Amor, rencor, ¿perdon? (+18)

Autor: fiofio
Género: Romance
Fecha Creación: 23/10/2011
Fecha Actualización: 22/01/2012
Finalizado: SI
Votos: 13
Comentarios: 59
Visitas: 149993
Capítulos: 44

¡¡¡FIC TERMINADO!!!

Esta historia relata la vida de Bella cuando se ve abandonada por el hombre que ama.

Les dejo el link de mi nueva historia por si alguien quiere derle una leidita

Perderlo todo: http://www.lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=2539

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Capítulo 2: No te he superado.

 

-                     Hermanita! Sobrinita! –entro gritando Emmett.

Me encontraba con peinando los hermosos rizos de mi Lydia cuando las dos escuchamos los ensordecedores gritos de mi hermano, mi niña me miro sonriendo y salió corriendo en busca de su tío.

-                     Sobrinita hermosa! Ah que te mueres de ganas por salir a pasear con el mejor tio del mundo? –escuche decir a mi hermano mientras bajaba las escaleras.

-                     Siii!!! Podemos mami, podemos? –empezó a chillar mi princesa.

-                     Claro que si hermosa, dame un momento para ir a buscar mi cartera. –Emmett no salía solo con la niña si yo podía acompañarlos, el es mas niño que ella.

-                     A donde vamos tio? –pregunto Lydia muy emocionada.

-                     Iremos a un nuevo parque con muchos juegos y luego a tomar un rico helado. –nos informo Emmett a las dos.

Fui a arreglarme y salimos los tres rumbo al gran parque que Emmett nos llevaba. Cuando llegamos casi muero al ver tantos periodistas, nunca me han visto con mi hija, aunque es de público conocimiento su existencia.

Mire a mi hermano con rabia, obviamente su monstruoso jeep lo reconocieron de inmediato. Emmett bajo nos abrió la puerta a Lydia y a mi y nos rodeo con su enorme brazo para que ningún reportero pueda acercarse a nosotras.

-                     Señorita Swan, esta es su hija? Cuántos años tiene? Quien es su padre? Porque no ha venido con ustedes? Señor Swan, como es la relación con su sobrina? Sabe usted quien es su padre? Que piensa al respecto?

-                     No contestaremos ninguna pregunta, váyanse que están asustando a mi sobrina. –les ordeno Emmett con una voz que causaba miedo.

-                     Nunca imagine que cuando te referías a un parque nuevo era porque abría hoy. Sabes que odio que acosen a mi hija de esa forma. –le reproche. La niña estaba temblando en mis brazos.

-                     Lo siento Bells, no pensé que se interesaran tanto en un simple parque para nuños –se disculpo Em-. Tranquila pequeña, estas con tu mama y tu tio, nada te pasara. –le dijo a la niña tratando de tranquilizarla un poco.

-                     Mama porque esos señores preguntaron por mi padre? –pregunto Lydia, es sus ojos se notaba que estaba por llorar.

-                     Esos señores son unos cotillas, preguntan todo lo que no saben para luego decírselo a todo el mundo. –le contesto Em porque yo quede paralizada, era la primer vez que Lydia preguntaba algo de su padre.

-                     Y donde esta? –le pregunto ella a Emmett.

-                     Donde esta quien?

-                     Mi padre. – esto no estaba bien.

-                     Emmett creo que sea mejor que vayamos a un lugar mas tranquilo.

-                     Esta bien, demos una vuelta de cinco minutos y nos vamos, hare que lleven el jeep a la parte de atrás.

Caminamos cinco minutos haciendo acto de presencia y luego Emmett pidió a un empleado de seguridad que los lleve el jeep a la salida trasera, de esa forma pudimos salir casi inadvertidos. Lydia no volvió a preguntar nada de su padre pero por su cara era claro que el tema seguía dando vueltas en su cabecita.

Llegamos a la casa, Emmett se quedo con nosotras, para ayudarme a mi al momento de hablar con la niña.

-                     Ven corazón –la llame sentándola en mi falda-. Aun quieres saber de tu padre?

-                     Si mama. –respondió ella muy segura, a veces me parecía tan madura para su edad.

-                     Veras tu padre y yo fuimos novios cuando yo era mas joven, luego tus abuelos quisieron mudarse a España y Emmett y yo los acompañamos, un mes después me entere que estaba embarazada, me sentí tan feliz, fui a buscarlo pero el ya tenia otra novia, no me dejo hablar y me hecho de su vida. –no pude evitar llorar, al igual que mi hija.

