ibas a pasar unos días allá y que estuviera pendiente de ti, así estaré más tranquila.

-Ma' estaré bien y no te preocupes cualquier cosa yo te llamó ¿de acuerdo?

Mi vuelo fue anunciado y después de despedirme de mi madre, aborde el avión. Tengo un buen presentimiento de que algo pasará en este viaje que cambiara por completo mi vida…