Salimos rumbo al supermercado, Edward en el camino tomo mi mano y la acariciaba suavemente. Al momento de llegar al supermercado pasamos a buscar un carrito.
Solo tenía que comprar aceite, dulce de leche, azúcar. Fideos, lasaña y cosas para la higiene.
Cuando ya teníamos todo esto en el carrito. Pasamos por la parte de los helados. Tome dos helados, uno de tres leches y otro de crema mora, no estaba segura de cual elegir a sí que pedí la opinión de Edward.
- Edward ¿cuál te gusta más?- le dije llamando su atención, él se poso detrás de mí apoyando sus manos en mi cintura, ese contacto provocó que empezara a tartamudear- hay… hay dos opciones… la…la de tres leches o…la de crema…crema mora ¿Cuál prefieres?-
- Yo me quedaría con la de tres leches ese sabor me encanta- me dijo susurrándome en el oído provocando que mi piel se erizara y me sonrojara.
Fui a dejar el helado al carrito y me encontré con un Edward que me agarro de la cintura y me pego a su cuerpo, lentamente se fue acercando a mí cuerpo cuando nuestras narices se juntaron cerramos nuestros ojos disfrutando el momento, cuando Edward se iba a inclinar un poco más para poder besarme una voz que conocíamos muy bien nos interrumpió.
- Edward y Bella, salieron a pasear, Edward le dijo si quería su novia ser, ¿que si qué no?- canto Emmet con voz de colegiala.
- Que si- respondieron los demás a coro, provocando en mi un sonrojo muy notable y en Edward uno que apenas fue visible.
- Dejen de molestarnos- les reto Edward-¿y ustedes que hacen aquí?, ¿nos andan siguiendo?-le pregunto entrecerrando los ojos.
- Claro que no Eddy- Emmet paso por alto la mirada asesina de Edward ante el diminutivo Eddy.-nosotros solo vinimos a comprar comida para la tarde.
- Emmet no me digas Eddy sabes que me molesta que me digan así, nosotros tenemos que ir nos- Edward me tomo de la mano y partimos rumbo a la caja. Pague todo lo que había comprado. Edward llevaba las bolsas y la guardo en el maletero. Me abrió la puerta como todo un caballero, luego de que yo me acomodara en el asiento del copiloto, él se subió e iba conduciendo.
- Ahora iremos a tomar el café que te prometí- Edward se notaba un poco nervioso.
- Y conversaremos de lo que dijiste que íbamos a conversar- luego pensé lo que había dicho- no entendí no lo quería decir pero creo que sabes a que me refiero- Edward se rio.
- Tu frase fue un poco enredada, pero si te entendí.-
Se estaciono y me ayudo a bajar ofreciéndome su mano, caminamos tomados de la mano. Nos dirigimos a una mesa para dos en un lugar apartado del resto de los clientes.
Una mesera llego y le pregunto a Edward que tomaríamos.
- Mi nombre es Lauren, ¿Qué les puedo ofrecer?- suelta, pensé. Se le estaba ofreciendo a Edward, así que decidí actuar rápido.
- Un café y un pedazo de torta de chocolate- le respondí.
- ¿Y usted?- le pregunto coquetamente.
- Un café igual, pero el pastel que ella pidió quisiera que traiga dos cucharas- ella lo miro sin entender- para compartirlo, no te molestas ¿cierto?- explico, yo solo negué, la camarera se fue maldiciendo en voz baja, ya que mi acompañante no la había volteado a ver.
- ¿Bella?- iba a seguir hablando pero apareció la camarera con nuestro pedido.
- Si necesita algo solo hágamelo saber- dijo en un doble sentido con una sonrisa coqueta, se retiro tratando de parecer sexi.
- ¿Que querías conversar, Edward?- le pregunte ya que por eso estábamos aquí.
- Sobre el verano- me respondió él, yo solo asentí- pero primero quiero que me prometas algo- yo volví a asentir-¿qué me dejaras terminar de hablar y no interrumpirás?-
- Lo prometo-
- Este fue el primer verano que pasamos separados, pensé que iba a hacer mejor ya que Alice no te toma mucho en cuenta cuando esta con Jazz y creo que te sientes un poco sola- yo asentí- pero me equivoque…
- ¿Te equivocaste?- fue inevitable preguntar, ya que según tengo entendido Edward Cullen nunca se equivocaba.
