La decisión correcta

Autor: rauleno
Género: General
Fecha Creación: 18/11/2011
Fecha Actualización: 10/12/2011
Finalizado: NO
Votos: 2
Comentarios: 1
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Capítulos: 2

 

Había necesitado poco mas de una semana, para conseguir resolver todos los problemas de una vida inmortal. Había venido buscando la supervivencia del trabajo de toda mi existencia, y había conseguido mucho más que eso, algo que creí perdido para siempre. Ver su cara una vez más, ver que ahora ella era feliz, ahora que sabia eso, ya no me arrepentía de la decisión que tomé entonces, fue la decisión correcta.


Había llegado al final, estaba listo para seguir mi camino, ya no me quedaban fuerzas para seguir luchando, y tampoco quería hacerlo.

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Capítulo 2: Reencuentro

 

Siempre me había gustado la apuesta de sol, ver como la fuerza más poderosa de la naturaleza se ocultaba tras el inmenso océano. Me transmitía tranquilidad. En 1712, tras un corto periodo en la Royal Navy, mi hermano y yo habíamos decidido aventurarnos en el nuevo mundo. Estábamos en el caribe, a punto de llegar al comienzo de nuestra nueva vida.


     Aquella era la ultima vez que veía la luz del sol con mis ojos humanos.


     Bien entrada la madrugada, un gran ruido me despertó. Algo había roto el mástil. No habían barcos a la vista, ni se había oído el ruido de un disparo de cañón.


     De repente los gritos de los marineros llenaron la oscuridad de la noche. Los hombres empezaban a caer al suelo, todo estaba lleno de sangre. Sin previo aviso algo me golpeó en el hombro, todo mi brazo estallo en llamas, era el dolor más intenso que había sentido nunca. Algo se abalanzó sobre mi y caímos al agua por estribor.


     El intenso fuego se extendía por mi cuerpo, a pesar de haberme caído al agua. El dolor era tan inmenso que me impedía nadar. Me estaba hundiendo, no sabia si me mataría antes el dolor que se extendía por mi cuerpo, o moriría ahogado.


     Perdí la noción del tiempo, no se cuanto estuve bajo el agua, el peso del agua me aplastaba, pero aun así podía sentir, seguía dentro de mi, no moría por más que lo desease.

     Después de años de sufrimiento, o simplemente unos segundos, abrí los ojos. El cielo estaba más claro que nunca, podía ver las nubes con claridad, podía distinguirlas a distintas alturas, sus formas, su color.


     Había llegado a la orilla, el agua del mar mojaba mi pelo, tumbado en la arena. El dolor de mi hombro había desaparecido, tan solo permanecía el fuego, que se había trasladado a mi garganta.


     Había sobrevivido.



-¿Como que te mueres? -me preguntó Carlisle-. Un vampiro no puede morir.


     -Podríamos discrepar de esa afirmación, muchos piensan que ya estamos muertos, pero te contaré la historia.


     >>En la década de los 50, tras los avances tecnológicos derivados de las guerras mundiales, decidí hacer algo más con mi existencia inmortal que esperar a que pase el tiempo. Me puse a investigar, a experimentar con los de nuestra especie, pero claro, no hubieron muchos voluntarios. Aprendí sobre nuestras características, lo que nos hace fuertes, lo que nos hace débiles, todo lo que se me ocurrió, y lo descubrí Carlisle, lo averigüé todo.

     >>En los 90 intente encontrar nuestra forma de reproducirnos, y lo dejé por imposible, -miré a Renesmee, ella era una de las pocas cosas que no había conseguido hacer.


     -Hay más como ella -me contestó Edward-. En el sur hay un vampiro que hacia experimentos con algunas mujeres.


     -No soy tan buen científico como creía, podemos reproducirnos después de todo.


