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Primero, me tarde unos instantes en analizar el comentario, luego pensé que era una broma, pero Jasper no es de esos. Además, yo se que ama a Alice y se preocupa por Edward demasiado como para bromear de esta manera... Sin embargo, no le creo. No le puedo creer ni una palabra. Debido a esto le di mi mirada más desorientada, confundida e incrédula. Necesito una explicación lógica para la declaración que él acaba de hacer. Es simplemente imposible. Pero, no logro pronunciar la pregunta, la conmoción es demasiada. Así que no me queda más que dejar que mi mirada expectante lo haga entender.

Jasper me miro con esos ojos llenos de dolor, miseria incluso… Casi hiso que me olvidara del comentario y me acercara a consolarlo. Pero, la intriga ante lo que dijo unos momentos atrás me estaba matando.

-¿Sigues sin entenderlo Bella? –puso una expresión de nostalgia, y fijo su mirada en el piso. Esta vez, en vez de tristeza, su voz estaba llena de ira.- Se supone… Se supone que yo iba a ir de cacería, sin embargo a última hora decidí no hacerlo, por lo cual volví a casa… Como debes saber, el resto de nuestra familia está en Italia, ya que fueron invitados a una fiesta de los Vulturi. Nosotros… Alice, Edward y  yo nos quedamos ya que no queríamos asistir. –se detuvo un momento… Y negó con su cabeza y apretó los labios. Como si tratara de alejar un pensamiento, o un recuerdo. Yo seguía escuchando atenta, escuchaba cada palabra con suma atención y cada vez que pronunciaba otra todos mis músculos se tensaban, como si hubiera un peligro inminente. Como si… Saber lo que él estaba diciendo fuera a hacerme un daño inimaginable. Sin embargo, no podía dejar de escuchar… Después de que dijo que ellos estaban. Necesitaba saber exactamente que había sucedido. Antes, de que él volviera a hablar, todavía tenía la esperanza de que se empezara a reír, que dijera que todo era una broma… Pero, algo dentro de mí me decía que eso no iba a ocurrir.

-Cuando entre a la casa… Escuche unos sonidos que conocía perfectamente, pero nunca los había oído tan distantes. Nunca los había oído ser provocados por otra persona que no fuera yo… Así que corrí lo más rápido que pude hacia nuestro cuarto. Y allí estaba ella… y también estaba él, ella sobre el, el bajo ella, ella me volteo a mirar y el la miraba para luego dirigir su mirada hacia mí. Los había sorprendido ya que no había tomado realmente la decisión de entrar cuando lo hice, Alice no pude ver que los iba a descubrir, pero el hecho de sentir toda esa lujuria en la casa me ponía enfermo.

Justo cuando Jasper termino de hablar, y el tiempo literalmente se detuvo. Cuando me arroje al piso a llorar desesperadamente, cuando me di cuenta de que aunque pude soportar su ida a Italia, luego de decir que ya no me quería, no iba a recuperarme nunca de esto. En ese momento, la puerta cayó y ahí estaban. Edward y Alice, las personas que más me habían herido en el mundo y a las que menos deseaba ver en este momento, realmente no quería verlos ni ahora ni nunca. Edward estaba con solo un  pantalón sin terminar de cerrar y Alice solo llevaba una camisa que sabia perfectamente que era de Edwards ya que ayer la llevaba puesta cuando me dijo que me amaba, que no me cambiaria por nadie, que era su vida, su razón de existir, otras mentiras.