- Si, sé lo que estas pensando, Edward Cullen nunca se equivoca, yo te dije esa misma frase hace un tiempo atrás, pero me equivoque siempre hay una primera vez-hiso una breve pausa- pero no nos desviemos de lo que es realmente importante, me equivoque, este verano lejos de ti fue una tortura, cada cosa por pequeña o insignificante que pasara o hiciera me recordaba a ti…-
- ¿Te recordaba a mi?- lo interrumpí.
- Eso me hiso darme cuenta de muchas cosas- prosiguió haciendo caso omiso a lo que yo le había preguntado- de muchas cosas que me asustan, cosas que nunca me había dado cuenta que sentía por ti- ¿esto es una declaración? , pensé- Bella me gusta- finalizo con voz fuerte y clara. Yo estaba en estado de shock, había por esto tanto tiempo que pensaba que mi subconsciente me estaba jugando una broma pero una voz, esa voz me saco de mi estado- Bella di algo- me suplico.
- Ah?- fue lo único capaz de decir, me estaba comportando como una retrasada, pero todavía estaba en shock.
- ¿Qué sientes por mi?- la pregunta del millón, que le respondería sin asustarlo.
- Edward…- dude un poco en decirlo- tu… esto es difícil, mas difícil cuando me miras con esa carita que estas poniendo justo ahora- él tenía un adorable puchero en su hermosa cara, él solo esbozo una sonrisa- Edward me gustas- dije en un susurro.
- Lo podrías repetir por favor- yo lo mire con una ceja alzada- es que no te entendí bien- aclaro un poco avergonzado.
- Me gustas- lo dije fuerte y claro, por su cara se extendió una sonrisa que me encantaba.
- Bella ¿quieres ser mi novia?- yo volví a quedar en shock, él quería que yo fuera su novia. Yo novia de Edward Cullen un sueño de toda chica. Él al ver que yo no respondía- sé que es una forma poco romántica de pedirlo…
- Si quiero- lo interrumpí- quiero ser tu novia.
- Gracias, Bella, mi Bella- dijo dándome una sonrisa que nunca antes la había visto.- tenemos que irnos, los demás deben estar esperándonos.- luego de que yo aceptara, comimos nuestros pastel dándonos miraditas que demostraban que nos queríamos.
Cuando terminamos de comer y tomar los cafés. Edward saco un billete de su billetera y lo dejo en la mesa, me ofreció su mano la cual acepte. Salimos al estacionamiento, Edward abrió la puerta como siempre, él están caballero conmigo. Camino a mi casa Edward me dijo que llamara a los chicos así que decidí llamar a Alice y que ella les contara al resto que fueran a mi casa.
Marque su número y al tercer tono respondió y lo puse en altavoz
- Hello- izo una pausa y luego añadió-Bells, ¿les falta mucho para que lleguen?-
- Alice, estamos a cinco minutos de mi casa, ustedes deberían salir rumbo a mi casa-
- Bells en unos quince minutos estamos en tu casa.-
- Ok- fue lo único que fui capaz de decir.
- Bells…- estaba indecisa, yo la conocía tan bien.
- Alice solo suéltalo-
- ¿qué era lo que tenías que conversar con Edward?-
- Alice, no seas tan cotilla- la reprendió Edward, que hasta ahora no se había inmiscuido en la conversación.
- No importa, total luego bella me lo contara, bye bye- y corto.
- ¿Le vas a decir que estamos juntos?- me pregunto Edward, cuando estábamos sacando las compras cuando aparcamos frente a mi casa.
- Tengo que decirles, Alice si se entera por otra persona que no sea yo me mata-
- Nos matara- me corrigió él dulcemente.
Cuando llegamos a mi casa el me ayudo a entrar a las compras, no las guardamos solo la dejamos encima de la mesa de la cocina.
- Edward, me voy a ir a cambiar de ropa- le avise y sin esperar respuesta, subí rumbo a mi pieza para poder cambiarme esta ropa por algo más cómodo.
Elegí una polera color morado con un short color blanco. Me puse unas convers, ya que quería estar cómoda. Sentí unos leves golpes en la puerta.