     >>En 2003, tuve una iluminación, por así decirlo. Un corazón humano puede estar detenido indefinidamente, si se mantiene en buen estado, una descarga eléctrica puede reactivarlo en cualquier momento. Nuestro sistema transforma la sangre que ingerimos en ponzoña, y es esta la que nos mantiene en este estado, congelados, por decirlo de algún modo. Pensé que si conseguía que mi cuerpo dejara de producir ponzoña, se revertería el proceso, y una descarga eléctrica reactivaría mi corazón. Volver a ser humanos.


     Con esa afirmación había conseguido que los presentes en la sala estuvieran aun mas atentos de mi relato.


     -Y lo conseguí, casi. Después de probar de varias formas, conseguí destruir el órgano que transforma la sangre en ponzoña, es uno de nuestros pocos defectos, ese órgano no vuelve a crecer. Y tal como pensé mi cuerpo empezó a volver a su anterior estado.


     >>Todos sabéis que el cuerpo humano funciona básicamente con una combustión de glucosa, pues bien, aunque seria capaz de reactivar mi corazón, este proceso no puedo reactivarlo. Cuando mis células vuelven a ser humanas, se mueren, no producen energía para renovarse.


     >>En cuanto me di cuenta busqué ponzoña rápidamente, pocos vampiros se prestan voluntarios para darte un poco de la suya. Sabia que acabaría muriendo, era un proceso irreversible, entonces oí hablar de que los Vulturis habían abandonado Italia con intención de destruir a Carlisle. Pero no conseguí averiguar en que lugar estabais. No conocí la historia completa de como sobrevivisteis, pero cuando me dijeron que erais un clan tan grande que solo os alimentabais de animales, no lo dudé, erais las personas adecuadas. Me he pasado 4 años buscándoos, no es fácil rastrear en este estado, nunca a sido mi fuerte.


     -Esta bien -dijo Carlisle, poniéndose de pie-. Nos pondremos a trabajar inmediatamente, volveremos a revertir el proceso.


     -No Carlisle, mi hora a llegado ya lo he asumido. He venido a algo mucho mas importante.


     Carlisle se volvió a sentar.


     -He pasado más de 60 años averiguándolo todo sobre nuestra especie. No puedo permitir que todo ese trabajo se pierda. Quiero que lo continúes Carlisle. Me acabas de demostrar que todo es posible, creí que no podíamos reproducirnos, y estaba equivocado, podemos volver a ser humanos Carlisle, podemos envejecer, morir. Hay muchos vampiros que lo desean, ayudarías a mucha gente Carlisle, por favor, continua mi trabajo.


     -Podrías continuarlo tu mismo -contestó-. Tan solo necesitas ponzoña, podemos proporcionártela.


     -No podemos luchar contra la naturaleza, si no lo consigues tu, nadie lo hará.


     Carlisle no dijo nada.


     -He traído un Pendrive con toda la información, tan solo necesito un par de días para orientarte.


     -Esta bien, si es lo que deseas, lo haré.





Carlisle y yo nos pusimos a trabajar, era un vampiro único en la especie. Se merecía todo lo que tenia, sabia la importancia de mi trabajo, poder devolver la vida a una persona que se la habían arrebatado.

     Pasadas unas cuantas horas dejó de llover. Aun así seguía nublado, era un lugar perfecto para unos vampiros, sobretodo para unos “vegetarianos”. Un par de coches se acercaron a la casa, y entraron en el garaje.


     -Tranquilo -me dijo Edward, que estaba a mi espalda-. Son mis hermanos, que estaban de caza. Yo estaba con ellos cuando me llamó Carlisle.


     -Te he interrumpido la caza, aunque eso me a salvado la....


     Me quedé más helado de lo que a un vampiro le era posible. Había captado su olor al bajar del coche. Era inconfundible, tenia el mismo aroma que en su vida humana. El aroma que me había estado torturando tantos años, desde el día en que tome aquella decisión. Y justo ahora, al final de mi vida, íbamos a volver a encontrarnos.

Capítulo 1: Ayudame

 


 


 
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