-                     Entonces ese señor no me quiere? –pregunto Lydia hipando.

-                     No es eso hermosa… -empezó a responder Emmett pero lo mire para que se callara.

-                     El no sabe que estas conmigo amor, nunca me dejo explicárselo, pero se que si te conociera te amaría como todos. –le dije con mirada dulce.

-                     Yo no quiero conocerlo!! –grito Lydia.

-                     Mi amor no te enojes, no puedes cerrarte a tu padre.

-                     Yo no tengo padre, tengo dos abuelos, un tio y a mi mama, pero ningún padre. –dijo bajándose de mi falda y yéndose a su cuarto.

-                     Podía haber sido peor. –opino Emmett tratando de ser algo optimista.

-                     No Em, ella no debió de enterarse de su padre hasta dentro de unos años, cuando pudiera entender la situación.  –ese al menos era mi plan original.

-                     De que sirve que se entere de la existencia de ese bastardo si a el no le interesa su existencia? –la pregunta fue cargada de bronca y odio contenido.

-                     Sea lo que sea es el padre, el tomo la decisión equivocada y se perdió del placer de conocer a la persona mas hermosa del mundo solo por ser un idiota, pero mi hija no tiene que sufrir por eso.

-                     Lydia nos tiene a nosotros que le damos mas amor del que le podrá dar jamás ese idiota. –hacia años que no hablaba de Edward y en ese momento entendí que era un tema enterrado pero no superado.

 

Ya pasaron seis semanas desde que le hable a Lydia de Edward. Trate de volver a hablar con ella, pero solo dijo que no tiene padre y se puso a llorar, nunca me gusto verla llorar por lo que nunca mas mencione el tema.

Ese dia estaba en la oficina esperando a unos nuevos inversionistas, tenia que convencerlos de que nos vendieran sus materias prima a un precio mas razonable. El teléfono sonó, iagine que ya habrían llegado.

-                     Señorita Isabella, la llaman sus padres por la línea dos. –me informo Heidi, mi secretaria.

-                     Gracias Heidi –le respondí y atendí a mis padres-. Hola mama, papa.

-                     Hola hija, esperamos no interrumpir nada importante. –me saludo mi madre.

-                     Claro que no mama, que necesitan? –les pregunte cortésmente.

-                     Llego una invitación para la familia y quisimos hacerte participe, aunque creo saber tu opinión. Me explico mi madre algo nerviosa.

-                     Ve al grano mama, me estas poniendo nerviosa.

-                     Esta bien, tienes razón. Nos acaba de llegar una invitación de boda. –no me pareció algo de otro mundo como para que se ponga de esa forma.

-                     Que bueno, quienes son los afortunados? –pregunte realmente intrigada.

-                     Alice Cullen y Jasper Hale. –respondió nerviosa. Eso no me lo esperaba, aunque era algo obvio que ellos terminarían casados, bueno lo mismo pensaba de Rosalie y Emmett.

-                     Bella sigues ahí? –pregunto muy nervioso mi padre, ellos siempre hacían las llamadas en alta voz.

-                     Si, aquí estoy. Espero que se diviertan mucho en la boda. Cuando parten a Estados Unidos? –les pregunte.

-                     No nos invitaron solo a nosotros. queremos saber que piensas al respecto? –mis padres no saben que Edward es el padre de Lydia, pero lo suponían. Al llegar de Forks, cuando fui a comunicarle a decirle a Edward que estaba embarazada, les deje claro que no quería a ningún Cullen en nuestra casa.

-                     Por mi no hay problema, pero no planeo acompañarlos. –les respondí luego de una pequeña pausa.

-                     Esta bien, no planeábamos obligarte. Partiremos en dos semanas. Sabes si Emmett quera acompañarnos?

-                     Lo ignoro, pero le diré que se comunique con ustedes en cuanto lo vea. –les asegure.

-                     Muchas gracias hija, y disculpa la molestia. –se oían afligidos.

-                     Tranquilos, no es molestia. Tengo que colgar, me esperan en una reunión, luego los llamo para que saluden a Lydia. –colgué la llamada, en realidad ignoraba si los inversionistas ya habían llegado pero no me interesaba seguir con esa conversación.

-                     Señorita Isabela, llego el señor Thompson. –me informo Heidi.

-                     En seguida voy. –tome mis cosas y me encamine a la sala de juntas.

Llegue donde los inversionistas, eran dos hombres. Uno rubio, pelo corto, ojos celestes, alto y muy atractivo, el otro tenia pelo castaño, ojos negros y mirada intelectual. El rubio fue el primero en hablar, en sus ojos se veía lujuria.