- Pasa, Edward- él entro y se quedo mirando mi pieza.
- E entrado solo dos veces a esta pieza, es un honor que me dejes pasar-
- Pues tienes que aprovecharlo porque no muchos entran aquí-
- Aprovecharlo?- me pregunto, y poco a poco se fue acercando a mí, coloco su mano de derecha en mi mejilla, la acaricio suavemente, fue descendiendo paso por mi cuello donde su contacto produjo un escalofrió en mi, cuando termino su recorrido poso su mano en mi cintura, me atrajo suavemente a su cuerpo se fue acercando a mi rostro, cuando puede sentir su respiración en mi cara él me susurro-Te quiero- y junto nuestro labios, al principio no supe cómo responderle, pero después le fui respondiendo poco a poco, subí mis brazos a su cuello, entrelace mis dedos en su nuca, él pidió permiso para profundizar el beso, permiso que se le concedí inmediatamente. Nuestras lenguas danzaban en una pelea entre ellas para ver cuál era más “poderosa”, producto del beso nos caímos en la cama sin romper el beso, Edward cayó encima mío, él empezó a acariciar mis brazos, luego empezó a acariciar mi vientre por debajo de la polera, luego su mano fue descendiendo por mis piernas y empezó a acariciarlas delicadamente después volvió a subir hasta mi vientre se separo un poco de mi y logro sacar la polera, cuando logro sacarlo, me miro a los ojos y me sonrió, yo saque su polera y admire su pecho marcado, se notaba que iba mucho al gimnasio. Él estaba solo con su pantalón y yo con mi pequeño brasier color morado y con mi short, nos volvimos a besar. Este beso era diferente, era cargado de pasión, su lengua entro sin pedir permiso en mi boca, por falta de aire nos separamos, yo tenía mi respiración entrecortada, él empezó a besar mi cuello yo solo fui capaz de dejar caer mi cabeza hacia atrás, él empezó a bajar por mi cuello dejando un camino húmedo por todo lo largo de mi cuello, cuando llego a mis pechos los beso delicadamente , yo solo fui capaz de levantar mis caderas para que él pudiera desabrochar mi brasier, cuando él estaba a punto de desabrochar mi brasier, mi rodilla toco involuntariamente su erección, los dos gemimos, él tenía una erección muy notoria, en el momento en que su mano encontró el broche de mi brasier, escuchamos un ruido afuera que reconocimos como la bocina del jeep de Emmet, era el típico sonido que hacía para hacerse notar.
- Edward- le dije- tenemos que bajar a recibirlos-
- Bella, yo no puedo- me dijo en un susurro quitándose de encima.
- ¿Por qué?- estaba confundida
- Me da vergüenza-
- Amor solo suéltalo- fue imposible no llamarlo amor, lo hice sin darme cuenta
- Mi problema es esto- dijo señalando su entrepierna- me duele, y si bajo se darán cuenta de lo que estábamos haciendo-
- Yo bajo y tu tratas de arreglar tu problema- le di un pequeño beso, recogí mi polera y salí de mi pieza con la polera en mano, cuando pase por la pieza de mi Charlie, entre y me arregle un poco peine mi cabello, mis labios estaban hinchados y rojos, tenia los cachetes sonrojados, me puse mi polera, y paje a recibir a mis amigos, no quise imaginar cómo Edward estaría solucionando “su problema”.
- Bells, trajimos un poco de comida- dijo Jasper que venía de la mano con Alice- pero creo que es poca.
- No importa, nosotros compramos algunas cosas- dije.
- Bellita, ¿Dónde está Eddy?- pregunto Emmet entrecerrando los ojos.
- Esta arriba- luego de una pausa, añadió-en el baño.
- ¿Que estaban haciendo antes de que nosotros llegáramos?- pregunto alzando las cejas subjetivamente, esto provoco un sonrojo en bella.
- Emmet deja de molestarla- le dijo Edward que venía bajando las escaleras y me rodeo con un brazo, me atrajo a su cuerpo y deposito un beso en mi coronilla.
- Dejemos de molestarla luego nos contaran-dijo Alice- ahora vamos a ver películas y a comer mucho, porque tengo mucho hambre- dijo sobándose su pancita, nosotros reímos. Esta iba a hacer una tarde muy larga
|