-                     Soy James Thompson, el es Alec Fleit, mi abogado. –mientras decía esto se acerco a mi y deposito un beso en mi mano.

-                     Un gusto señor Thompson, señor Fleit. –el tal Alec me respondió con un asentimiento de cabeza.

-                     Por favor preciosa, llámame James. –como odiaba a estos tipos que solo por verme joven se creían que podían tratarme asi. En ese instante entro Heidi con las carpetas y a ofrecer algo de tomar, supongo.

-                     Señores necesitan algo? Señorita Swan? –lo de señorita le llamo mucho la atención a James.

-                     No gracias. – respondieron los dos hombres a la vez.

-                     Heidi llama al Señor Swan, dile que si esta cerca por favor vengo, esta reunión puede resultarle de interés. Siempre que uno de estos inversionistas quería pasarse de listo Emmet venia a ponerlos en su lugar.

-                     Claro Señorita de inmediato. –Heidi lo entendió a la primera.

Empezamos a hablar de negocios, discutir sobre los pro y los contra. De inmediato note que el que tomaba las decisiones era Alec, James solo era un hijo de papas ricos que pusieron al frente de los negocios por su personalidad carismática; al notar esto comencé a dirigirme directamente a Alec, cosa que no le gusto mucho a nuestro compañero.

Llevábamos cerca de media hora cuando por fin apareció Emmett, quien ya venia con cara de enojo sabedor del motivo por el que lo llame.

-                     Caballeros les presento a mi hermano el Sr. Emmett Swan. –luego de la presentaciones continuamos con la reunión y pudimos llegar a un acuerdo igual de conveniente para las partes.

Emmett se quedo en la oficina para almorzar conmigo, le pedimos a Heidi que ordene comida italiana.

-                     Como odio a estos nenes de papi. –Em seguía enojado con James.

-                     Tranquilo Em, ya paso –trate de calmarlo-. Hay algo mas importante de lo que quiero hablarte.

-                     Que es hermanita? Le paso algo a Lydia? –pregunto muy preocupado.

-                     No tranquilo, nuestra princesa esta perfectamente –le aclare-. Es solo que hoy he hablado con papa y mama y me han dicho que recibieron una invitación para el casamiento de Alice Cullen y Jasper Hele. –Em quedo muy sorprendido.

-                     Piensas ir Bells?

-                     No, pero me han pedido que hable contigo para ver si tu quieres ir. –se quedo muy pensativo, cosa rara en el.

-                     Puede ser una linda ocasión para ver viejos amigos, y de paso mostrarle a nuestros supuestos amigos que lo que nos hicieron no pudo vencernos. Incluso podríamos pedirle a Tanya que me acompañe. –ya parecía tenerlo todo planeado.

-                     No tienes nada que sacarle en cara Em, la idea no es ir a pelear con ellos, y también sabes que Tanya no se prestara a tu jueguito como las modelitos con las que acostumbras salir. –Tanya es nuestra mejor amiga, una chica con un carácter del demonio.

-                     Lo se Bells, pero en cuanto le explique de quien se trata te aseguro q no se negara -mientras hablaba saco el móvil del bolsillo y marco a alguien-. Tany, como estas? Tanto tiempo… como que quien habla?... ah, ya me parecía… que te parece si vas hoy a cenar a lo de Bells? Te tengo una propuesta que no podrás rehusar… no, no hay adelantos… tu amiga tampoco te dira nada… yo también te quiero… a las 8 es fantástico. –dijo y colgó.

-                     Veo que habrá una cena en mi casa esta noche. –dije con tono sarcástico.

-                     Si hermanita –dijo con su enorme sonrisa tatuada en la cara-. Veras como me acompaña, esto será fantástico.

Estuvimos un rato mas hablando sobre temas mas tranquilos y alguna que otra cosa de trabajo. Le conté que este fin de semana Lydia y yo iríamos a Madrid a visitar a mis abuelos, en realidad acababa de planearlo, pero ya sabia que la idea les encantaría. Cuando terminamos me fui con el, ya era hora de recoger a mi niña en el jardín y además ahora tendría que preparar todo para la cena.

 

 

HOLA CHICAS, ESTE ES MI NUEVO FIC, LES AGRADECERIA QUE ME COMENTEN QUE LES PARECE.

BESITOS, FIO

Capítulo 1: Introduccion Capítulo 3: Miedos

 
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